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domingo, 10 de diciembre de 2017

10 de Diciembre de 2017 - Mensaje de la Virgen Maria y de Santa Lucía a través del Vidente Marcos Tadeo

Jacareí, 10 de Diciembre de 2017
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV mundial:



FIESTA ANTICIPADA DE SANTA LUCÍA 
(Vidente Marcos): “Para siempre sean alabados Jesús, María y José… Sí… Sí, haré sí. Sí mi Madre, haré sí. Sí mi amor del Cielo, haré sí. Sí, haré. Dos, sí, hago. Cuántos quieras… hago. Sí mi amor, sí, hago. Sí mi Lucía, hago. Hago mil, hago 10 mil, 1 millón, cuántos quieras… Sí mi amor, hago. Sí.”
(Diálogo entre el Vidente, la Madre de Dios y Santa Lucía)


MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy cuando ya están celebrando aquí la fiesta de Mi hija Lucia, Lucía, Santa Lucía, Yo vengo nuevamente del Cielo para decirles: ‘Sean lucías, sean luces del amor de Dios en medio de este mundo repleto de maldad, pecado y violencia.’
Sean lucías en este mundo que ya terminó de hundirse en el lodazal de la violencia, de las guerras, del egoísmo, de la maldad, de la injusticia, del pecado, de la rebelión, del odio contra Dios y Su Palabra, para que a través de ustedes Mis hijos, brille de nuevo la luz de la salvación de Mi Hijo Jesús, la luz de Dios, para este mundo totalmente entenebrecido y dominado por las fuerzas del mal. 
Sean lucías brillando en la tierra como verdaderos soles de oración, de santidad, de amor a Dios, de obediencia a Su Santa Palabra y, sobre todo, de toda perfección de las virtudes cristianas.
Sean lucías, pequeños soles que brillan en la tierra, dando a todo el mundo la luz de la gracia de Dios y de la verdad. 
Sean como Mi hija Lucía era, no tengan miedo de anunciar la verdad, no tengan miedo de propagar la verdad, aunque eso les cueste a ustedes sufrimientos y cruces como le costó a ella. Defiendan la verdad, hablen la verdad, anuncien la verdad. 
No, no engañen a sus hermanos ni por causa de una falsa caridad. Exhorten, exhorten a todos sus hermanos a la conversión, sacúdanlos mostrando a ellos los errores que cometen, para que ellos puedan convertirse y volver a Dios. Esa es la verdadera caridad.
Sean como Mi hija Lucía que intentó salvar el alma del malvado Pascasio hasta el fin, diciendo la verdad y llamando a la conversión incluso con palabras fuertes. Así Mis hijos, ustedes verdaderamente serán lucías que salvarán las almas de sus hermanos, sacudiéndolos del letargo, del sueño y de la ceguera del pecado adonde ellos están. 
Sean lucías viviendo en la luz, siendo la luz y llevando la luz para sus hermanos. 
Hoy también Mis queridos hijos, ustedes ya están en las vísperas de la noche santa del aniversario de la trasladación de Mi Santa Casa de Nazaret para Mi Santuario de Loreto. Les pido entonces: ‘Sean Mi nueva Santa Casa donde Yo pueda morar y vivir.’
Sean Mi nueva Santa Casa de oración, de obediencia a Mí y a Mis Mensajes, de amor a Dios, de sacrificio, de penitencia, de virtud, para que entonces Yo pueda vivir en ustedes. 
Y así como en la Santa Casa de Nazaret pude engendrar a Mi Hijo Jesús, el Salvador, Yo también pueda engendrar en ustedes a Mi Hijo Jesús, para que entonces Él nazca, crezca en ustedes hasta la plenitud de Su estatura y por medio de ustedes pueda también engendrarlo en todos Mis hijos, en todos sus hermanos.
Y así como en Mi Santa Casa de Nazaret, de Loreto, Yo di el ‘Sí’ que salvó el mundo, si ustedes también fueren Mi nueva Santa Casa y si en ustedes Mi ‘Sí’ fuere repetido, Yo podré aún hoy salvar a tantos de Mis hijos, quitarlos del pecado, quitarlos de las garras de Satanás, quitarlos del mal y podré hacer con que para ellos también brille la luz de la salvación de Mi Hijo Jesús. Mi Hijo nacerá en ellos, crecerá en ellos hasta la plenitud de la estatura, elevando a todos a la perfección, al tope de la santidad. 
Por eso Mis hijos, denme hoy su ‘Sí’ definitivo y total, y entonces Yo vendré habitar en ustedes como en Mi nueva Casa de Nazaret y engendraré a ustedes para Dios, para el Cielo, engendraré en ustedes a Mi Hijo. Y entonces Él vendrá a morar en ustedes y ustedes se unirán con Él, y serán uno solo para siempre en el amor.
Continúen rezando Mi Rosario todos los días.
Quiero que den 10 Rosarios Meditados número 58 que Mi hijo Marcos hizo y también esa linda película de Mi hija Santa Lucía que Mi Marcos, obedientísimo, hizo para Mí, para ella, para salvar a ustedes.  
Esa es una de las películas que él hizo que más toca Mi Corazón. Yo Me conmuevo cada vez que Mi hijo Marcos muestra para ustedes la película de Mi hija Lucía aquí. Y con él también lloro al contemplar la Llama incesante de Amor que es Mi hija Lucía. El amor, la Llama incesante de Amor que ella fue por Mí, que ella fue para Mí y para Mi Hijo Jesús. 
Deseo que ustedes den 10 películas de esas para 10 hijos Míos que no conocen a Mi hija Lucía, para que entonces, conociéndola, Me conozcan y conociéndome, conozcan a Mi Hijo. Amándola, Me amen y amándome, amen a Mi Hijo Jesús y lleguen a la salvación.
Querido hijo Marcos, Mi ángel, hijo predilectísimo, obedientísimo de Mi Corazón, corazón de Mi Corazón, alma de Mi alma. Hijo Mío, muchas gracias por haber hecho esa película hace años atrás con tanto sacrificio, trabajo, cargando pesadas cruces. 
Hijo ¡Cuántas almas salvaste a través de esa película! ¡Cuántas! ¡Fueron millones! No puedo decirte. Tantas cuántas almas salvaste, tantas coronas de gloria te daré en el Cielo. Alégrate hijo, porque grande es tu tesoro y bien sé que todos los días Me pides para repartir todo con tu amadísimo padre Carlos Tadeo, Mi hijo amado, que tú amas más que todo en la vida. 
Bien sé que tus oraciones han llegado hasta Mí, Yo he escuchado tus pedidos y Yo he repartido con él tu tesoro espiritual para enriquecerlo siempre cada día más y tornarlo rico, rico de gracias, rico de bendiciones, rico de amor del Señor, rico también de las propias virtudes y dones de Mi hija Lucía. 
Sí, Yo quiero hacer de él como he hecho de ti, una otra luz, una otra lucía para iluminar el Brasil, para iluminar la tierra. Sí, Yo haré eso y es por eso que se repetirá en el Brasil aquello que fue dicho en la Sagrada Escritura: ‘He aquí que en la oscuridad brilló una gran luz.’
Sí, aquí donde apareció la señal de la Mujer Vestida de Sol, Mi señal, Mi Aparición poderosa, haré brillar siempre más Mi mística luz, que a través de ti y de tu padre contigo, se tornará siempre más fuerte, siempre más poderosa cuanto más densas fueren las tinieblas envolviendo todas las cosas. 
Y a ti Mi amadísimo hijito Carlos Tadeo, muchas gracias por haber venido para la fiesta de Mi Inmaculada Concepción. Ve, ve hijo cuanta alegría trajiste a Mi Corazón, en la alegría de Mi hijo Marcos por tu presencia aquí, puedes sentir y ver Mi alegría. Es por medio de él que Yo te muestro y es por medio de él también que te hablo muchas cosas fuera de la hora de la aparición. Abre tus oídos para oír, abre tus ojos para ver, abre tu corazón para sentir. 
Te agradezco por haber venido. Ahora estoy mostrando a Mi hijo Marcos todas las espinas que están saliendo de Mi Corazón. Sí hijo, 449.000 espinas de ofensas y pecados con que la humanidad desde el día primero de diciembre hasta hoy ha clavado en Mi Corazón. Quitaste con tu venida, con tus oraciones aquí. 
No quedes triste ni preocupado por no haber rezado tanto cuanto deseabas en los días en que estuviste aquí. Entiende que en los cenáculos de Mi hijo Marcos las oraciones que haces, valen mucho más que 10 días de retiro. Estos cenáculos son tu fuerza y debes colocarlos siempre, siempre en primer lugar en tu corazón, para que, por medio de ellos, recibas toda luz, todo amor, toda fuerza de Mi Corazón. 
Sí hijo, en los días en que estuviste aquí a pesar de toda tu correría, todo tu cansancio y de responsabilidad de cuidar de las almitas de Mis hijos, las oraciones que hiciste aquí, estos cenáculos, tienen un provecho mucho mayor y un mérito mucho mayor para ti que 10 días de retiro a pan y agua solo en oración.
Por eso alégrate, porque tus oraciones fueron poderosas y quitaron todas esas millares de espinas de Mi Corazón de Madre. Gracias por haber venido, nunca soy tan feliz cuando estás aquí y cuando te veo rezando junto con el hijo que te di. Mi alegría es completa, siento que verdaderamente tengo a Mis dos tesoros junto de Mí, y por eso Mi Corazón se alegra y estremece, exulta de amor y alegría.
Quédate sabiendo hijo Mío que, cuando Yo estaba en el Templo y Mis compañeras comenzaron a difamarme, calumniarme para Mis superiores, Mi Corazón fue traspasado de un profundísimo dolor. Lloré, ellas levantaron calumnias contra Mi pureza y entonces clamé al Señor que tuviese misericordia de Mí y si fuese de Su Santa Voluntad, se dignase revelar la verdad para Mis superiores y Me justificase.
El Señor a través de una altísima visión, Me dijo que aquel sufrimiento era necesario para un gran hijo Suyo que nacería en el futuro y que sería instrumento del Señor, para la salvación de muchas almas, junto con una otra alma privilegiada a quién el Señor daría por hayo, por tutor, por protector, por amparo.  
Muy bien, el Señor entonces Me mostró a ti, Me mostró a ti hijo Mío y Yo te vi, te conocí de nuevo como en Mi Inmaculada Concepción. Y entonces el Señor Me pidió que ofreciese aquellos sufrimientos por más tiempo, por tu intención. 
Acepté, dije ‘Sí’ y entonces, resignadamente acepté la cruz que el Señor Me ofrecía y Mis compañeras del Templo continuaron a difamarme, diciendo inclusive que el Ángel que Me aparecía y que venía a traerme el pan del Cielo todos los días era en verdad un joven con el cual Yo cometía pecados. Después el Señor reveló la verdad a Mis superiores y ellos entonces conocieron Mi inocencia. Y entonces, reprendieron a aquellas niñas malas, que por fin acabaron saliendo del Templo y perdiendo su consagración, su vocación. 
Yo perseveré y por Mi constancia vencí. Aquel sufrimiento por ti Mi hijo duró 2 años y Yo ofrecí generosamente por tu intención. ¿Ve cómo Mamá te ama? ¿Ve cómo la Madre del Cielo no midió esfuerzos y sacrificios por ti? Entonces hijito, nunca temas nada y nunca olvides que Mamá en el Cielo continúa siendo la misma que en la tierra. Sólo vivió por ti, para amarte y para alcanzarte toda la gracia del Señor.
Yo te bendigo y bendigo también a Mis hijos portugueses, mexicanos, a Mi hija Denise, a su hermana, a Mis hijos de Bahía, de Minas Gerais, de Río Grande del Sur, a Mi hijito José Anselmo que hizo su aniversario en estos días de Mi Inmaculada Concepción. 
Hijo Mío, Yo te amo y amo a tu familia. Fui Yo que te escogí, te amé y te llamé. Quédate sabiendo hijo Mío que el sufrimiento de Mi hijito Marcos, la enfermedad que él tuvo en la rodilla hace 20 años atrás, fue por ti que él sufrió aquel gran sufrimiento. Sirvió para traerte y a tu familia aquí, para que Yo pudiese comunicarte Mis Gracias. ¿Ve cuanto Yo te amo y a tu familia?
Amado hijo Marcos, quédate sabiendo también que tu enfermedad de 1994, aquella fiebre altísima que tuviste, que te hizo quedar hospitalizado, sirvió también para salvar a Mis hijas Filismina, a su hija Cinthia. Sirvió también para salvar a Mi hija Margarita Kurosaki y a su familia. Sirvió para salvar a Mi hija Lucía. Sirvió para salvar a Mi hijo Juan Carlos y a su familia. Sirvió para salvar a Mi hija Teresa, a Mi hija Guillermina que están aquí por la primera vez de Portugal. Sirvió también para salvar a Mi hijo Matheus Miura y a su familia. Sirvió para salvar a Mi hijo Luis Concepción. Sirvió también para salvar a Mi hija Marina y a su familia, Mi hijo Railton y a tantos de Mis hijos. Quiero que sepas hijo, cuántos sufrimientos tuyos fueron necesarios y útiles para estos hijos. 
Quédate sabiendo también que tu enfermedad de 1996, aquella gran fiebre que tuviste, que cambió el color de tu cuerpo para rojo y te dejó incluso casi en punto de convulsión y pérdida de los sentidos, aquella gran fiebre sirvió para salvar a Mi hija Vania, también a Mi hijo Marcelo y a su familia. Sirvió para salvar a Mi hija Adriana Azevedo. Sirvió para salvar a Mi hija Vanusa y a su familia. Sirvió para salvar a Mi hijo Rogerio y todos los suyos. 
Alégrate hijo Mío, porque tus sufrimientos no son en vano y todo, todo lo que has sufrido sirve y continuará sirviendo para la salvación de muchas almas. A los pocos Yo te revelaré quiénes son esas almas, muchas de ellas conocerás, otras sólo en el Cielo, pero sepas que los sufrimientos no son en vano, como no fueron los de Mi hija Lucía. 
Tendrás todavía muchas cruces, pero tus sufrimientos hijo Mío servirán para salvar a Mis hijos. Sufre pues con buen ánimo, con alegría, cierto de que tu sufrimiento traerá para muchas almas la salvación que solitas nunca alcanzarían. 
Alégrate porque todos tus sufrimientos un día en el Cielo se transformarán en almas que como Mi hija Lucía brillarán como sol para la gloria de Dios, para Mi gloria y Mi alabanza y para tu perpetua alegría en éxtasis de amor. 
A todos Yo bendigo con amor ahora: de FÁTIMA… de SIRACUSA… y de JACAREÍ.”

MENSAJE DE SANTA LUCÍA
“Amados hermanos Míos, Yo, Lucia, Lucía, vengo hoy nuevamente para decir a ustedes: ‘Sean llamas de amor viviendo en el amor, viviendo en Dios.’
El amor es Dios y todo aquél que vive en Dios, vive en el amor.
Vivan en Dios, volviendo sus corazones para Él, dedicando sus vidas a Él como Yo hice, sobre todo, los jóvenes, para que aún hoy brille de nuevo la luz de la salvación para este mundo, como brilló en Mi tiempo. 
Sean llamas de amor, dando el ‘Sí’ de ustedes a Dios, el ‘Sí’ que hace tantos años Él espera y pide aquí, para que finalmente todos Sus planes paralizados y estropeados, finalmente puedan ser ejecutados para la salvación de muchas almas.
Sean amor dando el ‘Sí’ de ustedes a Dios y todos los días buscándolo con el corazón puro. Lleven también Su Amor a todas las almas que no tienen Su Amor.
Yo, Lucía, estoy con ustedes, no tengan miedo. Yo conocí el sufrimiento de este valle de lágrimas y entiendo muy bien todo lo que sufren. Por eso vengan a Mí, entreguen a Mí sus problemas, recen Mi Coronilla y Yo los ayudaré resolviendo sus problemas de la mejor forma posible en la Voluntad del Señor.
Todos los días levántense con el deseo de amar más a Dios, de buscar más Su Amor, de cumplir Su Voluntad, para que entonces, brille en ustedes Su luz de amor.
Reconstituyan en ustedes Mi faz por medio de una devoción profunda a Mí, de la imitación de Mis virtudes, del seguimiento de Mis ejemplos, para que Yo pueda colocar verdaderamente en ustedes Mi Llama de Amor y en ustedes todos Me sientan, todos Me vean presente. Y entonces, todos también puedan nuevamente ser salvos por la luz del Espíritu Santo que habitó en Mí y que Yo haré habitar en ustedes, y que era aquella Llama de Amor ardiente que ardía en Mi pecho. 
Vengan a Mí siempre, lean Mi vida, den Mi vida como Nuestra Reina Santísima pidió ahora para 10 hermanos que no Me conocen, para que Yo pueda hacer llegar a ellos la luz de la salvación. 
Deseo también que ustedes den a Mis hermanos 10 Coronillas Meditadas Mías, hechas por aquél que Yo más amo en la tierra: Mi amadísimo Marcos. Sí, den 10 Coronillas Mías número 6 para 10 hermanos. Para que así, ellos puedan conocerme y a través de esta poderosísima oración compuesta por Mi amadísimo Marcos, a través del cual operé aquí curas de cáncer, curas de tantas enfermedades, gracias y conversiones, Yo pueda continuar realizando Mis maravillas y Mis prodigios por el mundo entero. 
Y así transformar a este Mi queridísimo Santuario en Mi Siracusa del Brasil, adonde millones de Mis hermanos puedan encontrar en Mí la gracia, el auxilio, la misericordia que salva. Y así puedan todos ellos conmigo transformarse en Llamas de Amor para amar y servir a Dios para siempre. 
Yo amo mucho a ustedes y especialmente a Mi amadísimo Marcos, que es aquél que Yo más amo en la tierra y después de él a ti, Mi amadísimo hermano Carlos Tadeo. 
Yo también soy tu Madre Espiritual. Tengo la misión de acompañarte, tengo la misión de protegerte desde cuando Nuestra Reina Santísima Me mostró a ti en el momento en que Mis ojos eran arrancados. 
Sepas amado hermano que, si fuese necesario, Yo volvería a la tierra de nuevo y dejaría que Mis ojos fuesen arrancados no una, pero mil veces para poder ofrecer por ti ese gran dolor y sacrificio para beneficiarte, para ayudarte, para alcanzar con esos méritos para ti gracias superabundantes del Señor.
Yo te amo mucho y nunca te dejo. Ven, trae siempre todos los días a Mí todos tus sufrimientos, todos tus dolores y te confortaré. En el día 13 de diciembre de cada año como te prometí, te daré una gracia, una bendición especial. A cada día 13 vendré también a darte una bendición y de vez en cuando un mensaje. Y también Mi amado hermano en mayo, cuando en Siracusa se celebra Mi fiesta, la fiesta de Mi Patrocinio, Yo también te daré la bendición de la abundancia y de la prosperidad, de la prosperidad de las gracias de Mi Amor. 
Yo te bendigo y bendigo también a Mi querido Leandro del cual también soy protectora y abogada. Y a todos Mis hijos que Me aman, que son Mis hijos espirituales, de los cuales cuido, que rezan Mi Coronilla todas las semanas y que todos los años en diciembre vienen aquí para alabarme. 
A todos bendigo con amor: de SIRACUSA… de CATANIA…y de JACAREÍ.
Mi querida Lazinha, soy tu Santa protectora. Soy también la protectora de Mi querido José Anselmo, de Mi querida María Vilas y de Ricardo Batalla. Soy también la Santa protectora de Margarita Kurosaki. Soy la Santa protectora de María José y de Denise. Cuido de estas almas mucho más de que la madre con su hijito en los brazos. Nunca les dejaré. 
Soy también la santa protectora de Mi querida Adriana Azevedo. Soy la santa protectora de Pablo y de Raquel. Soy también la protectora de Edgar. Estos Mis queridos hermanos que tengo como hijos espirituales, serán siempre guardados por Mí y siempre que recurrieren a Mí, tendrán Mis Gracias. 
A todos ellos bendigo y a todos nuevamente doy Mi paz.”
 
(Vidente Marcos): “Querida Madrecita del Cielo ¿Puedes tener la bondad Señora de tocar en estas imágenes y rosarios que hicimos para la oración y protección de tus hijos?”
(María Santísima): “Conforme ya dije: ‘Donde quiera que unas de estas imágenes o rosarios lleguen, allí estaré Yo viva con Mi hija Lucía, llevando grandes gracias del Señor.’
Mi querida hija… Mi querida hija Filismina, Mi hija Lucía es tu protectora, recurre a ella. Ella también es la protectora de Mi hijo Adriano Monsanto. Es también la Santa protectora de Mi hija Ana y también de Mis hijas Alice e Inés. Recurran a ella con amor y confianza. También es la Santa protectora de Mi hijo Sebastián, que construye Mi Monasterio juntamente con Mi hijo Marcos. Recurre a ella Mi hijo con confianza y ella te dará muchas gracias. 
Yo a todos bendigo de nuevo y a todos dejo Mi paz. Queden en la paz del Señor.”

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