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domingo, 1 de julio de 2018

01 de Julio de 2018 - Mensaje de la Virgen María y San Judas Tadeo a través del Vidente Marcos Tadeo


Jacareí, 01 de Julio de 2018

Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV mundial:


FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO


MENSAJE DE MARÍA REINA Y MENSAJERA DE LA PAZ

“Queridos hijos, Yo Soy la Señora del Perpetuo Socorro. Soy la Madre que siempre ama, acompaña y bendice a los hijos en la larga caminata para el Paraíso.

Soy el Socorro de todos los que sufren, de los que lloran, de aquellos que son perseguidos por causa de Mi Hijo Jesús, de la Verdad y del Evangelio, de Su Nombre Santo.
Soy el Perpetuo Socorro de todos aquellos que son Mis verdaderos siervos y justamente por servirme en santidad, oración y amor todos los días, son perseguidos, incomprendidos y maltratados por aquellos que los rodean.

Soy el Socorro siempre constante de todos aquellos que gimen debajo del peso de la gran cruz de la tribulación en estos tiempos de la gran apostasía y de la tribulación final que asola la Tierra.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro de toda la humanidad y por eso, Yo he bajado en tantos lugares de la Tierra, en Mis numerosas y extraordinarias Apariciones, para socorrer a Mis hijos, para mostrar a ellos que estoy atenta a todos sus sufrimientos y a todas sus cruces.

Y aunque Mi enemigo, el dragón infernal, haga mucho mal a la Tierra, haga sufrir y persiga a Mis siervos, Yo estoy con ellos y les ayudo. Ayudo con Mi Socorro Materno a todos los que divulgan Mis Mensajes, que rezan Mi Rosario, que hacen Mis grupos de oración por todas partes y son Mis verdaderos siervos y soldados en estos tiempos de la guerra final entre Yo y el dragón infernal.

Sí, ésta guerra ahora irá para su fase final, ésta guerra ahora irá para los últimos embatese entre Yo y el dragón, que llevará a toda la humanidad finalmente al final de ésta batalla que ya se extiende por siglos. Y entonces, Mis siervos, Mis verdaderos hijos, verán llegar para ellos, el nuevo cielo y la nueva tierra, donde toda lágrima de sus ojos será enjugada.
Sí, y todos en aquel momento darán Gloria a DIOS vencedor, que dio a ellos la victoria por Mi intermedio. Todos ellos también Me alabarán, Me bendecirán y Me reconocerán como Señora de Todos los Pueblos, como Medianera y Reina del Universo.

Y finalmente, Mi misión Materna estará cumplida y llevaré a todos Mis hijos seguramente a los brazos del Padre, de Mi hijo Jesús, del Espíritu Santo. Y entonces, la nueva humanidad completamente renovada, unida y finalmente rendida a los Pies de Su DIOS, cantará para siempre Conmigo el himno de la alabanza perpetua a Aquél que es, que era y será para siempre.
Mis numerosas Apariciones son para preparar a ustedes para el regreso de Mi Hijo que está próximo. Si esta venida no sucede ahora, Yo no permanecería por tantos años aquí, en Medjugorje, en Oliveto Citra y en tantos lugares de la Tierra.
No Mis hijos, Yo habría hecho como en Caravaggio, como en Thiene, apenas para una u otra Aparición, para reavivar la fe, reavivar la oración, para reavivar la devoción para Conmigo, el amor para con Mi Hijo.

Si permanecí durante tiempo aquí, es para preparar a ustedes para el regreso definitivo de Mi Hijo que se dará luego después del final de la gran guerra entre Yo y Mi enemigo. Guerra ésta, que ahora irá para la batalla final.
Prepárense con mucha oración, porque los Cielos y la Tierra estremecerán cuando los Ángeles buenos y malos trabaren el último combate y sus espadas llameantes tocaren unas en las otras. Sí, estremecerá toda la Tierra al sonido de Mi Voz, convocando a todos los Ángeles y Santos del Paraíso para luchar Conmigo contra el dragón y sus ángeles malos. También estremecerá toda la Tierra cuando Mis siervos verdaderos, Mis guerreros esparcidos por toda la Tierra sean reunidos por Mí para trabar Conmigo la última y gran batalla.

Prepárense Mis hijos, porque éste cielo, éste mundo que ustedes conocen, ésta tierra con todas sus máculas y miserias, en breve desaparecerá. Y un nuevo cielo y una nueva tierra vendrán, donde las lágrimas de los ojos de Mis siervos, de aquellos que ahora sufren  Conmigo para salvar a la humanidad, todas esas lágrimas serán secadas y un himno de alabanza nueva será puesta en los labios de ustedes.
Estoy aquí hace tanto tiempo para transformar a ustedes en esos soldados, en esos guerreros, que en ésta hora decisiva Me ayudarán y salvarán a las almas que aún pueden ser salvas en esta humanidad completamente perdida en poder de Satanás.
Sí, tanto tiempo pasó, Mi hijito Marcos era apenas un niño de 13 años cuando Yo lo escogí y aparecí para él la primera vez. Ahora el ya tiene 41 años, muchos años se pasaron, mucho he dicho aquí, mucho Yo hice.

Ahora es la hora de la guerra, es la hora de la batalla final, es la hora en que se aproxima el gran juicio de este mundo, y el engañador, aquél que engañó a tantos de Mis hijos, llevándolos por el camino de la perdición y de la muerte en los placeres y en el pecado, finalmente será juzgado, y con él todos aquellos que se dejaron engañar por él, y nadie podrá alegar nada en el tribunal.

Porque Mis Mensajes, resonaron aquí durante casi 30 años, llamando a todos Mis hijos a la oración, a la conversión, mostrando el verdadero camino a seguir, y como si eso no bastara, Aparecí en millares de lugares de la Tierra a lo largo de los años, llamando a Mis hijos, a la misma vía de la santidad, pero no quisieron oírme.

Yo abrí las puertas pero Mis hijos no quisieron entrar en esas puertas de la salvación. Por eso el juicio vendrá, será terrible y nadie conseguirá escapar de ello.
Solamente tendrán alguna misericordia aquellos que por ignorancia y por la maldad de los impíos, que ocultaron de ellos Mis Mensajes y que no dejaron que llegaran hasta ellos. Solamente esos tendrán alguna misericordia pero incluso así serán juzgados de acuerdo con la conciencia del bien y del mal que DIOS da, que DIOS infunde en cada uno.
Por eso Mis hijos, prepárense porque viene la hora del Juicio del engañador y de todos aquellos que se dejaron seducir y engañar por él.

Ya llega la hora del Juicio de este mundo y es por eso que Yo les digo: conviértanse sin demora para que ustedes en aquella hora no estén en el lado de los culpables, para los cuales Mi hijo dirá: ‘ENTREN EN EL INFIERNO PORQUE NO QUISIERON OÍR MI VOZ, NO QUISIERON OÍR LA VOZ DE MI MADRE, LA VOZ QUE CLAMABA EN EL DESIERTO’.

Conviértanse y muévanse deprisa, ayúdenme a salvar a aquellos hijos que aún pueden ser salvos, porque no conocen Mis Mensajes. Multipliquen los cenáculos y los grupos de oración por todas partes.

Hagan un cenáculo en los días 13 de cada mes, para dar a conocer Mis Mensajes. También, hagan el cenáculo en el día 18 y otro en el día 19 para propagar Mi Mensaje de La Salette y de todas Mis Apariciones. Así Mis hijos, Mi Palabra, llegará más deprisa a todos Mis hijos, y Yo podré entonces, reunirlos debajo de Mi Manto.
Aumenten para 45 la meta de las almas para quién ustedes deberán entregar Mis Mensajes, divulgarlos todos los días.
Sí, las semanas pasan deprisa, y el número de almas que se purifican no aumenta. Es preciso purificar las almas, es preciso quitarlas del pecado y traerlas para el camino de la gracia. ofrezcan sus sufrimientos como lo hace Mi hijito Marcos, para ayudar a purificar a las almas.
Son tan pocas las almas que se purifican todos los días. Es preciso que recen más, que sufran más, y ofrezcan más sacrificios para purificar a esas almas.

Es preciso multiplicar los cenáculos, porque Mi Rosario, la Coronilla de Mis Lágrimas, la Coronilla de la Paz, todas esas oraciones que Yo di aquí, purifican a las almas de sus pecados, quitan a las almas de las tiniblas del pecado, y limpian sus almas. Es preciso que se purifiquen las almas.
Adelante Mis hijos, no pierdan tiempo, porque este tiempo extraordinario de gracia, de perdón, de amor y de misericordia que es dado a ustedes, es para que ustedes salven sus almas y salven las almas de sus hermanos también, y este tiempo será cobrado de ustedes, por Mi hijo Jesús si ustedes lo han desperdiciado en cosas tontas, mundanas e inútiles que no sirven de nada para el Cielo, que no sirven de nada para salvarlos.

Continúen rezando Mi Rosario todos los días.
Sí, verdaderamente aquí donde Yo permanecí tanto tiempo, formé un ejército, un ejército de almas que rezan Mi Rosario. Pero ello aún es pequeño en comparación con el ejército de los malos.
Gracias a DIOS en Medjugorje, ese ejército es mayor por la mayor generosidad, el ‘Sí’ y Amor de las personas a Mí. Aquí es preciso aumentar ese ejército.

Vayan, den Mis Mensajes en video, que Mi hijito Marcos hace y que tanto toca Mi Corazón, y muestran tan bellamente la grandeza, la profundidad y belleza de los Mensajes que doy aquí.
Ésta es mi última esperanza, den esos Mensajes a todos Mis hijos, para que entonces, finalmente sus corazones se abran para Mí, ellos pongan el Rosario en las manos y se tornen Mis verdederos soldados de oración y de amor, que Me ayudarán con sus vidas repletas de oración, sacrificio y penitencia. Me ayudarán a salvar tantas almas y precisan y corren el peligro de condenarse eternamente.
Adelante Mis soldados, marchen, ahora no es tiempo de descanso, tendrán toda la eternidad para descansar. Ahora es hora de hablar, de anunciar, de luchar, de salvar las almas. Salven las almas de Mis hijos, dando a ellos Mis Mensajes y entonces, Mi Hijo tendrá Misericordia de ustedes y dará con el perdón, la Vida Eterna a todos ustedes.

Recen, divulguen Mi Mensaje de La Salette. Que los secretariados de Mis Mensajes, divulguen el Mensaje de La Salette, las películas que Mi hijo Marcos hizo de Mi Aparición, lo más deprisa posible.
Únanse, trabajen, júntense. Para poder esparcir esas películas por todas partes. Cuanto más Mi Mensaje de La Salette sea conocido, más Satanás perderá su poder. Ayúdenme a aplastarlo, dando a conocer Mi Mensaje de La Salette, pues de eso depende la conclusión de una parte de Mis Planes para que finalmente Yo pueda desarrollar Mis Planes iniciados de acuerdo con el Secreto de La Salette y Fátima, y finalmente llevar a toda la humanidad a la victoria completa de Mi Corazón Inmaculado.

A todos Yo bendigo con amor y digo: todos aquellos que veneren el cuadro de Mi Perpetuo Socorro en sus casas con amor, en el día del Castigo, esas casas no serán invadidas por los demonios, que en ciertos lugares conseguirán incluso invadir las casas y arrastrar a las personas consigo para el infierno, donde ellas serán atormentadas y castigadas por toda la eternidad.
Sí, esto Yo prometo: prometo Mi Presencia Materna, protección a todos aquellos que Me amaren y recurrieren con confianza a Mi Perpetuo Amor que no cesa jamás.

A todos y especialmente a ti Mi hijito Marcos, Mi Apóstol de Mi Perpetuo Socorro, que Me tornó durante tantos años, conocida y amada por tantos de Mis hijos.
Sí, al hacer eso, al tornar Mi Cuadro conocido para tantos de Mis hijos, abriste para ellos la puerta de tantas gracias, de tantos milagros, de tantas bendiciones. E incluso de muchas conversiones, que en el silencio y ocultamiento, Yo operé a través de ese Cuadro que hiciste, ser amado por tantos de Mis hijos.

Sí, Yo actué en el silencio y en el ocultamiento, hice maravillas que es donde más Me gusta actuar y trabajar. Y todo eso se debe a ti, Mi Apóstol e Hijo Predilecto-
En el día de Mi Perpetuo Socorro ya te concedí gracias excesivas de Mi Amor. y ahora nuevamente derramo sobre ti, gracias copiosas de Mi Corazón Inmaculado y de Mi Perpetuo Amor. Te agradezco y te bendigo.”

MENSAJE PRIVADO DE NUESTRA SEÑORA A SU HIJO PREDILECTÍSIMO CARLOS TADEO (Padre espiritual del vidente Marcos)

“Agradezco también y te bendigo Mi hijito Carlos Tadeo.
¡Cómo Yo te amo! sí, Soy y seré siempre también tu Perpetuo Socorro. Recurre siempre a Mí, recurre siempre a Mí con amor y siempre en tus sufrimientos, experimentarás Mi Perpetuo Amor que nunca te deja y nunca te abandona, ve que Mi Socorro Materno, Mi Gran Socorro Materno para ti, fue el hijo que te di. Sí, gracias a él recibiste la promesa del Cielo y con esa promesa estás libre del infierno.
Recibiste la gracia de escapar de aquellas horribles llamas, de los tormentos, de las lanzas de fuego, de los espetos de fuego, de las espadas de fuego, con las cuales los demonios torturan las almas de los condenados.

Fuiste libre de los clavos de fuego, con los cuales ellos torturan a las almas. Fuiste salvo, fuiste libre de las lanzas y cierras con los cuales ellos torturan y hacen a aquellas almas gritar de dolor, del dolor más horrible.

Gracias al hijo que te di, también fuiste libre, fuiste exento de ver los horribles demonios que existen en el infierno, cuya fealdad, cuyo horror, son un gran tormento, pavor y horror de las almas que están en el infierno.

Gracias al hijo que te di, fuiste excento de oír las horribles blasfemias, de ver las serpientes infernales que existen en las llamas eternas, los horribles dragones demoníacos que allá persiguen a las almas, que las torturan y devoran por toda la eternidad.
Gracias al hijo que te di, fuiste libre y exento de caer un día en las garras del horrible y malvado Satanás, que tiene por ti, por vos, un odio especial, y que desearía atormentarte con gran odio y furor.
Gracias al hijo que te di, escapaste de ver las horribles llamas del infierno, y las almas desfiguradas de los condenados, que son un grandísimo tormento, para todos aquellos que está allá. Sí, la fealdad y horror, el desfiguramiento de las almas condenadas, son el tormento de unos para con otros.  De todo eso fuiste libre, gracias al hijo que te di.

Y gracias a él, que es Mi Mayor Socorro para ti, recibiste la gracia de la Vida Eterna, del Cielo, de una morada eterna en el Cielo con Mi Hijo Jesús, viéndolo por toda la Eternidad y de él recibiendo la Corona de la Vida Eterna.
También vos, gracias al hijo que te di, recibirás la gracia de verme para siempre por toda la Eternidad, y allí delante de Mí, vivir contínuamente desfalleciendo en éxtasis de amor para siempre, gozando sucesivamente por toda la eternidad, de amor al verme, y al ver a la Santísima Trinidad que tanto te ama.
Gracias al hijo que te di, recibiste y tendrás la gracia, de ver a todos los Ángeles, bellísimos, los Santos y las almas bienaventuradas del Paraíso, con ellos cantar, alabar, conversar y ser feliz, gozando por toda la eternidad.

Por eso hijito Mío, agradece siempre al Amor de Dios, al amor de Mi Hijo que por ti son tan grandes, tan grandes y agradece siempre a Mi Perpetuo Socorro para contigo, que te dio el mayor socorro de todos, que es el hijo que te di, a través del cual, a través de los méritos de él, podré hacer grandes gracias en tu vida.
Por medio de los méritos de él podré realizar grandes bendiciones en tu existencia. Por medio de él todavía muchas más gracias y bendiciones Yo te daré hijito Mío, inclusive te doy hoy una nueva bendición pedida por tu hijo para ti: TODOS LOS DÍAS 27 DE CADA MES, cuando Mi Perpetuo Socorro es recordado, es honrado con especial amor por Mis hijos, te daré una nueva y gran bendición especial.

Sí, por causa de los méritos, de los sufrimientos del hijo, de las oraciones y de las obras que él hace por Mi Amor, todas ofrecidas a ti, te doy esa nueva gracia concedida por el Señor. Y también EN LOS DÍAS 02 DE CADA MES hijito, vendré a ti, juntamente con Mi hija Águeda, con Mi hija Filomena, con Mi hija Brígida de Suecia y con Mi hija Eduviges, y juntas te daremos una gran y copiosa bendición especial.
Alegra tu corazón porque Mi Socorro Materno te dio la gran señal de Mi Amor, que es el hijo que te di y que te ama tanto.

Él que por amor a ti, sufre todas las noches con gran amor y caridad. Él, por medio del cual, siempre más lleno tu vida de Luz, de Gracia y de Amor y siempre más te enriqueceré. Él, que es y será siempre señal de Mi gran materno amor, de Mi Perpetuo Socorro de Amor para ti y para todo tu linaje.
Yo te amo y te bendigo ahora.”

MENSAJE FINAL DIRIGIDO A LOS POSTULANTES Y ESCLAVOS DE AMOR DE LA ORDEN RELIGIOSA

“Y bendigo también a Mis Esclavos de Amor. ¡Gracias por las imágenes que hicieron para Mí!
Gracias por los vídeos de Mis Mensajes que hicieron para Mí.

Gracias por todo lo que han hecho, por cualquier trabajo por menor que sea aquí en Mi Casa. Yo veo todo, todo lo que ustedes hacen, todos los trabajos en la construcción de Mi Santuario, de Mi Monasterio, todas las obras que son hechas aquí en el suelo, en las paredes, en la construcción. En fin, en la divulgación de Mis Mensajes, y a todo Yo bendigo y a todo Yo derramo Mi Gracia Maternal.

A todos y a todos Mis hijos peregrinos, bendigo con amor ahora: de LA SALETTE… de FÁTIMA… y de JACAREÍ.”

MENSAJE PRIVADO DE SAN JUDAS TADEO AL SR. CARLOS TADEO


“Amado hermano Carlos Tadeo. Yo Judas Tadeo, siervo del Señor, Me alegro por venir hoy una vez más a ti.
Quédate sabiendo amado hermano Mío que cuando Yo estaba predicando en Siria, un hombre poderoso de aquella nación llamado Alan, Me persiguió mucho mientras Yo predicada el Evangelio.
El movía ciudad por ciudad, y aldea por aldea contra Mí, a través de muchas cartas y a veces, yendo personalmente a cada gobernador para que ellos Me expulsasen de las ciudades y villas, y así prohibiesen completamente la predicación de la Palabra de Dios.

Estaba muy cansado, estaba desanimado, porque en cada ciudad o aldea que Yo llegaba, ya allí luego Me alcanzaba Alan con sus mentiras, persecusiones y calumnias.
Sí, estaba muy desanimado, ofrecí por ti, por vos, ese desánimo, ese gran cansancio, en la predicación de la palabra de Dios, en algunas ciudades, incluso fui abofeteado, y una vez inclusive fui arrastrado para fuera de la ciudad por los moradores. Y allí, después de haber sido profundamente chutado, abofeteado, golpeado y hasta inclusive agarroteado.

Yo ofrecí todos aquellos dolores, todas las llagas que Me hicieron al Señor por ti amado hermano, te veía continuamente en Mis visiones, para que através de Mis Sacrificios, recibieses en los tiempos finales todas las gracias del Señor. Toda fuerza, para cumplir la misión que te estaba destinada junto con el alma privilegiada de la Madre de Dios (Marcos), al cual serías unido.
Sí, ofrecía todo, todo lo que Alan Me hacía sufrir, él obstinado completamente en el pecado, adhiriendo a las sugestiones y tentaciones que Satanás le daba, planeó un plan macabro contra Mí, planeó Mi muerte de un modo muy cruel.

En una ciudad hacia la cual Yo Me dirigía, él Me preparó una trampa: él quería hacer con que Yo en aquella ciudad fuese muerto en una máquina creada por él, que dividiría Mi cuerpo en cuatro pedazos. Sí, llamada por él de CUATRO VIENTOS.
Sí, allí Mi alma estaría destinada al martirio, sabía de eso. Para allá Me dirigí resolutamente, pero la Madre de Dios Me apareció y dijo, que sin embargo ese martirio y Mi conformidad fuese muy agradable al Señor, aún no era llegado Mi hora, y que Yo debería avanzar para poder avanzar la predicación de la Palabra de Su Divino Hijo.

Entonces, comandado por Ella, Me dirigí a otra ciudad, pero luego allá, Alan Me alcanzó y planeó para Mí una muerte más terrible aún: planeó una emboscada, para que Yo fuese cortado en varios pedazos en una máquina con varias lanzas colgadas que irían retallar y cortar Mi cuerpo como un pedazo de carne.

Caí en la trampa, fui abofeteado, fui golpeado y atado en la máquina. Las láminas estaban bajando y aproximándose de Mí, mientras toda la multitud en silencio aguardaba.
Estaba dispuesto a ofrecer Mi vida por ti, y así ofrecía ya la muerte que juzgaba próxima y todo el dolor que padecería por ti amadísimo hermano. Pero, Mi Reina Santísima Me apareció en aquel momento y Me dijo que aún no era llegado Mi hora, que debería continuar en frente, continuando predicando el Evangelio, esta vez en la Mesopotamia y también en Persia.

Entonces, Ella hizo con que las cuerdas que Me prendían, se soltaran y desaparecí delante de los ojos de todos y especialmente de Alan, que estupefacto, no conseguía entender ni explicar aquel misterio, aquel milagro.

Viendo eso, muchos se convirtieron, viendo que verdaderamente que Yo era un siervo de Dios altísimo, y que Mi predicación era verdadera. De esta forma, convertí a muchos, sin embargo, no he sido martirizado y Mi sufrimiento sirvió no apenas para aquellas conversiones, pero también para ti amadísimo hermano.

Quédate pues sabiendo que todo lo que pidas al Señor, que fuera de acuerdo con su Santísima Voluntad, por esos sufrimientos que tuve, por el terror del martirio y de la muerte próximas. Por aquello que sufrí, golpeado, atado a aquella máquina mortal, mortífera, todo lo que pidas al Señor te dará. Pide con confianza pero sobre todo, pide la Santidad, pide la sabiduría divina, pide la salvación de tu alma. Pues nada te servirá ganar todo, ganar el mundo entero, si vienes a perder tu alma.

Es cierto que la Madre de Dios te dio el Cielo, pedido y cedido por tu hijo, pero debes pedir la Gracia de la Perseverancia final, siempre, siempre. Pues Lúcifer que habitaba en el Cielo, perdió la Gracia y fue expulsado del Cielo. ¿Si hasta un habitante del Cielo fue capas de perder la Gracia, de perder el Cielo, que será entonces de los mortales?

Pide la perseverancia, pide siempre. La Madre de Dios es fiel, pero es preciso pedir siempre la Gracia de la Perseverancia final, que es tan agradable a DIOS, y que garantiza al alma aquella belleza y aquellos méritos para ser digna de la Corona de la Vida Eterna.

Pero no temas, Yo Soy tu Abogado, Yo Soy tu Mediador junto del Señor, y siempre intercedo por ti. Ofrezco Mis Méritos todos los días por ti, para alcanzar gracias, muchas gracias para ti, quédate pues amadísimo hermano tranquilo, porque la causa de tu salvación, no compete más a ti, solo a ti, pero sí a Mí, está en Mis manos, está en las manos de la Madre de Dios, y es claro, estaba también en las manos del hijo que te fue dado por Ella, que con tanto amor te dio el lugar de él en el Cielo, no debes preocuparte, porque tienes un hijo en la tierra, que reza, ama, sufre, expía por tti y por los tuyos diariamente.
No debes temer, porque tienes verdaderamente una llama incesante de amor, que fue dada a ti en tu vida, esa llama que no descansa día y noche, continuamente haciendo todo, sufriendo todo y ofreciendo por ti.

Quien tiene así un tal intercesor, un tal abogado, un tal defensor; ¿Puede temer alguna cosa?
Por eso, alegra tu corazón, porque Cielos y Tierra son por ti, Yo Soy por ti, la Reina del Cielo es por ti, el Paraíso es por ti. Tu hijo dado a ti, por la Inmaculada, es por ti, el Cielo y la Tierra son por ti. Y si somos por ti; ¿Quién será, quién podrá contra ti?

Alegra tu corazón. Sigue propagando Mi Devoción, que será fuente de tantas gracias, para tantos hermanos Míos. Yo Estoy siempre contigo y nunca te abandono, nunca te abandonaré.
Yo te bendigo abundantemente ahora, y bendigo también a todos Mis hermanos que están aquí, y sobre todos derramo las gracias de Mis Dolores y de Mis Martirios, de los méritos de Mis Sufrimientos con los cuales agradé al Señor y obtuve de Él la Corona de la Vida Eterna.
A todos bendigo generosamente ahora.”

MARÍA SANTÍSIMA DESPUÉS DE TOCAR LOS SACRAMENTALES

“Conforme ya dije: donde quiera que uno de estos Cuadros, Rosarios, lleguen, allí Yo estaré viva, llevando las grandes gracias del Señor.
Bendigo ahora e imprimo Mi Señal materna en todos los Cuadros de Mi Perpetuo Socorro, que Mis hijos están llevando consigo, adonde quiera que uno de estos Cuadros lleguen, allí Mi Amor materno, Mi Eterno Socorro Maternal, estará presente, derramando las grandes bendiciones del Señor.
A todos Yo bendigo nuevamente, para que sean felices, y dejo a todos Mi Paz.”

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