MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Mis Amados Hijos, Yo les invito hoy
nuevamente a la conversión, a la vuelta para Dios.
Apresuren su
conversión, porque no hay mucho tiempo de sobra para que vuelvan a Dios y
también para que puedan santificar sus vidas, sus almas y sus corazones.
Ustedes saben que aquí
Yo dejaré 13 secretos a Mi Hijito Marcos y cuando estos secretos fueren todos
revelados, cesarán Mi Apariciones y el tiempo dado para la conversión de la
humanidad acabará.
¡Conviértanse
rápidamente! Cambien de vida, porque esta hora se aproxima, la hora de la
Justicia de Dios. Y si no quisieren ser tullidos en esta Justicia implacable,
renuncien a la impureza, renuncien a la mentira, renuncien a la lujuria,
renuncien a la vanidad, renuncien a su falta de Fe, a su dureza de corazón.
Recen, solamente con la
Oración ustedes podrán encontrar a Dios, sentir a Dios en sus corazones,
recibir Su Paz y vivir la plena vida en abundancia que Él ofrece a cada uno de
ustedes por medio de Mí.
La humanidad termina
ahora de alejarse del Señor y de Su Ley de Amor. Si esto continúa, hasta
incluso la Misericordia de Dios desaparecerá. Para que esto no acontezca es
necesario que haya más Oración, Sacrificio y Penitencia, para que el Señor
vuelva Su Mirada Amorosa para el mundo y le dé aún la Gracia del Milagro de Su
Misericordia que pueda reconducir el mundo para la Paz, para la Salvación, para
la Verdadera Vida en Él.
Yo continúo y
continuaré viniendo para llamarles a esta conversión, a esta vida. Yo les amo
mucho, no quiero que sufran en el futuro, no quiero que sufran en esta vida con
el Castigo de Dios y en la otra con el Castigo Eterno, en el fuego del
Infierno. Por eso les digo Hijitos: “Apresuren su conversión, lleven a serio
Mis Mensajes, medítenlas para que sus vidas sean verdaderamente transformadas.”
Mi enemigo intenta
siempre presentarles tentaciones odiosas, pero, ustedes deben renunciar a él con
el Rosario en la mano y con su corazón verdaderamente vigilante, vigilando su
conducta, vigilando su proceder, para que él no les atrape en alguna trampa. Yo
y Mis Ángeles estamos muy cerquita de ustedes y todos los días les defendemos y
alejamos de ustedes, muchas trampas de Mi enemigo. Y ustedes deben completar
esta protección con su Oración, su vigilancia y huida del pecado.
A todos Yo ahora digo:
“Continúen rezando Mi Rosario y todas las Oraciones que les di aquí, pues,
aquel que Me sirva con Mi Rosario, nunca será abandonado por Mí. Dios lo
defenderá con Su Propia Gloria y esa alma ciertamente será llevada por los
Santos Ángeles para la Gloria del Paraíso cuando termine su caminata en este
mundo.
Recen también Mi
Coronilla de Mi Inmaculada Concepción por lo menos una vez por semana, que es
tan poderoso para alejar y destruir las obras de Satanás.
A todos Yo bendigo
ahora: de LORETO… de PONTMAIN…y de JACAREÍ.”
MENSAJE
DE SAN BENITO DE NURSIA
“Amados Hermanos Míos,
Yo, Benito, Siervo del Señor y de la Madre de Dios, Me alegro hoy por poder
venir por la primera vez a este lugar a darles Mi Mensaje.
Yo les agradezco por el
amor y la devoción que tienen para Conmigo, especialmente te agradezco a ti
Marcos, Mi Devoto Sincero, Verdadero y Fiel.
Agradezco a todos los
que tienen Mi Medalla, a todos los que tienen Mi Escapulario, Mis
Sacramentales. Yo les protegeré de todos los males hoy y siempre.
Y si ustedes fueren celosos
en cultivar Mi Devoción, la Devoción a Mí, Yo nunca les dejaré, les cubriré
siempre con Mi Callado Protector y les defenderé de todos los males.
A cuantos ya he
beneficiado, a cuantos he dado Mis Gracias y Mis Milagros por usar Mi Medalla
con confianza, Mi Escapulario con confianza y por traer siempre Mi Nombre en la
mente, en la boca y en el corazón, rezando Mi Coronilla que Mi Amadísimo Marcos
hizo en Mi Honor.
¡Oh Sí! Sobre esos Mis
Devotos se posa Mi Mirada, los conozco, los amo a todos. Sé quién Me reza y
quién no reza, quién confía en Mí y quién no confía. Y sobre aquellos que
verdaderamente Me aman, desciende ahora Mi Bendición Especial…
…Yo sé quién siempre Me
homenajea, quién siempre Me demuestra su Amor, su Fe, su Cariño delante de Mi
Imagen. A esos Mis Devotos Yo los tengo grabados en Mi Corazón, por ellos Yo
ruego 24 horas por día delante del Trono del Señor y de Su Madre. Ofrezco por
ellos Mis Méritos para alcanzarles Gracias y Milagros. Estoy siempre al lado de
ellos y nunca les abandono.
Vengo hoy a decirles: ¡Sean
Santos! Para mayor Gloria de Dios, viviendo como Yo: siempre en la Oración, en
la Penitencia, en las buenas costumbres, en los cánticos, alabanzas y acción de
gracias a Dios. Viviendo siempre en la fuga del pecado y retirados del mundo,
sin embargo tengan que vivir en el mundo, podrán estar separados de la
corrupción del mundo, rezando siempre, vigilando siempre y sobretodo,
esquivándose y huyendo de las ocasiones de pecado.
Deben amar a las
personas, pero, sin dejarse llevar por sus malos consejos. Deben ser Sal de la
tierra, deben con su santidad, con su vida, dar sabor al mundo, sabor de Dios,
sabor de Vida, sabor de Santidad, sabor de Conversión.
Entonces,
verdaderamente, serán una sal preciosa que, a donde quiera que caiga, que a
donde quiera que vaya, producirá un alimento sabroso de conversiones, de
mudanza de vida, de almas amantes para agradar al Señor.
¡Sean Santos! Viviendo
como Yo viví: con su corazón continuamente elevado y fijo en las cosas de lo
alto para los cuales fueron creados. Si ustedes tuvieran su corazón siempre en
Dios, siempre en Su Madre, buscando hacer todo para agradarles, huyendo de todo
lo que les disgusta. Entonces, verdaderamente, vivirán en Dios, vivirán ya en
el Cielo, sin embargo vivan en esta tierra. Y Dios vendrá hacer morada en sus
corazones, subirá con ustedes, ustedes serán uno con Él en el Amor. Y entonces,
Él velará con ustedes, o sea, Él estará siempre con ustedes y ustedes sentirán
influjos poderosísimos de Su Amor, de Su Gracia, de Su Santidad, de Su Paz y un
día en el Cielo, sentirán Su Divinidad.
Sean la Sal de la
tierra, viviendo continuamente los Mensajes que la Madre de Dios les dio aquí.
En Mi tiempo Yo no las tuve. Si Yo las tuviese, oh, como Yo hubiera dado
gracias, alabanzas a Dios y a Ella. ¡Cómo habría gritado a los hombres del
mundo entero que escuchasen Su Voz! Con que servicios, trabajos aún mayores de
los que aquellos que Yo hice, Yo no Me empeñaría para agradecerla, alabarla por
tan grande don. Y ustedes tiene aquí este don preciosísimo y cuan poco amor aún
tienen para con esta Madre, cuan poca gratitud tienen a Dios.
Amen más a esta Madre y
sean Sal de la tierra, llevando Sus Mensajes, siendo una señal de Su Presencia
en medio del mundo, para que este mundo que fue contaminado, que fue envenenado
por el pecado, por las tinieblas de Satanás, pueda verdaderamente, ver la luz
de Dios y saborear el buen alimento que Dios envía a través de Su Madre a este
mundo.
Sí. Satanás arrojó en
este mundo, arrojó para que las almas se alimentasen de un veneno fatal en los
pecados, en los placeres, en las tinieblas de este mundo. Ustedes son llamados
a ser Sal que verdaderamente ofrece para las almas: un alimento sabroso,
restaurador, fortificante de la Gracia de Dios. Vayan a ellos, sean la Sal de
la tierra para ellos. Sean la Luz de este mundo y entonces, esos hermanos suyos
saborearán el buen y agradable sabor del alimento que el Señor les manda aquí por
medio de Su Madre, y desearán también alimentarse de ese pan que viene del
Cielo, de ese alimento fuerte que viene del Cielo por medio de Ella. Y sus
almas y las de ellos, todas serán fuertes, robustas en la Gracia, robustas en
la Santidad y el mundo cambiará y se transformará en el Reino del Sagrado
Corazón del Señor y de Su Madre y la Paz vendrá a la tierra.
Yo, Benito, estoy con
ustedes en todos los momentos de sus vidas, en sus tribulaciones no se
desesperen, llamen por Mí y Yo escucharé sus gritos y vendré inmediatamente para
socorrerles.
En Mi Vida tuve muchas
persecuciones de Mis enemigos terrenales y de Mis enemigos infernales, pasé por
muchas pruebas y tribulaciones. Pero, todo vencí por el poder de Mi Fe. Yo
aumentaré la Fe de ustedes y la tornaré tan poderosa que nada les podrá derribar.
Recen más para que Yo les aumente la Fe y verán que les daré una Fe fuerte.
Aquel que fuera Mi
Alumno en el camino de la Disciplina, de la Oración, del Trabajo y de la
Pureza, será Grande a los ojos de Dios y cantará Conmigo en el mismo Coro Celestial,
en las alabanzas del Señor y de Su Madre,
A todos bendigo con
Gran Amor ahora y a todos cubro con Mi Manto de Luz.”