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Loublande (Francia 1916 - 1972)

LAS APARICIONES DE LOUBLANDE
“Corazón Aplastado de Jesús”


(Francia 1916 - 1972)


Verdaderamente, uno de los países más favorecido por el Cielo con Apariciones, Revelaciones, Mensajes, Místicos y  Santos, es sin lugar a dudas la “Bella Francia”. A lo largo de los Siglos Jesús y María nunca se cansaron de ayudar a la pobre humanidad decadente, y para eso aumentan sus extraordinarias manifestaciones para intentar salvar  lo que aún puede ser salvo. Para eso Nuestro Señor Jesucristo escogió otra alma privilegiada en Francia, para ser su Apóstol de Su Sagrado Corazón, para profundizar cada vez más dicha devoción en la Iglesia y en el mundo, a fin de evitar varios castigos merecidos por la desobediencia a los Mandamientos de Dios y Su Evangelio.

Jesús ha hecho importantes revelaciones y pedidos a través de la hermana Claire Ferchaud, sin embargo todo esto a quedado casi en el olvido e ignorado por la Iglesia y el Gobierno de Francia.

Sin embargo a través del vidente Marcos Tadeo, en Jacareí, Nuestra Madre Santísima y Nuestro Señor Jesucristo volvieron a pedir que se den a conocer estas revelaciones lo más rápido posible. Es a causa de que no atendieron a sus pedidos hechos en Loublande como también en otras Apariciones hechas en esa tierra bendita, es que Francia sufre bastante, la Apostasía en la Iglesia, los atentados terroristas y tantos otros errores y males que se difunden cada vez más por desobediencia a los Llamados del Cielo en tierra francesa.

Veamos entonces, las veces en  que Jesús, María y otras voces celestes dieron importantes Mensajes sobre Francia y mencionando a su vidente Claire Ferchaud:

“Las Naciones no quieren volverse a Mí, si ellas no lo hicieren, serán regidas por un ‘cetro de hierro’, que no será el Mío,  un ‘cetro’ que les herirá, que les diezmará, y les dejará lanzados al suelo, pero si volvieren a Mí, ustedes, todas las Naciones, Mi Corazón tendrá piedad, piedad de ustedes.
Que el Brasil sea el primero a regresar a Mi Corazón. Quiero transformar esta ‘tierra’ en ‘tierra Eucarística’, ‘tierra’ de Mi Sagrado Corazón,  y del Corazón de Mi Madre.
Digan a Francia, que Mi Corazón está ‘Aplastado’, porque ella no atendió a Mis solicitudes, en Mis Apariciones a Mis hijas Margarita María, Josefa Menéndez y Claire Ferchaud. Que Francia retorne a Mi Corazón. Y Yo la bendeciré, y haré de ella, una Nación de Santos.
¡Oh almas! ¡Vengan! No demoren más, he aquí el Corazón que tanto les ama, que tanto les desea, pero sólo recibe ultrajes, ingratitudes y ofensas..” [Jesucristo, 07/09/2000]

“¡Oh Mis hijos, recen por Francia, les pedí eso en muchos Mensajes pasados, pero ustedes no Me han tomado enserio, recen por ella, porque Yo tengo designios de Amor sobre ella y quiero salvarla”. [Jesucristo, 07/01/2001]

“Marcos, di a Francia, Inglaterra y España, que ellas sufrirán mucho por no haber escuchado y dado a conocer al Mundo, en la proporción esperada por el Cielo, las Lágrimas de la Santísima Virgen lloradas en La Salette, Lourdes, París, Garabandal y El Escorial. El mundo debe enjugar las Lágrimas de la Santísima Virgen, dando a conocer a todas las almas sin distinción Sus Maternos y Dolorosos Pedidos”. [Santa Bárbara, 21/01/2001]

Francia es extremadamente amada por Dios y por la Santísima Virgen. Ella resplandecerá sobre Francia con gran fulgor. Y cuando Su Luz resplandezca toda Francia será atraída y volverá hacia Su Corazón Materno y el Señor Dios será verdaderamente glorificado por todos los corazones y todas las almas de aquella nación. Aquella nación predilecta y tan amada por Dios y por la Virgen Santísima, dará gloria de tal modo al Señor, que todos los pueblos y naciones de la Tierra entonarán el himno de la alegría y de glorificación a Dios por todo lo que Él realizó y todavía realizará en Francia, su hija predilecta.” [San Gabriel Arcángel, 30/05/2010]

¡Francia, Francia, pobre Francia! Un gran dolor pasará por ti y Mis hijos llorarán amargamente por las calles, porque no escucharon el llamado que Yo di en La Salette, en Lourdes, Pellevoisin, Pontmain y en tantos lugares. No escucharon el alerta que les di hace tantos siglos, y por eso, los hombres llorarán con la angustia de alguien que fue condenado a muerte. Recen por ellos, recen por la conversión de Mis hijos de aquella nación que tanto amo.” [María Santísima, 22/06/2014]


BIOGRAFÍA DE LA VIDENTE CLAIRE FERCHAUD

(Sor Clara de Jesús Crucificado)

 

Claire Ferchaud nació el 5 de Mayo de 1896 y fue bautizada en ese mismo día, vivió sus primeros 20 años de vida siempre en un modesta quinta (granja) cerca de Loublande, en la provincia de Vendée, donde se avista la cúpula de la Basílica de Saint-Laurente-Sèvre, donde reposan los restos mortales de San Luis María Grignion de Monfort.

Además de la educación cristiana recibida de su familia, en aquel bendecido recinto de Vandée, Claire fue, desde la cuna, educada por el propio Niño Jesús, que iba “creciendo” a medida que ella también crecía, y que la iba preparando para su misión. Misión de expiación, misión político-religiosa, Misión religiosa en pro de la institución de la Misa Perpetua en Loublande. Claire estudió en una escuela del Sagrado Corazón de Jesús.


Claire con su inocencia de niña, pensaba que también los otros niños veían al Niño Jesús. También tuvo Visiones y Apariciones de Santa Juana de Arco.

Claire Ferchaud, al consagrarse como hermana religiosa tomó el nombre de “Clara de Jesús Crucificado”. En 1916, durante la Primera Guerra Mundial, vivió en el convento de la 'Rinfilieres' en Loublande, Francia. En ese momento, ella afirmó que había sido dado una visión de Cristo mismo, una visión de Jesús mostrando su corazón "Aplastado por los pecados de la humanidad" y atravesado por una herida más profunda todavía, el ateísmo. Ella mencionó todo esto al Pastor de aquella ciudad, el Abad Audebert.
Entre 1916 y 1917, Claire debió ir por mandato de Jesús a París, junto al Presidente Raymond Poincaré para comentarle el deseo de Jesús, que su Sagrado Corazón debía estar como escudo en la Bandera de Francia y que el Gobierno de Francia debía renunciar a sus políticas anticlericales, es decir a la Masonería que ya reinaba en las entidades gubernamentales francesas.

El Presidente quedó conmovido ante tal pedido, pues un tiempo antes de la visita de Claire, el Mandatario pidió ayuda al Señor de rodillas en secreto en su oficina sin que nadie supiera de eso.
Sorprendido por la visita de la humilde Claire y el pedido del Sagrado Corazón de Jesús, el Sr. Raymond Poincaré promete hablar sobre este pedido al Parlamento del Gobierno de Francia. Esta promesa quedó en la nada. Promesa que nunca se cumplió.


Claire no consiguió ver satisfechos los Deseos del Sagrado Corazón de Jesús, ni en cuanto a la Misa Perpetua, ni en lo que dijo respecto a su misión junto del Presidente de la República, para la Colocación del Corazón de Jesús en la bandera nacional, cual nuevo “Labarum”; Claire llegó incluso a ser “perseguida” por los oficiales y generales del Ejército Francés (se estaba en plena Primera Guerra Mundial). Francia fue invadida por el ejército alemán.

Ésta nueva Juana de Arco de los tiempos modernos, de 20 años de edad, que siempre había vivido en una modesta quinta, con nada se intimidaba para obtener el cumplimiento de los Pedidos de Jesús.

No obstante, esta vez nuevamente Francia, por intermedio de sus representantes, dijo “No” al Señor Jesús. Apenas algunos oficiales consagraban sus unidades al Corazón de Jesús, y millares de soldados usaban pequeños estandartes del Sagrado Corazón, que, sin embargo, se veían obligados a traer escondidos, debido a la persecución gubernamental.

No hay dudas, pues, que, frente a tal dureza de corazón de la “Hija más vieja de la Iglesia”, desde Luís XIV hasta el Siglo XX, Nuestro Señor se haya Mostrado a Claire innumerables veces con la Frente, las Manos, los Pies, cubiertos de Llagas, donde corrían ríos de Sangre, pero sobre todo el “Corazón” Aplastado por los pecados de los hombres. Y Jesús dijo: “Esta Llaga, esta profunda Llaga, fue Francia que me la hecho”.

En su entrevista con el Presidente Poincaré, Claire le mostró esta Imagen, y su sentido, habiéndole llegado incluso a declarar:
“Esta Llaga sólo se cerrará cuando Usted cumpla el Pedido del Sagrado Corazón”. Y, recordándole la visión de Constantino, le explicó también que el Sagrado Corazón de Jesús es el nuevo “Labarum”, la nueva bandera.

Tiempo después, Nuestro Señor Jesús solicitó a su sierva Claire Ferchaud, que formara un grupo de mujeres para expiar y reparar de forma voluntaria aquel rechazo de Su Sagrado Corazón en la Bandera de Francia. Desde entonces se formó dicha comunidad de hermanas que dedicaron su vida al Sagrado Corazón de Jesús, y con sus vidas ofrecieron sus oraciones y reparaciones por la Iglesia y por su Patria Francia.


La comunidad donde se retiró a Claire Ferchaud Loublande; la capilla fue bendecida por el Monseñor Humbrecht, Obispo de Poitiers, el 12 de Junio de 1.918.


¿En qué consistió el deseo de Nuestro Señor Jesucristo?



Claire Ferchaud creía firmemente que había sido designada para llevar a cabo una misión de Cristo, es decir, ponerse en contacto con el presidente de Francia, Raymond Poincaré, rogarle para convertirse al camino correcto de la vida cristiana, es decir, al catolicismo, para dar un buen ejemplo al rechazar la Masonería que ya estaba infiltrada en los Gobiernos de Europa en aquellos años, a mostrar la imagen del Sagrado corazón en la bandera de Francia y la del Ejército Francés y permitir la realización de este emblema en los uniformes de los soldados. De todo esto, según ella, dependería la victoria sobre sus enemigos.

Claire Ferchaud expresa todo esto en una carta que fue entregada al Presidente de la República el 16 de Enero de 1917, según lo reconocido por su secretario, el Sr. Sainsère.

Como resultado de la intervención insistente de Armand Charles de Baudry d’Asson, miembro del Parlamento un realista para el asiento de la Vendée, que fue recibido formalmente el 21 de Marzo en el Palacio del Elíseo, donde ella fue a entregar el Mensaje de Jesús. Ella declaró que: “El Sagrado Corazón es el patrón oficial de Francia. Francia debe reconocer a Dios como su Maestro.”

‘Francia debería demostrar que la religión ya no está siendo perseguida por acordar pintar el Sagrado Corazón en su bandera.’

El Presidente explicó que él solo no podría cambiar las leyes anticlericales de Francia, y que no se le permitió cambiar nada en la bandera nacional. El Presidente prometió referir todo eso a la Cámara de Diputados de la III República, pero nada más se hizo. Por lo tanto, Claire Ferchaud le escribió una segunda carta el 1 de Mayo de 1917, que también quedó sin ningún efecto.


El esfuerzo de Claire Ferchaud

El 7 de Mayo de 1917, Sor Clara de Jesús Crucificado (Claire Ferchaud) entonces envió una carta de advertencia a 14 generales del Ejército Francés, pidiendo 'La imagen del Sagrado Corazón, signo de esperanza y de salvación', para ser diseñados en los colores nacionales. Quince copias de esta carta fueron escritas y enviadas a los siguientes generales:
·  Hubert Lyautey, Ministro de la Guerra en el anterior Gobierno de Aristide Briand;
·  Philippe Petain, el General y Jefe de todos los Ejércitos;
·  Joseph Alfred Micheler, Comandante del 1º Ejército;
·  Adolphe Guillaumat, Comandante del 2º Ejército;
·  Georges Louis Humbert, Comandante del 3º Ejército;
·  Henri Joseph Eugene Gouraud, Comandante del 4º Ejército;
·  Francois Fenelon Germain Passaga, Comandante del 5º Ejército;
·  Paul Maistre, Comandante del 6º Ejército;
·  Antoine Baucheron de Boissoudy, Comandante del 7º Ejército;
·  Augustin Gerard, Comandante del 8º Ejército;
·  Denis Auguste Duchene, Comandante del 10º Ejército;

Y también a los Generales: Edouard de Castelnau, Robert Georges Nivelle, Marie Emile Fayolle, y Ferdinand Foch.

Se sabe hoy en día, a partir de dos fuentes que dan fe del hecho (el de la curación de Bombón, el Abad Paul Noyer y el de Padre Perroy  de fecha 17 de Noviembre de 1918), que sólo el General Ferdinand Foch ha 'consagrado' las fuerzas armadas de los franceses y sus aliados al Sagrado Corazón el 16 de Julio de 1918, durante una ceremonia privada.

El Sagrado Corazón fue, de hecho, invocado durante ese conflicto por millones de fieles católicos, pero nunca fue colocado en la bandera. De hecho, la Imagen del Sagrado Corazón, fue divulgado ampliamente. Se distribuyeron millones de copias. Se encuentra comúnmente en las trincheras, hasta el punto que una carta circular del Ministro de Guerra, el General Philippe Petain prohibió su divulgación desde el 6 de Agosto de 1917.

Philippe Petain prohibió la divulgación de la Imagen del Corazón de Jesús
desde el 6 de Agosto de 1917.


La negación del Arzobispo de París

Claire Ferchaud se retira a su región natal de Mauges, organizando una comunidad religiosa de "Vírgenes reparadoras" que recibieron, en un primer momento, el apoyo de las autoridades religiosas.

El 12 de Marzo de 1920, sin embargo, un decreto del Santo Oficio desautorizó sus revelaciones y afirmó que la creencia en las visiones de Loublande no pudo ser aprobado. El Arzobispo de París, el Cardenal Leon-Adolphe Amette declaró que lamentablemente no fue capaz de descubrir una inspiración sobrenatural en sus declaraciones.

Así vemos una vez más, el Corazón de Jesús siendo traspasado por enormes y punzantes espinas de dolor y siendo ‘APLASTADO’ por aquellos que deberían hacerlo conocido y amado por todos.

Desagraviemos Su Sacratísimo Corazón divulgando a todos esta Aparición tan olvidada, despreciada y desconocida por todos.
 
Cardenal Leon-Adolphe Amette, negó las revelaciones
del Corazón Aplastado de Jesús
Aconsejamos leer atentamente acerca de los castigos que reciben los que persiguen y niegan las Apariciones y Revelaciones de Jesús y María. (Clique aquí)


¿Cuáles fueron los dos Mensajes del Sagrado Corazón de Jesús?

Presidente de la República de Francia, Sr. Raymond Poincaré (1915-1917)


Después de la muerte de la vidente Sor Clara de Jesús Crucificado (Claire Ferchaud), el 29 de Enero de 1972, la prensa ha reproducido y publicado el texto de la carta que ella por mandato de Jesús ha dirigido el 01 de Enero de 1917 al Presidente de Francia, el Sr. Raymond Poincaré, pero recién fue entregada al Presidente el 16 de Enero de 1917 por su secretario, el Sr. Sainsère. 

Se puede resumir los Mensajes diciendo que Nuestro Señor quería:

1- La conversión del Presidente de Francia, el Sr. Raymond Poincaré.

2- La colocación solemne de Su Sagrado Corazón en la bandera nacional de Francia.

La carta del 01 de Enero de 1917 decía así:




Señor Presidente,

Una humilde muchacha de Poitou ha recibido una misión que estremeció a su naturaleza tímida, pero a fin de que la salvación de nuestro País no puede retroceder ante cualquier sacrificio. Por lo tanto, tengo el honor de dirigirme al Jefe de la Nación Francesa. Es a Usted, Señor Presidente, que Dios me ha enviado. La Palabra de Dios debe recordar algunos asuntos de nuestra santa religión. Dios es expulsado fuera de Nuestra pobre Francia por la Masonería, es perseguido de todos los modos, sin embargo, Dios está celoso de poseer esta tierra que se llama: HIJA MAYOR DE LA IGLESIA.

Señor, por favor, por favor, préstame tu atención a lo que tengo que decir y que no es invención mía. La situación es grave y por tal motivo se debe poner en primer lugar el futuro de Francia. Es de la boca divina del Dios del Cielo que he recibido la orden de enviarle el deseo expreso de Jesús: que la Santísima Virgen le ayudará, que Dios te dará la luz. De ti depende la salvación o muerte de Nuestro País.

Tendrás la salvación de todos, de los que pierdan la vida en esta lucha contra la religión. Usted es el Líder, tienes en tus manos la clave para el Gobierno. Por lo tanto, conviene que sigas por el camino correcto de la civilización cristiana, la fuente de toda moralidad. Debes establecer un buen ejemplo mediante la lucha contra la Masonería.

La Guerra es un castigo del Cielo. Dios no tiene lugar en Francia. Sólo Él es el Señor Soberano de todo lo que existe. Llegará un día donde estallará Su Poder y todos los prejuicios de los eruditos caerán como cenizas de un reguero de pólvora.

Debes adorar al Señor, tu Dios de forma oficial, debes reconocerlo, sin cobardía, sin respeto humano.

En segundo lugar, y este es el objetivo de mi misión, Jesús quiere salvar a Francia y sus aliados, y es a través de Usted, Señor Presidente, que el Cielo quiere actuar, si Usted es obediente a la Voz de Dios.

Hace muchos siglos, el Sagrado Corazón había dicho a Santa Margarita María: “Deseo que Mi Corazón esté pintado en la Bandera Nacional y les daré la victoria sobre todos sus enemigos”. Dios ha dicho nuevamente esto en estos tiempos actuales. Ha llegado el momento en que Su Corazón debe prevalecer contra todo pronóstico. Tuve la gracia de contemplar la hermosa Faz del Sagrado Corazón. Jesús me mostró Su Corazón Aplastado por la infidelidad de los hombres. Una gran herida divide Su Corazón. Y sobre esta herida profunda, Jesús dijo: “Es Francia quien me la ha hecho”. Sin embargo, a pesar de los golpes que martirizan al Corazón de Jesús, el viene hacia Usted, Señor Presidente, a ofrecerse a su Merced.

En varias ocasiones diferentes, incluyendo el 28 de Noviembre de 1916, Jesús en una luz especial, me mostró a Usted, Señor Presidente, por la Gracia de Dios sentí tu alma tan atribulada y escuché tu conciencia. Y Me pareció ver a Dios diciéndote estas palabras: “¡Raymond, Raymond! ¿Porqué Me persigues?” y a esta Voz, Usted se rindió, cayendo de rodillas, pues la Gracia es más fuerte que las pasiones, con tu alma angustiada Usted le ha dicho al Señor: “Señor ¿Qué quieres que haga?”

Muchas veces durante el augusto misterio de la Santa Misa, Jesús con Su Sangre Divina rociaba a tu persona, com un signo de oferta de Su Corazón a su Merced. 

Señor, estas son las palabras sagradas que oí de los labios de Nuestro Señor: “Ve a decirle al Jefe que Gobierna Francia, para visitar la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre con los Reyes de las Naciones aliadas. Allí, solemnemente, las Banderas de cada País serán bendecidas, y el Presidente debe fijar la Imagen de Mi Corazón en cada una de estas banderas. Entonces el Sr. Poincaré y todos los Reyes aliados al Jefe de su País, oficialmente ordenarán que el Sagrado Corazón sea pintado en todas las Banderas de cada regimiento francés y aliado. Todos los soldados deben ser cubiertos con la insignia de la salvación”. 

Está bien que todos, Francia y los aliados en el mismo día, al mismo tiempo, comiencen el ataque, llevando sus banderas. El enemigo huirá y será conducido de vuelta a través de la frontera con grandes pérdidas. En pocos días, el Sagrado Corazón nos hará victoriosos. Francia y los aliados serán los vencedores como el Sagrado Corazón. Se debe firmar la Paz de forma solemne entre Francia y los aliados, presidida por Su Merced Poincaré y todos los Reyes aliados en Montmartre. Francia y las otras naciones deben consagrarse al Divino Corazón de Jesús. También debe hacerse una Consagración a María Inmaculada, Madre de Dios, con el voto de eregir un Santuario Nacional en su honor.

Estos son los mandatos de Dios. Si Usted se rehusa a cumplir las leyes divinas, dentro de poco serás removido de tu puesto. De las grandes calamidades que la amenazan, Francia y su Jefe serán sofocados. El fuego del Cielo está anunciado para reducirlo en cenizas. Esto se hará de hecho, Señor. 

Me hace acordar del recuerdo de tu devota Madre, fallecida hace unos años. Sin ella, sí, Usted estaría ahora sepultado en una tumba, lamentablemente, ¿Tu alma dónde estaría? 

La he visto, en la Gloria del Cielo, entre los Santos de Dios, que se distinguía por su profunda tristeza. Durante esta visión donde ella estaba llorando, Jesús también lloró, pero Sus Lágrimas eran de Sangre. Tu madre ha pedido a Dios, para tener piedad de ustedes todavía; a continuación, a petición de ella, Jesús les dio un plazo. 

La Sangre y las Lágrimas de la Madre de Jesús, se mezclaban místicamente y caían sobre Usted. A continuación, esta madre que se lamentaba por su hijo, me mostró, apreciado Raymond, el día de tu Primera Comunión, hermoso como los Ángeles del Cielo, fragante con la presencia del Primer Beso de Jesús en tu alma. El Cielo y la Tierra estaban celebrando ante tal espectáculo.

Pero, por desgracia, los años han tenido éxito, las falsas y peligrosas empresas fueron objetivos de tu búsqueda, de esta manera, te has convertido en lo que eres en el momento presente. Tu madre seguía llorando. Ella me dirigió una mirada de súplica y me dijo: “¡Ve, ve a salvar a mi hijo! ¡Yo soy su madre!” Señor, ¿no le toca cuando te hago acordar los recuerdos de tu madre? Tu corazón sería descarado, si no atiende a la voz suplicante de una madre, que incluso en la Gloria del Cielo, llora por su hijo perdido.

Señor, te he dicho: “De Usted depende la salvación de todos”. Usted tiene en sus hombros todo el peso del Gobierno. ¿No oyes las voces de aquellas gloriosas víctimas que cayeron en la Batalla: la sangre pura de los sacerdotes mártires caídos en los puestos de dedicación? ¡Ah, los sacerdotes! ¿no han sido los primeros en prestarse como soldados, que lideran la lucha por Dios y por Francia? – Un Padre que Usted debería ser para sus hijos de Francia. ¿no es su deber apoyar a ellos, en lugar de dejar que los pisoteen y los insulten de todos modos?La sangre de los hijos de Francia es como un grito que se eleva hacia ti. Esas voces resuenan más fuertemente que el zumbido del cañón que retumba al frente. A esas voces, las he oído decir: “Raymond, Jefe de la Nación Francesa, si quieres obtener la victoria, regresa a tu Dios”. ¿Estas palabras no son más penetrantes que la voz de los malvados que persiguen a la religión? La Mano de Dios se levanta; Su poder le dará una última vez, una advertencia final del Cielo. 

Señor Presidente, Usted se perderá si Usted persiste en los errores que envenenan tu vida. ¡Ah, Me estremezco! ¡Pobre Francia! De ella, no tendremos más que el recuerdo.

Clara de Jesús Crucificado

El 18 de Enero de 1917, Nuestro Señor le reveló a Claire que:

"Antes de ayer, Jesús me presentó (al Presidente) con un poco de rabia en su rostro. Lo vi enojado... Pero afortunadamente el Presidente cedía a sus pensamientos consigo mismo. Lo vi que cedía poco a poco, y luego regresó a él y él lee mi carta. Se esconde la cara entre las manos. Suspira, él mira el retrato de su madre, él ora, dijo, “¡Mi Dios!” Y llora . 

El cielo se ve. ¡Ah, El cielo delante de sí mismo! ¡Nada puede interponerse ante el poder de Dios! El Presidente quiere verme, oírme, pero no se atreve a confiar en este deseo. El orgullo está ahí, pero la gracia hace su trabajo lentamente. Jesús quiere alcanzar su objetivo. "
Una segunda carta fue escrita por Claire al Presidente, y dado por el Sr. Baudry d'Asson. Se cree que la carta no fue entregada al Presidente Poincaré, pero se lo comentó verbalmente.
De todos modos, es un hecho que el Presidente Raymond Poincaré, impresionado y preocupado por los hechos y los datos personales contenidos en estos Mensajes, recibió en el Eliseo a Claire Ferchaud el 21 de Marzo de 1917.
Esta fue la causa de la visita, ya que fue escrita por Claire misma:
Comienzo por decir: "Perdón, Señor Presidente, que te moleste." Inmediatamente, continué: "Pero me alegro de verte. Este es el Sr. Baudry d’Asson que me pidió una audiencia". Inmediatamente le dije: "¿Me permites, Señor Presidente, que exponga el objetivo que me trajo aquí?" Él dio una leve inclinación de cabeza y dijo: "Hazlo, te escucho".
Continué: "¿Se acuerda una carta que me permití escribirle y que Usted debería haber recibido hace unas semanas?"
Él respondió: "Bien recibido".
Así que continué: "¡Bueno! es el mismo tema que me trae hoy en este día, y es Dios quien me envía para hacerle saber Su Voluntad, a Usted, Sr. Presidente. El Sagrado Corazón es para Usted. Quiere que el Jefe de Francia reconozca a Dios como Maestro y quiere para nuestro tiempo actual, que Su Corazón está pintado en nuestros colores nacionales, y es del Jefe de Estado que espera este homenaje".
El presidente escuchó con atención; dijo: "Sí, pero yo no puedo hacerlo. Las leyes que se aprobaron, no se pueden rehacerlas, al menos que la Cámara cambie, y yo no lo creo".
Así que le dije: "Bueno, ¿por qué no haces lo mismo como está en mi propuesta? Usted es el Jefe de todos, y Dios espera de Usted este acto para bendecirte".
Entonces yo lo veo un poco confundido, y me dice: "Pero no puedo deshacer las leyes que se han hecho, y no podemos cambiar nada en la bandera nacional."
Le dije: "Señor Presidente, no hay que meter ninguna modificación para poner un emblema religioso a la bandera francesa, ya que es el deseo de Dios, y te digo sobre ello que Francia sólo se protegerá por el reinado de Su Corazón, y es este reino, que Él desea firmemente establecer en Francia oficialmente".
El presidente dijo: "¿Por qué este signo y no otro?"
Así que le represento nuestras glorias del pasado por la intervención divina, entonces puse delante de sus ojos  la señal de la cruz que iluminó al emperador Constantino, y ahora es un nuevo signo, que es el Sagrado Corazón. Añadí que la guerra terminaría cuando el Sagrado Corazón esté pintado en nuestras banderas.
Luego él me dijo: "Pero en las últimas guerras, había muchas victorias sin el Sagrado Corazón en las banderas".
Entonces le respondí: Dios interviene a su tiempo, y se ha reservado para nuestros tiempos actuales el honor de ser grabado en nuestra bandera para la conversión de Francia.
Entonces, impulsada por una inspiración, continué: Dios no tiene lugar en Francia, la religión es perseguida, no se quieren más los símbolos religiosos.
-Pero si Usted porta bien la Cruz, a Usted nadie podrá impedir.
-Defendamos a nuestros soldados llevando abiertamente la bandera del Sagrado Corazón. ¿Por qué no darles la libertad?
-El uniforme debe permanecer neto, si se le permite a los católicos llevar, hay protestantes que, también, harán las imágenes a su manera; por otra parte, hay soldados en los hospitales que tienen el Sagrado Corazón de ellos, nadie se los impide.
 -¡Oh  Sr. Presidente!, ellos están contrariados; aquellos que llevan el Sagrado Corazón bajo ellos lo llevan escondidos dentro de sus uniformes, y el Gobierno prohibió de mostrarlos... ¿Por qué perseguir a la religión? Dios es el Maestro. Él ama a Francia, Francia no caerá, a pesar de todas las oposiciones.
-Pero creáme, que nosotros no prohibimos de rezar. Nosotros les dejamos libres. Muchas personas rezan por Francia, y eso es muy bueno.
Y él continúa: “Son dichas misas para los muertos de nuestras guerras; yo he asistido, y cuando yo no puedo ir, alguien va en mi lugar. Nosotros nunca impedimos de rezar misas”.
Yo respondí: “Muy bien, yo le felicito, Dios te ama, pero Él quiere todavía más, y es a ti Señor que Él quiere hablar. Es a ti Señor, que Dios pide el acto oficial permitiendo que el Sagrado Corazón sea diseñado en la bandera nacional”.
El Presidente respondió: “Pero yo no puedo. Para esto debo presentar el proyecto a la Cámara, pero será rechazado”.
Y yo le respondo: “Está bien! Entonces preséntalo”.
El Presidente queda en silencio, para reflexionar, y después dice: “Yo no creo que irán escucharte”.
-Bien Usted puede intentarlo, visto que es el deseo de Dios.

-¡Muy bien, que así sea! Yo memoricé todo lo que usted me dijo, y yo iré proponerlo a la Cámara.

Después el Presidente cambia de asunto y dice:
¿Hace mucho que usted tiene revelaciones?

-Señor Presidente, sobre este asunto, permíteme mostrarte una Imagen del Sagrado Corazón donde Él se revela actualmente. Así es como aparece a Francia.

El Presidente toma sus anteojos y dice: "¡Muéstrame!"

Yo desenredo la Imagen y la abro sobre su escritorio. el Presidente la mira y lee la inscripción. Yo le explico del porqué de esta Sangre en Sus Pies, en Sus Manos, y en Su Corazón herido. Yo les mostré la herida profunda del Corazón de Jesús, provocada por Francia principalmente y yo acreciento: "Señor Presidente, esta herida se cerrará solamente cuanto Su Merced realice todos los planes del Sagrado Corazón."

¡Sagrado Corazón de Jesús
Aplastado por nuestros pecados;
ten piedad de nosotros!


Esta imagen del Sagrado Corazón de Jesús, tal como se presentaba a Claire Ferchaud, ha sido propagada, en todo el mundo, hasta nuestros días. A ella están asociadas importantes promesas, hechas por el propio Señor Jesucristo.

“Vengo a manifestarme a ti. Sobretodo por causa de los pecadores. A todas las almas que rezaren por sus hermanos extraviados, prometo atender sus deseos, reconduciendo a las almas a su deber.

-Todos los pecadores que se arrodillaren, sin contrición, delante de la Imagen de Mi Corazón Aplastado, Mi Gracia actuará en ellos con una fuerza tal que ellos se levantarán convertidos.

-A los indiferentes, bastará Mi Mirada para conmover su corazón y para inflamarlos de ardor para practicar el bien. Quiero que esta Imagen sea esparcida por toda la Tierra. En todas parte donde fuera honrada, derramaré abundantes bendiciones.

-Es sobre todo a los Sacerdotes a quienes Yo me dirijo. Quiero formar alrededor de Mi Corazón, una corona de doce estrellas, donde escogeré para Mí doce víctimas sacerdotales que serán Mis Consoladores.

-Pido a los Sacerdotes para esparcir esta Imagen por todos lados por donde pasaren y adonde ellos tornaren conocido Mi Corazón martirizado, tornaré fructífero su ministerio y bendeciré la menor palabra que dijeren en Mi Nombre.

-Si encontraren almas empedernidas, que recen a Mi Sagrado Corazón y ellas se convertirán. Si algunos se rehusaren a creer en las verdades de la religión, que les coloquen, sin ellos saber, en su habitación, la Imagen de Mi Corazón Aplastado. Ella hará milagros de gracias en conversiones súbitas y completamente sobrenaturales.

-A los que besaren, con verdadero amor, la Imagen de Mi Corazón Aplastado, les concedo el perdón de sus pecados, incluso antes de la absolución.

-Por esta devoción, atraeré a Mí los corazones, los elevaré a la más alta perfección, suscitaré numerosas vocaciones sacerdotales y habrá santos sacerdotes por la virtud de este Corazón despedazado.

-Finalmente, seré el consolador a la hora de la muerte: ‘a las almas que Me hubiesen honrado en la Tierra en este Corazón Aplastado, exhalarán el último suspiro en los más elevados éxtasis de amor’.

-Los pecadores darán una señal de arrepentimiento en la última hora, cuando se les presente la Imagen. Será la única cosa que ellos no podrán recusar.

Una simple mirada, un simple acto de amor y de pedido de perdón en dirección a esta imagen será suficiente para que Yo abra el Cielo al alma que debe compadecer delante de Mí en la hora postrera.”
IMPRIMATUR: Carlos, Bispo de Verdum


ORACIÓN AL CORAZÓN APLASTADO DE JESÚS

Corazón de Jesús, Aplastado por causa de nuestros pecados,
Corazón entristecido y martirizado por tantos crímenes y faltas,
Corazón, víctima de todas las iniquidades,
Yo te amo con toda mi alma y por encima de todas las cosas,
Yo te amo por aquellos que te desprecian y te abandonan,
Yo te amo por aquellos que te ultrajan y te impiden de reinar,
Yo te amo por aquellos que te dejan solito en la Sagrada Eucaristía,
Yo te amo por las almas ingratas que se atreven a profanar tu Sacramento de Amor con sus insultos y sacrilegios.
Corazón de Jesús, ayuda a los que propagan tu Santo Nombre.
Corazón de Jesús, ayuda a todos los que sufren y luchan.
Corazón de Jesús, haz que la sociedad se inspire en todo en tu Evangelio, único salvaguarda de la justicia y la paz.
Corazón de Jesús, que las familias y las naciones proclamen tus derechos.
Corazón de Jesús, reina en Mi Patria. Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino, por el Corazón Inmaculado de María. Amén.

A pedido de Su Eminencia el Cardenal Lépicier, Su Santidad Pio XI bendijo especialmente y aprobó esta Oración al Corazón Aplastado de Jesús, en 26/04/1930.

 
Misas tridentinas celebradas en el lugar donde debía construirse un Santuario en honor al Corazón Aplastado de Jesús en Loublande. Uno de los deseos de Jesús fue este: MISAS PERPETUAS EN ESE LOCAL.



Procesiones que llegan a Loublande


Sagrado Corazón de Jesús, Aplastado a causa de nuestros pecados

Pequeño lugar dedicado al Sagrado Corazón de Jesús en Loublande, Francia




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