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domingo, 26 de noviembre de 2017

26 de Noviembre de 2017 - Mensaje de la Vigen María, Santa Catalina Labouré y Santa Bernadette a través del Vidente Marcos Tadeo

Jacareí, 26 de Noviembre de 2017

Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV mundial:


FIESTA ANTICIPADA DE LA REVELACIÓN DE LA MEDALLA MILAGROSA A SANTA CATALINA LABOURÉ (PARÍS-1830)


MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


“Queridos hijos, hoy cuando ya están celebrando aquí la fiesta de Mi Aparición a Mi hijita Santa Catalina y la revelación de Mi Medalla por ustedes llamada de ‘Milagrosa’ a ella, Yo vengo una vez más para decirles: ‘Soy la Inmaculada Concepción.’

Vivan el amor perfecto a Dios, renuncien a las obras de las tinieblas, renuncien a las obras de la carne que son corrompidas y abracen las obras del espíritu, o sea, las obras del amor, de la santidad, de la oración, del sacrificio, de la adoración del perfecto amor a Dios.

Practiquen la virtud de la templanza, procurando en todo momento y en todos los aspectos de su vida ser templados, o sea, medir sus actos, procurar domar, dominar sus apetitos, sus deseos, su voluntad, sometiendo todos ellos a la razón iluminada por la fe.

De esta forma, ningún acto de ustedes será destemplado, no habrá en ustedes ninguna imperfección, no habrá exagero en nada y ni falta de nada, y todo estará en su justa medida y peso. Entonces, los actos de ustedes serán perfectos y agradarán al Señor.

Usen Mi Medalla Milagrosa con amor todos los días. Yo prometo a todos aquellos que la usaren con fe por toda la vida grandes gracias y, sobre todo, esas almas serán queridas de Mi Corazón Inmaculado y Mi enemigo no las podrá tocar, porque en las almas que usan Mi Medalla Milagrosa, Yo imprimo Mi señal materna.

Continúen rezando Mi Rosario todos los días.

Sean buenos, lean la vida de los Santos, para que todos los días ustedes sean inspirados por ellos y los imiten en su amor perfecto a Dios y sepan lo que deben hacer.

A todos Yo bendigo con amor: de FÁTIMA… de PARÍS… y de JACAREÍ.”



MENSAJE DE SANTA CATALINA LABOURÉ


“Queridos hermanos Míos, Yo, Catalina Labouré, Catherine, Me alegro por venir hoy una vez más con la Madre de Dios para bendecirlos.
Amo a todos ustedes, estoy con ustedes siempre y nunca los abandono, nunca.
Sí Marcos, Yo también te vi en una de las apariciones que la Santísima Virgen Me dio en diciembre de 1830. En aquella bendita aparición, Yo conocí tu persona futura, conocí tu amor, tu obediencia a la Madre de Dios, conocí todo lo que tú harías en el futuro para Ella y Mi Corazón se alegró profundamente por conocerte, por amarte y por poder también rezar por ti, pues esa fue una incumbencia que la Santísima Virgen Me dio.
E igualmente es Mi incumbencia rezar por tu padre espiritual Carlos Tadeo. Él es este globo que ahora Yo sostengo en las manos, este globo es él. Yo lo guardo, Yo lo amo, Yo lo protejo, Yo lo sostengo en Mis manos y no permitiré jamás que ningún mal lo toque.
Sí amadísimo hermano Carlos Tadeo, tu eres este globo dorado que Yo sostengo en Mis manos. Por eso, no tengas miedo, porque Yo te guardo, Yo te protejo, Yo te amo y ningún mal te tocará.
Tú debes propagar más la Medalla que Yo recibí de la Madre de Dios. Debes tornar más los Mensajes que Ella Me dio y las Mías que Yo di aquí, conocidos de todas las personas, para que ellas cuanto antes entiendan los planes de la Madre de Dios, entiendan estos tiempos de batallas que ahora ustedes están viviendo y cada soldado agarre las armas que la Madre de Dios les dio: el Rosario, la Palabra de Dios, la Palabra de la propia Madre de Dios, la espada de la Palabra, la espada de la verdad y que cada uno, cada soldado luche bravamente contra las fuerzas del mal.
Yo estaré a tu lado para ayudarte a convencer a las personas y prepararlas para luchar con la Madre de Dios contra todo mal y todo pecado hasta alcanzar la victoria.
Adelante Mi hermanito querido, nunca te dejaré, estaré siempre a tu lado. En el día 27 de noviembre de cada año, tú podrás escoger un alma y consagrarla a Mí. Prometo que a esa alma que tú consagres a Mí, Yo la protegeré, Yo la guardaré y Yo la libraré de todo mal por toda su vida.
Yo, Catalina, amo a todos ustedes que están aquí. Mañana derramaré grandes gracias sobre todos aquellos que tuvieren la Medalla que Yo recibí de la Madre de Dios. Y en el día de Mi fiesta, derramaré sobre todos aquellos que tuvieren la Medalla de la Madre de Dios, derramaré una gracia especial. Por eso amados hermanos, propaguen la Medalla de la Madre de Dios, protejan sus almas y las almas de sus seres queridos con la Medalla de la Madre de Dios que es escudo, defensa y refugio para todos Sus hijos.
Continúen rezando el Rosario todos los días.
Continúen estudiando y practicando las virtudes cristianas para que ustedes sean santos de hecho y no apenas de apariencia. 

A todos Yo bendigo con amor: de PARÍS… de FAIN-LÈS-MOUTIERS... y de JACAREÍ."


(Vidente Marcos): “Querida Madrecita del Cielo ¿Tú Señora puedes bendecir y tocar estas imágenes y rosarios que hicimos para la protección de tus hijos?”
La Madre Dios, Santa Catalina Labouré y Santa Bernadette tocan en los objetos religiosos. Después Santa Bernadette da el siguiente mensaje…


MENSAJE DE SANTA BERNADETTE SOUBIROUS
“Amado hermano Carlos Tadeo, Yo, Bernadette, sierva de la Madre de Dios, vengo para darte el mensaje de este mes de noviembre.
Rece, creé, ame cada vez más a la Madre del Señor. Lea todo el capítulo del libro de Eclesiástico 5. En él tú encontrarás grandes luces para tu alma. Lea también amado hermano Mío, el capítulo 9 de Imitación de Cristo y tú allí encontrarás también para ti grandes luces y tesoros espirituales. Yo leía el libro Imitación de Cristo todos los días. Él fue mi consejero espiritual por toda la vida. Si tú también lo amas y también lo consideres tu consejero espiritual, avanzarás velozmente en el camino del amor, en el camino de la santidad, de la perfección cristiana.
Ame siempre más el Santo Rosario. Fue por ello que Yo Me torné perfecta y es por ello que tú también te tornarás, imitando las virtudes de Jesús y María que se van contemplando en los misterios del Rosario. Yo bajaré del Cielo para unirme a tu oración y para rezar el Rosario contigo, de modo que ello doblará en valor y por causa de eso, grandes gracias serán derramadas sobre ti y sobre toda la tierra.
En el día 18 de febrero, día en que Yo soy festejada en Lourdes y que Yo recibí de la Madre de Dios Su promesa: ‘No te prometo la felicidad en esta vida, pero en la próxima sí’. Yo te concederé cualquier gracia que tú Me pidas, desde que no sea contraria a la Voluntad del Señor. Ese gran favor Yo alcancé del Señor por Mis grandes méritos y también es la prueba del inmenso amor que tengo para contigo.
En el día 11 de febrero, día del aniversario de la Aparición de la Madre de Dios, de Su primera Aparición a Mí, tú también recibirás de Ella desde el Santuario de Lourdes grandes gracias, grandes bendiciones como si tú hubieses ido allá, como si tú estuvieses allá. Esas gracias serán dadas a ti. También de Mi cuerpo incorrupto, tú recibirás grandes gracias Mías a través de Mi cuerpo incorrupto, como si tú hubieses hecho una peregrinación hasta él en Nevers.
Alegra tu corazón amado hermano Mío, porque todo esto son dones del gran amor que Yo tengo para ti, son señales del gran amor que Yo tengo, que Yo siento por ti. Alegra tu corazón y ame el hijo que la Inmaculada Madre de Dios te dio, pues a través de él tu vida será salva y la de muchas personas que tú conoces y que están ligadas a ti.
Verdaderamente la Madre de Dios te dio la mayor gracia que podría haber dado a la humanidad, porque todas las veces que Dios Padre da un hijo santo a una familia, da no apenas para el bien de la humanidad, pero para la salvación y el bien de aquella familia en primer lugar.
Pues bien, cuando Dios dio a Mis padres la gracia de engendrarme y traerme al mundo, Dios no dio apenas una gracia para Lourdes, para la humanidad, pero también para ellos en primer lugar, para el bien y la salvación de ellos.
Ahora, cuando la Madre de Dios y el Señor te dieron por hijo a Nuestro amadísimo Marcos, por hijo espiritual, pero tú hijo, no dio apenas para el bien de Nuestro amadísimo Marcos, pero también para tu bien y el bien de tu casa. Alégrate, por lo tanto, recibe este don con amor, agradezca y alaba al Señor por él y, sobre todo, ame esta gracia para que cada vez más tú puedas sentir y quitar los frutos de esta gran gracia. Ame esta gran gracia, para que tornándote digno de esta gran gracia, mucho más aún el Señor y la Inmaculada Madre de Dios puedan confiarte.
Yo, Bernadette, te bendigo y bendigo a todos Mis hermanos aquí presentes que Yo tanto amo.
Quédate sabiendo amadísimo Marcos, que aquella vez que tuviste un gran dolor en los riñones al punto de incluso llorar y retorcerte de dolor, y no conseguir siquiera caminar, hace más de 20 años atrás, aquel gran dolor tú sufriste por diversas almas y aquel sufrimiento sirvió para alcanzar para ellas gracias de conversión, de salvación y muchas otras.
Y una de esas almas por las cuales tú sufriste está aquí, es Gabriel Arantes. Otra alma por el cual tú también sufriste, expiaste y ofreciste, fue Nuestra amadísima Darcí. Sí, ella es fruto de ese tu sufrimiento. Por eso, poco tiempo después de aquel dolor, ella ya vino aquí y aquí recibió de la Madre de Dios todas las gracias, con Ella también todas las bendiciones.
Y no para por ahí, tú también sufriste aquel gran dolor por Nuestro amadísimo Luis Miguel, tu postulante de Portugal. Él también es el fruto de ese tu gran dolor ofrecido con paciencia y amor al Señor.
Alegra tu corazón, porque tus sufrimientos engendraron nuevos hijos para Dios, para la Madre de Dios y aún mucho más engendrarán, y con el pasar del tiempo, mucho más sobre eso tú conocerás. Alégrate.
Que todos sepan que el sufrimiento acepto y ofrecido con amor, genera gracias superabundantes para muchas almas y para toda la humanidad.
A todos Yo bendigo ahora y especialmente a ti Mi amadísimo hermano Carlos Tadeo: de LOURDES… de NEVERS… y de JACAREÍ.”

(María Santísima): “Conforme Yo ya dije: ‘Adonde quiera que unas de estas imágenes, medallas y rosarios lleguen, Yo estaré allá con Mis hijitas Catalina y Bernadette derramando las copiosas y grandes bendiciones del Señor.’
La paz Mis hijos, queden en la paz del Señor.”


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