25 de Agosto del 2013 - Mensaje de la Virgen María a su amado hijo Marcos Tadeu

Jacareí, 25 de Agosto del 2013
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Mensaje de la Santísima Virgen María

"Mis amados hijos, hoy, Yo vengo nuevamente a invitarles a contemplar lo cuán grande es el Amor de Dios y Mi Amor por todos ustedes.

Oh! sí hijitos! el Amor del Señor les miró con tanta bondad, les escogió, les atrajo y les aceptó como son, esperando la conversión de ustedes y conduciéndoles por el mismo camino de la conversión aquí durante todos éstos años.

El Amor de Dios, que aquí les es dado, es sin medida!.. y desea, por lo tanto el Señor, que ustedes también tengan por Él un amor sin medida, den su amor a Dios, den su corazón a Dios sin límites y verán hijitos que Él hará en ustedes las mismas maravillas que realizó a lo largo de los siglos en la vida de tantos Santos.

El motivo por el cual Dios no realiza hoy, las mismas maravillas de antaño, no es porque Su gracia disminuyó o porque perdió Su poder, mas sí porque no encuentra corazones dispuestos a amarle sin límites como los Santos estaban dispuestos.

Él no encuentra corazones generosos, que le den un "SÍ" completo, perfecto y profundo como los Santos antiguamente daban a Dios. Por eso hijitos, Yo vine aquí con Mi Escuela de Santidad, a llevarles a dar este "SÍ", llevarles a dar este "SÍ" al Señor, llevarles a amar al Señor sin límites.

Por eso, a todo momento y en todo instante, renuncien a su propia voluntad, a sus deseos desordenados, para que entonces, en ustedes, el Amor Divino crezca siempre más hasta llegar a la plenitud.

Es más edificante, es más importante, el hombre renunciar a sí mismo que recorrer el mundo entero haciendo milagros, predicaciones y prodigios. Mas vale el hombre que renunció a sí durante todo el día, renunciando a su voluntad desordenada, que aquél que impresionó multitudes gritando durante todo el día y haciendo las más increíbles hazañas para impresionar a los hombres. Porque, los frutos del hombre que renuncia a sí mismo permanecerá eternamente, mientras que aquello que hizo el hombre por sí mismo, por su vanidad, apenas para contentar y satisfacer sus inclinaciones, el fruto de éste, ni bien el sol se pone, este fruto no existe más.

Por eso hijitos, trabajen activamente, en la santificación de ustedes, renunciando a sus deseos corrompidos para que en el corazón de ustedes haya lugar para el Amor de Dios y así ese amor crezca hasta la plenitud realizando en sus vidas, las mismas maravillas que produjo en la vida de los Mártires, de los Santos, de los Testigos de antaño que iluminaron el mundo con el fulgor de su santidad.

Recen Mi Rosario, porque con ello, Yo les llevaré siempre más a tener un amor sin límites por el Señor. Con Mi Rosario dilataré el corazón de ustedes, tornándolo semejante al Mío, y encendiendo en el, Mi propia Llama de Amor, para que con éste Amor amen al Señor.

Por medio de Mi Rosario, les transformaré en llamas vivas, que irán creciendo hasta el punto de tocar el Cielo y cuando toquen el Cielo con ésta Llama de Amor, estarán preparados para habitar en las moradas que Yo preparo para ustedes todos los días, en la gloria eterna, para que sean felices con Dios y Conmigo para siempre.

¡Yo les amo tanto! ¡Yo les esperé durante tanto tiempo!

Yo recé para que ustedes pudieran llegar hasta aquí durante tanto tiempo y mientras estaban en el pecado, alejé los castigos que sus pecados merecían. De muchos de ustedes, Yo inclusive alejé la muerte súbita en pecado mortal, que les valdría la condenación eterna con certeza, y les di tiempo para que pudieran encontrarme, y aquí por medio de Mí, encontrar la salvación. De cuántos de ustedes alejé trampas terribles del demonio, de las cuales no escaparían y con Mi poderosa protección materna les conduje hasta Mis Apariciones aquí, hasta éste lugar, para que aquí pudieran encontrarme y en Mi encontrarle a Dios y la salvación.

Por eso, Mis hijitos queridos, agradezcan y alaben el Amor de Dios que fue tan maravilloso y generoso con ustedes y continúen siguiendo por el camino del amor, de la oración, del sacrificio, de las renuncias a las cosas vanas de éste mundo y sobre todo, de la práctica perfecta de todas las virtudes: de la HUMILDAD, de la OBEDIENCIA, de la TEMPLANZA, de la JUSTICIA, del ORDEN, para que nadie tenga quejas de ustedes y para que puedan dar buen ejemplo para el mundo, especialmente para la juventud del mundo. A todos Mis hijos que están perdidos, que no saben más lo que es amor, que no saben más lo que es paz, lo que es vivir en la amistad de Dios, lo que es tener una familia santa, una familia perfecta a los ojos de Dios.

Den al mundo el testimonio de verdaderos hijos de Dios, que viven en Su paz y en Su gracia, para que entonces esos Mis hijos encuentren el sentido de la vida, encuentren a Dios y así, encuentren el camino de la felicidad que conduce al Cielo.

A todos ustedes, en éste momento, Yo bendigo generosamente y especialmente a ti Marcos, el más esforzado y obediente de Mis hijos.

A todos bendigo de LA SALETTE, de COTIGNAC y de JACAREÍ"