Jacareí, 08 de Febrero del 2014
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet a través de la WebTV mundial: www.apparitionstv.com
MENSAJE
DEL DIVINO PADRE ETERNO
(La Virgen Santísima estaba al lado del Padre Eterno)
(Marcos): “Mi Señor y Mi Dios, Mi Creador y
Mi Todo, te amo con todo mi corazón. Te pido que aumentes aún más mi amor y el
amor de todos los que están aquí presentes, por ti para que nosotros seamos
Santos ante tus ojos. Y para que nuestros corazones te amen y te sirvan todos
los días de nuestra vida en santidad, en fidelidad y con todo el amor de que
somos capaces, para que así, Oh Padre, se haga en nosotros tu voluntad y
nosotros seamos aquello que tu deseas que fuésemos desde el principio cuando
nos creaste. Razón de mi vivir, razón de mi ser, mi origen, mi Dios. Aquél del
cual salí, del cual yo procedo, yo te amo y te adoro y te doy ahora mi corazón
y el SÍ de éste corazón que nada más desea sino amarte.
(Breve pausa escuchando
al Padre Eterno)
¿Puedo
pedir lo que quiera? Entonces, te pido la salvación eterna de todos los que
están hoy aquí.
(Breve pausa escuchando
al Padre Eterno)
Gracias
Señor, diré a todos que sino pecaren, que sino se contraponen a tu voluntad, que
sino entregaren todo con el pecado, tendrán todas las gracias que necesitan
para su salvación y ciertamente se salvarán.
(Breve pausa escuchando
al Padre Eterno)
Sí,
diré, diré que tu darás Gracias Especiales a los que están aquí para que se
salven.
(Divino
Padre Eterno): “Amados hijos Míos, Yo, el Padre, el
Creador de ustedes Me alegro por estar con ustedes una vez más y darles Mi
Tercer Mensaje y Mi Tercera Bendición.
En verdad les digo:
Sonó Mi Hora y es por eso que Yo estoy viniendo a Jacareí para decirles que Yo
les amo y quiero la salvación de ustedes cueste lo que cueste. Vengo no para
condenarles, sino vengo para ayudarles. No vengo para echar en sus rostros sus
culpas, sin embargo bien tuviera razón y fuera justo hacerlo. Mas vengo tan
solamente para extenderles Mi Mano y para decirles: Que el Cielo está abierto
para ustedes, que la salvación llegó ahora cerca de ustedes y ustedes pueden
alcanzarla con sus manos.
Basta que Me den su SÍ,
basta que Me entreguen su corazón y Yo les transformaré en aquella obra prima,
perfecta y maravillosa que Yo tanto deseé que el hombre fuese desde el
principio, obra que fue destruida por pecado, arruinada por Satanás, Mi
enemigo. Mas que en la Virgen María, Mi Hija Predilectísima y Madre de Mi
Divino Hijo, Yo restauré, Yo creé perfecta y bella, esplendorosa y gloriosa
para que todos ustedes pudiesen ver en Ella, la belleza, la gloria, la
perfección y la santidad que Yo deseo de todos ustedes.
Vengan a Mí y Yo les
santificaré. ¿Qué será imposible para Mí… Yo que Soy Dios, que abrí el mar
delante de Moisés y el pueblo electo? ¿Qué será imposible para Mí, Yo que Soy
Dios, que hice con que de una piedra saliese agua para saciar de sed a Mi
Pueblo? ¡Yo que hice caer el Maná del Cielo para matar el hambre de Mi Pueblo
electo, de Mis hijos! ¿Qué será
imposible para Mí, Yo que hice a través del Profeta Elías, que el óleo de la viuda de Sarepta nunca se acabe? Yo que
verdaderamente Soy Dios de lo Imposible, Yo puedo santificarles con apenas un
soplo de Mi Boca.
Quiero hacerlo, pero
deseo el SÍ de ustedes y la colaboración de ustedes, tienen que resistir al
pecado y colaborar con la gracia. Esta es la condición para que el hombre se
salve, no les exijo que hagan grandes hazañas, apenas que resistan al pecado y
colaboren con la gracia.
Si renuncian al pecado
y aceptan Mi Gracia, esforzándose cada día por vivir según Mi Voluntad, el
Resto Yo lo haré. Porque no está en el poder de ustedes derrotar solitos al
demonio y el pecado, sino que está en Mi Gracia. Y Mi Gracia Yo daré a aquél
que Yo viera queriendo, deseando Mi Gracia y colaborando con esta Gracia para
que Ella triunfe en su corazón.
Sólo deseo eso:
Docilidad a Mi Gracia. No es imposible, ni difícil. No digan que lo que Yo les
pido es alto demasiado para ustedes, porque nunca pedí cosas imposibles al
hombre, sólo les pido docilidad a Mi Gracia y el resto ésta Gracia lo hará.
Yo les amo tanto y
quiero hoy su conversión. No sean tercos como era Mi Pueblo electo siguiendo a
Moisés en el desierto. Aquél Pueblo desobedecía contra todo lo que Yo hacía de
bueno para el, si le mandaba Maná, reclamaba, si le mandaba agua de la piedra,
reclamaba. Y nada para aquél pueblo, nada lo satisfacía y por nada Me daba
Honor, Gloria y Alabanza.
Mi Palabras por ellos
fueron desobedecidos, Mis Mandamientos fueron por ellos rechazados al punto de
que Mi Siervo Moisés tirase sobre ellos las Tablas de los Mandamientos.
No sean de corazón
duro, no sean de sienes duras, no sean de cabeza dura como aquél pueblo. Mas
tengan en su corazón la docilidad que Yo busco, la obediencia que Yo busco, la
colaboración y correspondencia que Yo busco.
Yo estoy cansado de
buscar en toda parte de la Tierra con María, colaboración, amor, obediencia y
no encuentro. Al menos aquí en ustedes, que Yo encuentre en ustedes el “Sí” de
María, presente a todo momento, siéndome dado a todo momento con Ella, por Ella
y en Ella, pues es sólo eso que Yo busco de ustedes, el “sí” de ustedes.
No sean como aquél
Pueblo Mío electo del desierto que Yo amaba tanto, mas que continuamente Me traspasaba
con sus palabras revoltosas, con su testarudez y su desobediencia que tanto les
tornaban indignos de Mi Gracia.
Renuncien a esa
naturaleza mala, a esa naturaleza corrompida, a esa naturaleza semejante a de
aquél que Yo expulsé de Mi Presencia en el Cielo y que transformé en el más
repugnante de todos los seres del Universo, el rebelde desde el principio.
No se asemejen a él,
no! Aseméjense a María, Ella que fue aquella donde siempre encontré: amor,
colaboración, el Sí. Ella, con la cual en todo momento Yo podía contar para
todo lo que deseaba hacer. Sean así, para que Yo pueda verdaderamente realizar
en ustedes Mi Voluntad.
Vengan a Mí y sean como
aquél Pueblo que mataba a Mis Profetas, Yo envié Profeta tras Profeta,
Mensajero tras Mensajero, ¿y qué hicieron aquellos hijos Míos? ¿Aquél Mi Pueblo
electo? Le mataban uno a uno y silenciaban Mi Voz en ellos uno a uno, para que
pudieran vivir tranquilamente en paz con sus pecados.
Esta generación de
ustedes hace lo mismo con los Profetas que Yo les envío, Mis Ángeles amados,
Mis Ángeles electos, los Videntes de María, Mis Videntes, este Mi hijo Marcos
Tadeu.
La generación de
ustedes les matan con sus críticas infundadas, con sus ataques viles y
rastreros, con sus agresiones verbales y físicas, con sus burlas y sordez a la
voz de ellos. Esta generación les mata verdaderamente con su indiferencia, su
friera y dureza de corazón.
Cuando sacuden los
hombros diciendo: “Que me importa que Dios esté hablando por este o por aquél,
esto no me interesa, Dios está muerto, Él no existe y no gobierna más nada. No
debemos esperar otra cosa que una vida corta, por eso aprovechemos y
experimentemos todos los gozos, placeres y pecados porque muy pronto moriremos”
¡Oh generación tonta!
¡Oh generación satánica! ¿Quién fue que te dijo que Yo estoy muerto? Yo estoy
vivo e igual aquí les mostré en la Fiesta de la Inmaculada Concepción, de la
Madre de Mi Hijo, el Milagro del Sol antes de Mi Aparición para mostrarles que
Yo no sólo estoy vivo, sino como nunca
estuve tan cerca de ustedes como ahora.
Hice aquél gran
prodigio para que se convencieran de que no solamente no estoy muerto, estoy
vivo y que nunca estuve tan cerca de ustedes como ahora en estas Apariciones.
Por eso, sólo no se
salvará aquél que verdaderamente delante de Mí permanezca como un bloque de
piedra insensible, aquél que fuera malo como un demonio y al minar para Mí no
tuviera ningún suspiro de amor. Porque para todos, para todos vengo aquí
extendiendo Mi Mano y para ofrecer la oportunidad para la salvación.
Vean que Yo podría
venir aquí para castigarles como merecen sus pecados, ahora mismo con un solo
gesto podría hacer con que todos sus corazones dejaran de latir. Y así ustedes
fueran juzgados en Mi Presencia. Mas tal cosa no quiero hacer, porque no Soy
Dios de los Muertos mas sí de los vivos. Quiero que vivan en Mí y Yo viva en
ustedes. Quiero que se unan Conmigo por los lazos indestructibles del Amor, es
ese Amor Perfecto que quiero de ustedes. Es por eso que vengo a ofrecerles
todas las Gracias y Auxilios de Mi Diestra por medio de María, para que sean
Santos y verdaderos hijos Míos.
Yo, EL SEÑOR les amo y
ahora quiero bendecirles por María, con María y en María. Les bendigo a todos,
a sus familiares, a sus bienes, sus hogares, sus ciudades, sus tierras, sus
plantaciones, sus negocios y trabajos, para que en todo Mi Bendición esté
presente y les lleve hacer todo Conmigo, por Mí y en Mí y les lleve siempre más
por el camino de la Santidad y del perfecto cumplimiento de Mi Plan de Amor que
tengo para ustedes. Les bendigo ahora con Amor, derramando sobre ustedes todas
Mis Gracias y Bendiciones Paternales””
Vengan a Mí por la
Oración sincera. Vengan a Mí por la Oración continua. Vengan por Mí por la
Oración simple como el de Mi hijo Marcos, como la de los Pastorcillos de
Fátima, como la de Mi hijita Bernadette de Lourdes, como la de los niños que
escogí para que sean portavoces delante del mundo. Simplemente vengan a Mí y Yo
vendré a ustedes verdaderamente, quitaré toda la tiniebla que les oscurece y lo
llenaré de luz.
Ustedes no pueden
imaginar con cuanto amor Yo les creé, con cuanto amor Yo mismo tejí cada
órgano, cada parte de sus cuerpos e incluso cuando ustedes aún ni conciencia
tenían, Yo ya les amaba desde el vientre materno y ya les predestinaba para que
estén aquí en Mi Presencia, en la Presencia de María para que aquí recibiesen
todas las gracias y todos los bienes de Mis Manos. No pueden imaginar también
de cuantos peligros a lo largo de sus vidas les libré, de cuantas trampas de Mi
enemigo les libré y les preservé. No pueden imaginar cuantas gracias desde el
nacer hasta el ponerse del Sol, al levantarse y al dormirse todos los días les
he dado y la mayor de todas ellas es esta aquí, estar vivos para estar aquí en
Mi Presencia hoy, escuchando esta canción de amor que sale de Mi Corazón para
todos ustedes. Esta canción de amor Yo he entonado aquí en este lugar hace 23
años por medio de la Madre de Mi Hijo, de Mi Propio Hijo, de Mi Espíritu, de
Mis Ángeles y de Mis Santos. Pero, infelizmente en sus oídos hay una piedra, en
sus oídos hay una piedra de incredulidad, de dureza de corazón, de
escepticismo, de indiferencia y frialdad satánicas, que les impiden de escuchar
esta Canción de Amor, de comprender esta Canción de Amor y de corresponder a
este Amor cantando con Nosotros esta misma Canción.
Por eso hoy, les llamo
a la verdadera conversión, al verdadero regreso a Mí, para que puedan cantar
Conmigo esta Canción de Amor, o sea, para que sean Santos como Yo Soy Santo,
para que sean Puros como Yo Soy Puro, para que sean llenos de Amor como Yo Soy
lleno de Amor. Y es para eso que aquí vine a llamarles y atraerles más cerca
hacia Mí, que nadie tenga miedo de aproximarse de Mí, porque Yo Soy el Padre
amoroso de ustedes, Soy también justo, castigo los pecados de los pecadores
obstinados en esta vida y en la otra, en esta con los sufrimientos y en la otra
con el fuego del infierno. Pero el castigo Yo solo aplico después de ver
defraudadas todas Mis tentativas, todos Mis esfuerzos para que el pecador se
reconcilie Conmigo. Quiero que se reconcilien Conmigo, Soy el Padre
reconciliador de ustedes. Quiero que se reconcilien Conmigo por medio de María,
la Reconciliadora de los pecadores. Quiero que verdaderamente se entreguen en
Mis Brazos para que derrame sobre ustedes el Océano de Mis Gracias y así anden
en Santidad sobre la Tierra todos los días, guardando Mis Mandamientos y
viviendo correctamente delante de Mis Ojos.
Sus familias se
transformaron en cavernas de pecado, en cuevas de demonios, en nidos de
serpientes infernales. Están completamente devastadas por Mí enemigo porque
expulsaron la oración de sus hogares y colocaron en su lugar solamente
programas y músicas indecentes, lecturas inmorales, juegos y todo lo que más
les puede distraer y alejar de Mí que Soy la única fuente de Paz para ustedes y
para sus familias. Vuelvan a Mí porque quiero restaurar sus familias, quiero
curarlas para que se conviertan en santas, bellas, llenas de amor y paz, de
unidad y sus familias se convertirán en aquello que Yo quería que fuesen cuando
las creé: Jardines de Amor, de Santidad, que Me ofrezcan almas llenas de amor
en las cuales Yo pueda hacer maravillas. Quiero almas llenas de Amor, quiero
niños, jóvenes, hijos puros llenos de amor por Mí para que pueda hacer en ellos
Mis maravillas y a través de ellos mostrar a todo el mundo Mi Faz llena de Amor
y de deseo de salvar a todos.
Ustedes mismos muchas
veces despreciaron Mi Amor, despreciaron la herencia que les había dado desde
su bautismo, despreciaron todos los bienes sublimes que les ofrecí cuando les
tomé como Mis hijos, y despreciaron el Cielo que preparé para ustedes, para
aceptar las ofertas nefastas e impuras de Mi enemigo por pocos instantes de
placer, de pecado, por una pequeña satisfacción inmunda, ustedes cambiaron toda
la herencia que Yo les había preparado. Escupieron en Rostro con desprecio,
despreciando Mi Amor y rechazándome de sus vidas y Yo con Mi Corazón
despedazado y aplastado por ustedes lloraba por ustedes e incluso cuando Yo
deseaba condenarles, mandarles un Castigo repentino, por la ingratitud de
ustedes, Yo no pude hacerlo porque María, la Madre de ustedes, Su Defensora se
colocaba llorando Lágrimas de Sangre delante Mí y pidiendo por ustedes,
suplicando por la salvación de ustedes, pidiendo que entonces Yo descargase sobre
Ella Mi Justa Ira pero perdonando a Sus ingratos hijos.
Y Yo entonces les perdonaba con un Corazón
lleno de Amor por Ella. Vean cuánto Ella les ama y vean también cuánto la
traspasaron con sus pecados, cuánto la hicieron sufrir. Ya no sean más perros ingratos
Mis hijos, porque todos aquellos que fueran perros ingratos serán expulsados de
Mi Reino, serán expulsados de Mi Mesa y no se sentarán con Mis electos y no se
sentaran con Mis electos en Mi Reino para probar del banquete eterno que para
ustedes, para todos preparo. Sean fieles, sean gratos y en todo tiempo y lugar
rindan acciones de gracias a Mí, a María, porque Nosotros tuvimos para con
ustedes una Misericordia casi ilimitada y casi infinita y ustedes ni hacían, ni
hacían caso de eso. Ahora es el momento de mostrar con obras que son
reconocidos. Deseo que salgan, deseo que ustedes recorran todos los caminos del
mundo llevando Nuestros Mensajes, llevando a todas las familias Mi Llamado a la
conversión que les hago aquí. Llamen a todos, clamen a todos a que vengan y
conozcan Mi Amor, conozcan Nuestros Mensajes dados aquí porque a todos quiero
salvar y porque el tiempo que les di para la conversión de ustedes ahora está
verdaderamente en los últimos granos de arena, casi por caer todo y muy pronto
Mi Misericordia dará lugar a Mi Justicia para poner un freno a todos los
pecados que ahora estos hombres enloquecidos y amigos de Mi enemigo cometen sin
cesar.
No puedo más soportar
tanta iniquidad, Mi Paciencia se acaba, no puedo más tolerar tantas crueldades cometidas
contra María, contra Mi Hijo. No puedo más soportar tantas traiciones, la
Verdad revelada por medio de Mi Hijo, de María, de los Apóstoles en Mi Iglesia.
No puedo más soportar la traición de los mismos pastores que escogí, del pueblo
que a través de Mi Hijo, amé, consagré. No puedo más tolerar las traiciones de
Mi Pueblo redimido por Mi Hijo. No puedo más tolerar tanta iniquidad, tantos
pecados, y tantas transgresiones a los Mandamientos que Yo mismo les di.
Mi Ley es pisoteada a los pies de los hombres y Mi Nombre es blasfemado,
insultado e incluso maldecido todos los días. Por eso, Yo vendré para poner el
freno definitivo a todas esas barbaridades y voy a purificar la faz de la
Tierra con Mi fuego y después de ello, ella será una Tierra de Paz, Tierra de
Amor. Y ustedes que fueran fieles, entrarán para esta Nueva Tierra, entrarán
para este Nuevo Mundo, Mi Mundo, el Mundo de María y entonces, todas sus
lágrimas serán secadas, nunca más sufrirán, nunca más serán molestados por Mi
enemigo, ni por mal físico o espiritual. Experimentarán un tiempo muy largo,
muy grande, muy bello y muy intenso de felicidad, de santidad. No habrá más
pecado, la impureza, la pereza, la LASCIVIA, la avaricia, el orgullo, las
guerras, la violencia y toda especie de maldad serán expulsadas con su actor
para las llamas de donde nunca más saldrán.
Y ustedes vivirán la
Verdadera Vida en Mí, en toda su plenitud ya en carne mortal como los
Bienaventurados la viven Conmigo en el Cielo. Experimentarán delicias en sus
corazones, cuando recen sentirán Mi Presencia de un modo nunca antes
experimentado en la humanidad vivirán una unión Conmigo, semejante a los que
vivieron Moisés y Mis Profetas. Yo estaré en ustedes y ustedes estarán en Mí,
Yo viviré en ustedes y ustedes vivirán Conmigo, Yo les guiaré yéndome al frente
de ustedes como guié a Mi Pueblo Electo en el desierto.
Así será la vida de
ustedes Conmigo después de Nuestro Triunfo, por eso esfuércense hijos Míos, por
renunciar al pecado y convertirse porque no pueden imaginar las maravillas que
preparo para ustedes en la vida que ha de venir y en la gracia maravillosa del
nuevo cielo y de la nueva tierra que estoy preparando y traeré para ustedes muy
pronto. Cada uno de ustedes que están aquí, fueron elegidos y escogidos para
esa gracia, no arruinen todo con el pecado ahora que falta tan poco tiempo para
llegar a esta tierra prometida que Yo preparo para ustedes a esa vida
maravillosa Conmigo y a ese tiempo de santidad y paz.
Amen el Rosario de
María, porque aquellos que aman Su Rosario, así como todos los Rosarios y Horas
de Oración que Ella les dio aquí, traen sobre su frente Su Señal y Mi Señal. Yo
les reconozco por Mis Electos donde quieran que estén y donde quieran que vayan
y sobre ellos Mi Mirada está continuamente fija para guardarles, iluminarles,
protegerles, defenderles y librarles de todo mal. Y en sus tribulaciones y
sufrimientos no digan: “DIOS NO EXISTE, DIOS ME ABANDONÓ, DIOS ME PERMITIÓ EL
SUFRIMIENTO PORQUE NO ESTÁ MÁS AQUÍ”. ¡Oh No! Cuando sufren, Yo sufro junto con
ustedes. Cuando lloran, Yo Me compadezco de ustedes y cuando están aplastados
sobre la cruz, Yo Me inclino sobre ustedes para confortarles como Me incliné
sobre Mi Hijo caído en el camino del calvario. Y así como Yo Me inclinaba sobre
Él para confortarle, también María se inclinaba para confortarle y Ella también
se inclina para confortarles en sus sufrimientos. Nosotros no estamos lejos de
ustedes en el sufrimiento, sin embargo permanecemos silenciosos. Pero estamos
allí junto de ustedes y ustedes pueden sentir Nuestro Amor si con la Fe fueran
firmes, si resisten, si tienen paciencia y si comprendieran que ciertas cruces
que Yo les permito, les permito no porque les odio, sino porque les amor,
porque es la única manera de que se purifiquen del pecado y se aproximen más de
Mí. Crean en eso y el sufrimiento dejará de ser un enemigo y se convertirá en
un puente que les hará llegar junto a Mí. Yo les amo mucho, quiero la salvación
de ustedes, cueste lo que cueste, no maten más a Mis Profetas como hacía el
pueblo del antiguo testamento, escuchen lo que Mis Mensajeros, los Mensajeros
de María les dicen en Mí Nombre.
Sigan por el camino de
la Oración, de la renuncia y de la Penitencia, que por medio de ellos Yo les
enseñé y les mostré porque este es el único camino, camino estrecho que les
conduce a la vida y pocos entran por ello, quieren ir por ello, no se engañen
porque atrás del camino largo y espacioso de los placeres del mundo que Mi
enemigo les ofrece está su número “666”, el número de la bestia y aquellos que van
por ese camino toman sobre su frente esta señal y a estos Yo rechazo, porque
son réprobos, traicionaron Mi Amor y no quisieron venir hasta Mí por el camino
real de la Santa Cruz: de la renuncia a sí mismo, de la paciencia en el
sufrimiento, de la fe en Mí encima de todo dolor, encima de todas las cosas.
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