MEDALLA DE SAN JOSÉ

Jacareí-Brasil, 07 de Mayo del 2011

Mensaje del Amantísimo Corazón de San José

“¡Marcos, Mi hijo amadísimo, vengo hoy para darte una gran gracia de Mi Corazón! Vengo para dar a Mis hijos una gran bendición y un gran don  Mi amor, para ayudarlos en sus aflicciones y dificultades y también para defenderlos de todo mal.

¡Éste don, es Mi Medalla, la Medalla de Mi Corazón!

Mira bien lo que mostraré ahora y grábalo en tu corazón (San José mostró la medalla al Vidente Marcos).

Hijo hace muchos siglos tengo guardado esta gracia. Esta revelación de Mi Medalla al mundo para darla y revelarla a ti, en este tiempo. Esta gracia, nadie más la recibió o recibirá en el mundo además de ti. Esto se debe al gran amor que Yo tengo por ti Marcos, el más esforzado y dedicado de Mis hijos y también, el gran amor que Yo tengo por este lugar que es tan querido a Mi Amantísimo Corazón y al Señor.

Este lugar bendito y electo por Nuestros Sagrados Corazones Unidos, es el lugar donde derramamos las riquezas de Nuestro Amor y donde manifestamos las mayores misericordias de Nuestros Corazones Unidos inseparablemente: EN EL AMOR, EN EL DOLOR Y EN LA GLORIA.

Por eso, manda acuñar una Medalla conforme al modelo que viste a fin de que todos lo lleven al cuello, y así, reciban grandes gracias de Mi Corazón.

Ella será una señal potentísima de Mi amor en medio de Mis hijos y atraerá sobre ellos, las bendiciones del Señor. Di también a Mis hijos que Yo les prometo que:”

Veinte promesas del Amantísimo Corazón de San José para los que usen devotamente y conforme su deseo, Su Santa Medalla:

1-    Los que usaren Mi Medalla con confianza, serán guardados por Mí en todos los momentos de su vida, especialmente en los peligros y estarán siempre cubiertos con Mi Manto.

2-      No serán flagelados por la miseria espiritual ni por la temporal.

3-     No les faltarán los auxilios y medios necesarios para que tengan una vida digna. En otras palabras, no les faltarán trabajo y la vida caritativa para que tengan una vida digna.

4-   No serán vencidos por las tentaciones del demonio, los que usaren Mi Medalla y rezaren Mi Hora Santa los domingos. Disminuiré sobre ellos la influencia de Satanás. Libraré sus casas, bienes, cuerpos y almas de cualquier dominación satánica.

5-   Serán bendecidos en sus trabajos y obras.

6-  Serán aliviados y confortados por Mí en sus enfermedades y sufrimientos.

7-    Muchos serán curados milagrosamente para la mayor gloria de Dios y triunfo de Nuestros Sagrados Corazones unidos (de Jesús, María y José).

8-   No conocerán las llamas eternas los que usen Mi Medalla, con amor.

9- No morirán en pecado mortal aquellos que usaren Mi Medalla y tuvieran la Verdadera Devoción a Mi Corazón.

10- Sus familias serán socorridas por Mí en sus necesidades y serán cubiertas por Mi Manto.

11-  Los jóvenes que usaren Mi Medalla con amor, siguiendo Mis ejemplos y virtudes, no caerán en pecado. Si hubieran caído, volverán al camino de la virtud. Los jóvenes puros y castos se conservarán puros y recibirán de Mí todos los medios, la fuerza y la gracia, para que perseveren hasta el final en el camino de la castidad y santidad.

12-  Esta Medalla hará despertar en muchas almas, el Santo deseo de consagrarse a Mí y de dedicarse a la vida de oración, contemplación y entrega total a Dios por medio de Mi Corazón.

13-  Disminuirá en las almas que usaren Mi Medalla      , hasta desaparecer por completo, el amor desordenado de sí mismas, del mundo y de las criaturas y aumentará siempre más en ella el amor divino celestial, el gusto por las cosas de Dios y el amor de las virtudes.

14-  Serán iluminados sobre los misterios de la redención y sobre lo cuanto Mis sufrimientos, unidos a los de Jesús y María, colaboraron en la obra de la redención humana.  Serán esclarecidos sobre Mis virtudes, méritos, los dones que Yo recibí de la Santísima Trinidad y el inmenso amor que Ella me tuvo y tiene por Mí.

15-  Serán escuchados por Mí en todas sus oraciones, y todo lo que me pidieran, Yo les concederé (desde que no sea contario a la voluntad de Dios).

16-  Los agonizantes serán confortados por Mí en los últimos momentos de su vida en la tierra. No serán atormentados por los demonios en su agonía.  Recibirán Mi visita y recibirán Mi abrazo paterno expirando suavemente en Mis brazos.

17-  Los padres recibirán Mi continua asistencia en sus dificultades y tendrán las luces necesarias para educar bien a sus hijos en el Santo Temor de Dios.

18-  Poco a poco, retornará la paz a las familias y ciudades donde Mi Medalla fuera concebida, amada y propagada. La paz y la concordia reinarán donde Yo fuera amado y venerado por medio de ella. Las guerras serán detenidas, alejadas y tendrán su duración disminuida. La violencia desaparecerá.

19-  Los corazones empedernidos por el pecado,  serán tocados por la gracia y retornarán al seno de la Santa Fe Católica y andarán con paso firme en el camino de la Santidad.

20-  Los que usaren Mi Medalla recibirán la gracia de ser llevados por Mí directamente al Paraíso después de la muerte, y serán colocados junto a Mi Trono en el Cielo donde conocerán Mis misterios y secretos y donde gozarán de una indescriptible felicidad a Mi lado para siempre.