20 de Abril del 2014- Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a través de su amado hijo Marcos Tadeu

Jacareí, 20 de Abril del 2014

Pascua de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo

Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV 

mundial:www.apparitionstv.com

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

“Mis Amados Hijos, hoy, Mi Sagrado Corazón se re jubila por estar con ustedes aquí y darles nuevamente Mi Bendición y Mi Mensaje.

¡Como les amo! Como Mi Sagrado Corazón les ama y desea salvarles. Por ustedes resucité, resucité para ser la vida de ustedes por eso en Mí deben venir a buscar toda la alegría, toda la vida en plenitud de la cual el alma de ustedes tanto tiene hambre y sed.

Resucité para ser la Paz de ustedes y en Mí deben venir a buscar la Paz de la cual el corazón de ustedes tanto tiene hambre y Yo les saciaré con Mi Paz que jamás acabará, jamás tendrá fin.

Resucité para ser la Esperanza de ustedes y en este mundo que no les ofrece más ninguna esperanza de mejora, de alegría, de felicidad, salvación ni Paz. Mi Sagrado Corazón quiere ser para todos ustedes  fuente de Paz, fuente de Amor, fuente de Alegría Eterna. Y por eso Hijitos, deben todos ahora recurrir presurosos a Mi Sagrado Corazón, para Conmigo y en Mí, vivir la Verdadera Vida en Dios y así encuentren la Paz y sacien su corazón con Mi Paz.

Resucité para ser el Amor de ustedes y por eso en Mí deben venir a buscar todo el Amor del cual el alma de ustedes tiene hambre y necesidad. No busquen el Amor Verdadero en las criaturas, porque en ellas solo encontrarán decepción, traición y abandono. Busquen el Mí el Verdadero Amor que desean y Yo les saciaré tanto de Mi Amor, hasta el punto que sus almas se estremecerán y exaltarán de Amor y de Alegría y Bendecirán desde el nacer hasta el ponerse del sol sin cesar. Y de sus corazones brotará un río de amor sobre el mundo entero, transformando este desierto de odio, guerra y maldad que es este mundo, en un jardín bellísimo de amor, armonía y paz.

Resucité para ser la señal segura de la victoria de ustedes, porque en Mí Victoria sobre la muerte, el pecado y el infierno, ya está asegurada también la victoria de ustedes. Permanezcan firmes, fieles a Mí y a Mi Madre en estos tiempos finales de la Gran Tribulación para que puedan coronados por Mí en Mi Retorno Glorioso que ya está a las puertas.

Quiero coronarles sobre las nubes del cielo delante de Mis Ángeles como Vencedores, como Triunfadores del pecado, del mundo, de la carne y del demonio. Por eso, renuncien a todo pecado, vivan santamente delante de Mí, anden en santidad sobre la tierra para que cada paso suyos, cada acto suyos, se transforme en una piedra luminosa que Yo colocaré, que Yo encostraré en sus coronas, corona que les daré en Mi Glorioso Retorno que ya está a las puertas.

Continúen rezando todas las Oraciones que Yo y Mi Madre les dimos aquí, porque por medios de ellas construyen a cada día una escalera luminosa que les conduce hasta Mí en el Cielo. Cada día que rezan las Oraciones que Mi Madre les dio aquí, cada día que llevan a Mi Madre con los Mensajes a las familias, a las almas, divulgando Nuestros pedidos, colocan un peldaño a más en la escalera que les lleva al Cielo, que les conduce hasta Mí. Estoy con ustedes hasta el fin del mundo y nunca les dejaré.

Yo y Mi Madre que aquí estamos les amamos ilimitadamente, dennos su amor, dennos su corazón, amenos ilimitadamente y Nosotros derramaremos también sobre ustedes las corrientes de Nuestras Gracias.

Nosotros les escogimos, el Cielo les escogió, Nuestros Corazones les escogieron, escojan ustedes también Nuestros Sagrados Corazones viviendo una vida santa conforme a Nuestra Voluntad, Nuestros Mensajes, Palabras y Mandamientos. Para que Nosotros verdaderamente podamos reconocerles y coronarles como Nuestros Hijos en el Cielo.

Nuestros Corazones les amaron mucho al escogerles para que estén aquí en Nuestras Últimas y Sagradas Apariciones en Jacareí. Sus nombres ya estaban escritos en las palmas de Nuestras Manos cuando fueron creados desde el vientre materno y Nosotros hace mucho les esperábamos aquí.

Nuestro Corazones les eligieron, derramaron sobre ustedes la unción de Nuestra Predilección y de Nuestro Espíritu Santo. Sin embargo, muchos no perciben Nuestro Amor que nunca dejó de acumular a todos de Bendiciones y Gracias. Si alguien se pierde es por su propia culpa, porque no negamos Nuestra Gracia Salvadora a nadie.

Vengan a Nosotros que somos Sus Médicos, Sus Remedios y les curaremos de toda enfermedad espiritual. Vean Hijitos que son súper amados por Nosotros, por eso ya que tienen Nuestro Amor, no busquen los placeres de la carne, los placeres del mundo, porque ahí no encontrarán este Amor Verdadero y Eterno que solo Nosotros podemos darles.

Son los Apóstoles de los Últimos Tiempos, los Apóstoles de Nuestros Corazones. Permanezcan firmes con Nosotros, luchen, combatan el combate, lleven Nuestros Mensajes a todos, hagan triunfar Nuestros Corazones en las familias formando Grupos de Oraciones, los Cenáculos que les pedimos y Nuestros Corazones en sus ciudades, naciones, triunfarán ciertamente.

Yo, Jesús Resucitado, hoy, les doy la Paz, soplo sobre ustedes Mi Espíritu Santo, acumulándoles con las Gracias de Mi Divino Corazón. No traspasen más Mi Corazón y el de Mi Madre con el pecado. Cambien de vida, sean Nuestros Hijos, porque ustedes son las semillas y Nosotros somos su Origen. Permanezcan en Nosotros y Nosotros permaneceremos en ustedes. Nosotros a todos les amamos, les estrechamos a Nuestros Corazones y agradecemos por haber venido aquí, tanto de cerca, cuanto de lejos, y a todos ustedes ahora derramamos las corrientes de Gracias de Nuestros Corazones.

A todos ustedes bendecimos: de NAZARET…, de JERUSALÉN…y de JACAREÍ.

La Paz Mis Hijos Amados. La Paz a ti Marcos, el más esforzado y obediente de Nuestros Hijos. Nosotros te agradecemos y te bendecimos ahora por más ésta Semana Santa, más éstos días de oración, desagravio y consolación perfectos a Nuestro Corazón, resistiendo bravamente a pesar de tu enfermedad actual y debilidad. Te bendecimos, te recompensamos y ahora derramamos sobre ti el soplo de Nuestro Espíritu Santo de Amor.”  

(Marcos): “Hasta pronto Amados Míos, Amores Míos…”