Jacareí, 28 de Setiembre del 2013
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet a través de la WebTV mundial: www.apparitionstv.com
MENSAJE DE SANTA LUCÍA DE SIRACUSA
(Marcos): “Sí... sí... sí, Yo lo haré sí, Sí... sí...”
(Santa Lucía): “Amados hermanos míos, Yo, Luzia, Lucía de Siracusa, sierva de Dios y de la Madre de Dios, me alegro
por poder estar con ustedes hoy una vez más y darles Mi Mensaje.
Vengan
a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados y Yo les aliviaré,
dijo el Señor. Vengan a Mí también, la hermana de ustedes, y Yo les aliviaré de
todas las cargas que les oprimen y que
les aplastan, les daré la paz del corazón y les llevaré siempre más a una
verdadera felicidad y la alegría en Dios
y en la Madre de Dios.
Vengan a Mí, todos
ustedes que están oprimidos por el peso de sus propios pecados, ustedes que están
afligidos, sintiendo los pesos de sus miserias, defectos y debilidades, de los
que no consiguen librarse. Vengan a Mí y Yo les ayudaré a librarse, les daré la
paz del corazón, les enseñaré a que venzan sus defectos uno a uno, les daré la fuerza interior que les
dará energía necesaria para que venzan sus miserias, defectos y pecados y
también a que rompan con todo que les aleja de Dios, de Su Amor y de Su Santa
Voluntad sobre ustedes.
Vengan a Mí todos ustedes
que están oprimidos por el peso de las
pruebas y de los sufrimientos y Yo les aliviaré, daré consuelo, les libraré de muchas tribulaciones y de aquellas
que no fuera posible que Yo les libere ahora, al menos les daré la fuerza
interior, la fortaleza, la perseverancia
para que soporten todo por amor a Jesús hasta que llegue a ustedes la gracia de
la victoria.
Yo sufrí terribles
persecuciones, sufrimientos y martirios, así como ya lo saben, y por eso sé muy bien cuánto cuesta el sufrimiento. Vengan pues a Mí, que tengo tantas gracias para darles y ayudarles
así a que venzan las pruebas de este valle de lágrimas, que es esta vida,
para que puedan entrar triunfantes y gloriosos en el Cielo.
Recen con el corazón,
porque la oración con el corazón les dará la alegría, les dará la fuerza
interior para que vayan adelante en el camino de la santificación, a pesar de
las cruces que coloca el mundo sobre sus hombros para que lleven. La oración con el corazón tornará
más suaves estas cruces, les dará el aumento de la luz de la fe, del amor, de
la esperanza en sus almas.
La oración con el corazón también iluminará la mente de
ustedes haciéndoles entender cosas que las otras personas que no rezan no
pueden comprender por qué están en la ceguera espiritual y al comprender tantas cosas que el Señor les hará comprender por la oración, ustedes tendrán en ustedes una llama de amor ardiente
que les dará fuerzas para que vayan siempre adelante llevando sus cruces de cada día,
caminando con Jesús, María y José hacia el cielo, hacia la santificación de
ustedes y al premio que les está preparado por Dios y por la Madre de Dios en el Cielo.
Sí, con la oración con
el corazón sus almas verdaderamente crecerán en el amor perfecto, crecerán en
la fidelidad a Dios, en la obediencia a Él, y entonces sus almas se convertirán
en aquellos hermosos diamantes que Yo en
Mi Mensaje les hablé aquí hace poco tiempo atrás, diamantes de gran belleza, de
gran esplendor espiritual que encantará los ojos de la Santísima Trinidad.
Recen con el corazón
para que el don de la fe sea aumentada en ustedes, para que la virtud de la fe
practicada por ustedes aumente aún más en ustedes la fuerza, la llama de la fe,
que les haga semejantes a la Santísima Virgen María, cuya fe
inquebrantable jamás tropezó, nunca
vaciló ante la voluntad de Dios para con Ella.
Esta fe que Ella tuvo,
que fue un grado mil veces heroico, esta fe, esta fe, ustedes también deberán
tener para que puedan verdaderamente ser
dignos de Dios, idóneos de Dios. Imiten también Mi fe y pidan esta fe rezando
con el corazón, pues Yo la practiqué en un grado heroico y muy elevado,
elevadísimo, y deseo hacerles practicar
también esta virtud de modo que, por
causa de la fe ustedes puedan soportar
todo, ustedes puedan sufrir todo por
amor a Jesús y de María y ustedes
puedan vencer todo con el poder de la fe.
Recen Mi Coronilla, ésta
Coronilla que Mi amadísimo Marcos escribió para mí, porque él me da una alegría
sin precedentes, Me da una gran felicidad y, sobre todo, él les hace
merecedores de todas las gracias que ustedes no tienen méritos para lograr de
los Sagrados Corazones, de Jesús y de María. Rezando esta Coronilla ustedes se
tornan dignos de las gracias que piden por Mi intermedio y por el poder de los
méritos de Mi sacrificio y de Mi martirio. Entonces, recen esta Coronilla, sobre
todo, pidiendo el aumento de la fe de
ustedes y ella les será dada en un grado
tan grande como jamás podrían imaginarse que un día pudieran tenerla.
Yo Lucía les amo mucho
y estoy aquí con la Madre de Dios en estas
Apariciones, decidida a llevarles a una gran santidad. Recen para agradecer más a Dios la gracia de las
Apariciones que tienen aquí, gracia que tantas generaciones y naciones
quisieron tener y no tuvieron y ustedes fueron los grandes elegidos para
recibir esta gracia. No sean ingratos, que su nación y esta generación mundial de ahora no sea ingrata a Dios negando a Él el amor, la correspondencia, la
obediencia a estos Mensajes.
Agradezcan a Dios, obedeciendo los Mensajes que aquí se les está siendo
dados, agradezcan a Dios por este gran
favor colocando estas Apariciones en primer lugar en sus vidas y todo lo demás
debajo de ellas, porque Yo les digo: Si no colocan ésta gracia en primer lugar en sus vidas, grande y bruta será la ingratitud de ustedes al Señor lo que acabará
atrayendo para ustedes la ira del
Altísimo. Agradezcan a Dios por lo tanto, colocando estas Apariciones de Jacareí en primer
lugar en sus vidas, obedeciendo a estos Mensajes y haciendo todo para
tornarlos más conocidos y obedecidos por
todos.
Recen con el corazón,
Dios ama la oración que es hecha con el corazón, con amor, celo y piedad.
RECEN, RECEN, RECEN.
A todos en este
momento, bendigo con amor, especialmente a ti Marcos el más ardiente de Mis
devotos y el más querido de Mis amigos y a todos ustedes que ahora Me oyen, Me
escuchan y Me aman bendigo generosamente”
(Marcos): “Hasta pronto
amada Santa Lucía”
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