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lunes, 13 de enero de 2014

13 de Enero del 2014 - Mensaje de la Virgen María a su amado hijo Marcos Tadeu

Jacareí, 13 de Enero del 2014
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet a través de la WebTV mundial: www.apparitionstv.com


MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA 



"Mis amados hijos, Yo soy la Rosa Mística. Yo soy la Puerta del Cielo. Yo soy la causa de la alegría de ustedes. Yo soy la Medianera de todas las Gracias. 

Vengo nuevamente hoy a invitarles a ser Rosas Amarillas de Penitencia.  

En Montichiari y también Aquí,  Yo vine del Cielo a buscar a estas almas, que como Rosas Místicas Amarillas, ofrecerán todos los días a Dios, Conmigo,  Una gran Fuerza Mística de Penitencia. 

¿Y qué es la penitencia?  La penitencia es el dolor sincero por los propios pecados. Es el arrepentimiento,  es la conversión,  es el pesar sincero por haber disgustado y ofendido a  Dios.  Por seguir renovando la crucifixión de Mí Divino Hijo con los pecados de ustedes. 

La penitencia son todos los actos exteriores de mortificación corporal,  por medio de los cuales el alma expía sus pecados y también expía los pecados de los otros. 

La penitencia es constituida también de todos los actos interiores de mortificación,  o sea: la renuncia al pecado, la renuncia a la propia voluntad, la renuncia a las malas inclinaciones, la renuncia a su "yo",  la renuncia a la vanidad de la carne, la renuncia a la soberbia de la vida, a la concupiscencia de los ojos.  Y así, toda la carne y toda el alma de la persona penitente ofrecen expiación a Dios por los propios pecados y por los pecados de los otros.

Como era penitente Mi Amadísimo Gerardo Mayela. Aunque, fuese tan casto, tan puro, virginal, aunque, fuese un Ángel inflamado de Amor, mortificaba su carne, mortificaba su alma, ofreciendo aquellos actos penitenciales en expiación de sus pecados, a los cuales casi no tenía y también en expiación de los pecados del mundo entero.

¡Como era penitente! El Ejemplo de Él ustedes deben seguir durante toda su vida, para que así, puedan expiar los numerosos y feos pecados que poseen, bien como también los horribles pecados especialmente de la impureza, que comete esta humanidad, que terminó de caer en el abismo del pecado, de la ofensa contra Dios y de la transgresión a todos sus Mandamientos de Amor.

Si ustedes fueran almas verdaderamente penitentes, que ofrezcan todos los días a Dios, actos de expiación de sus pecados y de los del mundo. Entonces, de sus  almas subirán muchas Rosas Místicas Amarillas, que ofrecidas por Mi a la Santísima Trinidad, aplacarán  Su Cólera justamente inflamada por los pecados de ustedes y  los del mundo. Y con eso Yo podré alcanzar perdón, gracia, paz y salvación para ustedes y para tantos pecadores que solo castigos en esta vida y en la otra merecen.

Yo busco en ustedes esta penitencia: verdadera, sincera y profunda.

Ofrezcan todos los días pequeños actos de penitencia, de renuncia y de mortificación. Para que las almas de ustedes muertas para el mundo, muertas para la carne, muertas para la vanidad de la carne, muertas para la soberbia de la vida, muertas para todo lo que es mundano, puedan como Rosas Místicas Amarillas, brotar para la santidad.

Aquí quiero muchas almas, almas místicas, como Rosas Amarillas de Expiación y Penitencia.
Penitencia y Expiación es Amor en Obras que sube al Cielo.

A todos pido más una vez: Recen el Santo Rosario todos los días, continúen haciendo Mi Trecena todos los meses. Por medio de ella ustedes se transformarán en verdaderas Rosas Místicas Amarillas de Expiación y Penitencia, para la salvación de sus almas y del mundo entero.

A todos les bendigo, de MONTICHIARI, de SAN DAMIANO y de JACAREÍ.

La Paz Mis hijos amados. La paz a ti Marcos, que con todas las Trecenas que hiciste para Mi, Me diste una honra, una gloria, una alabanza, un amor, un servicio incomparable en toda la humanidad. Y por medio de las cuales tú me diste Aquí muchas almas: Blancas de Oración, Rojas de Sacrificio, Amarillas de Expiación y Penitencia. Verdaderas Rosas Místicas, que Yo custodio y cultivo con celos en el Jardín de mi Corazón Inmaculado.

¡La paz! "

(Marcos): Te agradezco Señora, gracias por ayudarme… Sí…  Hasta Pronto”.                          
   

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