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domingo, 9 de febrero de 2014

09 de Febrero del 2014 - Mensaje del Divino Padre Eterno a través de su amado hijo Marcos Tadeu

Jacareí, 08 de Febrero del 2014
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet a través de la WebTV mundial: www.apparitionstv.com 

MENSAJE DEL DIVINO PADRE ETERNO
(La Virgen Santísima estaba al lado del Padre Eterno)



(Marcos): “Mi Señor y Mi Dios, Mi Creador y Mi Todo, te amo con todo mi corazón. Te pido que aumentes aún más mi amor y el amor de todos los que están aquí presentes, por ti para que nosotros seamos Santos ante tus ojos. Y para que nuestros corazones te amen y te sirvan todos los días de nuestra vida en santidad, en fidelidad y con todo el amor de que somos capaces, para que así, Oh Padre, se haga en nosotros tu voluntad y nosotros seamos aquello que tu deseas que fuésemos desde el principio cuando nos creaste. Razón de mi vivir, razón de mi ser, mi origen, mi Dios. Aquél del cual salí, del cual yo procedo, yo te amo y te adoro y te doy ahora mi corazón y el SÍ de éste corazón que nada más desea sino amarte.

(Breve pausa escuchando al Padre Eterno)

¿Puedo pedir lo que quiera? Entonces, te pido la salvación eterna de todos los que están hoy aquí.

(Breve pausa escuchando al Padre Eterno)

Gracias Señor, diré a todos que sino pecaren, que sino se contraponen a tu voluntad, que sino entregaren todo con el pecado, tendrán todas las gracias que necesitan para su salvación y ciertamente se salvarán.

(Breve pausa escuchando al Padre Eterno)

Sí, diré, diré que tu darás Gracias Especiales a los que están aquí para que se salven.

(Divino Padre Eterno): “Amados hijos Míos, Yo, el Padre, el Creador de ustedes Me alegro por estar con ustedes una vez más y darles Mi Tercer Mensaje y Mi Tercera Bendición.

En verdad les digo: Sonó Mi Hora y es por eso que Yo estoy viniendo a Jacareí para decirles que Yo les amo y quiero la salvación de ustedes cueste lo que cueste. Vengo no para condenarles, sino vengo para ayudarles. No vengo para echar en sus rostros sus culpas, sin embargo bien tuviera razón y fuera justo hacerlo. Mas vengo tan solamente para extenderles Mi Mano y para decirles: Que el Cielo está abierto para ustedes, que la salvación llegó ahora cerca de ustedes y ustedes pueden alcanzarla con sus manos.

Basta que Me den su SÍ, basta que Me entreguen su corazón y Yo les transformaré en aquella obra prima, perfecta y maravillosa que Yo tanto deseé que el hombre fuese desde el principio, obra que fue destruida por pecado, arruinada por Satanás, Mi enemigo. Mas que en la Virgen María, Mi Hija Predilectísima y Madre de Mi Divino Hijo, Yo restauré, Yo creé perfecta y bella, esplendorosa y gloriosa para que todos ustedes pudiesen ver en Ella, la belleza, la gloria, la perfección y la santidad que Yo deseo de todos ustedes.
Vengan a Mí y Yo les santificaré. ¿Qué será imposible para Mí… Yo que Soy Dios, que abrí el mar delante de Moisés y el pueblo electo? ¿Qué será imposible para Mí, Yo que Soy Dios, que hice con que de una piedra saliese agua para saciar de sed a Mi Pueblo? ¡Yo que hice caer el Maná del Cielo para matar el hambre de Mi Pueblo electo,  de Mis hijos! ¿Qué será imposible para Mí, Yo que hice a través del Profeta Elías, que el óleo  de la viuda de Sarepta nunca se acabe? Yo que verdaderamente Soy Dios de lo Imposible, Yo puedo santificarles con apenas un soplo de Mi Boca.

Quiero hacerlo, pero deseo el SÍ de ustedes y la colaboración de ustedes, tienen que resistir al pecado y colaborar con la gracia. Esta es la condición para que el hombre se salve, no les exijo que hagan grandes hazañas, apenas que resistan al pecado y colaboren con la gracia.

Si renuncian al pecado y aceptan Mi Gracia, esforzándose cada día por vivir según Mi Voluntad, el Resto Yo lo haré. Porque no está en el poder de ustedes derrotar solitos al demonio y el pecado, sino que está en Mi Gracia. Y Mi Gracia Yo daré a aquél que Yo viera queriendo, deseando Mi Gracia y colaborando con esta Gracia para que Ella triunfe en su corazón.

Sólo deseo eso: Docilidad a Mi Gracia. No es imposible, ni difícil. No digan que lo que Yo les pido es alto demasiado para ustedes, porque nunca pedí cosas imposibles al hombre, sólo les pido docilidad a Mi Gracia y el resto ésta Gracia lo hará.

Yo les amo tanto y quiero hoy su conversión. No sean tercos como era Mi Pueblo electo siguiendo a Moisés en el desierto. Aquél Pueblo desobedecía contra todo lo que Yo hacía de bueno para el, si le mandaba Maná, reclamaba, si le mandaba agua de la piedra, reclamaba. Y nada para aquél pueblo, nada lo satisfacía y por nada Me daba Honor, Gloria y Alabanza.

Mi Palabras por ellos fueron desobedecidos, Mis Mandamientos fueron por ellos rechazados al punto de que Mi Siervo Moisés tirase sobre ellos las Tablas de los Mandamientos.

No sean de corazón duro, no sean de sienes duras, no sean de cabeza dura como aquél pueblo. Mas tengan en su corazón la docilidad que Yo busco, la obediencia que Yo busco, la colaboración y correspondencia que Yo busco.

Yo estoy cansado de buscar en toda parte de la Tierra con María, colaboración, amor, obediencia y no encuentro. Al menos aquí en ustedes, que Yo encuentre en ustedes el “Sí” de María, presente a todo momento, siéndome dado a todo momento con Ella, por Ella y en Ella, pues es sólo eso que Yo busco de ustedes, el “sí” de ustedes.

No sean como aquél Pueblo Mío electo del desierto que Yo amaba tanto, mas que continuamente Me traspasaba con sus palabras revoltosas, con su testarudez y su desobediencia que tanto les tornaban indignos de Mi Gracia.

Renuncien a esa naturaleza mala, a esa naturaleza corrompida, a esa naturaleza semejante a de aquél que Yo expulsé de Mi Presencia en el Cielo y que transformé en el más repugnante de todos los seres del Universo, el rebelde desde el principio.

No se asemejen a él, no! Aseméjense a María, Ella que fue aquella donde siempre encontré: amor, colaboración, el Sí. Ella, con la cual en todo momento Yo podía contar para todo lo que deseaba hacer. Sean así, para que Yo pueda verdaderamente realizar en ustedes Mi Voluntad.

Vengan a Mí y sean como aquél Pueblo que mataba a Mis Profetas, Yo envié Profeta tras Profeta, Mensajero tras Mensajero, ¿y qué hicieron aquellos hijos Míos? ¿Aquél Mi Pueblo electo? Le mataban uno a uno y silenciaban Mi Voz en ellos uno a uno, para que pudieran vivir tranquilamente en paz con sus pecados.

Esta generación de ustedes hace lo mismo con los Profetas que Yo les envío, Mis Ángeles amados, Mis Ángeles electos, los Videntes de María, Mis Videntes, este Mi hijo Marcos Tadeu.

La generación de ustedes les matan con sus críticas infundadas, con sus ataques viles y rastreros, con sus agresiones verbales y físicas, con sus burlas y sordez a la voz de ellos. Esta generación les mata verdaderamente con su indiferencia, su friera y dureza de corazón.

Cuando sacuden los hombros diciendo: “Que me importa que Dios esté hablando por este o por aquél, esto no me interesa, Dios está muerto, Él no existe y no gobierna más nada. No debemos esperar otra cosa que una vida corta, por eso aprovechemos y experimentemos todos los gozos, placeres y pecados porque muy pronto moriremos”

¡Oh generación tonta! ¡Oh generación satánica! ¿Quién fue que te dijo que Yo estoy muerto? Yo estoy vivo e igual aquí les mostré en la Fiesta de la Inmaculada Concepción, de la Madre de Mi Hijo, el Milagro del Sol antes de Mi Aparición para mostrarles que Yo no sólo  estoy vivo, sino como nunca estuve tan cerca de ustedes como ahora.

Hice aquél gran prodigio para que se convencieran de que no solamente no estoy muerto, estoy vivo y que nunca estuve tan cerca de ustedes como ahora en estas Apariciones.

Por eso, sólo no se salvará aquél que verdaderamente delante de Mí permanezca como un bloque de piedra insensible, aquél que fuera malo como un demonio y al minar para Mí no tuviera ningún suspiro de amor. Porque para todos, para todos vengo aquí extendiendo Mi Mano y para ofrecer la oportunidad para la salvación.


Vean que Yo podría venir aquí para castigarles como merecen sus pecados, ahora mismo con un solo gesto podría hacer con que todos sus corazones dejaran de latir. Y así ustedes fueran juzgados en Mi Presencia. Mas tal cosa no quiero hacer, porque no Soy Dios de los Muertos mas sí de los vivos. Quiero que vivan en Mí y Yo viva en ustedes. Quiero que se unan Conmigo por los lazos indestructibles del Amor, es ese Amor Perfecto que quiero de ustedes. Es por eso que vengo a ofrecerles todas las Gracias y Auxilios de Mi Diestra por medio de María, para que sean Santos y verdaderos hijos Míos.

Vengan a Mí por la Oración sincera. Vengan a Mí por la Oración continua. Vengan por Mí por la Oración simple como el de Mi hijo Marcos, como la de los Pastorcillos de Fátima, como la de Mi hijita Bernadette de Lourdes, como la de los niños que escogí para que sean portavoces delante del mundo. Simplemente vengan a Mí y Yo vendré a ustedes verdaderamente, quitaré toda la tiniebla que les oscurece y lo llenaré de luz.

Ustedes no pueden imaginar con cuanto amor Yo les creé, con cuanto amor Yo mismo tejí cada órgano, cada parte de sus cuerpos e incluso cuando ustedes aún ni conciencia tenían, Yo ya les amaba desde el vientre materno y ya les predestinaba para que estén aquí en Mi Presencia, en la Presencia de María para que aquí recibiesen todas las gracias y todos los bienes de Mis Manos. No pueden imaginar también de cuantos peligros a lo largo de sus vidas les libré, de cuantas trampas de Mi enemigo les libré y les preservé. No pueden imaginar cuantas gracias desde el nacer hasta el ponerse del Sol, al levantarse y al dormirse todos los días les he dado y la mayor de todas ellas es esta aquí, estar vivos para estar aquí en Mi Presencia hoy, escuchando esta canción de amor que sale de Mi Corazón para todos ustedes. Esta canción de amor Yo he entonado aquí en este lugar hace 23 años por medio de la Madre de Mi Hijo, de Mi Propio Hijo, de Mi Espíritu, de Mis Ángeles y de Mis Santos. Pero, infelizmente en sus oídos hay una piedra, en sus oídos hay una piedra de incredulidad, de dureza de corazón, de escepticismo, de indiferencia y frialdad satánicas, que les impiden de escuchar esta Canción de Amor, de comprender esta Canción de Amor y de corresponder a este Amor cantando con Nosotros esta misma Canción.

Por eso hoy, les llamo a la verdadera conversión, al verdadero regreso a Mí, para que puedan cantar Conmigo esta Canción de Amor, o sea, para que sean Santos como Yo Soy Santo, para que sean Puros como Yo Soy Puro, para que sean llenos de Amor como Yo Soy lleno de Amor. Y es para eso que aquí vine a llamarles y atraerles más cerca hacia Mí, que nadie tenga miedo de aproximarse de Mí, porque Yo Soy el Padre amoroso de ustedes, Soy también justo, castigo los pecados de los pecadores obstinados en esta vida y en la otra, en esta con los sufrimientos y en la otra con el fuego del infierno. Pero el castigo Yo solo aplico después de ver defraudadas todas Mis tentativas, todos Mis esfuerzos para que el pecador se reconcilie Conmigo. Quiero que se reconcilien Conmigo, Soy el Padre reconciliador de ustedes. Quiero que se reconcilien Conmigo por medio de María, la Reconciliadora de los pecadores. Quiero que verdaderamente se entreguen en Mis Brazos para que derrame sobre ustedes el Océano de Mis Gracias y así anden en Santidad sobre la Tierra todos los días, guardando Mis Mandamientos y viviendo correctamente delante de Mis Ojos.

Sus familias se transformaron en cavernas de pecado, en cuevas de demonios, en nidos de serpientes infernales. Están completamente devastadas por Mí enemigo porque expulsaron la oración de sus hogares y colocaron en su lugar solamente programas y músicas indecentes, lecturas inmorales, juegos y todo lo que más les puede distraer y alejar de Mí que Soy la única fuente de Paz para ustedes y para sus familias. Vuelvan a Mí porque quiero restaurar sus familias, quiero curarlas para que se conviertan en santas, bellas, llenas de amor y paz, de unidad y sus familias se convertirán en aquello que Yo quería que fuesen cuando las creé: Jardines de Amor, de Santidad, que Me ofrezcan almas llenas de amor en las cuales Yo pueda hacer maravillas. Quiero almas llenas de Amor, quiero niños, jóvenes, hijos puros llenos de amor por Mí para que pueda hacer en ellos Mis maravillas y a través de ellos mostrar a todo el mundo Mi Faz llena de Amor y de deseo de salvar a todos.

Ustedes mismos muchas veces despreciaron Mi Amor, despreciaron la herencia que les había dado desde su bautismo, despreciaron todos los bienes sublimes que les ofrecí cuando les tomé como Mis hijos, y despreciaron el Cielo que preparé para ustedes, para aceptar las ofertas nefastas e impuras de Mi enemigo por pocos instantes de placer, de pecado, por una pequeña satisfacción inmunda, ustedes cambiaron toda la herencia que Yo les había preparado. Escupieron en Rostro con desprecio, despreciando Mi Amor y rechazándome de sus vidas y Yo con Mi Corazón despedazado y aplastado por ustedes lloraba por ustedes e incluso cuando Yo deseaba condenarles, mandarles un Castigo repentino, por la ingratitud de ustedes, Yo no pude hacerlo porque María, la Madre de ustedes, Su Defensora se colocaba llorando Lágrimas de Sangre delante Mí y pidiendo por ustedes, suplicando por la salvación de ustedes, pidiendo que entonces Yo descargase sobre Ella Mi Justa Ira pero perdonando a Sus ingratos hijos.

 Y Yo entonces les perdonaba con un Corazón lleno de Amor por Ella. Vean cuánto Ella les ama y vean también cuánto la traspasaron con sus pecados, cuánto la hicieron sufrir. Ya no sean más perros ingratos Mis hijos, porque todos aquellos que fueran perros ingratos serán expulsados de Mi Reino, serán expulsados de Mi Mesa y no se sentarán con Mis electos y no se sentaran con Mis electos en Mi Reino para probar del banquete eterno que para ustedes, para todos preparo. Sean fieles, sean gratos y en todo tiempo y lugar rindan acciones de gracias a Mí, a María, porque Nosotros tuvimos para con ustedes una Misericordia casi ilimitada y casi infinita y ustedes ni hacían, ni hacían caso de eso. Ahora es el momento de mostrar con obras que son reconocidos. Deseo que salgan, deseo que ustedes recorran todos los caminos del mundo llevando Nuestros Mensajes, llevando a todas las familias Mi Llamado a la conversión que les hago aquí. Llamen a todos, clamen a todos a que vengan y conozcan Mi Amor, conozcan Nuestros Mensajes dados aquí porque a todos quiero salvar y porque el tiempo que les di para la conversión de ustedes ahora está verdaderamente en los últimos granos de arena, casi por caer todo y muy pronto Mi Misericordia dará lugar a Mi Justicia para poner un freno a todos los pecados que ahora estos hombres enloquecidos y amigos de Mi enemigo cometen sin cesar.

No puedo más soportar tanta iniquidad, Mi Paciencia se acaba, no puedo más tolerar tantas crueldades cometidas contra María, contra Mi Hijo. No puedo más soportar tantas traiciones, la Verdad revelada por medio de Mi Hijo, de María, de los Apóstoles en Mi Iglesia. No puedo más soportar la traición de los mismos pastores que escogí, del pueblo que a través de Mi Hijo, amé, consagré. No puedo más tolerar las traiciones de Mi Pueblo redimido por Mi Hijo. No puedo más tolerar tanta iniquidad, tantos pecados, y tantas transgresiones a los Mandamientos que Yo mismo les di.

Mi Ley es pisoteada a los pies de los hombres y Mi Nombre es blasfemado, insultado e incluso maldecido todos los días. Por eso, Yo vendré para poner el freno definitivo a todas esas barbaridades y voy a purificar la faz de la Tierra con Mi fuego y después de ello, ella será una Tierra de Paz, Tierra de Amor. Y ustedes que fueran fieles, entrarán para esta Nueva Tierra, entrarán para este Nuevo Mundo, Mi Mundo, el Mundo de María y entonces, todas sus lágrimas serán secadas, nunca más sufrirán, nunca más serán molestados por Mi enemigo, ni por mal físico o espiritual. Experimentarán un tiempo muy largo, muy grande, muy bello y muy intenso de felicidad, de santidad. No habrá más pecado, la impureza, la pereza, la LASCIVIA, la avaricia, el orgullo, las guerras, la violencia y toda especie de maldad serán expulsadas con su actor para las llamas de donde nunca más saldrán.

Y ustedes vivirán la Verdadera Vida en Mí, en toda su plenitud ya en carne mortal como los Bienaventurados la viven Conmigo en el Cielo. Experimentarán delicias en sus corazones, cuando recen sentirán Mi Presencia de un modo nunca antes experimentado en la humanidad vivirán una unión Conmigo, semejante a los que vivieron Moisés y Mis Profetas. Yo estaré en ustedes y ustedes estarán en Mí, Yo viviré en ustedes y ustedes vivirán Conmigo, Yo les guiaré yéndome al frente de ustedes como guié a Mi Pueblo Electo en el desierto.

Así será la vida de ustedes Conmigo después de Nuestro Triunfo, por eso esfuércense hijos Míos, por renunciar al pecado y convertirse porque no pueden imaginar las maravillas que preparo para ustedes en la vida que ha de venir y en la gracia maravillosa del nuevo cielo y de la nueva tierra que estoy preparando y traeré para ustedes muy pronto. Cada uno de ustedes que están aquí, fueron elegidos y escogidos para esa gracia, no arruinen todo con el pecado ahora que falta tan poco tiempo para llegar a esta tierra prometida que Yo preparo para ustedes a esa vida maravillosa Conmigo y a ese tiempo de santidad y paz.

Amen el Rosario de María, porque aquellos que aman Su Rosario, así como todos los Rosarios y Horas de Oración que Ella les dio aquí, traen sobre su frente Su Señal y Mi Señal. Yo les reconozco por Mis Electos donde quieran que estén y donde quieran que vayan y sobre ellos Mi Mirada está continuamente fija para guardarles, iluminarles, protegerles, defenderles y librarles de todo mal. Y en sus tribulaciones y sufrimientos no digan: “DIOS NO EXISTE, DIOS ME ABANDONÓ, DIOS ME PERMITIÓ EL SUFRIMIENTO PORQUE NO ESTÁ MÁS AQUÍ”. ¡Oh No! Cuando sufren, Yo sufro junto con ustedes. Cuando lloran, Yo Me compadezco de ustedes y cuando están aplastados sobre la cruz, Yo Me inclino sobre ustedes para confortarles como Me incliné sobre Mi Hijo caído en el camino del calvario. Y así como Yo Me inclinaba sobre Él para confortarle, también María se inclinaba para confortarle y Ella también se inclina para confortarles en sus sufrimientos. Nosotros no estamos lejos de ustedes en el sufrimiento, sin embargo permanecemos silenciosos. Pero estamos allí junto de ustedes y ustedes pueden sentir Nuestro Amor si con la Fe fueran firmes, si resisten, si tienen paciencia y si comprendieran que ciertas cruces que Yo les permito, les permito no porque les odio, sino porque les amor, porque es la única manera de que se purifiquen del pecado y se aproximen más de Mí. Crean en eso y el sufrimiento dejará de ser un enemigo y se convertirá en un puente que les hará llegar junto a Mí. Yo les amo mucho, quiero la salvación de ustedes, cueste lo que cueste, no maten más a Mis Profetas como hacía el pueblo del antiguo testamento, escuchen lo que Mis Mensajeros, los Mensajeros de María les dicen en Mí Nombre.

Sigan por el camino de la Oración, de la renuncia y de la Penitencia, que por medio de ellos Yo les enseñé y les mostré porque este es el único camino, camino estrecho que les conduce a la vida y pocos entran por ello, quieren ir por ello, no se engañen porque atrás del camino largo y espacioso de los placeres del mundo que Mi enemigo les ofrece está su número “666”, el número de la bestia y aquellos que van por ese camino toman sobre su frente esta señal y a estos Yo rechazo, porque son réprobos, traicionaron Mi Amor y no quisieron venir hasta Mí por el camino real de la Santa Cruz: de la renuncia a sí mismo, de la paciencia en el sufrimiento, de la fe en Mí encima de todo dolor, encima de todas las cosas.

Yo, EL SEÑOR les amo y ahora quiero bendecirles por María, con María y en María. Les bendigo a todos, a sus familiares, a sus bienes, sus hogares, sus ciudades, sus tierras, sus plantaciones, sus negocios y trabajos, para que en todo Mi Bendición esté presente y les lleve hacer todo Conmigo, por Mí y en Mí y les lleve siempre más por el camino de la Santidad y del perfecto cumplimiento de Mi Plan de Amor que tengo para ustedes. Les bendigo ahora con Amor, derramando sobre ustedes todas Mis Gracias y Bendiciones Paternales”

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