Jacareí, 01 de Abril de 2018
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DOMINGO
DE PASCUA
MENSAJE
DE NUESTRO SEÑOR
“Amados hijos, hoy, Yo,
el Sagrado Corazón, vengo con Mi Madre Santísima para decirles: ‘SOY SU DIOS.’
Resucité para quedar con
ustedes. Resucité para quedar con ustedes hasta el fin del mundo.
Resucité para ser su
vida, su fuerza y su luz todos los días de su vida.
Resucité para probarles
que el amor es más fuerte que todo el pecado del mundo, que el amor es más
fuerte que el mal, que la luz es más fuerte que las tinieblas y que el bien siempre
vencerá al mal.
Resucité para probarles
siempre más el Amor de Mi Sagrado Corazón, colmando todos los días de su vida,
de su peregrinación en la tierra, de
luz, gracia y amor.
Resucité para ser siempre
Su Buen Pastor, que les conduce por las veredas de la salvación hasta los
celestes pastizales del Cielo.
Resucité para ser siempre
su amigo, su hermano, para amarles
con el amor infinito de Mi Divino y Sagrado Corazón, y todos los días llenar su
vida de luz, gracia y de misericordia.
Sí, resucité para ser la vida de su vida, y hoy deseo de
ustedes Mis hijos, su ‘Sí’, para que Yo pueda entrar en su corazón y en su
vida, y pueda realizar en ustedes Mis maravillas de amor.
Sí, sólo quiero su ‘Sí’.
Si supieran cuánto les amo, si supieran con cuánto amor Yo morí por ustedes en
aquella cruz Mis hijos.
Sí, mientras no se sufra
por el ser amado, ese amor no puede ser llamado de verdadero. Yo morí por ustedes en aquella cruz con tanto amor para
decirles y mostrarles cuánto les amo y lo cuánto Yo quiero su salvación.
Sí Mis hijos, derramé
toda Mi sangre hasta la última gota por ustedes.
Yo podría redimirles con una oración, con un simple acto de amor. Pero Yo
decidí salvarles del modo más doloroso, del modo que más Me costaba. Para
mostrarles no solamente el gran deseo que Yo tenía de redimirles y salvarles,
pero también cuanto Mi Amor por ustedes era grande, abrasado e infinito.
Sí, dejé que todo Mi
cuerpo fuese despedazado por amor a ustedes Mis hijos, para probarles cuánto
amor Yo les tengo y lo cuánto Mi Corazón ardía en deseos de tenerles a todos
junto a Mí.
Cuando
Yo sea levantado de la tierra, atraeré todo a Mí,
dije Yo. Sí, en Mi cruz Yo les muestro todo Mi Amor y atraigo todos sus
corazones para Mí.
La cruz es la gran prueba
de Mi Amor. Allí Mi Corazón fue traspasado por la lanza y de él salió sangre y
agua como una fuente inagotable de amor y misericordia para ustedes.
Amor que quiere
purificarles, amor que quiere transformarles, amor que quiere cambiar su vida,
pero Mi Amor hasta ahora ha estado paralizado por su dureza de corazón Mis
hijos.
Sin su ‘Sí’, sin la
apertura de sus corazones a Mi Amor, no puedo realizar Mis Gracias en su vida,
pues, respeto su libertad, la libertad que Mi propio Padre Celeste les dio.
Pido, por lo tanto, su
‘Sí’, para que Yo pueda actuar en su vida y para que Yo pueda realizar las
maravillas de Mi Amor y de Mi Gracia en su vida.
Sólo les pido fe, fe y confianza. Son las únicas dos
cosas que exijo de ustedes, para que verdaderamente Yo pueda entrar en su vida
y modificarla completamente.
A todos los que venían a
Mí pidiéndome o una cura, o una gracia, o un milagro, o cualquier favor, Yo
siempre decía: ‘Sea hecho conforme a tu
fe.’ Sí, si tuvieren fe y confianza en Mí, si Me dieren su ‘Sí’ y Me
dejaren actuar en ustedes, entonces Mis hijos, Yo haré en ustedes Mis
maravillas. De lo contrario, la Llama de Mi Amor quedará siempre reconcentrada
en Mi Corazón, represada en Mi Divino Corazón y no podrá realizar en ustedes
Mis grandes gracias.
Denme su ‘Sí’ y denme
deprisa, porque Yo estoy volviendo a ustedes en breve. Las señales que anuncian
Mi regreso están sucediendo delante de ustedes: guerras, rumores de guerras, dolencias, pestes, epidemias, hambrunas,
terremotos, maremotos, inundaciones y muchas otras cosas que anuncié en Mi
Evangelio que les servirían de señal.
La gran apostasía, la
pérdida de la verdadera fe, el humo de Mi enemigo que penetró dentro de la
Iglesia, oscureciendo la santidad de ella y llenándola de errores que los
pastores enseñan a Mis ovejas, matándolas con el veneno mortal de los errores y
de la apostasía. Todo eso son las
señales que les anuncian que Mi vuelta está próxima.
Denme su ‘Sí’ deprisa Mis
hijos, pues, sin ese ‘Sí’, no podrán entrar en el Cielo. Y mientras más demoren
a dar ese ‘Sí’, cuanto más posterguen el ‘Sí’, peor será para ustedes. Pues, su
santidad quedará siempre más atrasada y aquellos que no estuvieren
santificados, no podrán entrar en el
Reino de Mi Padre.
Abran sus corazones
deprisa, pues, las horas pasan y ya están en la última media hora de Mi día. En
breve volveré y haré las cuentas con los trabajadores de la primera hora, de la
hora tercera, de la hora sexta, de la hora nona y de los trabajadores de la última
hora, que son ustedes. Y también
haré las cuentas con los trabajadores perezosos y malos, que no quisieron
trabajar en Mi viña para darme frutos de conversiones, de almas y de santidad.
A esos Yo daré órdenes a Mis Ministros que los aten y los lancen en el fuego
que jamás se apagará.
Di
a todos muchas oportunidades, muchas chances. Estoy dando
todas las oportunidades a ustedes Mis hijos, pero infelizmente continúan ciegos
por sus placeres y pecados y no quieren mirar ni hacer Mi Voluntad. Un día se arrepentirán, pero será demasiado
tarde para ustedes.
Oigan a Mi Madre que Yo
les envié como Mensajera. Ella llora, Ella aparece, Ella da innúmeras señales
como aquellas que Ella hizo anteayer, en el día de Mi Pasión, en la procesión
en este Santuario.
Era Ella que estaba junto
con ustedes en aquella procesión, soltando globos y rayos de bendiciones sobre
ustedes. Sí, atiendan a Mi Madre que les ama tanto y que les da tantas gracias.
No desperdicien estas gracias, no arrojen fuera estas gracias, rechazándolas
con sus pecados, desperdiciándolas y tornándolas vanas por causa de la dureza y
de la ceguera de sus corazones.
Abran sus corazones a
Ella Mis hijos, porque les digo: ‘Todas
las Palabras de Mi Madre deben ser tomadas muy en serio. Yo pediré cuentas de
cada uno de los Mensajes que Mi Madre les dio y que ustedes despreciaron.’
Mi
Madre es aquello que más amo después de Mi Padre, después de Mí mismo.
No puedo tolerar que Mi Madre sea tratada como cualquier cosa, que Ella sea
escarnecida y pisada por su desprecio. Y es por eso que Yo justiciaré a Mi
Madre y lanzaré a aquellos que la despreciaron, que la persiguieron, que
negaron Sus Mensajes, que se burlaron y escarnecieron de Sus Lágrimas de Dolor,
de Sus Mensajes de Amor y Dolor, Yo los lanzaré en el fuego eterno, donde Mi
Justicia los castigará, e incluso después de 1000 años, el infierno de ellos
estará sólo comenzando.
Sí,
Yo los entregaré al furor de los demonios que los destrozarán con su odio por
toda la eternidad.
No sean del número de
esos infelices Mis hijos. Abran sus corazones para Mi Madre y acojan los
avisos, los consejos, las Palabras de Amor que Ella les dirige en Mi Nombre.
Sí, son muy amados por Mi
Corazón, pero causan gran dolor a Mí cuando desprecian los avisos de Mi Madre,
cuando cierran los corazones para Ella, para los Mensajes de Ella, rechazando
Mi Gracia que Ella les ofrece.
Por eso pido: ‘Abran sus
corazones a Ella y no la hagan sufrir más, ni también hagan sufrir Mi Divino y
pobre Corazón, que aún hoy continúa siendo traspasado por la lanza de sus
pecados diarios. Y también por su rechazo en hacer Mi Voluntad.’
Sean obedientes Mis
hijos. Sean dóciles. Y entonces, Mi Divino Corazón derramará un océano de
gracias en su vida y les tornará santos.
Que nadie también
presente sus miserias y sus faltas delante de Mí como excusa para no aceptar Mi
Voluntad, Mi Plan de Amor y Santidad. La
Santidad es para todos ustedes.
La cura, el remedio es
para el enfermo, la manta es para aquél que siente frío, el pan es para aquél
que tiene hambre, el agua es para aquél que tiene sed, el aire es para aquél
que respira y la santidad es para ustedes Mis hijos, ustedes que Yo redimí con
el precio de Mi Preciosísima Sangre, la santidad es para ustedes. El Cielo es
para ustedes. Yo conquisté el Cielo para ustedes en Mi cruz y quiero que
acepten la santidad y que procuren la santidad para agradarme.
Todos ustedes deben ser
santos, cada uno en su estado de vida, pero deben ser santos.
Las familias tienen que
ser santas, los jóvenes tienen que ser santos, los religiosos tienen que ser
santos, los viudos tienen que ser santos, todos ustedes deben ser santos a Mis
ojos, para que Yo pueda verdaderamente presentarles a Mi Padre Celeste como Mis
verdaderos hermanos y Sus verdaderos hijos.
Sí Mis hermanos y Mis
hijos, que amo con el amor de Mi Padre, ustedes deben buscar la santidad, deben
rezar la Coronilla de la Misericordia Meditada todos los días, porque a través
de ella, les santificaré y les tornaré grandes santos a Mis ojos.
Deben oír los Mensajes de
Mi Madre que Nuestro predilectísimo Marcos tanto se esfuerza para hacer para
ustedes, del modo más bello posible en estos vídeos, en estas Horas de Oración,
para que ustedes puedan verdaderamente comprender los deseos de Mi Madre,
consolar el Corazón de Mi Madre, secar las lágrimas de Mi Madre y dar amor al
Corazón de Mi Madre. Y en el Corazón de Ella dar amor, alabanza y gloria a Mi
Corazón. Así, sus corazones crecerán en la santidad y se aproximarán cada vez
más de Mí.
Nuestros planes, Míos y
de Mi Madre, deben ahora avanzar. Por eso quiero Mis hijos, que una vez por
mes, en los cenáculos que ustedes hacen, que lleven la imagen de Mi Sagrado
Corazón y que ustedes hagan la Hora de Mi Sagrado Corazón en el lugar de la
Hora de la Paz, en el lugar del Rosario.
Mis hijos deben conocer
Mi Corazón lleno de amor, deben conocer Mi Corazón lleno de misericordia para
con ellos. Por eso deseo que hagan la Hora de Mi Sagrado Corazón urgentemente,
para mostrar a Mis hijos cuánto les amo, cuánto les quiero salvar.
Deseo también que durante
todo este mes de abril ustedes divulguen a todos Mis hijos, Mis Apariciones a
Mi hija Faustina Kowalska. Es el mes de la misericordia y ustedes deben
propagar los Mensajes que di a ella, y la Coronilla de la Misericordia sin
demora, porque muchas almas pueden ser salvas por la Coronilla de la
Misericordia, y también a través de la imagen que di a aquella Mi hija y pedí
que ella pintase la imagen conforme Yo aparecí, aparecí a Ella. Sí, muchas
almas serán tocadas por Mi Gracia. Ayuden las almas a conocer cuán grande es
para con ellas Mi bondad.
Y acuérdense siempre de
aquello que Nuestro amadísimo Marcos les dijo ayer: ‘Cuántos mayores fueren sus miserias, mayores serán las misericordias de
Mi Madre para con ustedes. Y cuántos mayores fueren sus pecados, mayor todavía
será Mi piedad y Mi bondad para con ustedes.’
Por eso Mis hijos, todos
ustedes, entréguense a Mi Amor y este Amor les salvará. Sean amor, vivan de
amor, vivan en el amor y el Amor Divino les salvará, salvará a la humanidad
entera.
Cada uno de ustedes que está
aquí, es muy amado por Mi Divino Corazón. Fui Yo propio quién les escogió y
trajo aquí en Mi obra de salvación, en la obra de salvación de Mi Madre. Digan
‘Sí’ para que hoy mismo Nuestra Llama de Amor comience a actuar poderosamente
en su vida y llenarles de maravillas, llenarles de paz y gracia divina.
Yo, el Sagrado Corazón,
deseo también que, durante todo este mes, ustedes den 10 Escapularios de Mi Sagrado Corazón para 10 hijos Míos que no la
tienen, que no Me conocen. Y también 10 Escapularios
de Mi Pasión. Para que así, las gracias de Mi copiosa Redención puedan
proteger más a Mis hijos del mal, de Mi enemigo, de las tentaciones y Mi
copiosa Redención pueda derramarse más abundantemente y eficazmente sobre todos
Nuestros hijos.
Deseo también que den 10
Medallas de las Lágrimas de Mi Madre a Mis hijos. Para que así, el poder, los
méritos de las lágrimas dolorosas de Mi Madre puedan verdaderamente atraer
grandes gracias sobre todos Mis hijos, colmándolos de los tesoros de Mi Corazón
Misericordioso.
A todos ustedes bendigo y
agradezco por haber venido.
Ahora
Nuestro Señor se dirige al vidente y a Carlos Nunes.
Bendigo especialmente a
ti Mi amadísimo hijito Marcos, que esta semana se esforzó tanto para dar a
estos Mis hijos, los Mensajes de Mi Madre tan bellamente colocados, grabados en
estos vídeos que tocan Mi Sagrado Corazón y conmueven Mi Sagrado Corazón.
Gracias amadísimo hijo
Mío por tanto esfuerzo, dedicación y trabajo. Tantas cuántas fueren las almas
que fueren tocadas y abrasadas con estos vídeos, tantas serán las coronas de
gloria que Yo propio colocaré en tu cabeza en el Cielo, y tantos serán también
los amplexos de amor que Yo te daré en el Cielo.
Bendigo también a ti Mi
amadísimo hijo Carlos Tadeo. Quédate sabiendo hijo que, cuando resucité y salí
glorioso del sepulcro, después de Mi Santísima Madre, la primera persona en
quién pensé con amor fue en ti.
Sí, te vi nuevamente en
visión sobrenatural y nuevamente te bendecí, te amé y oré por ti. Pedí a Mi
Padre que aplicase los frutos de Mi copiosa Redención abundantemente en ti y en
tu persona.
Debes saber cuánto te
amé, debes saber cuánto hijo Mío deseé, deseé resucitar para quedar con Mi
Madre, con Mis Apóstoles, con todos Mis hijos, pero especialmente contigo.
Resucité por ti. Resucité
porque te amo. Y te bendigo copiosamente ahora. Tú que eres el consolador de Mi
Madre, tú que eres el consolador de Mi Sagrado Corazón.
Ve en frente y continúe
llevando a todos Mis hijos Mi Amor y el Amor de Mi Madre. Debes dar a ellos 50
vídeos que tu hijo hizo de Mi Aparición a Mi hija Faustina, para que Mis hijos
conozcan la Coronilla de la Misericordia, conozcan la imagen de Mi
Misericordia, conozcan cuán grande es Mi bondad y el deseo de salvar a todos
ellos.
Tú eres un apóstol de la
misericordia, juntamente con el hijo que Yo te di, y debes por tanto anunciar a
todos, Mi gran Misericordia para con toda la humanidad.
Deseo
salvar a todos los pecadores. Deseo reunirlos a todos
en el aprisco de Mi Sagrado Corazón. Amo
a Mis ovejas. Por ellas Yo di la vida y no quiero que ninguna de ellas se
pierda. Cuanto más enferma, cuanto más
herida una oveja, mayor es Mi deseo de salvarla y de curarla.
Ve entonces Mi hijo,
lleva a ellas Mi remedio divino que es Mi propia Madre Santísima y los Mensajes
que Ella da por medio del hijo que te di. Ve y lleva a todas las almas los
remedios que Mi Madre vino aquí a ofrecer: La
oración, Sus Mensajes, Su Amor, Nuestras Apariciones, también el agua de
Nuestras fuentes, Nuestras Medallas y Escapularios. En fin, todos los dones
de Nuestro Corazón.
Para que así hijo Mío,
Mis ovejas sean curadas y bien alimentadas con buen pastizal de Mi Gracia, que
aquí es ofrecida abundantemente a todo aquél, a toda oveja que quiera comer.
Ve y continúe llevando
los pastizales de Mi Gracia y de Mi salvación a Mis ovejas. Toma la oveja más
herida en el hombro y tráela a Mí y a Mi Madre, para que Nosotros la curemos y
la resucitemos.
Esa
es tu misión: ser el apóstol de Mi Amor, del Amor de
Mi Madre, de Nuestra Gracia, hasta el fin de tu vida, juntamente con el hijo
que Nosotros te dimos.
Sí, ámalo. Así como todos
Mis Santos eran canales de Mi Gracia para sus padres, para sus familiares, y
por causa de ellos salvé a sus padres, los inundé de las gracias de Mi
Misericordia. Así también es contigo.
Así como salvé a los
padres de Mi hija Faustina, por la santidad y obediencia de Mi hija, así
también Yo te llenaré siempre más de gracias por causa de los méritos del ‘Sí’
del hijo que te di, de la obediencia de él a Mí y a Mi Madre durante toda la
vida de él.
Y mientras más él crezca
en amor, en obediencia, en mérito y en gracia delante de Mí, tanto más tú
también recibirás de Mis Gracias, de Mi Amor y de Mi bondad, que a ti siempre
más se derramará por medio de él.
Oh sí hijo Mío. Esto es
obra de Mi Amor para contigo. Esto es obra de Mi bondad para contigo. No puedes
imaginar cuanto, cuanto amor Yo tengo para contigo.
Quédate sabiendo que en
Mi Pasión, cuando Me sentaron en la silla de clavos que perforó todo Mi cuerpo,
Yo pensé en ti, Yo te vi en Mi frente en visión y Yo ofrecí por ti aquel
terrible martirio, aquel terrible dolor que padecí. Los clavos entraron en Mis
carnes, hicieron Mi cuerpo sangrar abundantemente y Me causaron dolores
terribles que, si Yo transfiriese a ti, morirías.
Todo eso ofrecí por ti,
porque te amo mucho y quiero hacerte una gran obra de gracia, belleza y
santidad, para glorificar a Mi Padre, a Mi Corazón, a Mi Espíritu Santo,
delante de toda la humanidad, delante de toda la creación. Y en ti mostrar lo
cuanto Mi Amor es capaz de realizar maravillas en un corazón que confía en Mí y
a Mí da su ‘Sí’ enteramente.
Yo ahora te bendigo con
Mi Madre y bendigo a todos ustedes Mis hijos queridos, a los cuales tanto amo y
a los cuales tanto deseo salvar.
Ahora
el Señor se dirige de nuevo a cada uno en particular.
Aquí en este lugar
sagrado resido con Mi Madre Santísima incesantemente día y noche.
Vengan a beber de la
fuente del amor, vengan a beber de la fuente de la gracia, vengan cantando y
rezando en procesión, vengan a rezar el Rosario, vengan a hacer meditación,
vengan a hacer la oración mental con Mi hijito Marcos, que tanto toca Mi
Sagrado Corazón.
¡Oh sí! Yo y Mi Madre
estremecimos de amor durante la oración mental que él hizo hoy. Aquella oración
salió de las profundidades del corazón de él por la gran y mística llama de
amor que Yo y Mi Madre colocamos en el corazón de él, allí encendimos y que ustedes
inclusive ya vieron en las señales dados aquí.
Sí, es de aquella llama
profundísima de amor que salió esta oración abrasada, que abrasó a todos sus
corazones Mis hijos. Y que, si fuese fuego, habría quemado a todos ustedes y
reducido a cenizas este lugar.
Deben abrir su corazón a
esa gran gracia, pues, en esas oraciones, ustedes crecerán mucho, se
adelantarán mucho en el amor, y si fueren dóciles, Mi Llama de Amor entrará en
sus corazones con tal fuerza, que les transformará completamente y nunca más
ustedes serán los mismos.
Déjense conducir, llevar
por el viento de la Inmaculada, por el viento de Mi Madre hasta Ella, traerse
por él hasta Mí y ustedes nos encontrarán. Déjense abrasar por la Llama de Amor
de Mi Madre, por la Llama de Amor incesante de Mi Sagrado Corazón, que es Mi
hijo Marcos.
Abran sus corazones en la
oración mental que él hace. Abran las puertas de su alma. Denme el ‘Sí’,
entréguense a Mí. Oren con fe junto con él en aquel momento con amor. Y
entonces, verdaderamente sentirán Mi visita y la visita de Mi Madre en sus
corazones. Y entonces, entraremos, nos uniremos con ustedes, cenaremos con
ustedes y seremos uno solo con ustedes en el amor.
Y tú Mi hijo Carlos
Tadeo, es de aquella llama abrasadora de amor que fue vista tantas veces en las
señales aquí en Nuestro hijo Marcos, que sale el amor que él tiene por ti.
Déjate calentar en ese amor, recibe ese amor jubiloso, agradecido y gustoso.
Abre las puertas de tu
corazón para recibir siempre más esa llama de amor y verás, conocerás cuánto es
infinito el amor de Mi Madre y el Mío por ti, y lo cuanto Nuestro Amor por ti
desea verdaderamente hacer locuras de gracia, locuras de misericordia, locuras
de amor.
A ti y a todos Nuestros
hijos, bendigo con amor ahora: de JERUSALÉN… de DOZULÉ… y de JACAREÍ.”
MENSAJE
DE NUESTRA SEÑORA
“Queridos hijos, Yo Soy
la Madre jubilosa de la Redención. Yo Soy la Madre jubilosa de la resurrección.
Yo Soy la Co-Redentora de la humanidad.
Hoy, en el día en que
celebran la victoria de Mi Hijo Jesús y también la Mía sobre el pecado y la
muerte, Yo vengo hasta ustedes para decirles: ‘Corazones a lo alto.’
Que su corazón esté
siempre en Mi Hijo Jesús, vencedor de la muerte y del pecado, destruidor de las
obras de las tinieblas y de Satanás, para que su corazón con Él, pueda vivir en
la gracia y en breve triunfar también en Su Gracia.
Corazones
a lo alto, que su corazón se eleve de las cosas mundanas y
terrenas y se fije en el gran amor de Mi Hijo Jesús. Amor que venció el mundo,
amor que venció el pecado, amor que venció el infierno, amor que aún hoy vence
y resucita los corazones muertos por el pecado.
Para que entonces sus
corazones Mis hijos, también resuciten con Mi Hijo en el amor, vivan con Mi
Hijo Jesús en el amor y también triunfen con Mi Hijo Jesús en el amor y por el
amor.
Corazones
a lo alto, que sus corazones se eleven de este mundo que hoy se
transformó en un pantano de pecado, que todos los días engulle cada vez más las
víctimas fáciles de la violencia, de la impureza, de la prostitución, de la
deshonestidad, de la corrupción, de la inmoralidad.
Para que verdaderamente,
sus corazones quedando lejos de tanta corrupción y de tanta maldad, se
mantengan puros como un jardín sellado, como un jardín cerrado, como un jardín
consagrado para el Divino Esposo de sus almas que es Mi Hijo Jesús.
Que sus corazones estén en lo alto, en lo alto del amor, en lo alto del
Cielo, del amor en pura transformación que sólo se alcanza por la oración
profunda, hecha con el corazón, por la oración
mental que Mi hijo Marcos les enseñó a hacer aquí tan bien.
Oración que
les arranca de su ceguera espiritual, oración
que les arranca de la ceguera causada por su ignorancia, oración que les arranca de su tibieza, de su aridez y que les hace
ver las verdades eternas, que les hace ver la grandeza del Amor de Dios por
ustedes, que les hace ver la belleza de la santidad, la belleza de la oración,
la belleza del Cielo, de Jesús y de Su Madre Celeste. Esa oración que les transforma, que les purifica, que les torna cada
vez más semejantes a Su propia Madre Celeste: en el amor, en la santidad, en la
bondad, en la pureza, en la gracia.
Sí, hagan esa oración continuamente, recen nuevamente
las oraciones mentales que Mi hijo
Marcos hace, en sus casas. Para que verdaderamente esa llama de amor nunca se
apague en ustedes. Esa llama que Yo comunico poderosamente a sus almas durante
aquel momento sagrado de aquella oración.
Entonces, Mi Llama de Amor crecerá poderosamente en sus corazones, día tras
día, y se tornará tan fuerte, tan intensa, que abrasarán a todas las almas a su
alrededor con esa llama de amor.
Corazones
a lo alto, que sus corazones salgan de ustedes mismos Mis hijos
y se eleven para Dios en el Cielo. Para que entonces, su alma unida
perfectamente a Dios por los lazos místicos del amor, de la oración de amor,
cada día más ustedes puedan unirse con el Señor, su alma se torne espejo
clarísimo de la propia santidad, belleza y gracia de la Santísima Trinidad. Y
entonces, puedan reflejar sobre la tierra como espejos clarísimos, esa luz que
la Santísima Trinidad desea proyectar por medio de ustedes, para iluminar la
tierra y disipar las tinieblas del mundo.
Ahora
Nuestra Señora dirige sus palabras a Carlos Nunes.
Amadísimo hijo Carlos
Tadeo, quédate sabiendo que, en la mañana de la resurrección, cuando Mi Hijo
Jesús apareció delante de Mí resucitado, Él Me mostró a ti y también al hijo
que te di, Mi hijo Marcos.
Sí. Y aquella visión de
tu futura fidelidad a Mi Inmaculado Corazón, la visión de tu futuro amor, de
los cenáculos hechos por amor a Mí, de todo lo que haces por Mí, consoló
sobremanera Mi Corazón, que llenó de tanto júbilo Mi alma, que en aquel momento
estremecí.
Y cuando Me uní
místicamente a Mi Divino Hijo, tornándome una sola Llama de Amor con Él; sí,
Nosotros dos estremecimos de amor al contemplar tu futura fidelidad y la del
hijo que te di a Nuestros Sagrados Corazones. Sí, sentimos un gozo extremo de
amor en aquel momento, causado por el conocimiento de tu futura bondad, de tu
futura fidelidad, de tu futura obediencia a Nuestros Corazones.
Y en aquel momento,
lágrimas luminosas doradas bajaron de Mis ojos, por la alegría que Yo sentía
por la resurrección de Mi Hijo y también por conocer que, en el futuro, tu alma
aprovecharía la copiosa Redención de Mi Hijo Jesús fielmente. Y que por ti y
por el hijo que te di, y por muchas almas también que serían salvas por medio
del ‘Sí’ de los dos, la Pasión de Mi Hijo y Mis Dolores no serían en vano.
Alegra tu corazón alegría
de Dios, alegría de la Madre de Dios también. Así Me gusta llamarte: alegría de
Dios, alegría de la Madre de Dios. Sí, es eso lo que tú eres con tu hijo,
Nuestra alegría. Alégrate, porque causaste gran alegría al Corazón de tu Dios
resucitado, consolaste a tu Madre Dolorosa en el sábado de Su soledad y también
en el viernes de Su mayor dolor con Su Hijo. Y en el domingo de la
resurrección, fuiste con la visión de Mi Hijo resucitado, Mi gran consolación y
alegría. Ve en frente Mi hijo, lleva siempre más Mi Llama de Amor y transmítela
a todos.
Dedica por lo menos 20
minutitos por día a pensar y a meditar en todo lo que te digo en Mis Mensajes.
No descuides nunca de eso, para que tu corazón nunca se olvide del gran amor
que Yo te tengo, de la gran predilección que Yo tengo por ti y de lo cuanto Yo
y Mi Hijo Santísimo, obramos en tu favor.
Sí, grande es Nuestro
Amor por ti. Es tan grande que, si tu pudieses sentirlo, verlo, experimentarlo
todo, verdaderamente tu corazón se rompería por la fuerza y violencia de
Nuestro Amor.
Alégrate alegría de Dios
y también Mi alegría, porque cuanto más caminas, cuanto más rezas, cuanto más
avanzas en la senda de la santidad, mayor es Mi Amor por ti. Cuanto más Me
amas, más Yo te amo. Cuanto más amas a Mi Hijo Jesús, más te amo también.
Cuanto más amas al hijo que te di, más aún Mi Amor dobla por ti y aún, mucho
más deseo obrar para tornarte feliz y bienaventurado.
Todas las bendiciones que
Yo y Mi Hijo te prometimos todos los días y en los días del mes fijados por
Nosotros, son pruebas de Nuestro Amor por ti. Esas bendiciones son para que seas
feliz hijo Mío, muy feliz. Y muchas más bendiciones aún te daré para tornarte
feliz, feliz, feliz.
Por eso, todos los años
en el domingo de Pascua, Yo y Mi Hijo Jesús bajaremos del Cielo sobre ti para
darte una bendición especialísima de Nuestros Divinos Corazones. Para
recompensarte por todo lo que has hecho por Nosotros y, sobre todo, para una
vez más confirmarte en gracia y también en Nuestro Amor.
Ama siempre más al hijo
que Yo te di. Pues amándolo hijo Mío, Me amas a Mí misma y a Mi Hijo Jesús que
te dio ese hijo, que para ti será lo mismo que Mi hija Lucía fue para su madre
Eutiquia. Lo mismo que Mi hijo Gabriel de los Dolores fue para su padre. Lo
mismo que Mi hija Verónica Giuliani fue también para el padre de ella.
Él será la causa de tu
salvación siempre, causa de las gracias que te daré siempre más, de las
bendiciones, canal de Mi Amor. Por medio de él derramaré sobre tu vida siempre
más: luz, gracia, misericordia, amor, llama de amor y paz. Así determinó Mi
Hijo y así será hecho y así será.
Y cuanto más crezcas en
el amor al hijo que te di, cuanto más tu unieres a él por el amor místico y
sobrenatural de Mi Llama de Amor, tantas más gracias lucrarás para ti, para tu
linaje y para toda tu vida.
Comprende hijo que, así
como Yo escogí a Bernadette para ser el canal y la medianera de las gracias de
Mi Inmaculado Corazón para Lourdes y los peregrinos de Lourdes, así también Mi
hijo Marcos fue escogido para ser el canal de Mis Gracias para el Brasil, para
el mundo en estos últimos tiempos, más especialmente para ti.
Sí, puedo decir incluso
que él nació para ti, para ser para ti el canal de Mi Gracia, el viento de Mi
Inmaculada Concepción, que debía soplar en tu vida y atraerte para Mí, como el
viento atrajo a Mi hija Bernadette para Mí en la gruta. Y así, aproximándote
cada vez más de Mí, viviendo cada vez más unido a Mí, contemplando y recibiendo
cada vez más los rayos de Mi Gracia y de Mi Amor, crecerás y te tornarás cada
vez más obra bella, preciosa y maravillosa del Señor tu Dios y también de tu
Madre del Cielo, de quien eres alegría, consolación y esperanza.
Ahora
Nuestra Señora vuelve a dirigirse a cada uno en particular.
A ti y a todos Mis hijos,
verdaderamente digo: ‘Sean santos, para
mayor alegría de Jesús.’
Que sus corazones estén en
Él, en lo alto siempre, para dar a Él honra, alabanza y gloria.
Avancen Mis soldados,
luchando siempre más por el triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
A
ustedes compete hablar de Mis Apariciones, de Mis videntes, sobre todo, de Mi
hijo Marcos, de los Mensajes que aquí doy, de Mis Gracias, para que el mundo se
convierta, y a ustedes compete hacerme triunfar en la tierra, triunfar en los
corazones y en las familias.
Vayan, vayan haciendo los
cenáculos por todas partes, vayan anunciando siempre más Mi Palabra. Den Mis
Mensajes para todos Mis hijos, para que así, lo cuanto antes, Mi Corazón derrote
a Satanás en las vidas de ellos, y así Yo pueda establecer Mi Reinado de Amor
en las almas y erguir los Tronos Gloriosos del Corazón de Jesús, de Mi Corazón,
de Mi Esposo José en todos los corazones y familias, y así, de corazón a
corazón, Mi Llama de Amor se propague hasta tomar el mundo entero y llevarlo a
la completa victoria de Mi Corazón.
Apresuren su conversión,
pues, Mi Hijo está volviendo a ustedes con amor y en el amor.
Recen Mi Rosario todos
los días.
Recen todas las oraciones
que Yo les di aquí, sobre todo, recen la Coronilla de la Misericordia Meditada.
Por medio de ella, aprenderán y serán verdaderamente santos. Por medio de ella,
las gracias del Corazón de Mi Hijo Jesús y las Mías, lloverán sobre ustedes, y
cada vez más Nosotros propios nos tornaremos reflejos de la Divina Misericordia
del Señor, para finalmente curar, liberar la tierra de la dominación del mal y
de Satanás, y llevarla toda a la victoria de Nuestros Corazones.
Deseo también Mis hijos
que den a todos Mis hijos durante este mes, 10 películas de Mi hijo Juan María Vianney, para que
todos lo imiten en su gran amor a Mí, en su gran santidad y amor para con Jesús
Mi Hijo, y también den a todos Mis hijos 10 películas de Mi lacrimación en Akita y en Civitavecchia.
Mis lágrimas deben ser
secadas por Mis hijos. Por eso les pido Mis hijos, que den a todos Mis hijos la
película de Mis lacrimaciones número 3,
para que de todas las partes, Mis hijos se levanten para consolarme y amarme, y
también para luchar conmigo por la salvación de toda la humanidad.
Agradezco a todos ustedes
y también especialmente a ti, Mi hijito David. Gracias, muchas gracias, por
haber hecho para Mí aquel bellísimo homenaje a Mis Dolores con el vídeo que
hiciste. Gracias también por haber ayudado a Mi hijo Marcos a hacer Mis
Mensajes en vídeo.
Gracias también a Mi
hijito Diego y a todos los otros que ayudaron. Yo vi a cada uno de ustedes. Yo
recogí las rosas místicas rojas de amor que salieron de los corazones de
ustedes mientras ustedes trabajaban con Mi hijo Marcos, y Yo llevé todas esas
rosas como un maravilloso buqué místico para ofrecerlo a la Santísima Trinidad,
para Su mayor alabanza, para Su mayor alegría, satisfacción y gloria. Y la
Santísima Trinidad Se agradó mucho de aquel trabajo de amor que estaban
haciendo con Mi hijito Marcos.
Es así que deben hacer:
luchar por Mí, luchar para tornar Mis Mensajes conocidos y amados, y siempre trabajar
más, para llevar a las almas y a los corazones, Mi Llama de Amor, Mi Amor de
Madre que puede y salvará a tantos hijitos Míos que aún no Me conocen y que
corren peligro de condenarse.
Vayan Mis soldados,
trabajen más con Mi hijito Marcos. Cuántas
fueren las almas que ustedes salvaren ayudándolo, serán también las coronas
de gloria que un día colocaré en sus cabezas en el Cielo.
Adelante Mis hijos,
adelante. Es preciso salvar lo que aún
puede ser salvo. Deben hablar, deben llevar Mis Mensajes, deben darlos a
todos Mis hijos. Así triunfaré y así el Corazón de Mi Hijo Jesús finalmente
renovará y salvará el mundo en el amor y por el amor.
A todos Yo bendigo con
amor ahora: de FÁTIMA… de LA SALETTE… y de JACAREÍ.”
Después
de tocar y bendecir los sacramentales:
(María
Santísima): “Conforme ya dije: ‘Adonde quiera que unas
de estas imágenes, rosarios, escapularios, objetos santos lleguen, allí Yo
estaré viva, llevando las grandes gracias del Señor.’
A todos ustedes bendigo
nuevamente Mis hijos. A todos abrazo con amor y dejo Mi paz.”
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