03 de Diciembre de 2013 - Mensaje de San Gerardo Mayela al Vidente Marcos Tadeu

Jacareí,  03 de Diciembre del 2013

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Mensaje de San Gerardo Mayela

“Amados Hermanos Míos, vengo hoy nuevamente a invitarles a ser Santos como Yo, para mayor Gloria de Dios y de la Virgen Inmaculada y para que Su Reino de Amor descienda sobre la tierra y se expanda sobre toda la tierra.

Sean Santos como Yo, buscando todos los días más mortificar la voluntad de ustedes, renunciando a sí mismos y buscando a todo momento cumplir la Santa Voluntad de Dios para que Su Plan de Amor se realice en ustedes y por medio de ustedes, en las almas del mundo entero.

Si ustedes verdaderamente dejan de lado sus malos deseos, malas inclinaciones, la voluntad rebelde de ustedes, rebelde al Señor, corrompida y verdaderamente aceptan la Voluntad del Padre cumpliendo con Su Plan de Amor con obediencia y fidelidad. Entonces, cosas maravillosas sucederán en ustedes y por medio de ustedes. Porque el Amor de Dios en torrentes inmensas y copiosas, fluirá de sus corazones y de sus almas, del interior de ustedes para las almas del mundo entero. Y verdaderamente millones y millones de ellas serán inundadas por la Gracia del Altísimo, por medio de la Santidad que se irradiará en la persona de ustedes iluminando  este mundo en tinieblas.

Sean Santos como Yo, buscando en todo momento responder “Sí” al llamado del Señor. Hagan suyo Mi lema: QUIERO LO QUE DIOS QUIERE Y NO QUIERO LO QUE DIOS NO QUIERE. QUIERO HACER LA VOLUNTAD DE DIOS COMO ÉL QUIERE Y POR EL TIEMPO QUE ÉL QUIERE.

Tengan en sus corazones los altos ideales que Yo tenía en Mi propio corazón, porque Mi mayor deseo era ser Santo. Yo no quería ser y ni vivir como las personas de Mi tiempo vivían, o sea, contentándose en ser cristianos mediocres. Yo quería ser un gran Santo para dar una gran alegría a Dios y a María Santísima. Yo quería ser Santo, no para Mi propio provecho o Mi alegría, para complacerme personalmente en esto. Yo quería ser Santo para dar a Dios y a Su Madre una santa alegría, la mayor consolación, el mayor contentamiento posible.

Por eso, no medí esfuerzos para sacrificarme, para donarme, para rezar, para obedecer a todo aquello que Dios Me pedía y quería de Mí, para imitar las Virtudes de María Inmaculada y corresponder a todos Sus deseos. Y por eso aquella Llama de Amor que Yo tenía dentro de mí iba creciendo cada día más hasta que atingió la plenitud, y entonces, ella consumió el lazo que Me prendía a Mi cuerpo mortal y entonces Mi alma voló para el Paraíso. La Llama de Amor que había en Mí era tan alta y tan fuerte que tocó el Cielo y cuando esto sucedió Mi alma subió al Paraíso escoltada por los Ángeles para   dar a Dios y a Su Madre en el Paraíso la alegría y el contentamiento eterno por Mi Santidad, por Mi perfecta correspondencia a Su Voluntad y el perfecto amor a Ellos por los siglos de los siglos.

Y si ustedes imitaran este Mi Amor ustedes también, tendrán dentro de ustedes esta Llama de Amor que crecerá cada vez más hasta alcanzar la plenitud. Y cuando esto suceda, el alma de ustedes volará escoltada por los Ángeles hasta el Cielo, donde ustedes darán a Dios y a Su Madre Inmaculada la perfecta alabanza y la perfecta alegría por la santidad de ustedes por toda la eternidad.

Sean Santos como Yo, buscando en todo momento ser un continuo “Sí” a Dios y a Su Voluntad, rezando mucho, viviendo en una profunda intimidad como Él por la oración con el corazón. Amando muchísimo a la Santísima Virgen, rezando a Ella con el corazón todos los días y buscando cumplir todos los deseos de Ella, porque les digo: Fue esto lo que Me llevó al Cielo, fue esto que Me tornó un gran Santo. El secreto de la Santidad es como San Pablo, decir con el corazón en todo momento como San Pablo: ¿Señor que quieres que Yo haga? El secreto de la Santidad es en todo momento decir como María Inmaculada y a Ella: HE AQUÍ EL ESCLAVO DEL SEÑOR, HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA, TU VOLUNTAD. En esto consiste toda la perfección, consiste toda la gloria, la más perfecta gloria a Dios.

A todos en este momento bendigo con Amor y especialmente a ti Marcos, el más ardiente de Mis devotos y el más obediente de los siervos de la Madre de Dios, de MURO LUCANO…, de MATERDOMINI DE CAPOSELE…. y de JACAREÍ.”

Vidente Marcos Tadeu: “Hasta pronto Amado Gerardo mío...”