“Amados Hijos Míos,
ahora que este año toca hacia su fin y el próximo se aproxima, quiero
invitarles a que den gracias a Dios Conmigo, porque este año Él fue tan bueno
para con ustedes. Él les llenó de muchos bienes, Él alejó de ustedes muchos
castigos por sus pecados y por los pecados del mundo entero.
A través de Mi, el
Señor llenó cada día de este año de sus vidas, con gracias sobreabundantes de
Su Amor. Cada día de este año fue marcado por las bendiciones que les di en
cada una de Mis Apariciones Diarias, también bendecido con Mis Mensajes que les
di día tras día y que les ayudaron a vencer las dificultades y pruebas de sus
vidas, para que puedan llegar en el próximo año firmes y fuertes en la fe.
Mis Mensajes de este
año les hicieron crecer, ellos hicieron florecer en ustedes muchas Virtudes,
ellos hicieron con que ustedes venzan muchas debilidades y miserias que tenían.
Mis Mensajes fueron luz
para el caminar de ustedes cada día de este año, ellos disiparon las tinieblas
y la confusión de sus almas, guiándoles por el camino seguro de la oración, de
la penitencia, de la renuncia de la voluntad personal de ustedes siempre tan
mal inclinada.
Mis Mensajes les
guiaron por el camino de la renuncia y
del desprecio al mundo, a los honores, a las glorias, a los placeres, a los
pecados. Y Mis Mensajes les conservaron en el camino del bien, de la fidelidad
al Señor, a Sus Mandamientos y ellos hicieron florecer en ustedes las flores de
las más variadas Virtudes.
Este año, por lo tanto,
fue un año de inmensas gracias de Mi Corazón para todos ustedes, sobre todo, a
través de la Transmisión Daria de Mis Apariciones, Mis Mensajes llegaron a
tantos corazones de Mis hijos, esparcidos por el mundo entero y al mismo tiempo
a la velocidad de la luz. Y con eso, Yo hice retroceder mucho a Mi enemigo, Yo
destruí muchas trampas armadas de él para hacer caer a Mis hijos en el pecado
mortal.
Yo también arranqué
muchas almas de sus garras y las reconducí a Dios. Por medio de la Transmisión Diaria,
de los Cenáculos de Mi Hijito Marcos y de Mis Apariciones… Mi triunfo fue
total, en tantos corazones.
Agradezcan Conmigo porque
Dios este año se aproximó como nunca de ustedes y Yo también Me aproximé de
ustedes como nunca. Sobre todo, el Padre Eterno, con Su primera Aparición aquí,
la primera de muchas que Él hará, Él se aproximó extremadamente de sus
corazones y Él quiere ahora que ustedes cultiven para con Él un verdadero amor,
una verdadera devoción, una verdadera obediencia, una verdadera dependencia de
Su Gracia. Y sobre todo, una verdadera intimidad, amistad y unión espiritual
con Él.
Vengan a Él por medio
de Mí y Yo les conduciré a Sus brazos y allí les estrecharé uno al otro de modo
tan fuerte que nada les podrá separar. El Padre quiere que las almas vayan a Él
por medio de Mí y de Su Hijo Jesucristo, y sólo Yo puedo conducirles a Cristo
para que sean conducidos después al Padre.
¡Vengan entonces Mis Hijitos,
vengan a Mí, no tarden más!
Entréguense a Mis
brazos como son y Yo les iré purificando, perfeccionando y dándoles la fuerza
interior para que renuncien a todos sus defectos y malas inclinaciones. De modo
que se entreguen inmaculados y puros al Padre Eterno, para que Él pueda unirse
con sus almas en un abrazo eterno de amor.
Yo Soy la Madre que les
prepara para el nuevo año que está por llegar, no pasen las últimas horas de
este año en escándalos, borracherías y cosas así. Sino, antes agradezcan
Conmigo a Dios por todo lo que les dio este año, por todos los favores que les
hizo por medio de Mis Apariciones aquí, de modo que en el próximo año sean
dignos de nuevos y mayores favores Suyos todavía.
Y al mismo tiempo recen
Conmigo, porque si este año el Ángel Castigador pasó por la tierra y en los
castigos que golpearon a la humanidad, muchos fueron castigados. En el próximo
año el Ángel Castigador pasará mucho más aún y ¡Ay de la nación que hubiera
sido sorda a Mis Avisos y a Mis Mensajes y que estuviera durmiendo tranquilamente
en el pecado!
En verdad les digo: en
el año que viene, aumentarán los tornados, tifones, huracanes, sequías. Aumentarán
las enfermedades, aumentará el hambre, los terremotos, porque la humanidad no
para de ofender a Dios. Las inundaciones que vieron este año no serán nada en
comparación con las de los próximos años, para que así el pecado del ser humano
sea lavado en la propia sangre del ser humano.
Entonces, levanten
Conmigo las manos al Cielo para implorar todavía Misericordia para tantas almas
que yacen en la ceguera del pecado, pecando cada día más y más sin que
comprendan que con eso se están lanzando ellas mismas en el fuego del infierno.
Recen Conmigo, recen
mucho para implorar la Misericordia de Dios para tantas almas ciegas e ingratas
que solo pagan el Amor de Dios con ofensas y con pecados de impureza, de
orgullo, de soberbia, de mentira, de adulterio y de codicia de los bienes del
prójimo.
Entonen Conmigo aún hoy
el himno de la súplica y de la expiación, para que juntos expiemos los pecados
de toda la humanidad enloquecida que Satanás ya dominó con su poder y la cual
ya esclavizó en el pecado con cadenas gruesas y casi irrompibles. Ayúdenme a
romper esas cadenas con ORACIÓN, SACRIFICIO y PENITENCIA.
Recen mucho porque
Satanás ahora quiere ser el dominador de todas las almas y no descansará
mientras él no ponga sus uñas en ustedes. Por eso, recen mucho porque sólo la
oración puede impedir de que caigan en su dominio por el pecado mortal.
Recen mucho, no dejen
de rezar ningún solo día, porque el alma que no reza ya se lanza a sí misma en
el infierno, sin necesitar de la ayuda de los demonios. Quien no reza se condena
y quien reza será salvado.
Yo deseo que sus
corazones en este año nuevo que comienza estén decididos a cortar con el pecado
de una vez por todas y con todas sus malas inclinaciones. Para que así,
comenzando el año nuevo de una forma nueva y con un ánimo nuevo, ustedes puedan
ser visitados por el Espíritu Santo, para que Él pueda llenarles con Sus Dones,
Sus Gracias, Sus Luces de modo que el próximo año avancen como nunca antes en
el camino de la santidad.
¡YO QUIERO SANTOS! Yo
quiero Santos aquí y no descansaré mientras no les forme y no los entregue así
formados al Padre Eterno.
Vengan a Mí, denme su “Sí”
porque Yo quiero verdaderamente conducirles por el camino de la perfección y del
amor.
Continúen con todas las
oraciones que les di. Yo les amo tanto, Yo les quiero mucho. Quédense sabiendo
Mis hijitos que todas las gracias, Mensajes que les di este año, todo aquello
que aquí este año ustedes recibieron y aprendieron, todo fue un Don de Mi
Corazón Inmaculado, un regalo para ustedes, porque les amo tanto, porque les
quiero salvar a todo precio y porque son Mis Hijitos Predilectos que Yo guardo
con celos en el jardín de Mi Corazón Inmaculado.
A todos en éste momento
bendigo con Amor: de LOURDES…, de BETHAHN (Francia)…y de JACAREÍ.
La Paz Mis Hijos Amados.
La Paz a ti Marcos, el más obediente y esforzado de Mis Hijos, Me gustó todo lo
que dijiste hoy en la meditación, que Mis hijos acojan en Su Corazón y pongan
en práctica la virtud de la templanza para que sean agradables e inmaculados a
los ojos del Padre”
(Marcos): “Sí… hasta pronto Querida Madre…”