Jacareí, 26 de Agosto del 2013
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Mensaje de San Norberto de Xanten
"Amados hermanos míos, Yo, Norberto siervo de Dios y de la Madre de Dios, me alegro por venir hoy a darles por primera vez Mi Mensaje y Mi bendición.
Les amo con todo mi corazón y hace mucho deseaba venir aquí, para bendecirles y derramar las gracias que el Señor me dio sobre ustedes.
¡Yo les amo mucho! y estoy al lado de ustedes en todos los momentos de sus vidas, les amo, les protejo siempre y nunca les dejaré.
Recen, recen por la conversión de los pecadores que tanto necesitan, un gran número de almas fue confiado a ustedes, a sus oraciones y solamente ustedes podrán salvarlas con sus oraciones, con el sacrificio de ustedes y con el trabajo de ustedes de divulgación de los Mensajes que el Cielo entero aquí les da.
No desanimen en sus apostolados, en sus misiones, porque si ustedes se desaniman muchas almas se perderán por causa de ustedes.
Vayan en frente porque un día en el Cielo, ustedes se alegrarán y exultarán viendo cuantas almas fueron salvadas por sus oraciones y por el trabajo de ustedes de divulgación de los Mensajes, de la Palabra de Dios.
¡Sí, Mis amados hermanos! Recen, recen mucho porque el mundo solo podrá ser salvado por un milagro del Cielo obtenido por la fuerza y el poder de la oración. Con habladurías y discusiones nada conseguirán, sólo con la oración, por eso recen, para que el milagro de la divina bondad de Dios, el milagro del divino amor suceda lo cuanto antes en este mundo para la conversión de los pecadores.
Cumplan sus obligaciones diarias con todo el amor de ustedes porque ellas sumadas a sus oraciones, suben al Cielo como un gran poder para alcanzar la gracia de la transformación del mundo.
No piensen que sus oraciones comunes y ordinarias del día a día son insignificantes, porque es el amor lo que torna grande las pequeñas acciones y así Dios mirará con amor y agrado para sus obras y lanzará su bendición sobre ellas, haciendo con que ellas sean agradables a Él y sumamente útiles para la salvación de la humanidad.
Yo, Norberto, vengo a pedirles también un mayor amor a los Ángeles, porque ustedes los han olvidado mucho, han olvidado a los Ángeles y esto causa gran tristeza al Cielo! Ellos están tan deseosos, tan ansiosos para ayudarles y para actuar en sus vidas, pero ustedes los han olvidado, no rezan a Ellos, no los invocan en sus oraciones y por eso Ellos ni siempre pueden actuar en sus vidas porque la condición para la gracia de la acción de los Ángeles suceda en sus vidas es y siempre será la ORACIÓN, la PETICIÓN.
RECEN POR LO TANTO A LOS SANTOS ÁNGELES! Pidiendo su ayuda y ustedes verán cuantas gracias Ellos realizarán en medio de ustedes.
AMEN A LOS SANTOS ÁNGELES! Procurando imitar su obediencia, su fidelidad a Dios, su prontitud en el cumplimiento de la voluntad de Dios.
Tengan para con Ellos una verdadera amistad, uniéndose a sus acciones y oraciones del día a día y cultivando para con los Ángeles una gran veneración, admiración e imitación y devoción.
Yo, Norberto, deseo ayudarles en la lucha contra el maligno, para rechazar y vencer a sus tentaciones, cierren los sentidos de sus almas a sus sugestiones malignas, pensando siempre en Dios, rezando, cantando, pensando en los Santos y también procurando de ocuparse de cumplir las obligaciones diarias de ustedes con gran amor y perfección, de esa forma el demonio huirá de ustedes.
Renuncien a ustedes mismos, a la voluntad de ustedes y ustedes aplastarán al demonio como Yo lo aplasté.
Yo les bendigo ahora con todo Mi amor y con todas las gracias del Cielo.
La paz Marcos, el más obediente de los hijos de la Madre de Dios y el más querido de Mis amigos.
Recuerden siempre mis hermanos: ¡DIOS EN MÍ, YO EN DIOS, DIOS ME VE! Pensando así, vencerán al demonio y a toda tentación.
A todos doy Mi paz"
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