Jacareí, 05 de Noviembre de 2017
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV mundial: www.apparitionstv.com
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy una
vez más invito a todos a la oración, al amor a Dios.
En estos tiempos en que
el amor a Dios termina de desaparecer en los corazones, en estos tiempos en que
la iglesia sumerge en la tiniebla más profunda de la apostasía, de la confusión
y de la pérdida de la verdadera fe, en este tiempo en que el amor a Dios, a Mi
Hijo Jesús y a Mí termina por enfriar en los corazones de los hombres, Yo vengo
nuevamente llamar a todos ustedes al verdadero amor.
Sean llamas incesantes de
amor, viviendo de amor, viviendo para amar al Señor, para amar a esta su Madre,
a esta Madre de ustedes con todo el corazón, llevando la luz de Nuestros
Corazones a todos Nuestros hijos que aún no conocen Nuestro Amor.
Sean llamas incesantes de
amor, viviendo continuamente en la amistad, en la unión con Dios por una vida
íntima de profunda oración, meditación y amor a Él.
Sean llamas ardientes de
amor, viviendo aquí en la tierra como si ustedes no fuesen de la tierra y no
apegándose a nada que hay aquí, pero viviendo con los ojos únicamente fijos en
el Cielo.
Ahora quiero completar
los planes de amor que comencé en Aparecida, París, La Salette, Lourdes y
Fátima. Por eso quiero una respuesta de amor total de ustedes, definitiva. Quiero
una renuncia completa a las cosas mundanas y de ustedes mismos. Quiero una
conversión sincera. Quiero una vida de oración verdadera. Quiero un amor
abrasado en todo lo que ustedes hicieren y muchas obras de amor a Dios. Quiero
una vida totalmente vuelta para Dios, para el Cielo, de todos ustedes.
Así Yo podré imprimir en
el alma de ustedes Mi materna señal delante del cual la estrella del abismo retrocederá
impotente. Y entonces, finalmente podré precipitar Mi eterno enemigo en las
llamas eternas de donde no más saldrá y el mundo será liberado de su yugo
satánico, su imperio infernal caerá.
En este mes de noviembre deseo
que ustedes mediten mucho en el Cielo y que ustedes deseen el Cielo sobre todas
las cosas y con todas las fuerzas del corazón de ustedes.
Meditando en el Cielo,
ustedes verán que verdaderamente es estúpido, tonto y locura apegarse a las
cosas de la tierra que pasarán con la muerte y lo cuanto esta vida es corta en
comparación con aquella del Cielo que dura para siempre.
Quiero que mediten en el
Cielo, piensen en el Cielo y deseen el Cielo con todas las fuerzas de ustedes.
En los cenáculos hablen del Cielo, muestren el Cielo a Mis hijos de acuerdo con
la visión que Mis videntes dieron de él. Para que así, todos Mis hijos puedan
desapegarse de las cosas mundanas y buscar tan solamente la santidad para
tornarse dignos de entrar en el Cielo.
Continúen rezando Mi
Rosario todos los días, porque a través de ello, cada vez más haré sus
corazones arder con Mi Llama de Amor.
Yo bendigo a todos y
bendigo especialmente a ti Marcos, el más obediente, sacrificado y abnegado de
Mis hijos.
Tú que tantas veces te
olvidaste de ti mismo por amor a Mí y por amor a las almas. Que abrazaste una
vida de pobreza, hasta incluso miseria, sufrimiento, sacrificio, para continuar
aquí firme en Mi servicio, fiel a Mi Amor, impertérrito en tu trabajo de
anunciar al mundo Mis Mensajes, aguantando firme todo el sufrimiento para
mantener este Mi Santuario de pie, para que Mis hijos viniesen aquí y sean
ayudados, bendecidos, agraciados y salvos por Mí.
Tú que aguantaste todo
esto para hacer llegar a ellos Mi Mensaje de amor, Mi Amor, Mi Llama de Amor,
Mi Amor Materno que salva. Quédate sabiendo hijo Mío que soy reconocida y grata
por todo esto y cuanto más tú sufres por Mí, más Yo te amo.
Quédate también sabiendo
que Mi hijo fray Joaquín del Monte Carmelo tuvo muchas visiones Mías allá donde
hoy es la Capilla de Mi hijo en la Basílica vieja. Sí, Mi imagen milagrosa
quedó allí mientras el altar era terminado, quedó allí por un tiempo.
Y allí donde él rezaba
delante de Mí, él tuvo muchas apariciones y visiones Mías. Y en esas visiones
Yo te mostré a él, mostré Mi futuro hijo predilecto, ardoroso apóstol,
obedientísimo siervo Mío, que trabajaría muchísimo para tornarme conocida y
amada, e instaurar Mi Reino en las almas, en los corazones y en el Brasil. Y él
se alegró mucho al conocerte y dedicó las oraciones de toda la vida de él a ti.
Quédate sabiendo eso hijo
Mío y agradece al Señor que siempre fue tan misericordioso, amoroso y generoso
contigo, dándote la gracia de ver y hablar conmigo, la Madre de Dios y tu Madre
también, y tantas otras gracias y dones.
Y no solamente allí en
aquella Capilla, pero también en el púlpito superior derecho, allí también él
tuvo muchas visiones Mías y en ellas Yo te mostré a él. Por eso recurre siempre
a la intercesión de él que ahora en el Cielo junto de Mí y de Mi Hijo puede
tanto, puede ayudarte tanto.
Y sé muy feliz porque si
te falta el apoyo y la ayuda de los hombres, nunca te faltará la de los
Ángeles, de los Santos, de los Bienaventurados, la Mía y la del Señor. Yo te
bendigo mucho y bendigo también a ti Mi amadísimo hijo Carlos Tadeo, Mi siervo
dedicado a quién amo con todo Mi Corazón.
En este mes de noviembre aparte
del Cielo, quiero que tú hables a Mis hijos resumidamente de la vida de Mi San
Job, para que Mis hijos de Bahía también aprendan el verdadero amor filial que
el Señor desea de todos Sus hijos.
Y así la fe de ellos
crezca y se torne firme, inquebrantable como la roca, como la de San Job y así,
Mis hijos puedan dar a Dios el amor filial abrasado y fiel que el Señor tanto
procura y no encuentra en la tierra.
A ti Mi hijito amadísimo
a quien aprieto con amor en Mi Corazón y que tengo siempre debajo de Mi Manto,
sobre Mis manos, Yo te bendigo con amor ahora: de LOURDES… de FÁTIMA… de
APARECIDA… y de JACAREÍ.
Bendigo a todos ustedes
Mis hijos. Queden en la paz del Señor.”
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