Jacareí, 09 de Diciembre de 2017
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV mundial:
(Vidente
Marcos): “Sí…sí, Madrecita. Sí, sí… Sí, haré, sí… Lo más
deprisa posible yo haré. Sí. Haré, sí.”
(Diálogo
entre el Vidente y la Madre de Dios)
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy
invito a todos ustedes a cumplir aquello que les pedí ayer: ‘Recen con el
corazón y sean inmaculados con una vida santa, para que verdaderamente ustedes
sean reflejos perfectos de Mi Inmaculada Concepción como fue Mi hijita
Bernadette, Mi hijita Lucía y todos Mis Santos.’
Si ustedes abrieren sus corazones
para Mi Llama de Amor, Yo derramaré en ustedes con tal fuerza y tal poder, que
todos los que se aproximaren de ustedes serán instantáneamente abrasados de
amor, de Mi Amor como eran todos aquellos que llegaban cerca de Mi hijito
Domingo de Guzmán, de Mi hijo Vicente Ferrer, de Mi hijo San Francisco Javier y
tantos otros de Mis Santos.
Sí, bastaba Mis hijos
llegaren cerca de un Luis de Montfort, de un Alfonso de Ligorio, de un Gerardo,
para instantáneamente sentirse diferentes, para sentir sus corazones arder por
sus palabras traspasadas y ardientes de amor. Es eso lo que Yo quiero hacer
también con ustedes Mis hijos.
Ayúdenme a hacer eso para
salvar a Mis hijos que están con sus corazones tan endurecidos, tan duros, llegando
incluso al punto de ya comenzar a odiar a Dios.
Mi Hijo aún hoy es
condenado a muerte, no más por el pueblo judío, pero sí por los propios
cristianos. Cuántos condenan a Mi Hijo a muerte todos los días, despreciando el
Amor de Él y prefiriendo las cosas del mundo. Cuántos lo condenan a muerte,
despreciando Sus Mensajes de amor y prefiriendo las falsas máximas y consejos
del mundo. Cuántos condenan a Mi Hijo a muerte, sobre todo, almas consagradas a
Dios, despreciando a Mi Hijo Jesús y prefiriendo la vida fácil de los placeres
del mundo que engañan, pero después conducen a la muerte eterna.
Cuántos cristianos
condenan de nuevo a Mi Hijo a muerte, simpatizando con Satanás, simpatizando
con las ideologías satánicas del comunismo, del socialismo, también del
protestantismo, del espiritismo y de tantas cosas que salieron del infierno. Cuántos
cristianos condenan a Mi Hijo a muerte viviendo habitualmente lejos de Él, en
el mal, en el pecado, sin importarse con la salvación de sus propias almas, ni
con lo cuánto costó a Mi Hijo salvarlas y redimirlas en la cruz.
Es por eso que Yo vengo
aquí a Jacareí para procurar almas hechas de amor puro que, juntamente conmigo,
consuelen a Mi Hijo Jesús y en el lugar del: ‘¡Crucifícalo!’ que los hombres hasta hoy gritan, estos Mis hijos
obedientes y fieles griten junto conmigo: ‘Mi
Dios y mi todo, mi Jesús y mi único amor.’ Sí, fue para eso que Yo vine
aquí.
Déjense conducir por Mí
hasta ese amor, déjenme crear en sus corazones ese amor Mis hijos, para que
podamos dar a Mi Hijo Jesús un cortejo de almas hechas de puro y ardiente amor
para consolar Su Divino Corazón.
Yo quiero quitar la
corona de espinas que hasta hoy los hombres clavan en el Corazón de Mi Hijo y
colocar en el lugar una corona de rosas puras, de almas místicas de verdadero
amor. Denme su ‘Sí’ para que Yo pueda transformarlos en rosas de amor puro por
Mi Hijo y Señor.
Yo, la Madre de ustedes,
estoy todavía por un poco de tiempo. Apresuren la conversión de ustedes, pues
ya estamos en la última media hora del día de Dios.
Yo quiero conducirlos Mis
hijos a Dios, pero si ustedes no dejaren, seré forzada a abandonar a ustedes. Por
eso, decídanse por Dios y por Mí, salven sus almas porque, de nada sirve al hombre ganar el mundo entero, tener el mundo entero y
venir a perder su alma en las llamas infernales.
Recen y den 3 películas
de La Salette, de Mi Aparición de La Salette número 3 para 10 hijos Míos. Esa
película bendita que Mi hijo Marcos hizo, y que contiene tanta gracia y la
llave para el entendimiento de los tiempos actuales que ustedes viven y aquello
que deben hacer para poder salvar sus almas. Den para 10 hijos Míos y hagan con
que todos Mis hijos conozcan La Salette, pues cada alma que conoce Mi Aparición
en La Salette a través de Jacareí y se convierta, serán otros tantos castigos
que ustedes cancelarán y que dejarán de venir al mundo.
A todos Yo bendigo ahora
con amor: de LA SALETTE… de LOURDES… y de JACAREÍ.”
MENSAJE
DE SANTA LUCÍA
“Amados hermanos Míos,
Yo, Lucía, vengo hoy una vez más para decir a ustedes: ‘Yo les amo.’
Sé que cargan pesadas
cruces, no desanimen, vengan a Mí y Yo consolaré a todos ustedes y les daré
fuerzas para ir en frente con Mis Gracias.
Todo lo que ustedes
pidieren a Mí, Yo prometo ofrecer los dolores que Yo sufrí en la tierra y los
méritos de ellas al Corazón de Jesús y de María para pedir gracias para todos
ustedes.
En el día 13 de diciembre
de cada año, aquellos que rezan Mi Coronilla por lo menos una vez por semana,
recibirán de Mí una bendición especial.
Y hoy vengo para decirte
amadísimo hermano Carlos Tadeo: En el momento en que Mis ojos eran arrancados,
estaban para ser arrancados, la Madre de Dios apareció para Mí y Yo entonces te
veía en la visión mística que Ella Me dio. Y la Madre de Dios Me pidió que Yo
valerosamente ofreciese por ti aquel horrendo tormento que padecería, de tener
Mis ojos violentamente arrancados.
Cuando te vi,
inmediatamente te amé y ofrecí Mi ‘Sí’ a la Madre de Dios, aceptando aquel
sacrificio que Ella Me proponía. Y entonces Me volví valerosamente,
resolutamente al cruel Pascasio y dije a aquél hombre bárbaro en el cual
habitaba el demonio de la impureza y de la idolatría, que él arrancase Mis ojos
sin piedad como quería, pues Yo no renegaría a Mi Jesús, a la Madre del Cielo y
no traicionaría Mi vocación, Mi consagración religiosa a Ellos, los votos que
había hecho.
Entonces, el bárbaro
Pascasio arrancó Mis ojos. No puedo explicarte ahora con palabras humanas el
dolor que sentí, fue un dolor tan intenso que recorrió Mi cerebro, que recorrió
Mi faz, Mi rostro, todo Mi cuerpo, que en aquel momento Yo había caído muerta
si la gracia de Mi Madre del Cielo no Me hubiese sustentado, y si las cuerdas
que Me ataban no Me hubiesen mantenido de pie presa a la columna donde estaba.
¡Ah amado hermano! Todo
eso Yo ofrecí por ti, porque mucho te amo y ofrecería mil veces de nuevo si la
Madre de Dios Me pidiese. Por eso Yo te digo: ‘En el día 13 de diciembre de
cada año, haz un cenáculo en Mi honra a donde quiera que estés. Pídame la
gracia que desees y Yo entonces te daré si es conforme a las Voluntades de
Jesús y de María. En el día 13 de cada mes también vendré para darte una
bendición especial y de cuando en cuando algún consejo.’ Te digo verdaderamente
que Yo estoy contigo a todo momento y nunca, nunca te abandonaré.
Quédate sabiendo también
amadísimo hermano Marcos que nunca te abandonaré, estaré contigo hasta el fin. Y
a todos Mis hijos, hijos espirituales, que aquí Me aman, que Me veneran y que
también trabajan por tornarme conocida y amada, para que Jesús y María sean más
conocidos y amados, Yo también prometo en el día de Mi martirio (13 de
diciembre) darles una gracia, una bendición especial.
Continúen rezando Mi
Coronilla todas las semanas.
Sean buenos, cumplan los
Mandamientos de la Ley de Dios, ustedes deben cumplirlos, pues todo aquél que
no lo hace, no entrará en el Reino de los Cielos. No compacten con las obras de
las tinieblas, pero apéguense a las cosas de lo alto y esclarezcan, abran su
entendimiento a las cosas del Señor.
A todos Yo bendigo ahora
con amor: de SIRACUSA… de CATANIA… y de JACAREÍ.”
(María
Santísima): “Querido hijo Marcos Tadeo, quédate
sabiendo que aquella gran enfermedad que tuviste en el año de 1993, que hacía
con que tu cabeza doliese tanto y tuvieses tantos vértigos que no podías
siquiera mantenerte en pie, y por eso quedaste acamado 29 días. Quédate
sabiendo que aquel gran dolor, aquel gran sufrimiento tuyo sirvió para que tu
padre Carlos Tadeo recibiera ahora las grandes gracias que le estoy dando, para
que él tuviese la gracia de venir aquí, conocerme, amarme y recibir Mis
tesoros.
Aquel gran dolor, aquella
gran enfermedad también sirvió para Mis hijos Juan y Olides, Adriano, Carla y
su familia.
Sirvió también para Mi
hija María Vilas, Mi hijo Luis Miguel, para Mi hija Lavinia, Víctor, Eliana y
Dina.
Sirvió también para tantos
de Mis hijos que están aquí, que a lo largo del tiempo sabrás.
Sirvió para Mi hijo Oseas.
Sirvió también para Mi hija Débora Mugnano. Sirvió para Mi hijo Leonil Mugnano.
Sirvió también para Mi hijo Edinaldo, Mi Postulante, Mi hijo querido.
Quédate sabiendo hijo Mío
que todo tu sufrimiento no es en vano. Te revelo las almas que lucraron con tu
sufrimiento, para que todas las veces que la cruz venga a ti, y aún tendrás
muchas, no estarás sufriendo en vano.
Sufre pues con coraje, con
generosidad y ten buen ánimo, porque Mi Hijo venció el mundo. Y en ti, con la
colaboración de tu ‘Sí’, de tu sufrimiento, Él vence nuevamente el mundo, las
almas y las conquista con Su Amor, con la fuerza del amor.
Mi Hijo dijo: ‘Cuando Yo sea elevado de la tierra, atraeré
todos a Mí. O sea, cuando Yo muestre Mi Amor por los hombres, muriendo de
dolor por ellos en la cruz, todos se enamorarán por Mí y serán conquistados,
vencidos por la fuerza de Mi Amor, de Mi Sangre.’
Tú también vencerás las
almas, no tanto con la fuerza del convencimiento que ya es grande, pero con la
fuerza de tu sangre, con la fuerza de tu amor abrasado de caridad como ha sido
hasta hoy. Ten buen ánimo en el sufrimiento y continúa ofreciendo.
Acuérdate también de
aquel gran sufrimiento que tuviste en 1995 cuando toda tu boca sangraba sin
cesar y tú no sabías de donde venía aquel gran dolor, aquel gran sufrimiento.
Aquel dolor sirvió para Mis hijos Celso y Edna, para Mis hijos Reinaldo,
Junior, Débora Goretti y sus familiares. Sirvió también para Luis, para Pedro y
para María de la Concepción.
Continúa sufriendo valerosamente
y siempre por Mis hijos, pues a través de eso hijo Mío, alcanzarás para ellos
luz, gracia, auxilio de Mi Corazón, salvación y abundantes gracias de Mi Amor.
A todos nuevamente Yo
bendigo y dejo Mi paz.”
(Vidente
Marcos): “Madrecita del Cielo ¿Puedes por favor Señora tocar
en estas imágenes y rosarios que hicimos para tus hijos?”
(María
Santísima): “Conforme ya dije: ‘Adonde quiera que unas
de estas imágenes y rosarios lleguen, allí estaré Yo con Mi hija Lucía,
llevando las grandes y abundantes gracias del Señor.’
Queden con Dios Mis hijos.
Queden en la paz del Señor. Buenas noches.”
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