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MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
(Marcos): “Sí, sí. Haré eso. Sí, sí, sí, como usted quiera
Señora…”
(María Santísima): “Amados Hijos Míos, hoy,
nuevamente Yo les llamo al “Verdadero Amor” por Dios, que me envió aquí para la
salvación de todos ustedes. El Señor les amó tanto, que no miró sus deméritos,
no miró sus pecados, pero tan solamente les amó, les escogió y llamó para que
estén aquí en Mi Escuela de Santidad, aquí en esta Puerta del Cielo, que es Mi
Santuario, Mis Apariciones en Jacareí.
Para que todos ustedes entren por
esta Puerta de Salvación que Soy Yo misma, que es Mi Corazón Inmaculado;
conociendo Mis Mensajes, Obedeciéndolas y dándolas a conocer al mundo entero,
ustedes entran por la Puerta de Salvación que Soy Yo; imitando Mis Virtudes,
ustedes entran por esta Puerta del Cielo que Soy Yo misma y se convierten
agradables a Dios, dignos de Salvación y de su Gloria.
Vengan entonces Mis Hijos, amen a
este Dios, que tanto les amó, amen a este Dios que Me Creó así tan Santa, tan
Bella, tan Pura, para ser para ustedes “causa de alegría” de ustedes, para ser
la Paz de ustedes, Madre de ustedes, Maestra de ustedes, Protectora, Amiga,
Defensora y Modelo Perfecto, para que Imitándome puedan vivir sin ningún error
su Fe y puedan llegar seguramente a aquella Santidad y Gloria en el Cielo que
Yo y el Señor preparamos para ustedes todos los días.
Aquí en Mis Apariciones en
Jacareí, el Amor de Dios por la humanidad fue demostrado de una forma extraordinaria
y simplemente sin precedencias. Aquí Nuestro Amor les dio tantas Gracias,
tantos beneficios, tantos auxilios poderosos para la salvación de ustedes que
son: Mis Rosarios Meditados, Mis Horas Santas de Oración, Nuestras Medallas, Mi
Escapulario Gris de la Paz y tantos otros regalos de Mi Corazón Inmaculado.
Verdaderamente aquí, Nuestro Amor
fue probado por ustedes y por la humanidad de una forma nunca antes vista en la
humanidad desde que el Verbo se hizo carne.
Por eso, vengan a Mi Mis Hijos,
vengan a este Amor que tanto les desea, que tanto quiere vivir en ustedes, que
tanto quiere habitar dentro de ustedes, que tanto quiere convertirles felices
dándoles la Paz Celestial, la Paz Verdadera, la Paz Divina que el mundo no les
puede dar y que solo tiene quién verdaderamente ama y utiliza adecuadamente los
Tesoros y las Gracias que aquí les tengo dado.
Vengan a Nosotros y Nosotros les
enriqueceremos, porque Yo Soy la Tesorera de todas las Gracias de Dios, Yo
propia Soy el “Tesoro de Dios”, Soy la Riqueza de Dios y todo aquel que Me Conozca
será rico de Su Gracia, será rico de Su Ciencia, de Su Sabiduría Divina, de Su
Amor y de Su Paz y éste será verdaderamente amado por Nosotros, vivirá en
Nosotros y Nosotros viviremos en él y seremos UNA SOLA COSA EN EL AMOR.
Vengan a Mí con el mismo “Amor
Puro” con que vinieron a Mí Mis Santos, Mi Alfonso de Ligorio, Mis Videntes, Mi
Queridísima Berdanette, Bárbara, Lucía y también como viene Mi Amadísimo
Marcos. Viniendo a Mí con este “Amor Puro”, verdadero, abrasado, ustedes
verdaderamente Me encontrarán, encontrarán la Verdad, la Verdad vivirá en
ustedes y ustedes en la Verdad y entonces Yo, viviendo en ustedes atraeré sobre
ustedes el Espíritu Santo que les convertirá en Obras de Santidad Perfectas
para mayor Gloria de la Santísima Trinidad.
A todos en este momento bendigo
generosamente con amor: de LOURDES…., de CASANOVA STAFFORA…., y de JACAREÍ.”
(Marcos): “Sí, hasta pronto Amada Madre del Cielo…”
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