03 de Setiembre del 2013 - Mensaje de San Gerardo Mayela al Vidente Marcos Tadeu

Jacareí, 03 de Setiembre del 2013
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Mensaje de San Gerardo Mayela

"Amados hermanos míos, Yo, Gerardo, me alegro por venir nuevamente a darles Mi Mensaje y a bendecirles ésta noche.

Practiquen la Virtud de la Fortaleza, tengan esta virtud en sus almas que es tan importante para su santificación y su salvación. La Virtud de la Fortaleza les da la fuerza para enfrentar todas las pruebas, dificultades y sufrimientos de sus vidas. Ella es la fuerza moral, que les impulsa a ir siempre más en frente, en busca del bien deseado, de la salvación, de la santificación. Es la virtud que les da la fuerza para que no se detengan delante del miedo que tantas veces paraliza sus almas y que les da la fuerza para que no teman ni a la muerte, para así, ir en frente y alcanzar el bien deseado.

Con la Virtud de la Fortaleza, ustedes son inconmovibles  en la busca del sumo bien, en la búsqueda de la santidad y de la perfección. Ésta virtud les da la virilidad de la Fe, que es tan importante y sin la cual ustedes no pueden ser santos y no podrán salvarse.

Tengan, por lo tanto, una Fe Viril, practicando la Virtud de la Fortaleza, sin detenerse por ningún sufrimiento, probación u obstáculo en el medio del camino de ustedes, en la búsqueda de la santificación, de la salvación de sus almas y de la salvación de las almas del mundo entero, porque practicando ésta virtud se tornarán verdaderamente fuertes a los ojos de Dios y serán verdaderos hombres de Fe Viril.

El hombre que tiene la Virtud de la Fortaleza, está al frente, es como un soldado que avanza en el campo de batalla, él no teme a las pruebas, a las tribulaciones y mucho menos cuando las cosas no le salen bien y es muchas veces atingido por las pruebas, él no se detiene, él no se paraliza por el miedo, por el dolor, por el desánimo, pero va siempre más adelante, siempre más en frente en la búsqueda del objetivo, de la meta, de su santificación, de su salvación y del cumplimiento de la Voluntad de Dios al respecto de él.

Sean fuertes, sean hombres de Fe Viril, como Yo fui, para que verdaderamente sean reconocidos como hijos del Señor, como hijos de la Madre de Dios, que en ninguna prueba, que en ningún sufrimiento, se detuvo, se dejó paralizar por el desánimo, o por el miedo de la muerte, pero que siempre avanzó inconmovible en el cumplimiento de la Voluntad del Padre, entonces, la Virtud de la Fortaleza, les tornará Santos y la Voluntad de Dios se realizará en ustedes.

Yo, Gerardo, les amo y rezo por ustedes en el Trono del Altísimo, cumplan sus obligaciones diarias como Yo cumplí, con obediencia, amor, celo y felicidad, tanto en los cumplimientos de sus deberes espirituales como en el cumplimiento de sus deberes temporales, sean perfectos en todo, para que nadie tenga quejas de ustedes y para que puedan dar buenos ejemplos para el mundo. Que la rectitud moral, espiritual y del comportamiento de ustedes, hable por ustedes y así toque los corazones de los que no creen.

A todos en éste momento bendigo con todo Mi amor y especialmente a ti Marcos, el más obediente de los hijos de la Madre de Dios y de Mis amigos, que a lo largo de todos los años de tu vida probaste tu amor con obras y probaste poseer la Virtud de la Fortaleza, enfrentando todo y a todos, y nunca deteniéndote en ninguna prueba, tribulación o contrariedad.

A todos en éste momento bendigo con amor"

(Marcos): "Sí... hasta pronto"