(María
Santísima): “¡Por siempre sean alabados Jesús, María y José!”
(Vidente
Marcos): “Para siempre sean alabados… Sí… Estoy muy feliz. Sí, muy, muy feliz…Después
de aquella señal de ayer, Yo dormí como un ángel, yo dormí leve como una pluma.
Sí… Yo te agradezco Señora, no soy digno de estas señales confirmatorias, no
soy digno, pero agradezco de todo mi corazón. Sí… Agradezco, y mientras viva yo
te amaré Señora, yo haré todo lo que tú quieras Señora por toda mi vida… Sí… Sí…
Sí, haré, sí… Sí, haré. Sí, haré… Tú Señora fuiste siempre mi único amor y
siempre serás. Siempre fuiste la razón de mi vida y mi ‘todo’. Siempre haré
todo lo que tú Señora quieras, por toda mi vida… Sí. Sí… Sí… Haré. Sí… Sí.”
(Diálogo
entre el Vidente y la Madre de Dios)
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy
cuando ya están celebrando aquí el aniversario de Mi Aparición en La Salette a
Mis hijitos Maximino y Melania, Yo vengo una vez más del Cielo para decir: ‘Soy
la Reconciliadora de los pecadores y vine a La Salette para llamar a todos los
pecadores de vuelta a reconciliarse con el Padre Eterno, con Mi Hijo Jesús, con
el Espíritu Santo por una perfecta, profunda y sincera conversión.’
Soy la Reconciliadora de
los pecadores y vine a La Salette para dar Mi doloroso mensaje y avisar a Mis
hijos que, con sus pecados, estaban ellos mismos provocando y generando los
castigos de la Ira de Dios y, por lo tanto, deberían arrepentirse, convertirse,
rezar y ser buenos, para que entonces, pudiesen ser dignos de gracias y de
favores del Señor.
Sí, los seres humanos por
sus pecados se tornan indignos de las gracias y culpados de castigos, pero
cuando se convierten, se tornan muy dignos de gracias y hasta de milagros. Fue
eso lo que Yo quise decir a Mis Pastorcillos, diciendo que, si todos se
convirtiesen, habría montones de trigo y de papa y de uvas, y todos tendrían
vida, alegría, alimento y salud en abundancia.
Si todos Mis hijos
rezasen Mi Rosario, si hiciesen Mis cenáculos y los grupos de oración que Yo
pedí por todas partes, si cambiasen de vida, cuántas bendiciones Dios no
derramaría sobre la tierra.
Sí, sí Mis hijos, si
hubiese también almas, almas víctimas, más almas víctimas llenas de amor. que
dedicasen sus vidas a Dios, a Mí, a la oración en la vida consagrada, cuántos
castigos no serían evitados, cuánta bendición no sería derramada por el Señor
sobre los cultivos, sobre las plantaciones, sobre las ciudades, sobre los
trabajos de todos y cuanta paz no habría en la tierra.
Sí, porque ya en el
tiempo de La Salette las almas consagradas no rezaban más, sólo procuraban los
placeres del mundo, las diversiones, el dinero; las bendiciones de Dios pararon
de caer sobre los cultivos de Francia y vino la peste, el hambre, la pérdida de
los cultivos y plantaciones. Porque esas bendiciones sólo bajan del Cielo
a la tierra por causa de las oraciones, especialmente de las almas consagradas.
¿Tanto es así que ustedes
no ven la gran abundancia que el Brasil tiene en sus plantaciones, en sus
cultivos, en sus rebaños? Y todo eso es gracia al ‘Sí’ de Mi hijo Marcos y a la
vida totalmente dedicada de él a la oración, al trabajo para Mí y a la producción
de las películas de Mis Apariciones, de Mis Rosarios, de las Coronillas de la
Misericordia, de las Horas Santas, Trecenas y Setenas.
Sí, es gracias a eso que
los cultivos, que las plantaciones, que los rebaños del país de ustedes
prosperan tanto en los últimos años. Y si faltase Mi hijo Marcos aquí,
atrayendo con su vida totalmente dedicada a Mí y al Señor esas bendiciones, ustedes
ya estarían pasando hambre con una gran carestía hace mucho tiempo.
Dios recompensa y bendice
así las tierras y naciones donde hay almas dedicadas a Su servicio en la vida
religiosa. Y cuando un alma se rehúsa a dar su vida
al Señor, atrae para la tierra muchos castigos: huracanes, terremotos, sequías,
hambrunas y carestías, porque paga con ingratitud el inmenso amor de Dios que
escogió a esa persona, al alma, para ser toda Suya y para vivir ya en esta tierra
la vida angélica, el camino más corto, más cierto y más directo para el Cielo,
aquello que da más méritos al alma para poseer el paraíso, porque todo lo que
ella hace es por el voto de obediencia a Dios.
Entonces, por causa de
los méritos de esa alma, Dios bendice la tierra y cuando un alma se rehúsa a
dar su ‘Sí’ a Dios, que la escogió con tan gran amor de preferencia, de predilección,
Su Justicia derrama, envía muchos castigos sobre la tierra entera.
El amor atrae amor y la
ingratitud atrae la Justicia.
Por eso Mis hijos,
respondan ‘Sí’ siempre a Dios, a todo lo que Él les pida a ejemplo de Mis
Pastorcillos de La Salette, a ejemplo de Mi hija Santa Paulina del Corazón
Agonizante de Jesús, pues así, Dios lanzará Su bendición sobre la tierra por
causa del ‘Sí’ y del amor de ustedes, de sus vidas dedicadas a Él, y entonces
habrá abundancia, vida en abundancia, felicidad, abundancia y paz.
Soy la Reconciliadora de
los pecadores y vengo a Jacareí para repetir Mi Mensaje de La Salette y para
terminar aquello que comencé en La Salette. Para tanto, deseo que todos
atiendan Mis Mensajes, recen Mi Rosario todos los días, hagan penitencias,
hagan obras de amor.
Hablen menos, recen más.
Hablen menos, renuncien más a su voluntad y a las cosas mundanas. Hablen menos
y den más obras de amor a Dios todos los días, obras hechas con amor ágape,
sobrenatural, para que entonces, Mi Hijo Jesús derrame Su Misericordia sobre el
mundo y cancele los castigos que esta humanidad ingrata ya provoca y ya atrae de
Su Justicia herida por tantos pecados.
Soy la Reconciliadora de
los pecadores y vengo aquí para decir a todos ustedes Mis hijos: ‘Vivan en el
amor, pues, viviendo en el amor, en el amor sobrenatural, Dios vivirá en
ustedes.’
La señal del rayo de luz
que ayer di sobre Mi hijo Marcos Tadeo en Mi fuente milagrosa, quiere decir eso
también a ustedes, quiere decir que: ‘Si ustedes vivieren en el amor, en el
amor ágape, en el amor sobrenatural como él, ustedes también recibirán la luz
de Dios; Dios vivirá en sus almas y ustedes irradiarán Dios para todos aquellos
que se aproximaren de ustedes. Y Dios entonces tocará los corazones duros, los
corazones sentirán el amor de Dios, desearán vivir también con Dios y ser uno
solo con Dios en el amor, por la vida unitiva del amor.’
Es así que Yo siempre
hago a través de Mi hijito Marcos y es así también que Yo haré a todos ustedes.
Den el ‘Sí’ de ustedes a Dios, vivan el amor ágape, sobrenatural, con todos sus
corazones, con toda la fuerza, y entonces Dios vivirá en ustedes, ustedes
vivirán en Dios, y entonces, la luz de Dios a través de ustedes, podrá ser
vista y notada por todos, como por Mi hijito Marcos, a través de la luz mística
de Mi Llama de Amor, del Espíritu Santo, de la propia presencia de la Santísima
Trinidad que Yo di a ustedes a ver en la señal de la procesión del año pasado.
Entonces, esa luz se
irradiará por medio de ustedes para todo el mundo en estos tiempos de gran
oscuridad, iluminando las almas que yacen en las tinieblas y ellas entonces,
verán la gran luz del amor del Señor, Mi gran luz y con vosotros, con ustedes, desearán
también vivir en la luz y ser hijos de la luz.
Yo Soy la Reconciliadora
de los pecadores y vine aquí para decir a todos ustedes: ‘Que Dios los ama profundamente,
que Yo les amo de todo Mi Corazón y no quiero la perdición de ustedes, no
queremos la condenación eterna de ustedes. Por eso, una vez más digo:
Santifiquen el día del Señor, dediquen el domingo al Señor y a la oración, dediquen
el sábado a la tarde para Mí en la oración, en la meditación. En la cuaresma
hagan penitencia, en los viernes del año hagan penitencia en honra de los
sufrimientos de Jesús y en los sábados en honra de Mis sufrimientos. Recen el
Rosario todos los días, no blasfemen, no se plagueen, también procuren ser
buenos, respeten a Dios, respeten los derechos de Dios practicando la virtud de
la religión y de la justicia. Procuren ser buenos con el prójimo y Dios también
será bondadoso y misericordioso con ustedes.’
Si ustedes rezaren y
cambiaren de vida, todas las sentencias del Apocalipsis también serán cambiadas
en bendiciones y en gracias para todos ustedes.
Aquí en Jacareí donde Yo
aparecí terrible como ejército en orden de batalla contra Mi enemigo, brillante
como el sol, bella como la luna, amorosa como una madre cariñosa y extremosa
con sus hijos, una vez más digo: ‘Aquí soy consolada verdaderamente, primeramente
por Mi hijito Marcos que, con sus películas de La Salette quitó millares y
millares de espinas de Mi Inmaculado Corazón, y quitó de Mi Corazón una enorme
espada de dolor que estaba clavada en él hace 160 años y no había quién quisiese
quitarla, y este Mi hijo quitó, dando a Mi Corazón gran alivio, consolación y
alegría.’
En él y en todos que aquí
viven con él, dan sus vidas a Mí con él, se dedican a Mí con él, también soy
consolada, amada y glorificada. Y en todos Mis hijos que ven estas películas,
que los divulgan juntamente con Mi hijito Marcos, también encuentro toda la
consolación y toda la alegría de Mi Inmaculado Corazón.
Mientras ustedes veían la
película de La Salette, aquí fueron quitadas 798 espadas de dolor de Mi Corazón
y 24. 568 espinas, que el mundo clavó en Mi Corazón solamente esta semana.
Gracias hijitos por tanto
amor, por tanto consuelo que Me dan. Agradezco y digo: ‘Continúen viendo estas
películas para consolarme, divulgándolos para quitar espadas de dolor de Mi
Corazón y para secar las lágrimas que el mundo continúa arrancando de Mis ojos
impiedosamente, cruelmente todos los días, hora a hora, y trabajen para salvar
a Mis hijos y traerlos a Mí, pues, a cada hora que pasa, pierdo más un hijo que
se va en el pecado.’
Salven a Mis hijos dando
a ellos estas películas, Yo ya pedí aquí este mes y pido de nuevo: ‘Den 10
películas de Mi Aparición en La Salette, 10 del número 1, 10 del número 2, 10
del número 3, para todos Mis hijos conocieren Mi Aparición, se conviertan,
cambien de vida y consuelen Mi Corazón.’
Den también 10 Horas de la Paz número 74, número 75 y ahora también deseo que den el número 92 para Mis
hijos, y también la Coronilla de la Misericordia número 40. Deben dar 10 de
cada uno de ellos para Mis hijos, para que ellos regresen luego para el Señor
del amor, de la salvación y de la paz.
A todos Yo bendigo con
amor, especialmente a ti Marcos, el más ardiente apóstol de Mi Aparición de La Salette, Mi hijo obedientísimo, dedicadísimo, con el cual siempre pude contar y
en quien siempre encontré la respuesta a todos Mis pedidos sobre La Salette.
También te bendigo Mi
amadísimo hijo Carlos Tadeo, el cual amo y al cual torné también apóstol de Mis
lágrimas y de Mi Mensaje de La Salette, uniéndote a Mi hijo más obediente y
dedicado, el hijo de Mis profecías de La Salette. Sí, a ti mi amadísimo hijo,
que torné padre del hijo de las profecías de La Salette y que Yo tanto amo y
guardo con celo en el recinto seguro de Mi Inmaculado Corazón y a todos Mis
hijos, bendigo ahora: de LA SALETTE… de PELLEVOISIN… y de JACAREÍ.”
MENSAJE
DE SAN ZENÓN DE VERONA
“Amados hermanos Míos,
Yo, Zenón, siervo del Señor y de la Madre de Dios, Me alegro por venir hoy con
Ella en el día de Su fiesta.
Amo a todos ustedes.
Rezo, intercedo, protejo y guardo a todos ustedes con amor ya hace mucho
tiempo.
Hace mucho tiempo la
Madre de Dios Me pidió que fuese también el protector de ustedes, de este
Santuario, de Nuestro amadísimo Marcos y ahora más recientemente de Nuestro
amadísimo Carlos Tadeo, padre de Nuestro benjamín predilecto.
¡Cómo yo amo a todos
ustedes! ¡Cómo les quiero bien! Todos los días derramo muchas gracias del Cielo
sobre todos y nunca desamparo a nadie.
Y hoy digo a todos con
amor: ‘Recen el Rosario con amor para secar las lágrimas de la Madre de Dios.
Récenlo con el corazón, récenlo meditando profundamente, récenlo con
perseverancia, récenlo teniendo siempre la conciencia de que la Madre de Dios
les mira durante la oración. Recen con el alma verdaderamente sumergida en la
presencia de Dios y de Ella en la oración.
Recen el Rosario con
amor. Todos esforzándose, esforzándose para meditar y pensar en los misterios
de la vida de Jesús y María, quitar las lecciones y los ejemplos de las
virtudes que Ellos practicaron y, sobre todo, procurando alabar a la Madre de
Dios y el fruto bendito de Su vientre, con una pureza semejante al del Ángel
Gabriel, con amor de los Santos y con la reverencia y amor de la propia
Santísima Trinidad para con Ella.
Recen el Rosario con amor
todos los días, porque esta oración ya salvó a millones y ya arrancó a millones
de las garras del dragón infernal, almas que él tenía por cierto que no le
escaparían y que ya estaban condenadas.
En verdad no se puede
contar el número de aquellos que fueron salvos por el poder del Santísimo
Rosario. Récenlo con amor y sus almas también serán salvas.
Enseñen a los pecadores a
amar y a rezar el Santo Rosario. No pierdan el tiempo de ustedes dándoles
lecciones, pero enséñenlos a rezar primero con amor el Santo Rosario y a sentir
la gracia del Santo Rosario y el amor de la Madre de Dios por ellos.
Entonces, ellos desearán
la conversión por sí mismos y ustedes no precisarán obligarlos a nada,
forzarlos a nada. Fue así que Santo Domingo hizo y convirtió a millares de
herejes tan empedernidos y tan duros de corazón cuanto las rocas. Y es así
también que ustedes conseguirán la victoria y el éxito en la conversión de los
pecadores.
Sean los lienzos místicos
de amor que secan las lágrimas de la Madre de Dios, con una vida llena de oración,
de sacrificio y penitencia, viviendo el amor ágape en los corazones de ustedes con
todas sus fuerzas.
Cuanto más ustedes
vivieren este amor y dilataren sus corazones para esta Llama de Amor, más
poderosamente ella actuará en ustedes y potencializará sus oraciones,
produciendo muchas y retumbantes conversiones, por quién quiera que recen y
adonde quiera que ustedes fueren. Y entonces, verdaderamente, la Madre de Dios
repetirá nuevamente en la tierra los mismos prodigios que hizo cuando aquí
vivió Santo Domingo, aquella alma abrasadísima de la Llama de Amor de Ella que,
adonde pasaba, producía retumbantes conversiones.
"Santo Domingo de Guzmán"
Si ustedes desearen esta
Llama de Amor, dilataren sus corazones para ella y aumentaren esta Llama de
Amor como Nuestro amadísimo Marcos siempre hizo, trabajando mucho para la Madre
de Dios, donándose a Ella sin descanso, rezando mucho, sufriendo por Ella con
amor, emulándose siempre más para amarla más con amor, si ustedes también
aumentaren esta llama con el esfuerzo de ustedes, Ella hará a través de ustedes
gracias, prodigios, cosas retumbantes, que convertirán a los pecadores y ellos
nunca más serán los mismos. Entonces, el reino infernal será derribado y el
Corazón de Ella finalmente triunfará.
Yo, Zenón, estaré al lado
de todos ustedes para ayudarlos con Mi Amor y Mi oración.
Den 10 Escapularios Rojos
de Pellevoisin para 10 personas y 10 Escapularios Grises de la Paz para 10
personas, para que así, la conversión de ellas sea acelerada y apresurada. Si
las personas no aceptaren los Escapularios, coloquen sin que ellas tomen conocimiento
esos Escapularios en las casas de ellas o en las cosas de ellas, para que la
Madre de Dios a través de esos Sacramentales, derrame Su Llama de Amor en esas
almas duras como mármol y las haga transformarse poco a poco en llamas
ardientes de amor.
Yo, Zenón, fui una Llama
incesante de amor en la tierra y es Mi misión transformar otras almas en estas
Llamas de Amor. Pídanme la Llama de Amor y Yo les daré. Y aumenten esta Llama
con el esfuerzo, trabajo y oraciones de ustedes, y Yo les daré siempre en
abundancia, siempre más esta llama.
A todos Yo bendigo con
amor y especialmente a ti Mi amadísimo Marcos. No Me conocías hasta hoy, pero
sepas, siempre te amé, siempre te protegí y defendí, y ahora que tú Me conoces,
réceme y todo lo que Me pidas, Yo te daré.
A ti y a tu padre
espiritual que tú amas más que la propia vida, más que todo, Yo te bendigo
ahora con amor y sobre todos derramo ahora la paz.”
(Vidente Marcos): “Querida
Madrecita del Cielo ¿Tú Señora y San Zenón pueden tener la bondad de tocar y
bendecir estos rosarios que hicimos para la protección de tus hijos? Sí…”
(María Santísima): “Conforme
ya dije: ‘Adonde quiera que unos de estos rosarios tocados por Mí y por Mi
siervo Zenón lleguen, allí Nosotros estaremos vivos, llevando grandes gracias y
bendiciones del Señor.’
A todos ahora bendecimos
con amor y especialmente damos una bendición para ti, amadísimo hijo Cléber.
Zenón es tu Santo Protector. A ti él hoy da una bendición especial y Yo te
bendigo. Confíate a él, entrégate a él con confianza y grandes bendiciones
recibirás.
A todos dejo Mi paz.
Buenas noches. Queden en la paz del Señor.”