05 de Febrero del 2014 - Mensaje de Santa Águeda de Catania a través de Marcos Tadeu

Jacareí, 05 de Febrero del 2014

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MENSAJE DE SANTA ÁGUEDA DE CATANIA

“Amados hermanos Míos, Yo, Ágata, Águeda de Catania, estoy feliz por venir hoy una vez más a bendecirles y darles Mi Paz.

Hoy es el día donde fui martirizada, hoy Mi Alma gloriosamente se desprendió de Mi Cuerpo y voló para la Gloria Eterna, después de tanto haber sufrido los crudelísimos tormentos allí infringidos por el impío Quintiano.

Mis hermanos amados, ¡cómo les amo! Quiero la salvación de ustedes y por eso vengo del Cielo para decirles: Amen al Amor Divino y por ese Amor renuncien a ustedes mismos, a sus pasiones desenfrenadas, a sus deseos de los placeres. Y, sobre todo renuncien al Dios de la propia cabeza de ustedes, creado conforme a la voluntad de ustedes, de acuerdo con los caprichos de ustedes y conforme con sus defectos, deseos desordenados y también conforme a sus impurezas.

Este falso Dios, creado por ustedes mismos es la mayor tentación diabólica, es la mayor armadilla de Satanás en estos tiempos de soberbia, rebeldía, apostasía, mentira e impureza en que viven.

Cuántos hoy crearon un Dios a su propia voluntad, de acuerdo con todos sus desórdenes morales. Este falso Dios que es obra e invención de Satanás para la perdición de ustedes debe ser desterrado de sus corazones con todas sus fuerzas. Y deben aceptar al Dios verdadero, a Mi Dios, el Dios Santo, el Dios del Amor, el Dios de la Pureza, el Dios de las Virtudes, el Dios que Me enamoró y que Me hizo tan llena de Su Amor y Gracia al punto de derramar Mi Sangre por Él.

Renuncien por lo tanto, al falso Dios que crearon con la ayuda de Satanás y vuelvan al verdadero Dios, para que verdaderamente sean salvos, sean santos.

Amen al Amor Divino y renuncien a todas las cosas vanas del mundo del mundo como Yo renuncié. Abran su corazón a este Amor Divino y Él entrará en el alma de ustedes de tal manera y con tal fuerza, que el alma de ustedes transbordará  de Paz y de Amor Celestial y no desearán más ningún otro Amor que no sea este Amor Divino.

Y entonces, comprenderán aquella alegría que Yo sentía mientras era torturada sabiendo que todo lo que Yo sufría era por el Esposo de Mi Alma, era por Mi Tesoro, por Mi Jesús que sufría. Y eso Me daba un gozo tan grande, una alegría tan grande que llegó incluso a admirar al impío Quintiano y a sus verdugos.

La multitud que observaba Mi Semblante Luminoso expandiendo la luz del Cielo, irradiando aquella alegría, aquella pureza, aquella castidad, aquel Amor a Dios que Yo tenía en llamas dentro de mí, se convirtió e incluso clamó, pidiendo Mi liberación.

Cuántos allí en aquel momento fueron tocados por la gracia, porque Mi Corazón no tenía mancha de pecado y porque Mi Alma estaba unida verdaderamente con Dios.

Deben crecer en la unión con Dios y esto sólo será posible cuando desterraren, cuando renunciaren al Dios creado por la cabeza de ustedes y renunciaren a sus pasiones desenfrenadas, a sus pecados, a la voluntad propia de ustedes siempre inclinada a lo que es malo, a lo que es feo a los Ojos de Dios.

Entonces, sus almas serán puras, en ellas no habrá mancha de pecado y esa Gracia, ese Amor Divino expandirá del rostro e ustedes y de sus miradas para todos aquellos que ustedes conocieren. Y ellos también desearán como ustedes, tener esta pureza, tener esa santidad, tener este Amor Divino en pura transformación en el alma.

Yo, Ágata, Águeda, les amo mucho, quiero la salvación de ustedes cueste lo que cueste. No quiero que sufran en el futuro, por eso, obedezcan todos los Mensajes que les damos aquí, pues son los últimos avisos.

Mediten en el Secreto que la Santísima Virgen dio en La Salette, porque este Secreto se está cumpliendo en sus días, en sus tiempos y quien ore y no vigile mucho, terminará perdiéndose, como la Santísima Virgen misma declaró en aquél terrible Secreto.

Cuántas almas sacerdotales, cuántos obispos, cuántos religiosos, monjes y monjas se tornaron monjes judas, sacerdotes judas, religiosos judas. Porque no vigilaron y no oraron, porque no mortificaron su carne, porque no renunciaron a su propia voluntad. Se tornaron en cloacas de impureza, por su amor los placeres, a los honores, a las glorias, al dinero, a las pasiones desenfrenadas de la carne.

Y es por eso que ellos y el mundo por culpa de ellos serán todos castigados con el fuego que caerá del Cielo, como la Madre de Dios declaró en Akita.

Conviértanse de prisa, muden de vida,  la paciencia del Señor está acabando. Dios no sólo es Dios de Misericordia, Él también tiene paciencia y ella se agota. Conviértanse de prisa, escapen de la Justicia de Dios rezando mucho y haciendo todo lo que la Madre de Dios aquí les pidió. ¡Es tan simple, es tan fácil, es tan dulce!

Sujeten la Mano de Ella, sujétense de Mi Mano y Yo, Águeda les ayudaré.

Quédense sabiendo, que todos los días Yo empeño Mis Méritos delante de Dios por ustedes que son peregrinos de este Santuario, que aquí trabajan para la Madre de Dios, que la sirven. Y Yo alcanzo para ustedes del Señor más tiempo para la conversión de ustedes, más gracias para la santificación de ustedes.

Vengan a Mí, recen más Mi Coronilla compuesto por Mi Queridísimo Marcos y aprobado por Mí. Por ello expulsaré las serpientes de impureza de sus almas, expulsaré los demonios de sus vidas y de sus familias, les daré inmensas gracias, curas, conversiones, luces del Espíritu Santo. Y, sobre todo, aumentaré la llama del Amor Divino, para que como Yo, sean hogueras ardientes de amor y produzcan frutos del Espíritu Santo en sus vidas.

Yo, Águeda a todos les bendigo ahora, de Catania, con Lucía de Siracusa y de Jacareí.

La Paz Mis hermanos amados, la Paz Marcos, el más ardiente y querido de Mis devotos. Muchas almas Me conocieron por el vídeo que hiciste de Mi vida, muchos jóvenes quieren seguirme e imitarme, de muchas almas expulsé  los demonios, porque estas almas se tornaron devotas de Mí. Y así, pude aumentar Mi influencia sobre ellas, mis gracias en sus almas y así ellas están creciendo como flores perfumadas en el jardín del Corazón Inmaculado de María, en la santidad, por causa tuya.

Debes sentirte feliz, hoy la Santísima Trinidad en Mi día, Me dio la gracia de alcanzar favores especiales para ti, que Me tornaste tan amada y conocida y tu galardón fue multiplicado hoy en el Cielo.

La Paz, la Paz,  la Paz amigos amados”

(Marcos): “Hasta pronto amadísima Santa Ágata”