07 de Mayo de 2018 - Mensaje de Jesús, María y José a través del Vidente Marcos Tadeo

Jacareí, 07 de Mayo de 2018
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV mundial:

www.apparitionstv.com

MENSAJE DE MARÍA REINA Y MENSAJERA DE LA PAZ

“Queridos hijos, hoy cuando contemplan un aniversario más de Mis Apariciones aquí en Jacareí a Mi hijito Marcos, invito a todos ustedes nuevamente a la conversión de amor.

Conviértanse por amor a Dios. Conviértanse para el amor de Dios. Conviértanse en el amor de Dios.

Dejen la vida de pecado y vuelvan para los brazos de Dios, que aún están largamente abiertos para recibir a todo hijo que quiera volver a Él.

Recen Mi Rosario. Quién reza el Rosario se salva. Quién no reza el Rosario se condena. El Rosario es el camino cierto y seguro de salvación.

Prometo que aquél que rece Mi Rosario con amor verdadero, aunque sea una única vez en la vida, a ese Yo daré la gracia de una sincera, verdadera conversión y penitencia de todos sus pecados antes de la muerte, que le garantizará la salvación eterna.

Recen Mi Rosario que alcanza para ustedes tantas gracias. ¡Oh! Si ustedes viesen cuanta luz desprende el Santo Rosario. Cuando ustedes lo rezan, la luz del Santo Rosario penetra en el Purgatorio, abre sus puertas y lleva a muchas almas para el Cielo.

Esa luz también se esparce por toda la tierra, disipando las tinieblas del mal y del pecado, paralizando y neutralizando a Satanás y haciendo con que él quede completamente impotente para tentar y llevar a la perdición a muchas almas.

Cuando rezan el Rosario, la luz que ello desprende penetra en el Cielo, toca a los Ángeles, produce un nuevo y profundo gozo accidental en los Ángeles y en los Santos que gozan profundamente de amor.

Esa luz también toca a la Trinidad, al Corazón de Mi Hijo Jesús. Dando a la Trinidad gran alegría. Dando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo gran contentamiento, gran júbilo y satisfacción.

Esa luz también toca Mi Corazón Inmaculado, produciendo en Mí gran alegría, consuelo y júbilo en el alma.

Recen Mi Rosario Mis hijos, pues con ello, ustedes conseguirán todas las gracias.

Y conviértanse mientras aún es tiempo, porque el Gran Castigo se aproxima y Mis hijos continúan ciegos procurando sin cesar solamente aquello que destruye su alma, que destruye la belleza de su alma, que destruye la gracia santificante en sus almas y los lleva a la perdición.

Dedíquense a Dios, dediquen el tiempo y la vida de ustedes a Dios, para junto Conmigo alcanzar la Misericordia del Señor, elevando a Él todos los días una gran, intensa fuerza de oración, reparación y amor.

Aquí donde Mi Corazón Inmaculado reveló Mi bondad, Mi Amor, Mi Misericordia, Mi ternura materna como nunca, deseo hacer siempre más maravillas de amor en la vida de Mis hijos.

Pero quiero el ‘Sí’ de todos ustedes, ‘Sí’ sin la cual no puedo actuar en la vida de ustedes, pues respeto la decisión y la libertad de ustedes de aceptarme o de rechazarme. Denme su ‘Sí’ Mis hijos y entonces, Yo haré maravillas en la vida de ustedes.

Aquí en estas Apariciones donde Soy completamente amada, obedecida, servida y consolada, glorificada y exaltada por Mi hijito Marcos. Quiero cada vez más en la persona, en el trabajo y en la vida de él, reflejar Mi gran y mística luz materna que se tornará tanto más poderosa, tanto más luminosa y refulgente, cuanto mayores fueren las tinieblas de Satanás esparcidas por el mundo.

Sean ustedes también espejos, almas cristalinas, purísimas, completamente obedientes y dóciles a Mí, donde pueda siempre más reflejar Mi mística luz para iluminar todas las cosas.

A todos bendigo con amor: de FÁTIMA… de CARAVAGGIO… y de JACAREÍ.”

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

“Amados hijos Míos, Yo, Jesús, Me alegro por venir hoy con Mi Madre Santísima en el aniversario del primer mensaje que di aquí en el distante 7 de mayo de 1994.

Son 24 años de amor de Mi Sagrado Corazón por todos ustedes Mis hijos. Son 24 años de Misericordia de Mi Sagrado Corazón para con ustedes, para con tantos pecadores que aquí pasaron a lo largo de estos años y todavía aquí vendrán.

Son 24 años en que he perdonado sin cesar a todos ustedes Mis hijos. 24 años de amor en que he extendido Mi mano divina para levantar a todo aquél que quiere salir del lodazal de sus pecados, que quiere levantarse del polvo y de la ceniza del pecado y quiere elevarse hasta Mí.

Son 24 años de bondad sin fin de Mi Divino Corazón para con los justos también, los hijos obedientes y dóciles a Mí y a Mi Madre Santísima, a los cuales en estos 24 años de Mis Mensajes aquí, no cesé de colmar de gracia sobre gracia, de bendición sobre bendición y de galardón sobre galardón por su obediencia a Mí y a Mi Madre.

Son 24 años de un amor profundo de Mi Divino Corazón para con ustedes Mis hijos. Ninguna criatura puede escapar de Mi Amor, ninguna… ninguna. Y ninguna puede escapar de Mi Misericordia.

Sólo no salvaré al pecador que decididamente hasta el último momento Me rechace y rechace Mi Amor. Pero Mi Misericordia es tan grande, que persigue a los pecadores, les persigue Mis hijos incesantemente, incluso cuando Me desprecian.

Doy pruebas de Mi Amor a todos ustedes por las gracias que les concedo, incluso cuando están en pecado, por los sucesos que permito en sus vidas, por las curas que a través de Mi Madre y de Mis Santos Yo les doy.

Les muestro Mi Amor muchas veces haciéndoles sentir añoranza de Mí y también haciéndoles sentir el deseo de la oración. Les muestro Mi Amor, permitiendo de cuando en cuando que sientan Mi dulzura, que sientan Mi ayuda en sus trabajos, negocios y en sus dificultades, en sus problemas.

De esta forma, les muestro lo cuanto les amo. También cuando les permito derrotas, fracasos, enfermedades, problemas y aflicciones, por medio de los dolores procuro hacerles recordar de Mí, procuro atraerlos para Mí y hacerles volver a Mí.

De todos los modos les persigo. Les persigo enviando a Mis profetas a ustedes, los videntes de Mi Madre, Mi hijo Marcos, para llamarles siempre de vuelta a Mi Corazón, al Corazón de Mi Madre. Les mando estos profetas para recordarles Mi Amor, para recordarles cuanto Nosotros les amamos apareciendo aquí y dándoles estos Mensajes de amor a lo largo de todos estos años.

Les llamo de vuelta a Mi Corazón a través de Mi profeta Marcos, que les muestra el horror de sus pecados y al mismo tiempo la belleza de Mi Madre, la belleza de Mi Amor, intentando por todos los modos atraerles para Mí.

Sí, en la persona de Mi hijo Marcos, en los vídeos de los Mensajes de Mi Madre que él hizo para ustedes, en los Rosarios Meditados bellísimos, en las Coronillas de la Misericordia y todo más, habla a través de él la voz de Mi Amor Mis hijos.

¡Ah! No me canso de perseguirles con Mi Amor. Déjense tocar por Mi Amor. Déjense atraer por Mi Amor. Déjense vencer por Mi Amor.

Si ustedes hicieren eso Mis hijos, Mi Gracia transformadora hoy mismo entrará en su vida y les transformará en rosas místicas de amor, en llamas ardientes de amor, a través de los cuales incendiaré el mundo entero con la Llama de Amor de Mi Espíritu Santo y transformar el mundo en Mi Reino de Amor.

Recen la Coronilla de la Misericordia Meditada todos los días, pues, a través de ella, siempre más les transformaré en Mis Llamas Ardientes de Amor.

Conviértanse sin demora, porque Yo estoy regresando a ustedes y en breve, súbitamente como un ladrón, o como un rayo que cae de repente, como un trueno que truena de repente, Yo estaré en medio de ustedes.

Así como el viento sopla súbitamente y no saben de dónde vino, así también Yo volveré a ustedes. Felices aquellos que el Hijo de Hombre encuentre vigilando y viviendo en el amor.

A todos Yo bendigo con amor ahora: de DOZULÉ… de NAZARET… y de JACAREÍ.”

MENSAJE PRIVADO PARA CARLOS TADEO

“Amadísimo hijito Carlos Tadeo, hoy es el día del mes en que te doy un mensaje especial, helo aquí:

Hijito Mío, Mamá te ama mucho. Mamá está orgullosa de los cenáculos que has hecho. No pares, porque a cada cenáculo estás quitando muchas espinas que el mundo clava en Mi Corazón todos los días.

Mamá está más cerca de ti que nunca. Cuando sufres, cuando rezas, cuando la cruz pesa en tus hombros. Así como Yo estuve al lado de Mi Hijo Jesús en el camino del calvario y Yo no lo dejé, Yo nunca te dejaré.

No puedo llevar la cruz en tu lugar, como no pude llevar la cruz de Mi Hijo. No es Voluntad del Padre. Pero cargaré contigo como cargué con Él, como lo acompañé. Así también nunca te dejaré y estaré siempre a tu lado.

Mi hijo, quédate sabiendo que, cuando Yo y José estábamos en Egipto con Mi Hijo Jesús, un día Mi Hijo desmayó, cayó, y los niños que estaban con Él vinieron a llamarme apresuradamente para acudirlo.

Cuando allá llegué, encontré a Mi Hijo Jesús caído en un pozo de sangre. Los niños pensaron que Él había caído y se había golpeado, pero al mirarlo bien, vi que todo Su cuerpito estaba repleto de llagas profundísimas, sobre todo, en las manos, en los pies, en el costado y en la cabeza.

Por un momento tuve la visión de la Santísima Trinidad, de lo que sucedería a Mi Hijo Jesús en Su dolorosísima pasión, sobre todo, al mirar Su lado, vi que estaba abierto y sangraba abundantemente.

Tuve entonces la visión del momento en que el soldado traspasaría el lado de Mi Hijo Jesús en la cruz. En aquel momento, el dolor que Yo sentí fue tan fuerte en Mi cuerpo y en Mi alma que, si Mi Hijo Jesús no Me socorriese y sustentase con Su Divina Gracia, Yo habría muerto.

En aquel momento, conocí ser la Voluntad del Altísimo que Yo ofreciese aquel gran dolor por ti, Mi hijo amado y predilecto. Ofrecí con todo Mi Amor y la Santísima Trinidad acogió Mi ofrecimiento, agradecida y alegre.

Y entonces, los méritos de aquel Mi acto de amor y generosidad, de sacrificio y de abnegación, produjeron grandes méritos que delante de la Trinidad, se transformaron en gracias superabundantes para ti, para tu alma, para tu santificación.

Todo esto Yo te revelo, para que sepas lo cuanto Yo te amo y lo cuanto a lo largo de toda Mi vida sufrí y ofrecí Mis dolores por amor, por ti.

Yo que así te amé tanto ¿Podré abandonarte y podré alguna vez faltarte? Ah no Mi hijo, nunca. Por eso, confíe siempre más en Mi Amor Materno.

Reza el Rosario y todas las oraciones que te pedí, porque a través de ellas, siempre más estoy transformándote en una rosa mística de amor que juntamente con el hijo que te di, serás el encanto de la Santísima Trinidad.

Ama siempre más al hijo que te di, porque, así como por los méritos de Mi hijo Gerardo, la madre de él y sus hermanas fueron salvas y también el alma del padre de él, así también por los méritos del ‘Sí’ de la vida de amor, de dedicación y de servicio de Mi hijo Marcos, del hijo que Yo te di, serás siempre y cada vez más colmado de grandes gracias del Señor y de Mi Amor.

A todos Yo bendigo con amor ahora y especialmente a ti Mi hijito amado: de MONTICHIARI… de CARAVAGGIO… y de JACAREÍ.”

Después de tocar y bendecir los Sacramentales:

(María Santísima): “Conforme ya dije: ‘Adonde quiera que unos de estos rosarios lleguen, allá estaré viva, llevando las grandes gracias del Señor y de Mi Amor.’

A todos nuevamente bendigo y dejo Mi paz.”

MENSAJE DE SAN JOSÉ 

“Mis hijos, hoy Yo, José, doy la Indulgencia a todos los que usan Mi Medalla con amor.

Divulguen más Mi Medalla.

La paz.”