17 de Octubre del 2013 - Mensaje de San José a su amado hijo Marcos Tadeu

Jacareí, 17 de Octubre del 2013

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Mensaje de San José

“Amados hijos Míos, Yo José, vengo hoy en nombre de la Virgen Santísima para decirles con Amor: VIVAN DE AMOR, VIVAN DE AMOR DIVINO, BUSCANDO TODOS LOS DÍAS CRECER EN EL VERDADERO AMOR, SUBIR EN EL VERDADERO AMOR, DEJARSE CADA VEZ MÁS ELEVAR EN ESTE AMOR.

Cultiven el Divino Amor en sus corazones rezando mucho, buscando hacer siempre más la voluntad del Señor, renunciando a la voluntad de ustedes, para que en todo y por todo agraden al Señor, agraden a la Madre de Dios dando a Ellos un amor puro sin mezcla de amor propio, un amor sincero, inflamado, ardiente para que Ellos sientan el calor del amor de ustedes y así olviden la frialdad y la dureza de los corazones de tantas almas, de tantos hijos Suyos que a Ellos no dan una sola gota de amor.

Vivan de amor, buscando todos los días más desprenderse de las cosas vanas, desprenderse del apego exagerado que tienen a las criaturas, para que el corazón de ustedes verdaderamente libre de todas las cadenas de esas prisiones, puedan volar velozmente en dirección al sol del Divino Amor, del Amor Supremo que es el propio Señor y así el corazón de ustedes se funda con el de Él y con el de la Virgen Inmaculada en una sola llama de amor.

Vivan de amor, verdaderamente dando todo por todo, vida por vida, sí por sí. Ya que Jesús y María les dieron todo, ya que Ellos les dieron toda sus vidas, ya que Ellos les dieron el SÍ de Ellos aceptando trabajar y sufrir por la redención de ustedes, den también su SÍ a Ellos aceptando trabajar para Ellos, por Ellos y sufrir todo por amor a Ellos en ésta vida, para tornarlos más conocidos y amados, para hacer la Santa Voluntad de Ellos de modo que  puedan ser dignos de la recompensa eterna en el Cielo.

Vivan de amor, haciendo todo, todas sus obras hasta las más pequeñas con amor puro, perfecto y sobrenatural. Yo, José, viví de amor en todo lo que hacía, hacía con puro amor, con amor sobrenatural en pura transformación, por amor a Dios, por amor a la Virgen Santa, no permitiendo nunca que nada se mezclase a Mi Amor para mancharlo y para tornarlo imperfecto.

En toda Mi vida viví de amor puro, quitando de las llamas de ese amor toda la fortaleza necesaria para sufrir todo por amor de Jesús y María, y para hacer todo por el Señor y por la Madre de Dios, hasta las cosas, las obras más arduas testimoniando así por Ellos Mi verdadero amor. Imítenme viviendo de amor, buscando en todo y por todo hacer todas las cosas con este puro amor, en pura transformación, de modo que así el Amor Divino, el Amor Supremo, el Amor que es el propio Dios y la Madre del propio Amor se agraden de las obras de ustedes, de sus vidas, de sus oraciones y así les den la gracia de la salvación, de la santificación y del Cielo.

Por fin, después de que vivan de amor perfecto por Dios y por la Virgen Santa, vivan también en amor perfecto de las almas, a sus hermanos dando a todos el buen ejemplo de las buenas obras hechas con amor perfecto, haciendo al prójimo de ustedes el bien que quieran que sea hecho a ustedes y no haciendo al prójimo de ustedes el mal que no quieren que sea hecho a ustedes. Quien ame a su prójimo de modo perfecto y sobrenatural en todas las cosas, será grande en el Reino de Dios porque bienaventurados los que aman porque ellos serán verdaderamente llamados hijos de Dios y herederos de Dios.

A todos, Yo José, en este momento bendigo con amor y especialmente a Mi hijito Marcos, el más ardiente de Mis hijos en Mi servicio, que tanto Me glorificó con las Horas de Oración que hizo en Mi honor y siempre defendiendo con coraje y con amor Mis Mensajes, Mis glorias y Mis privilegios.

A todos en éste momento, bendigo intensamente”

(Marcos): “Sí, Mi amadísimo Papá José, yo lo haré con certeza. Yo lo haré. Muchas gracias, yo también te agradezco y te amo. Hasta pronto”