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sábado, 11 de enero de 2014

11 de Enero del 2014 - Mensaje de Santa Lucía de Siracusa al Vidente Marcos Tadeu

Jacareí, 11 de Enero del 2014
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet a través de la WebTV mundial: www.apparitionstv.com


MENSAJE DE SANTA LUCÍA DE SIRACUSA 


“Amados Hermanos Míos, Yo, Lucía, les agradezco más una vez por estar aquí. ¡Paz, Paz, Paz! Paz a sus corazones. Nada perturbe su Paz.

Abran sus corazones a la Paz, dejen que la Paz entre en sus corazones y lo llene completamente. Para recibir la Paz Divina es necesario convertir el corazón, o sea, desapegarlo de todo pecado, renunciar a todo pecado. Es necesario abrirlo, es vaciarlo, dar espacio para que el Espíritu Santo derrame Su Paz en sus corazones.

Por eso es necesario que se desapeguen, que se es vacíen de su voluntad propia, de las vanidades, de los caprichos, de su auto adoración, de los pequeños placeres, de los movimientos sensuales de su cuerpo, de su carne. Para que entonces el Espíritu Santo derrame sobre ustedes y en ustedes Su Paz.

Para recibir Su Paz es necesario renunciar al orgullo, la soberbia, la rebeldía, a los movimientos no controlados de la voluntad rebelde, de la voluntad no domada, del amor propio no domado. Entonces, con su corazón es vaciado, el Espíritu Santo podrá entrar en él, podrá encontrar espacio en él y darles la Paz.

Ésta Paz que solo Dios puede dar, el mundo no conoce y aunque ustedes viviesen mil años buscando ésta Paz en los placeres del mundo, en el dinero, en la honras y en las glorias, nunca, nunca la encontrarían. Porque ésta Paz es del Cielo, no es de la tierra y las cosas de la tierra no pueden darla, no pueden producirla. Igualmente los placeres carnales y sensuales, ellos por más que sean buscados, no pueden dar la Paz que solo el Cielo puede dar.

Abran sus corazones a ésta Paz, para que ella entre en su corazón, permanezca con ustedes y produzca en ustedes la inalterable, la inmutable Paz que solo Dios puede dar y que permanece en el corazón bien unido a Él.

A todos en este momento bendigo con amor y digo: “Recen más, prepárense para el encuentro con Dios Padre mañana. Preparen el corazón con más oración para que verdaderamente Su Gracia pueda llenar sus almas.” A todos bendecimos con amor: de SIRACUSA…, de CATANIA…y de JACAREÍ.”


(Marcos): “Hasta pronto…”  

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