Jacareí, 28 de Octubre del 2013
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet
a través de la WebTV mundial: www.apparitionstv.com
MENSAJE DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO
Éste Amor de Mi Sagrado Corazón corrió en
búsqueda de ustedes, recorriendo los caminos perdidos donde ustedes estaban y
de todas las partes les llamó y les trajo aquí. Éste Amor les buscó en el
pantano de pecado donde ustedes estaban atorados, de allá les quitó ya casi a
punto de morir y exhalar el último suspiro de sus almas y les trajo aquí, para
curarles aquí, regenerarles, purificarles, fortalecerles y formarles en el
verdadero amor y en la santidad que agrada a Mi Sagrado Corazón y que agrada a
Mi Madre. Para que por medio de ustedes Yo revele Mi Poder, el Poder de Mi
Sagrado Corazón, de Mi Gracia y de Mi Misericordia al mundo irradiando Mi Amor
por medio de ustedes.
Mi amor por ustedes es
grande y Él corrió detrás de ustedes en la ceguera espiritual donde ustedes
estaban antes, en la apostasía, en la falta de oración, en el desierto interior
a la cual sus almas estaban reducidas. Y Mi Sagrado Corazón les trajo aquí para
transformar estos desiertos de sus almas en jardines verdosos de gracia y de
santidad para Mi mayor Gloria y el mayor Triunfo del Amor Misericordioso de Mi
Corazón.
Mi Amor por ustedes es
grande y aquí les perdonó de todo, de todas sus traiciones a Mi Amor, al Amor
de Mi Madre, al Amor de Mi Padre Eterno. He aquí que Mi Sagrado Corazón les dio
una nueva vida, puso en la boca de ustedes un cántico nuevo, les quitó del
pantano de pecado donde estaban y les colocó verdaderamente sobre una roca
firme, que es Mi Madre Santísima. En ésta roca y en la verdad que Ella
encierra, en la verdad que Ella les comunica y transmite aquí en Sus Mensajes
ustedes son verdaderamente fortalecidos,
purificados, santificados y en ustedes y por medio de ustedes puedo edificar
verdaderamente Mi Ciudadela en sus almas y en las almas del mundo entero con quienes
ustedes se comunican.
Mi Amor por ustedes fue
tan grande, les transformó de un montón de polvo lleno de pecado en verdaderas piedras
y diamantes místicos de amor que Yo todos los días lapido siempre más para
darle aún una mayor perfección, terminación, belleza a sus almas. De modo que
ellas verdaderamente encanten a los ojos de Mi Padre, a los ojos del Espíritu
Santo, a Mis ojos, a los ojos de Mi Madre y de toda la Corte Celestial y por
medio de la belleza y fulgor espiritual de ustedes, Yo pueda irradiar la luz de
Mi Gracia Divina en éste mundo tan horrendo por el pecado.
Vengan a Mi Sagrado
Corazón que es la hoguera ardiente de amor de ustedes, donde deseo purificarles
aún más de sus miserias, de las manchas
de sus malas inclinaciones, de sus pecados, de sus imperfecciones hasta darles
la pureza, el valor y la belleza de oro más puro y más refinado.
Mi Sagrado Corazón es
la hoguera de amor donde quiero refinarles, donde quiero derretirles cómo se
derrite el oro en las llamas místicas de Mi Amor, de Mi rectitud y justicia.
Hasta salir de sus almas toda la mancha de pecado, toda la mancha de
corrupción, de mala inclinación, de amor desordenado del “propio yo” de ustedes
y de la voluntad de ustedes hasta darle a sus almas la pureza de oro y de la
plata más puros, de forma que el alma de ustedes tenga un gran valor delante de
Mi Padre, delante de Mí y también delante del mundo. El mundo debe ver la
perfección de ustedes, la santidad y belleza de ustedes para que entonces vea
la fealdad de su pecado, vea la miseria, la pobreza que tiene en su interior,
en las almas y así quiera también el mundo entero, quieran aproximarse las
almas de Mi Sagrado Corazón para que también sean purificados, refinados y
transformados en oro puro de amor.
Yo deseo
verdaderamente, que los corazones de ustedes vengan a Mi Sagrado Corazón,
porque solamente en Mi Sagrado Corazón el carbón de ustedes elevado a las altas temperaturas de Mi Sagrado Corazón,
de Mi Amor, de Mi Santidad y de Mi Poder podrá ser transformado en un diamante
de gran belleza, de gran valor, de gran fulgor. Entonces, vengan a Mí Mis
hijos, porque Mi Sagrado Corazón les llamó aquí para transformarles en
diamantes de santidad. Si Me permitieran, si fueran dóciles a Mí, si fueran
obedientes y colaboraran con Mi Gracia, transformaré el pobre carbón, el pobre
carbón de sus almas en diamantes de elevado valor que voy a incrustar en Mi
Corona Real, para entonces pueda brillar delante de todos Mis Ángeles y Santos
del Cielo.
Vengan a Mí,
obedeciendo todos los Mensajes que les di aquí, rezando todas las Horas de
Oraciones que Yo y Mi Madre aquí les dimos, haciendo todo lo cuanto en Nuestros Mensajes Nosotros aquí les
enseñamos, porque sólo los obedientes, sólo los esforzados, sólo los que se
sacrifican alcanzarán la gloria. Recuérdense de aquello que Mi Siervo Marcos en
estos días todos les dijo y que es una verdad eterna de Mi Reino: SIN
SACRIFICIO, SIN GLORIA.
Todos Mis Santos se
sacrificaron, todos los Mártires sacrificaron su propia vida por Mí, para poder
ser reconocidos por Mí delante de Mi Padre y para tener el acceso al Paraíso,
que para Ellos, para los bienaventurados fue creado desde el principio del
mundo. Entonces, si ustedes también quieren alcanzar la gloria, sacrifíquense.
Lo que Mi Madre dijo aquí y dijo en Beauraing tantas veces, Yo les repito: ¿ME
AMAN, AMAN A MI MADRE?... ENTONCES, SACRIFÍQUENSE POR MÍ, SACRIFÍQUENSE POR MI
MADRE.
El amor se prueba en el
sacrificio, en la obediencia, en el esfuerzo, en la lucha por la conversión y
para que verdaderamente conformen la voluntad de ustedes a la Mía y cumplan Mi
Voluntad.
Hagan confluir el
pensamiento de ustedes para Mi pensamiento, la voluntad de ustedes para Mi
Voluntad y Yo verdaderamente, les transformaré en nuevas criaturas, les
transformaré en la perfecta humanidad realizada en Dios como Mi propia Madre
Santísima es en persona.
¡Vengan a Mi Sagrado
Corazón todos ustedes! Los pequeñitos de espíritu que Me aman y que aman a Mi
Madre con un corazón, con un deseo, con una sed tan sincera creyendo
amorosamente en Nuestras Palabras.
¡Vengan a Mí! Porque es
de ustedes Mi Sagrado Corazón, es de ustedes el Corazón de Mi Madre, de ustedes
es el Reino de los Cielos.
¡Vengan a Mí y Yo les
daré una belleza extraordinaria e impresionante y transformaré sus almas en el
diamante más luminoso, reluciente y deslumbrante de gracia, belleza y santidad!
A todos en éste momento
bendigo de PARAY-LE-MONIAL, de POITIERS y de JACAREÍ.
¡La Paz Mis hijos
amados!
¡La Paz Marcos, el más
obediente de Mis Siervos, el más esforzado y obediente de los hijos de Mi Madre
Santísima!”
(Marcos): “Sí… ¿Hasta
tú Señor encontraste simpatía y te gustó eso… verdad? Combinado, haré eso sí…
No…No… sin problemas. Sí, lo gravaré... sí… sí… sí… Sí, haré eso esta semana
misma. Me dedicaré”
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Amados hijos Míos, hoy
les pido juntamente con Mi Hijo Jesús, que apresuren su conversión, porque el
tiempo dado por el Señor para la conversión de la humanidad ahora está más
corto que nunca.
Lo que les dije en el
pasado ahora se realiza, ven como los días pasan rápido, ven la gran
desestructuración de toda la humanidad, de las familias, de los países, de las
naciones. La perdición de la juventud en los pecados y vicios ahora es general,
hasta ni la infancia escapa, las criaturas ya están todas envenenadas por el
veneno mortal de Satanás a ellas ofrecidas en la educación pagana, en los
medios de comunicación que en ellas inyectaron el veneno de la sensualidad, del
pecado, de la malicia diabólica de Satanás. Haciendo con que las flores, con
que los lirios de pureza que antes tanto encantaba a Dios, tanto encantaban a
los Santos del Cielo y a Mí se transformaran en verdaderas flores marchitas
donde Satanás verdaderamente reina y domina como señor seguro. Pero muy pronto,
Mi Corazón Inmaculado triunfará y tomará a estas almas que él encadenó, de sus
garras y las reconducirá a Mi Divino Hijo Jesucristo.
Sí… por un gran milagro
de Mi Corazón, todo será regenerado y restaurado y al final el Reino del Señor,
el Reino de Dios, Mi Reino será instaurado en el mundo entero y el reino del
demonio, soberbio y astuto, enemigo de Dios, que creía que su cosecha era
certera y segura se verá de un momento para el otro sin nada. Pero hasta allá
tenemos todavía un camino arduo por recorrer, en medio de esta gran tribulación
por la cual todavía están pasando, solamente las almas llenas de gran valor,
coraje, fuerza de espíritu, de carácter, conseguirán permanecer firmes hasta el
final sin tropezar en el desánimo, en la desesperación, en la tristeza, o entonces,
sin tropezar en la apostasía y en la perdición general en que ahora se sumergen
todas las familias, todas las naciones y toda la humanidad. Por eso, les digo
Mis hijos, tengan un espíritu valeroso, tengan una fe varonil, tengan una
voluntad férrea de continuar en el camino de la oración, del camino de la
penitencia, de la obediencia a Mis Mensajes, porque les digo: Los
débiles, los lánguidos no conseguirán llegar hasta el fin y quién no llegue
hasta el fin será condenado.
En el cielo sólo entran
los valientes, sólo entran los valerosos, sólo entran los que tienen coraje,
solo entran aquellos cuya voluntad de vencer, cuya voluntad de ser Santos, cuya
voluntad de llegar al Cielo es férrea,
es más dura de que las rocas y es más inflamada de que las llamas de las
hogueras. En verdad les digo: En el Cielo
los tímidos, o sea, aquellos que no tienen voluntad de luchar por Dios, por Mí,
por su santidad no entrarán. Por eso, anden, trabajen, recen, lleven Mis
Mensajes, lean la vida de los Santos, cultiven su vida espiritual como muy bien
les aconsejó Mi Queridísima hija Madre Inés del Sagrario. Cultiven su vida
espiritual con muchas meditaciones, con muchas reflexiones y lecturas
espirituales para que no decaiga la naturaleza de ustedes y para que el alma de
ustedes se mantenga elevada en el Amor de Dios, en la Oración, en Mi Amor, en
Nuestro servicio.
Ahora que se aproxima
la gran fiesta de Mi Medalla de la Paz, el Aniversario de la revelación de Mi
Medalla, que en este año se reviste de una importancia aún mayor, porque
exactamente éste año se completará veinte años del día eterno y memorable en
que Yo aquí en éste Lugar revelé, di por la primera vez Mi Medalla de la Paz a
Mi hijito Marcos. Por medio de la cual salvé tantas vidas, salvé tantas almas,
convertí tantos pecadores, destruí tantas obras de Satanás, hice con que cayera
sobre la tierra entera una lluvia tan abundante de gracias, hice con que tantos
lugares y personas fueran perdonados de los castigos de la Justicia Divina, que
ellos bien merecían por sus pecados y solo no hice más prodigios de lo que ya
he hecho a lo largo de estos años, porque la fe de las almas y de las personas
en Mi Medalla de la Paz es poca y casi nula. Por eso, este año les invito: Renueven su amor por Mi Medalla de la Paz,
propáguenla, divúlguenla con renovado ardor, con una renovada voluntad y empeño
de hacer con que todos Mis hijos del mundo la usen, la tengan. Para que sobre
ellos también descienda el copioso influjo del Espíritu Santo que en Ella
desciende de Mi Inmaculado Corazón en un pequeño Pentecostés sobre todas las
almas que la aceptan y la usan con Amor.
Yo cuento con ustedes
Mis Apóstoles de los Últimos Tiempos, Mis Misioneros y Mensajeros, para que
lleven a todos Mis hijos Mi Medalla de la Paz, de la cual depende la salvación
de muchas almas. Porque muchas almas que estaban destinadas al infierno, de el
serán libertadas, serán libres por medio de Mi Medalla de la Paz. Por lo tanto,
vayan, lleven Mi Medalla, que es un medio seguro, que es un arma segura de
salvación y protección para todos Mis hijos.
La Madre de Dios en
persona, Aquella que como les dijo muy bien Mi Querido Antonio María Claret, Mi
Alfonso María de Ligorio, Yo, La Madre de Dios, Aquella que todo lo puede y que
hace todo lo cuanto quiero, les dio éste Medalla como el don más precioso de Mi
Inmaculado Corazón para éstos últimos tiempos. Aprovechen, usen como les mandé
para que verdaderamente Mi Corazón Inmaculado triunfe en las almas, en las
familias, en el mundo entero apresurando la Hora del Gran Pentecostés Mundial
que todos los días Yo preparo con el Espíritu Santo para todos ustedes.
Continúen rezando todas
las oraciones que aquí les di todos los días, porque por medio de ellas les
transformaré siempre más en bellos y verdaderos diamantes de amor espiritual,
de santidad y de fidelidad a Dios.
Yo les amo mucho y
escogí a cada uno de ustedes para que estén aquí, para que conozcan Mis
Apariciones, esta es la Mayor Prueba de lo cuanto les amo y de lo cuanto deseo
la salvación de ustedes. Yo les predestiné al Cielo, Yo les escogí, ahora solo
resta que ustedes también me escojan y que digan Sí a Mi Amor, a Mi Llamado, a
Mi Corazón Inmaculado.
A todos bendigo con
amor y especialmente a este Lugar que tanto Me consuela, donde Soy más amada,
glorificada, obedecida, exaltada, complacida y correspondida.
Bendigo a todos ustedes
que Me escuchan ahora y que luchan por Mí, y también te bendigo Mi Querido
Marcos, el más esforzado y dedicado de Mis hijos”
(Marcos):
“Sí… Hasta pronto. Hasta pronto Mi Señor
y Mi Madre”
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