LAS
REVELACIONES
También en Jacareí, Nuestra Madre Santísima también
confirmó como verdaderas las experiencias místicas que tenía Su sierva Teresa
Neumann.
Esta mujer tuvo los estigmas de Jesús, vivió sólo de la Eucaristía
por más de 30 años, tuvo Apariciones de Jesús, María Santísima y de algunos
Santos; recibió además algunas profecías y revelaciones. También tuvo algunas
luchas contra los nazis de las cuales salió siempre ileza. Ciertamente era el
mismo Satanás que quería aniquilarla y dejarla en el olvido. Sin embargo Teresa
Neumann nunca fue desamparada por la ayuda divina. Todo esto lo describiremos a
lo largo de esta redacción.
En Jacareí, como sucede con otros videntes y místicos verdaderos;
ocurren dificultades y problemas presentados por el maligno que quiere
interferir en la Obra de Salvación de la Madre de Dios a través de Sus
Apariciones y Mensajes. En varias ocasiones el maligno intentó matar de forma
directa al vidente Marcos tratando de ahogarlo en un lago natural del
Santuario, otras veces enviando a personas enemigas de las Apariciones para
matarlo y otras veces hasta luchando visiblemente o invisiblemente contra el
instrumento de la Madre de Dios.
Veamos lo que Nuestra Madre del Cielo le respondió el 21/03/2001 al
vidente Marcos en una determinada ocasión, donde mencionó a una de estas
almas víctimas, Teresa Neumann y del porqué es necesario que hayan almas
expiatorias como ellas que incluso tuvieron que tener luchas contra el mismo
demonio:
(Relato de Marcos): Cuando Nuestra
Señora llegó, después de los saludos inciales, le dije: ‘Amada Señora, gracias
a Dios estás aquí Señora, nosotros estamos con problemas’ (Se trataba de los
atentados del demonio que en esos días el vidente Marcos había tenido).
(María Santísima): “Tú estas soportandoo severos y pesados sufrimientos para ayudar en el
redención de… (no puedo revelar) y de otras personas, y para expiar los pecados que ellos
cometieron contra Dios. Siempre fue necesario que hubiesen ‘almas víctimas’,
que sufriesen y expiasen los pecados y crímenes de los pecadores, y si así no
fuese, todos habrían sido exterminados y el mundo ya habría conocido el Fuego
de la Furia de la Justicia y de la Cólera de Dios. Así sucedió con Marthe Robin, Berta Petit, Teresa Neumann, Teresa Musco, Padre Pío, y
ahora contigo.
Marcos, se valiente y no
desanimes. Yo estaré a tu lado para defender tu vida de las furias de Mi
enemigo, pero tendré que dejar que tú sufras, porque sino, muchas almas se
perderán.”
(Marcos): ¿Usted Señora va a defenderme de él?
(María Santísima): “Sí, Mi Corazón
Inmaculado será tu ‘escudo y refugio’ contra las trampas del demonio. Se
valiente y prapárate, porque él está obstinado con la idea de matarte. Él
volverá más veces, por eso, tú tendrás que tener paciencia, coraje y fe.”
LA HISTORIA DE TERESA
NEUMANN
En la
pequeña localidad bávara de Konnersreuth, en Alemania, junto a la frontera de
la antigua Checoslovaquia, vivió Teresa Neumann, una mujer de condición social
humilde y de escasa cultura.
Hija de
sencillos campesinos, Teresa nació una noche de Viernes Santo, el 08 de Abril
de 1898. Creció sana y fuerte, como una campesina de su tiempo, y pudo ocuparse
de los trabajos de la casa cuando los hombres marcharon al frente durante la
Gran Guerra.
Era muy religiosa, ferviente creyente en Cristo, y presentaba un comportamiento sumiso casi masoquista. El pueblo donde ella vivía era muy temiente a Dios, allí vivían personas muy piadosas muy difícil de igualar, la población cesaba en su actividad tres veces al día, cuando las campanas de la Iglesia tocaban. Todo se detenía. La sala de baile que existía en la localidad, cerraría en 1928 y los carnavales no se celebraban. Las misas de los días entre semana rebosaban de fieles y apenas se distinguían de las misas de los Domingos.
La joven
Teresa trabaja como sirvienta en una granja. En la mañana del 10 de Marzo de
1918, al ayudar acarreando cubos de agua
para intentar apagar el incendio de otra granja, se mojó y se desvaneció. Fue
presa de una extraña enfermedad que empezó por un dolor en la región lumbar,
derivó en una luxación de columna y acabó paralizándola sin poder caminar.
LA MISTERIOSA
ENFERMEDAD
Teresa fue ingresada en la residencia
hospitalaria de Waldsassen. El origen de su insólita enfermedad nunca fue
hallado.
Según el Dr. Ewald Wunderle, su causa era producto de una
crisis nerviosa derivada de las penurias familiares sufridas tras finalizar la
I Guerra Mundial, y que estuvo psíquicamente latente durante cuatro años (desde
los 16 hasta los 20 años). Teresa sufriría, pues, según esta opinión, las
consecuencias de la pobreza de una familia de once hermanos, en la que ella era
la mayor. Su proceso represivo se manifestó somáticamente a través de un cuadro
histérico en el indicente del fuego, que produjo el colapso psicomotriz en su cuerpo.
Posteriormente, como consecuencia del mismo colapso psiconervioso, Teresa se
quedó ciega y sorda. Al no poder tratarla, fue enviada a casa.
Cuando Teresa era tratada por el Dr. Seidl con pomadas,
unguentos u otras medicinas, su cuerpo
respondía mal y sus dolencias se agravaban todavía más.
Teresa pertenecía a la tercera orden franciscana, y por
orden de su confesor, el Revendo P. Naver, Párroco de la localidad, suprimieron
el tratamiento médico. Progresivamente, la enfermedad fue derivando hacia una neurosis
de conversión religiosa en la que se transfería las culpabilidades de Jesús y
sus sufrimientos.
SU DEVOCIÓN A SANTA
TERESITA DEL NIÑO JESÚS
Teresa Neumann era muy devota de Santa Teresita del Niño
Jesús (Sta. Teresa de Lisieux).
Se alimentaba cotidianamente con un poco de agua y
algunos fragmentos de una hostia consagrada que le traía el Párroco. Un día,
entre sueños, le pareció ver que alguien tocaba su almohada. Abrió los ojos y
de inmediato se dio cuenta de que había recuperado la vista, aunque seguía
paralizada. Habían pasado cinco años y era el día 29 de Abril de 1923, fecha de
la beatificación de Santa Teresita de Lisieux por el Papa Pío XI.
Cuando poco tiempo más tarde estuvo a punto de perder un
pie, rogó su curación a ver el dolor de su madre por ella y se hizo poner un
pétalo de rosa que había estado en contacto con las reliquias de Santa
Teresita; su pie sanó de inmediato.
Cinco días más tarde, el 04 de Mayo, Teresa recupera su
visión.
El 17 de Mayo de 1925, siete años después, y durante una
visión mística, tras ser llamada por una voz y una luz, plena de amor, Teresa
Neumann se curó de la dolencia vertebral. Ese día era el de la canonización de
Santa Teresita de Lisieux. Poco a poco (en otras visiones místicas sufridas el
30 de Septiembre y el 13 de Noviembre de 1925) sus extraños males fueron
desapareciendo de la misma forma misteriosa en que habían desaparecido.
En el día 30 de Septiembre, cuando tuvo la visión de
Santa Teresita, ella vuelve a caminar. El 07 de Noviembre tuvo un ataque de
apendicitis sin embargo, Santa Teresita nuevamente le aparece y desaparece el
dolor por completo.
LAS VISIONES
MÍSTICAS
El 13 de Febrero de 1926, Teresa Neumann padeció la gran
visión de Jesús, mientras sufría arrodillado en el Huerto de los Olivos y más
tarde, cuando fue crucificado. El Viernes Santo de 1926, bajo estado de
éxtasis, revivió intensamente la Pasiónde Cristo, hasta el extremo de que en su
cuerpo aparecieron los estigmas de la crucifixión. Durante el estado de
éxtasis, Teresa pronunciaba algunas palabras en arameo (lengua que desconocía),
que correspondían a las mismas palabras que Nuestro Señor Jesucristo pronunció
en la Cruz.
Las llagas y heridas surgieron en su cuerpo en los mismos
lugares que las tuvo Jesucristo. Las heridas provocaban hemorragias abundantes
que al cesar se cubrían por costras delgadas, para volverse a activar
intensamente durante las sucesivas Semanas Santas.
LOS ESTIGMAS DE
CRISTO
Los estigmas eran heridas y llagas aunténticas
distribuidos por las manos, los pies, el costado izquierdo y en la frente.
Todos ellos correspondían con las heridas que mediante clavos, lanzas y corona
de espinas le hicieron a Jesús. Las copiosas hemorragias continuaron durante más
de tres décadas consecutivas cada Viernes Santo. Las pérdidas de sangre
abarcaban toda la semana de la Pasión, desde el Viernes hasta el Domingo,
momento en que misteriosamente cesaban y Teresa volvía a recuperar cierta
normalidad y vigor.
Durante estas extraordinarias hemorrogias, Teresa llegaba
a derramar medio litro de sangre en cada ocasión, y perdía hasta cuatro kilos
de peso. A partir de Julio de 1927 incluso producía lágrimas de sangre y sudaba
gotas de sangre. El resultado de las hemorragias, unido a que prácticamente no
tomaba alimentos sólidos, provocaba situaciones de anemias graves, que le
impedían levantarse de la cama, así como una extrema falta de vitalidad. En
condiciones normales, tenía que haber muerto, aunque milagrosamente Teresa
Neumann no moría.
Esta situación fue considerada milagrosa por el Obispo
del lugar, quien estaba asombrado ante las prodigiosas heridas que rememoraban
las mismas de la crucifixión de Jesús. La situación de paranormalidad biológica
en que se encontraba Teresa estuvo constantemente vigilada por el Dr. Weisl. Se
formó una comisión de estudio de los fenómenos que detectó que la producción de
los estigmas se debía a heridas de viejos clavos invisibles, de configuración
planiforme y cuadrangular. De forma incrédula ante lo que venían los
científicos y estudiosos, se atrevieron a decir que los clavos sólo existían
nivel psicógeno en su mente, parodiando psíquicamente los clavos que causaban
las heridas de Jesús. Decían que los inexistentes clavos inferían en el organismo
de la vidente, convirtiendo lo imposible
en realidad. En palabras más simples ellos decían de Teresa provocaba todo eso
con su propia mente.
OTROS DONES
EXTRAORDINARIOS
Sin embargo, Teresa Neumann también manifestaba un
conocimiento sobrenatural acerca de distintas cuestiones. Distinguía sin
dudarlo una hostia consagrada de otra que no lo estaba, y cuando en alguna
ocasión se le presentó un falso sacerdote sin serlo – e incluso vestido de
Obispo – le afeó durante su conducta.
Durante treinta y cinco años estuvo privada de tomar
alimento alguno. Una comisión eclesial, ordenada por el Obispo de Ratisbona y
formada por médicos y religiosas, la vigiló durante quince días sin dejarla
nunca sola, en el verano de 1927. El control de peso arrojaba 55 kilos al comienzo
de la prueba, y exactamente el mismo peso al finalizar esta. Las enfermeras y
los médicos que la habían vigilado durante esas dos semanas juraron que no
había comido ni bebido nada en absoluto.
Teresa comulgaba en ocasiones estando en soledad. Hay abundantes
testigos de comuniones sin que nadie se acercara a Teresa; a veces, la hostia
se materializaba en su boca, y en alguna ocasión fue el propio Señor Jesucristo
quien le dio de comulgar como ha sucedido con otros videntes (Julia Kim de
Naju, Miguel Poblete de Peñablanca, Conchita González de Garabandal, Marcos
Tadeo de Jacareí y otros tantos).
Tuvo visiones de difuntos de su propia familia, como su
madre y un hermano pequeño que vinieron a recoger a su hermana muerta y
posteriormente a su padre.
Con frecuencia se le
aparecían almas del Purgatorio a pedir ayuda y después venían a agradecerle
cuando iban al Cielo. Ella las llamaba “gatitos
mendicantes”. El padre Naab escribe en su Diario: “El 02 de Noviembre de 1928 Teresa visitó dos veces, por la mañana y
por la tarde, el purgatorio. Contempló allí a las almas como figuras luminosas
que todavía no estaban totalmente purificadas. Vio a muchos conocidos, algunos
de los cuales se le acercaban para pedirle ayuda”.
También Teresa tuvo la gracia de poder ver y vivir
episodios de la historia sagrada con frecuencia.
Hay igualmente testimonios de bilocación de Teresa. El
Padre Naab fue testigo de algunas de ellas, con no poca sorpresa por su parte.
También un hermano. En Diciembre de 1930 se produce el siguiente suceso que el
Padre Naab describió así: “La semana
pasada estuve en Berlín por un asunto urgente. Por dos veces ha seguido Teresa
mi misa en Berlín. De ello me ha hablado inmediatamente después de mi regreso…
Ha hablado atinadamente de las dimensiones de la iglesia y especialmente de su
altar. Me ha dicho cómo yo, de primeras, no podía abrir el sagrario y que el
acólito tuvo que darme algunas instrucciones. Y que la segunda vez me había
ayudado a dar misa un señor párroco”.
La misma
situación ocurrió al año siguiente. Narra el Padre Naab en su Diario el 8 de Mayo
de 1931: “Alguien, a quien no conocía en
absoluto, me contó ayer que el sábado pasado había pensado en quitarse la vida
por dificultades morales y económicas que le eran insoportables. Entonces se le
había aparecido de repente Teresa y le había amonestado con lo que evitó el
suicidio. Ella contó que el sábado había sufrido mucho y que su ángel había
tomado su figura y había amonestado a aquel hombre”.
Teresa asistió al Congreso Eucarístico de Munich, poco
antes de morir, en 1960 y antes lo había hecho en 1938 al de Budapest – donde
había estado un hermano – a la puerta del Año Santo en Roma, a la proclamación
del Dogma de la Asunción de María, el 01 de Noviembre de 1950 y a distintas
solemnidades en Santuarios Marianos Diversos. Todo ello mientras permanecía en
Konnersreuth.
Levitó al menos en dos ocasiones de modo público y en una
de ellas lo hizo delante de un grupo de sacerdotes y a unos 20cm del suelo.
EL EXCEPCIONAL CARISMA
DE LENGUAS DE TERESA NEUMANN
Hay diferentes dones que se engloban en el “carisma de
lenguas”, que se deben distinguir.
Uno es el que tuvo la mística Teresa Neumann, que podía
hablar y comprender lenguas que no conocía.
Otro es orar en lenguas, que parece el más extendido. Y
aún otro es pronunciar y comprender profecías dichas en lenguas. Teresa Neumann
podía repetir frases enteras que escuchaba en sus estados de éxtasis.
En arameo, griego, latín, y decenas de dialectos, que
hablaban los santos con quienes se comunicaba. Pero por otro lado, está el
extraordinario don de entendimiento lenguas extranjeras, sobre todo antiguas
lenguas bíblicas se ha dado a numerosos santos, especialmente los místicos.
Durante los éxtasis de la Pasión, en la que Teresa no
sólo veía, sino participaba físicamente de una manera mística. Oyó las cuatro
lenguas que eran de uso común durante la época de Cristo: latín, hebreo, griego
y arameo; el arameo se hablaba en un dialecto mezcla con palabras griegas.
Teresa las reconocía y las repetía después de regresar a
la vida normal.
El hecho de que esta chica humilde de pueblo pudiera
dominar estos idiomas es un milagro en sí mismo. Teresa tuvo una educación
hasta séptimo grado y no hablaba ni entendía ningún otro idioma sino el alemán,
y con sus amigos personales hablaba en el dialecto del Alto Palatinado, la
región particular de Bavaria en el que se encuentra Konnersreuth.
Muchos eminentes estudiosos de lenguas orientales y del
Antiguo Testamento visitaron a Teresa con el fin de comprobar la autenticidad
de los conocimientos de Teresa de idiomas.
Sin embargo, era realmente difícil encontrar
especialistas que estuvieran capacitados para entrevistar a Teresa.
No es una exageración decir que en muchos casos ella
sabía más acerca de estas lenguas antiguas y muchos otros detalles que los
investigadores.
El Dr. C. Wessely, orientalista de Viena y experto en
papiros, habló de ello en una reunión de la Leogesellschaft en la capital
austriaca.
Contó que el Dr. Gerlich, Dra. Wutz, y el Dr. Johannes
Bauer, profesor de Filología Semítica de la Universidad de Halle, habían
observado y estudiado, cada uno independientemente de los otros, todo el
material arameo proporcionado por la estigmatizada.
Estos eruditos bien conocidos llegaron a la conclusión, y
afirmaron categóricamente, que el conocimiento de Teresa de idiomas era
absolutamente correcto, y que era imposible que el conocimiento se explicara
por cualquier falsedad o el poder de la sugestión.
Muchos otros profesores universitarios que la habían
estudiado llegaron a la misma conclusión.
El Dr. Prof. Wessely declaró:
“El conocimiento de Teresa
Neumann de la propia lengua de Cristo es un milagro en sí mismo y me sorprende
su conocimiento del arameo, en particular”.
Teresa pronunciaba perfectamente ciertas palabras en
relación con la Pasión:
Judas saludó al Maestro con estas palabras: “Schlama Rabbuni.”
(Saludos, Maestro).
Los demás apóstoles se dieron cuenta del hecho de que
Judas traicionaría al Maestro y gritaron de emoción: “Magera beisebua cannaba-Magera beisebua”,
(una espada, derribe a este hombre del diablo, a ese ladrón).
Los verdugos preguntaban por “Jeschua Nasarija” (Jesús de
Nazaret), y Jesús respondió “Ana” (Yo).
Luego se volvió hacia sus apóstoles y dijo “Komu”
(arriba). La gente gritó, “¿Ma hada?”, (¿Cuál es el significado de esto?)
Luego, más tarde, Nuestro Señor dijo: “Amén, Amén Amarna
lachbam atte emmib pardessa” (En verdad, en verdad te digo que hoy
mismo estarás conmigo en el paraíso).
Cuando Nuestro Señor dijo: “Todo está cumplido”, oyó Teresa en
arameo, “Schlem
Kalohi”. Cuando dijo estas palabras: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”,
Teresa escuchó “Abba
ser ada afkid ruchi”. Y hay mucho más.
La teoría de que Teresa era capaz de leer la mente de los
diversos estudiosos del lenguaje oriental fue refutada. El hecho es que ella
dijo las frases en arameo correctamente a un grado tal que, en el momento de su
presentación a los expertos, no las conocían y sin embargo ella tenía toda la
razón.
En otras palabras, Teresa no pudo haber leído algo de la
mente de los sabios, que no existía en sus mentes. En sus visiones de los
santos, también, Teresa fue capaz de entender muchos idiomas diferentes.
Los santos hablaban en su lengua materna, y sin embargo,
Teresa fue capaz de entender perfectamente. Nunca hubo ninguna barrera del
idioma con ella.
Ella siempre entiende y repite lo que se dijo, con
independencia de que los santos fueran europeos, asiáticos, africanos o lo que
sea.
De hecho, Teresa tenía cientos de visiones de los santos
durante el año. El 10 de agosto, en la festividad de San Lorenzo, San Lorenzo
le habló en latín. En la fiesta de San Juan Evangelista, oyó a San Juan hablar
en griego. Cuando Santa Teresa del Niño Jesús se le apareció, habló en un
dialecto francés que se utiliza en los Pirineos. San Francisco de Sales también
le hablaba en francés. Mientras que San Antonio de Padua (nacido en Lisboa) le
habló en portugués. San Francisco de Asís le hablaba en italiano, y Santa
Teresa de Ávila le hablaba en español.
En el caso de los santos alemanes, Teresa ordinariamente
lo entiende todo, pero el hecho es que ella hablaba con acento alemán, que
normalmente no hablaba, y lo repitió a la perfección.
A medida que pasaron los años, el Salvador añadió un
aspecto muy especial a este regalo al permitir Teresa escuchar a los santos
hablándole a ella en su dialecto alemán.
Esto también ocurrió una vez el Domingo de Pentecostés de
1928, cuando fue bilocada a Roma y oyó a San Pedro dar un sermón en perfecto
alemán.
Después de una de estas visiones Teresa se recordó que la
Sagrada Escritura nos dice que todos los presentes en el primer Pentecostés,
escuchando el sermón de San Pedro, lo escucharon en sus propias lenguas
nativas.
Y, hablando de la aparición de la Virgen a Bernadette en
Lourdes, que Teresa vio en una de sus visiones, las palabras de la Santísima
Virgen a Santa Bernardita no son escuchadas en latín, ni en francés literario o
español, sino en el dialecto de los Pirineos, donde las apariciones de Lourdes
se llevaron a cabo.
Nuestra Señora dijo: “Je suis la Conceptiune Immaculada” (“Yo soy la
Inmaculada Concepción”).
El director espiritual de Teresa, el padre Naab, fue
incapaz de explicar esto, pero mientras leía un libro sobre Lourdes se enteró
de que las palabras estaban en una forma de expresión común en el sur de
Francia. El libro daba la frase exactamente como Teresa la había oído.
LA PERSECUSIÓN
DE HITLER Y LOS NAZIS – ENVIADOS DE SATANÁS
En el tiempo en que el partido Nazi comenzaba a imponerse
en Alemania para subir al poder, tenía varios opositores, como el Pueblo de Konnersreuth
y dos grandes personas de la época que eran discípulos de Teresa Neumann y
recibían consejos espirituales de ella. Por eso el Partido Nazista de Hitler la
persiguió y trató de aniquilar por ser una piedra de tropiezo para ellos. Era
el mismo Satanás que comenzaría a mover todo en contra de Teresa.
Konnersreuth, era un pueblo mayoritariamente católico que
votó masivamente contra Hitler en las elecciones de 1932. Los votos fueron así:
para Hitler 14; 22 para los comunistas y 734 para la lista Nº 9 del partido
popular bávaro.
Teresa tenía una gran fortaleza moral. Nunca se doblegó
ante la mentira ni ante el acoso de los nazis. Tanto ella como el padre Naab
declararon que nunca habían pronunciado el saludo Heil Hitler.
Ambos lucharon contras las ideas anticristianas del
nacional-socialismo de los nazis. El padre Naab habló contra su doctrina en los
sermones dominicales y publicó en la puerta de la iglesia una carta amenazadora
que los nazis dirigieron al periodista Fritz Gerlich, antes de las elecciones
de 1932. En ella le decían: Nosotros levantaremos una hoguera donde
pondremos las cruces de los cristianos y todas las imágenes de ese Cristo que
nació de una mujer p*** judía… Cuando el fuego de la libertad se levante en el
cielo, comenzará la hora del nacimiento de la nueva religión. El pueblo alemán
agradecerá de rodillas al solo Dios que existe sobre la tierra, Adolfo Hitler,
que nos librará de la peste judeo-cristiano-marxista.
.
Esta carta produjo un efecto antinazi inmediato. Algunos
pobladores indignados rompieron los afiches de la propaganda nazi guardada por
hitlerianos con uniformes pardos. Pero los nazis regresaron provocadores y con
armas y el padre Naab les pidió a los fieles que no los provocaran. Ya sabemos
el resultado de las elecciones en Konnersreuth, donde los nazis sólo obtuvieron
14 votos.
Cuando los nazis subieron al poder e hicieron algunas
consultas populares, Teresa siempre votó contra ellos. En una de estas
elecciones había decidido no ir a votar por su mal estado de salud. Pero
vinieron a buscarla los mismos nazis en un auto. Ella aceptó el reto y fue a
votar, pero levantando en alto la cédula de votación y ante el asombro de los
electores presentes, dijo: Quisiera,
señores, asegurarme de haber escrito NO.
Por eso, no es de extrañar que los nazis decidieran
eliminarla. El plan era simple: Hacer una campaña denigrándola, que de hecho
comenzaron, y a continuación apresarla para aclarar los pretendidos prodigios y
ponerla en observación en una clínica. Y, después de un tiempo de silencio,
aplicarle una inyección y decir que había muerto de un ataque cardíaco.
Su salvación vino de donde menos se esperaba: del mismo
Hitler. Él la tomó bajo su protección y encargó a Gauleiter Holtzeschuber tomar
las medidas necesarias para que no se atentara contra su vida ni la de su
familia. Parece que Hitler era supersticioso y tenía miedo a sus poderes
sobrenaturales.
Sabiendo que Teresa no comía no le concedieron el
racionamiento de comida que duró en Alemania hasta 1948. A cambio se le dio
doble cantidad de jabón para lavar su ropa, que se teñía de sangre cada semana.
Sin embargo, no faltaron persecuciones. El padre Naab no
podía entrar en las escuelas. Era espiado continuamente y sus palabras en las
homilías eran cuidadosamente anotadas. Los camisas pardas nazis habían
conseguido que una nueva institutriz del pueblo fuera su agente espía y lo
disimulaba yendo a la iglesia constantemente y manifestando mucha devoción.
Cada habitante del pueblo tenía su ficha de observación. La de Teresa era la Nº
412.
Los nazis habían bautizado a Konnersreuth como Das
schwarze Nest (El antro negro) y a Teresa como Die bestie (la bestia).
Un día estaba sola Teresa en su casa y llegó la Gestapo. Sólo se llevaron gran
cantidad de cartas de las que recibía en correspondencia, pero registraron
varias habitaciones. Desde ese día controlaron toda la correspondencia que le
llegaba, pero como casi todas las cartas eran parecidas, pidiendo consejos y
oraciones para sus enfermedades o problemas, el jefe del equipo de
correspondencia se dedicaba a cortar los sellos de correo, pues era filatélico.
Lo peor llegó cuando, al final de la guerra, las derrotas
del ejército hizo que el prestigio de Hitler cayera de plano y Alemania
empezara a ser invadida por los aliados. Entonces los nazis ya no hicieron caso
a Hitler y quisieron vengarse de ella. El 20 de abril de 1945 una sección de
tanques de las SS irrumpió en Konnersreuth y fueron a su casa, buscándola por
todas partes. No la encontraron, porque estaba oculta en un refugio
subterráneo.
Al derribar las SS un avión de reconocimiento
norteamericano, éstos empezaron a bombardear el pueblo. En el bombardeo empezó
a arder la puerta del refugio que estaba disimulada con montones de leña y
paja. Los 30 miembros de su familia, que estaban refugiados, tuvieron que salir
deprisa por otra salida de emergencia. Fue un gran susto, pero Dios los
protegió. Durante la guerra ninguno de sus hermanos, que fueron al frente, o de
sus familiares próximos murió.
Cuando los norteamericanos entraron al pueblo tomaron
medidas para asegurar la protección de su familia, ya que los bosques cercanos
estaban infestados de nazis dispersos, que podían lanzar un ataque sorpresa.
Teresa Neumann sería la mujer que convierte y transforma
al único periodista que se atreve de verdad a desafiar a Hitler; la mujer que
sostiene al fraile franciscano que le acompaña y que lucha, como un león,
contra el dragón malvado.
Es decir, al menos dos entre los hombres que más se
oponen, con sus artículos y con su cuerpo, al alzamiento de Hitler, son
discípulos de Teresa: a ella se dirigen para recibir consejos, indicaciones y
coraje.
¿Sus nombres? Fritz M. Gerlich y el Padre Ingbert Naab.
Gerlich y Naab son, en los años Treinta, la cabeza y el
corazón del semanario católico Der gerade Weg, que llevó a cabo la campaña más agresiva
contra el nacionalsocialismo, usando ampliamente imágenes, caricaturas y
fotomontajes, que ridiculizaban el racismo y la megalomanía de Hitler.
El fin del nacionalsocialismo, escribía el padre Naab,
era “hacer
proclamar en las iglesias vacías de sacrificios la nueva religión del mito de
la raza”. En el número del 17 de Julio de 1932, Der gerade Weg sacaba el
primera página un fotomontaje que mostraba a una mujer mongola llevando en
brazos a Hitler, con un título en
grandes caracteres: “¿Hitler
tiene sangre mongola en las venas?”. En otra ocasión el título era: “¡Encerrad a Hitler!’”.
El día después del éxito electoral nazi de 1932, el Padre
Naab, que ya el año anterior había publicado un libelo contra Hitler titulado “Ist
Hitler ein Christ?”, se desata contra Hitler, que vuelve “histéricas y
fanáticas” a las masas con su propaganda falsificadora, y contra sus electores,
acusados de ser “cobardes” y funcionarios públicos que sólo piensan en
conservar su puesto de trabajo.
Padre Ingbert Naab |
En cuanto a Fritz Michael Gerlich, se trata de un
investigador de historia, un archivero, de clara fe anticomunista y
nacionalista. En 1920 publica “El Comunismo como doctrina del milenarismo
moderno”, en la que vincula el marxismo con las herejías medievales, su
fanatismo utópico y homicida. También los comunistas, escribe, tienen la idea
del mal absoluto, el capital; imaginan un paraíso, la sociedad comunista;
proponen un mesías salvador, el proletariado.
El Periodista Fritz M. Gerlich |
Gerlich no cree en el reportaje y va donde Teresa, con la
intención de desenmascararla. En realidad, se convierte en discípulo suyo y
esto cambia también su vida profesional: el nazismo se convierte en su
principal enemigo. En Der gerade Weg, el semanario
católico del que fue luego director, Gerlich acusa, además del comunismo,
también la política anticristiana de los nazis, su idea de eliminar los
crucifijos, su racismo.
Su periódico consiguió poner en un brete a los nazis,
publicando artículos comprometedores para sus jerarcas, gracias a un
colaborador secreto bien introducido en la cúpula del partido.
Si la inspiradora de Gerlich es Teresa, su protector
eclesiástico es mons. Faulhaber, acérrimo enemigo del nazismo, el mismo que en
1951 ordenará sacerdote a Joseph Ratzinger.
En 1934 Der gerade Weg es el primer objetivo
de las SS nazis de Röhm. Gerlich renuncia a escapar, aún pudiendo hacerlo, y es
tomado prisionero. La noche después de la de los “Cuchillos Largos”, mientras
otros periodistas, tras amenazas y “recomendaciones”, son liberados, Gerlich
fue asesinado.
En cuanto a Teresa, el diario italiano La Stampa del 02
de Febrero de 1935 titula así: “Teresa Neumann, la estigmatizada, internada por
antinazismo”. Los nazis la temen y Himmler en persona envía hombres para
controlarla. Pero Teresa sobrevivió al nazismo gracias a la protección de la
Madre de Dios y del Cielo entero.
SU MUERTE Y
PROCESO DE BEATIFICACIÓN
Teresa Neumann falleció el 18 de Septiembre de 1962,
mientras seguía manifestando sus estigmas. Científicos de todo el mundo
estudiaron los síndromes de su misteriosa enfermedad. Los incontables
profesores y doctores que la observaron y trataron a lo largo de los años no
pudieron llegar a ninguna conclusión definitiva a causa de sus incredulidades, sobre
los procesos internos que hicieron posible estas manifestaciones parabiológicas
de fenómenos incontolados. Como siempre los estudiosos quieren explicarlo todo
de forma científica, siendo que olvidan aquella famosa frase: “Para aquellos que creen, ninguna prueba es necesaria. Para aquellos que no creen, ninguna prueba es posible”.
Conviene apuntar, a modo de ejemplo, que en el año 1937,
Teresa fue sometida a una prueba durante un éxtasis: se le aplicó sobre los
ojos un rayo lumínico de una intensidad insoportable, que podría haberla dejado
ciega en condiciones normales. Ella ni siquiera pestañeó.
El conocimiento de estos hechos que sucedían a Teresa,
naturalmente, suscitó enorme curiosidad en muchos ambientes cristianos, de
forma que Konnersreuth se convirtió en un centro de peregrinaciones y la
situación económica de la familia mejoró notablemente a causa de los donativos
que los "peregrinos" dejaban.
La Iglesia se mostró muy cauta
en todo momento. La recuperación maravillosa de la salud de Teresa pudo ser
milagrosa, pero los signos que la acompañaron no se acomodaban a los criterios
exigidos por la Sagrada Congregación de Ritos para declarar un milagro.
Expertos teólogos, teniendo en cuenta los criterios de místicos experimentados
en fenómenos extraordinarios como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz,
analizaron los hechos y llegaron a la conclusión de que no había suficientes
pruebas para hablar de milagros; las curaciones y las llagas en el cuerpo de
Teresa, podían deberse a causas naturales.
Por otra parte, por más que la
Iglesia propuso reiteradamente un detenido examen médico, éste nunca se pudo
llevar a efecto, por oposición de la familia y por el excesivo recato de la
enferma que no permitía que un médico se acercara ni siquiera a la cabecera de
su cama. No siendo posible declararse en pro ni en contra de las
estigmatizaciones, las autoridades eclesiásticas optaron por aconsejar a los
fieles que se abstuvieran de acudir a Konnersreuth. Teresa, por su parte, se
mantuvo siempre dentro de la más estricta ortodoxia católica.
Por su parte, la Iglesia no se atrevió a considerar los
hechos relatados como milagrosos. Una comisión de seis especialistas formada
por científicos y expertos teólogos, estudió a Teresa Neumann en su casa,
durante la Semana Santa de 1928. No pudieron determinar que fuera Dios u otra
entidad quien los produjera.
No obstante, quedaron numerosos estudios de rigor
realizados de su caso, así como un sinnúmero de testimonios de quienes vivieron
sus increcíbles experiencias e incluso cuantiosas imágenes gráficas de sus
éxtasis, llagas en manos y pies o sus heridas en la espalda. Pasó por el
tormento de la efusión de sangre unas setecientas veces a lo largo de su vida,
en especial los Viernes de Cuaresma, en los que la sangre igualmente corría por
sus ojos y mejillas. De este modo, posteriores revisiones del fenómeno hicieron
que Teresa Neumann fuese declarada Sierva de Dios por la Iglesia Católica en el
año 2004 y entrara en proceso de beatificación.
LAS PROFECÍAS
DE TERESA NEUMANN
Pero Teresa Neumann no
sólo nos dejo un ejemplo de vida en su fe y entrega. También dejó visiones
proféticas para esta época tan determinante para la humanidad.
Sobre el Gran Cisma en la Iglesia Católica, la Apostasía
General.
Dijo Teresa: “La gran llaga se
abrirá en el 1999 y sangrará por dieciocho años: será este el tiempo de Caín”.
Teresa indica el máximo poder y dominio de las encarnaciones satánicas en un
período que ella llama “la edad de Caín”, que comprende los años entre el 1999
y el 2017. Dieciocho años son la suma del número de la bestia, es decir,
6+6+6=18, develado por el apóstol Juan en el libro del Apocalipsis.
Sobre la confusión espiritual que envuelve a las naciones
Dijo Teresa: “Veo volcar sobre la
Tierra una cesta llena de serpientes que se arrastran sobre las ciudades y los
campos, destruyendo todo”… “He visto dejar el mundo en manos de bestias
horrorosas, con la cabeza de asno y el cuerpo de serpiente”…“En aquel tiempo,
demasiados leones tendrán el corazón del asno y se dejarán engañar”.
Quiere decir que
los jefes que dominan el mundo hoy son personas feas como serpientes pero son
estúpidos porque tienen la cabeza de burro y sus elecciones que parecen en
algunos ámbitos quizás de estrategia política internacional o en el ámbito
económico parecen grandes actos de personas de comando pero en realidad son
elecciones estúpidas que van a llevar a la humanidad a un destino muy feo. Será
en esta era de Caín cuando triunfarán “la ignorancia, el desprecio por la
cultura, la arrogancia, la soberbia, la violencia, el materialismo”.
Sobre el Anticristo
Dijo Teresa: “En el trono más
elevado he visto sentarse a la serpiente de las serpientes”.
Sobre el Aviso Universal
En el año 1952 Teresa
profetizó: “Está
próximo a caer sobre el mundo un castigo terrible, que excederá a cuanto haya
acontecido en la historia de la humanidad, y que el mismo Señor Jesucristo lo
calificó como un juicio final en miniatura”.
Sobre el Castigo Final de Fuego
Dijo Teresa: “Llegará un momento
en el que el hombre y la tierra estarán sucios y corruptos hasta tal punto que
no habrá otra solución aparte que la de una limpieza general, de un diluvio.
Pero esta vez será un diluvio de fuego”.
Sobre Francia, Alemania y México
Varios años, después de la primera Guerra Mundial, estando
en Roma, fue invitado, el Canónigo mexicano de Queretaro, Don Pedro Vera y
Zuria, para sumarse a la Comisión Pontificia, que partía a una aldea de
Alemania. Se trataba de fallar científicamente sobre la estigmatizada famosa.
La Comisión fue seleccionada en el Vaticano, y llevaba eminentes personalidades
de varias naciones. Llegaron a presencia de Teresa Neumann un viernes. Aquel
viernes había caído en éxtasis. El Canónigo Queretano, con las grandes
eminencias, contemplaba, aquella carne congelada y fresca, pre presenciaba
lejanos vaticinios y visiones maravillosas.
Teresa Neumann, en éxtasis lloraba lágrimas de sangre. La
Comisión Pontificia, bajo la presión de la obediencia, obligaba a Teresa a que
dijera, en el éxtasis, lo que veía de las naciones. Le preguntaban en francés.
Ella respondía con un exquisito acento parisino. -Francia será abatida de nuevo... Los alemanes se interesaban,
también por sus designios. Les contestaba en alemán, hablándoles de Dunquerque
y de la Derrota... Alemania perderá la
guerra... Después volverá a Dios... El futuro arzobispo de Puebla, sintió
la llama de su Patria. Su vocecilla de mexicano castizo, le preguntaba en el
éxtasis: -Teresita... no has dicho nada de mi Patria. ¿Qué será de México?
La vidente estigmatizada, cambió en risueñas complacencias, su rostro dramático,
al oír el nombre de México. Aquel castellano de la vidente de Kennersreuth, le
supo a Cielo, al futuro Obispo de Puebla: -"MÉXICO,
SERÁ UNA DE LAS NACIONES MENOS CASTIGADAS, PORQUE ESTA DEBAJO DEL MANTO DE LA
VIRGEN".
Sobre Estados Unidos
Teresa afirmó en 1946 que Estados Unidos nunca se vería
invadido o conquistado, pero sería económicamente arruinado por una serie de
desastres naturales alrededor de la vuelta del siglo.
Sobre las Apariciones en Turzovka, Eslovaquia:
Sobre las Apariciones en Turzovka, Eslovaquia:
Teresa Neumann profetizó al Obispo
eslovaco Karol Kaspar que se había cumplido: “En
unos años, tendrás en Eslovaquia otra Lourdes donde irás en peregrinación”. Se refirió a que la Madre de Dios y Nuestro Señor Jesucristo aparecerían al Señor Mateo Laschut en 1958.
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