Jacareí, 29 de Enero del 2017
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV
mundial: www.apparitionstv.com
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy,
cuando ustedes comienzan la novena del aniversario de Mis Apariciones aquí, llamo
a todos ustedes una vez más al Verdadero Amor.
Dejen Mi Llama de Amor
entrar en sus corazones y transformarlos completamente en Mi Morada, en la
Morada de Dios.
Dios sólo habita donde
hay amor. Si en el alma de ustedes no hay el amor por Él, Dios no está ahí.
Por eso hijitos, renuncien
a todas las cosas mundanas y a la voluntad de ustedes, para que entonces haya
amor en ustedes por Dios y Dios venga entonces a morar en ustedes y con ustedes
alegremente.
Agradezcan a Dios por
Yo estar aquí durante tantos años, guiando a ustedes por el sendero de la
santidad que agrada y da Gloria a Él.
Ustedes deben
verdaderamente en estos días abrir más sus corazones a Mi Amor, quererlo,
desearlo con todas las fuerzas y desear Mi Amor es: renunciar a todo aquello
que es contrario a Mí y buscar Mi Voluntad y hacerla su voluntad. Cuando la
voluntad de ustedes confluya para la Mía, cuando la voluntad de ustedes se
conforme con la Mía, al punto de que la Mía se torne la voluntad de ustedes, entonces,
Mi Llama de Amor se manifestará con todo poder en ustedes, transformándolos en
los Grandes Santos que Yo vine procurar aquí y que Yo ya pedí en Mi primera
aparición aquí en 1991 que hubiesen.
Recen Mis hijos porque
los tiempos son malos. Todos aquellos que no estuvieren aquí en esta fortaleza
invencible de fe, amor y oración, que Yo construí aquí a través de la persona y
del trabajo de Mi hijito Marcos, de los Rosarios Meditados que él hizo para Mí,
de las películas, horas de oración, Trecenas, Setenas, cenáculos, todo aquél
que no estuviere aquí en esta fortaleza espiritual caerá en la confusión
espiritual, perderá la fe y su salvación.
Vengan para el refugio
seguro que Mi Corazón Inmaculado construyó y preparó para ustedes, que es este
Mi Santuario.
Sí, por Mis Lágrimas
unidas a las lágrimas de Mi hijito Marcos, por Mis Dolores unidos con los que
él sufrió por Mí, esta fortaleza invencible fue levantada y construida aquí para
ustedes, para salvarles en este tiempo de apostasía, predominio del pecado y de
Satanás.
Sean fieles,
perseverantes en esta Mi Escuela de Santidad, en esta Mi fortaleza invencible
de amor que aquí levanté. Si ustedes permanecieren fieles, la apostasía no
podrá matar el alma de ustedes y mientras el resto del mundo termina de
sumergirse en la apostasía, en la falta de fe, en la violencia, en el pecado y
en las tinieblas de Satanás, aquí siempre ustedes tendrán la luz, la luz que
emana de Mi Corazón Inmaculado, la luz de la Mujer Vestida de Sol que aleja toda
tiniebla, que destruye toda tiniebla, toda oscuridad.
Por eso hijitos,
perseveren con el rosario en la mano, mostrando que ustedes verdaderamente Me
aman y Me obedecen. Suceda lo que suceda, nunca dejen el Rosario. Ello será la
fuente y el camino de la victoria para todos ustedes. No hay alma que jamás se
haya condenado si hubiera rezado Mi Rosario. El Rosario es medio cierto de
salvación, récenlo y ustedes jamás verán las llamas del infierno.
Deseo que aquí verdaderamente
hayan muchos hijos Míos que tengan un corazón semejante al de los Santos,
semejante al de Mi Bernadette, al de Mi Gerardo, al de Mi Alfonso, de Mis
Pastorcitos de Fátima, La Salette y todos los Santos. Corazones que Me amen con
todas sus fuerzas, que Me obedezcan incluso en la persecusión y en el
sufrimiento, que sean capaces de cargar cruces por Mí, que sean capaces incluso
de dar la vida por Mí. Si ustedes Mis hijos no tuvieren un amor abrasado así
¿Qué será de ustedes cuando llegue la persecusión final, cuando llegue la
última y gran tribulación? ¿Qué será de ustedes cuando fuego caiga del cielo,
cuando aquel fuego que profeticé en Akita, en el Japón, caiga sobre toda la
humanidad? ¿Qué será de ustedes cuando la tierra sea sacudida por más de 50
terremotos juntos como Yo dije aquí, en El Escorial y en tantos lugares? ¿Qué
será de ustedes Mis hijos?
Ustedes deben por lo
tanto dilatar más sus corazones para una capacidad mayor de amar a Dios y a Mí,
para que así, siendo fuertes en el amor, ustedes puedan aguantar todo, sufrir
todo por Mí, para que un día puedan ser coronados por Mí como vencedores, como
Mis pequeñas almas víctimas que en este tiempo de la gran tribulación todo
sufrieron por Mi Amor y prefirieron antes sufrir todo y hasta perder todo, que
perderme, que perder a Jesús.
Hagan del lema maravilloso
de Mi hijito Marcos un lema de ustedes: “O vivir para María o morir.” Él vivió
eso durante todos estos 26 años. Por eso, nunca cayó, nunca desfalleció, nunca
desanimó, incluso cargado con una cruz pesadísima para la salvación de tantas
almas. Incluso cargado con esa cruz, él no desanimó, fue adelante e incluso
sufriendo, incluso cargado con la cruz, Me amó, Me probó su amor no con
palabras, no con meras promesas, pero con obras, obras de amor y con
sufrimientos de amor soportados pacientemente por Mí. Y aún, incluso cargado con
la cruz, nunca dejó la oración y siempre trabajó y mucho para tornarme conocida
y amada, y para levantar aquí esta fortaleza invencible de fe, amor y oración,
a través de estos Rosarios Meditados, de estas horas de oración, de las
películas y de todo lo que él hizo por Mí.
Verdaderamente aquí la
apostasía no entra, aquí Satanás no puede hacer nada, nada contra Mí, porque Mi
hijo Marcos hizo aquello que se lee en el Apocalipsis 12, la tierra que se
levanta en socorro de la Mujer Vestida de Sol. Él es la muralla de tierra que
se levantó para ayudarme, para defenderme, para sufrir Conmigo, para luchar
Conmigo por la salvación de todos Mis hijos y para tornarme cada vez más
conocida, amada y obedecida.
Aquí el río de aguas
que el dragón vomita y sumerge a toda la humanidad en el pecado, aquí este río
es detenido y no puede sumergir la Verdad, Mi Obra de salvación. Por eso
hijitos, hagan de sus vidas aquello que Mi hijito Marcos hizo, hagan de sus
vidas su lema: “O vivir para María o morir.” Y ustedes también tendrán un
corazón de Ángel, un corazón de Santo que solo sabe amarme, que solo sabe amar
a Dios y serán verdaderamente aquella tierra que se levantará para detener el
vómito del dragón infernal y juntamente con él, Conmigo, ustedes también un día
vencerán y cantarán victoria.
A
todos Yo bendigo con amor ahora: de LOURDES… de FÁTIMA… y de JACAREÍ.”
MENSAJE PRIVADO PARA CARLOS TADEO, PADRE ESPIRITUAL DEL VIDENTE
(Cada día 28 de cada mes, Carlos recibe un mensaje de San Judas Apóstol.)
(Cada día 28 de cada mes, Carlos recibe un mensaje de San Judas Apóstol.)
MENSAJE
DE SAN JUDAS TADEO APÓSTOL
“Amado hermano Carlos
Tadeo, hoy, vengo a darte el mensaje que debería haber dado ayer.
Vengo del Cielo una vez
más con gran amor para bendecirte y decirte: “Te amo y te guardo en la palma de
Mis manos.”
Nada debes temer porque
Yo Soy contigo y contigo también es la Madre de Dios.
Te amo, te amo con la
fibra más íntima de Mi Corazón.
Cuando Yo estaba en la
tierra predicando a los paganos el Evangelio y Me cansaba, Me fatigaba,
caminando sobre el sol ardiente en caminos polvorientos, predicando a los
paganos y muchas veces siendo despreciado, hostilizado y expulsado por ellos de
sus Ciudades, Yo sentía como es muy natural una gran tristeza y un gran
desánimo por ver a los hombres rechazando el Amor del Señor Jesús, rechazando
la Verdad, rechazando también a Su Madre Santísima y Yo lloraba.
Mi humanidad se
resentía de aquel rechazo, sin embargo Mi espíritu estuviese fuerte y decidido
a continuar yendo hasta los confines del mundo para anunciar a Jesús. Mi
humanidad se resentía, Mi humanidad sufría, se afligía. Entonces, Me era dado
ver en visión muchas y muchas veces a Nuestro predilectísimo Marcos y también a
ti.
Sí, vi a Nuestro
predilectísimo Marcos haciendo de su vida este bellísimo lema: “O vivir para
María o morir.” Y eso Me consolaba, saber que en el futuro habría un alma que
amaría tanto a Mi Señora, Mi Reina y Mi Madre.
Y también Me consolaba
al verte a ti juntamente con él, aprendiendo a ser Santo, aprendiendo a amar a
María como él y aprendiendo a despreciar las cosas mundanas y hasta de las
cosas lícitas, para vivir sólo para María, para servir a María, alabar a María,
bendecir a María y producir en la tierra el triunfo de María.
Sí, la visión de estas
dos bellísimas almas, la de Nuestro amadísimo Marcos y la tuya, Me consolaba.
Entonces, secaba las lágrimas, Me lavantaba decididamente y seguía adelante
anunciando a Jesús, anunciando la Verdad a todos los pueblos y aguantando con
amor y paciencia todos los malos tratos y rechazos que recibía por amor a
Ellos.
¡Ah amado hemano!
Cuantas veces Me consolaste. Cuantas veces verte rezando el Rosario para María,
haciendo cenáculos para María, amando y alabando a María, cuanto Me consoló. Cuanto
Me dio ánimo para ir adelante, porque Yo sabía que Mis esfuerzos, Mis
sacrificios y sufrimientos no serían en vano, porque la Madre de Dios Me
aparecía muchas veces y Me decía que tú serías un fruto de Mi martirio, de Mi
sangre derramada por Jesús y por Ella.
¡Ah! Cuanto eso Me
consolaba y Me daba fuerzas para ir adelante, anunciando a Jesús. Ese
pensamiento, ese conocimiento también Me dio mucho confort en la hora de Mi
martirio como ya te dije otras veces. El hecho de saber que Mi sangre
derramada, Mi sacrificio, produciría un fruto bellísimo para Jesús y María, que
eres tú, eso Me dio coraje, fuerza y ánimo para colocar la cabeza decididamente
sobre el tronco, para que allí recibiese el golpe que hizo Mi alma volar para la
Gloria Eterna.
¡Oh Mi hermano! Cuanto
te amo y cuanto verdaderamente Soy feliz por ver que Mi martirio no fue
desperdiciado, pero ha sido muy bien aprovechado por ti. Esos Méritos de Mi
martirio en ti dieron y darán aún mucho fruto y verdaderamente el ofrecimiento
que hice de Mi vida por ti, ha sido bien aprovechado por ti. Bendecido seas por
haber tenido en tu corazón amor, generosidad, bondad para decir “Sí” a María,
para creer incluso antes de ver las señales.
Bienaventurado, bendito,
bendecido eres tú, que tuviste el coraje de amar, de creer, de obedecer a
María, incluso sin pruebas, incluso sin confirmaciones, creyendo puramente por
la fe. Bendecido eres y bendecido serás aún más porque cuanto más la Llama de
Amor crezca en tu corazón, tanto más la Madre de Dios actuará en ti y realizará
maravillas y prodigios en ti. Y cuanto más obras de amor tú hagas y harás
ciertamente para María, más digno de nuevas gracias tú te tornas. Y cuanto más tu amas el hijo predilectísimo de la Madre de Dios, aquél que Ella profetizó en
las Apariciones de Quito para Nuestra amadísima Mariana de Jesús Torres, que
sería el gran apóstol que quitaría la Aparición de Ella de lo oculto y del olvido,
bien como todas las otras Apariciones, aquél que sería aquél que inclusive mantendría
en estos tiempos de oscuridad y apostasía la llama de la fe encendida, mientras
las de todos se apagarían, inclusive de muchos Videntes, que sin embargo siendo
escogidos y muy amados por la Madre de Dios, se dejarían contaminar por la
apostasía y perder la fe, perder el amor, perder la Gracia de Dios.
Sí, Nuestro amadísimo
Marcos que será como la Madre de Dios. Mientras todos los Apóstoles perdían
su fe en Jesús, incluso Juan y Magdalena, Ella quedó de pie junto a la cruz como
la única que creía en la resurrección. Fue la única llama en medio de las
grandes tinieblas que cercaban el calvario y la humanidad.
Sí, y Nuestro amadísimo
Marcos en estos tiempos de la gran oscuridad, es esa llama, es esa luz que
brilla, que arde, que ahuyenta las tinieblas. Y así como en el calvario, hasta
el sol oscureció para mostrar la pérdida de la fe de los Apóstoles, para
figurar la pérdida de la fe de Ellos y de tantos en la Divinidad de Cristo,
pero permaneció Su Madre como llama encendida, así Nuestro amadísimo Marcos en
los tres días de tinieblas, sobrará como una luz en medio de la oscuridad a
disipar las tinieblas y entonces, la luz brillará, la luz se irradiará de aquí para
el mundo entero. Y entonces, las tinieblas se disiparán, el sol volverá a brillar
y un nuevo tiempo de luz y de gracia vendrá al mundo.
Y tú juntamente con
Nuestro amadísimo Marcos serás parte de esa luz, parte de esa llama. Queda por
lo tanto unido a aquél que la Madre de Dios te dio como hijo espiritual, para
que siempre seas la luz e irradie la luz.
Y nuevamente repido
aquello que Ella dijo: “Así como no hubo mayor honra y gracia para San José,
que ser Padre Adoptivo del Hijo de Dios, no hay mayor gracia para ti que ser
padre espiritual de aquél que la propia Madre de Dios amó, escogió y favoreció
más que a muchos reinos y naciones de la tierra juntos en estos 26 años.”
Tú fuiste el escogido y
por eso debes alegrarte, porque verdaderamente fue dado a ti una honra mayor que
a muchos reyes y de muchos grandes hombres del pueblo de Dios juntos. Por eso
amado hermano, alegra tu corazón y rejubílate porque grande es el amor que te
escogió. Escoge siempre ese amor y permanecerás siempre en ese amor.
Yo, Judas Tadeo, te amo
mucho y también verdaderamente quiero revelarte más una cosa grandiosa: “Cuando
Nuestro Señor estaba en el Monte Tabor con los tres Apóstoles, Yo que permanecí
abajo, también fui favorecido con muchas visiones, y una de ellas, te vi
amadísimo hermano, y conocí cuanto Dios te amaría, cuanto la Madre de Dios te
amaría y entonces, pedí a Nuestro Señor que Me diese el favor, la gracia de
rezar y ofrecer todas Mis obras por ti, sin embargo no conociese el tiempo ni
las circunstancias en que vendrías al mundo. Me condeció el Señor ese gran
favor y a partir de entonces, todos los días, siempre cuando rezaba, siempre
cuando también podía hablar con Jesús y pedir a Nuestro Señor cualquier cosa, siempre
pedía a Él y a Su Madre por ti. Para que Ellos te diesen gracias de amor cuando
vinieses al mundo, cuando tú vinieses al mundo. Y Ellos siempre Me decían sí y
siempre te bendecían a Mi pedido.”
Por eso, cree siempre que
tú tienes en el Cielo un gran abogado que está verdaderamente dispuesto a rezar
por ti, a abogar por ti y a defenderte en todos los momentos y en todas tus
necesidades. Reza y cree siempre en Mi Amor, pues, Yo nunca, nunca te dejaré.
Yo te bendigo ahora con
amor: de JERUSALÉN… de NAZARET… y de JACAREÍ.”
Coronilla de San Judas Apóstol: