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domingo, 22 de junio de 2014

22 de Junio del 2014 - Mensaje de la Virgen María a través de su amado hijo Marcos Tadeu

Jacareí, 22 de Junio del 2014
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV 

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


“Amados hijos Míos, hoy, cuando ya están conmemorando el Aniversario de Mis Apariciones en Medjugorje, vengo para decirles: Grande es Mi Amor por ustedes, grande es el Amor de la Madre del Cielo por todos Sus hijos. Este Amor que me hizo bajar a Medjugorje en 1981 y allá permanecer y apareciendo hasta los días de hoy, pasados tantos años.

El tiempo prolongado que permanezco en Medjugorje, aquí y en tantos lugares del mundo es la gran prueba del Amor de la Madre del Cielo por todos Sus hijos, por todos Sus queridos hijos.

Grande es Mi Amor por ustedes, y por eso, viendo el peligro que la humanidad corría de una Tercera Gran Guerra Mundial, de una Guerra que era capaz de exterminar el mundo muchas y muchas veces hasta no restar un solo sobreviviente. Yo bajé del Cielo para llamar a Mis hijos a la Paz, apareciendo como Reina de la Paz, dando a Mis hijos los medios seguros para que alcancen la Paz del mundo, la Paz de sus familias y la Paz para sus almas.

El Rosario es la Paz, el Ayuno es la Paz, la Meditación de la Palabra del Señor es la Paz, la Comunión y la Confesión para aquellos que pueden hacerlo, es la Paz. La Paz es Dios, la Paz es Mi Corazón Inmaculado, la Paz es la fe simple, pura y sincera. Estos son los medios seguros para tener la Paz, la Conversión es la Paz.

Cuando el hombre renuncia al pecado y vuelve para Dios, luego el Ángel de la Paz, baja a esa alma para dar la Paz a ella, a su corazón, a su vida y a todo lo que ella haga, a su familia y a las naciones del mundo.

Cuando todas las naciones vuelvan al Rosario, a la Oración, a la Penitencia, a la Conversión a Dios, el Ángel de la Paz dará Paz a las naciones en conflicto, dará Paz a las naciones atormentadas por la discordia, por la violencia, por los vicios, por la guerra.

Grande es Mi Amor y viendo el peligro que Mis hijos corrían, bajé presurosa para decirles que el tiempo estaba acabando, que muy pronto un gran castigo, una grande guerra iría explotar y sería el fin de todo. Y Mis hijos escuchando Mi Llamado Materno, en gran número practicaron los Mensajes que Yo di en Medjugorje, rezaron muchos Rosarios, hicieron muchos ayunos, lo que les valió ser alejada la Tercera Gran Guerra en los años 80 del mundo.

Sí, grande es Mi Amor y Yo viendo las armadillas que Satanás armaba para Mis hijos, bajé presurosa como una leona para defender a sus cachorritos y librarlos de las garras del cruel cazador, que quería matarlos y quería separarlos de Mí. Por eso, seguí dando Mis Mensajes urgentes al mundo, desde aquella aldea en Bosnia Herzegovina para mostrar a Mis hijos como era grande Mi Amor y también grande Mi preocupación por todos ellos.

Y Mis hijos sintiendo Mi Amor, sintiendo la dulzura de Mi preocupación materna vinieron a Mí, se consagraron a Mi Corazón Inmaculado y se transformaron en Mis Porta-voces, Mis Apóstoles, llevando Mis Mensajes de Paz para el mundo entero.

Grande es Mi Amor y por eso permanecí en Medjugorje mes a mes, dándoles Mensajes cortos, sin embargo profundas en su significado y en su inmenso contenido espiritual. Profundas también en la ternura y en el amor maternal expresados en las palabras de Mis Mensajes. Y todos aquellos que escucharon Mis Mensajes, que pararon para meditarlos conocieron la preciosidad de ellas, conocieron Su profundidad, conocieron Su belleza y conocieron también la grandeza de Mi Amor Materno, para con todos Mis hijos allí expresado.

Sí Mis hijos, grande es Mi Amor, Amor que Me prende a Medjugorje, Amor que Me prende en Jacareí, que Me prende a tantos lugares donde todavía aparezco. Y este Amor de Madre que no Me deja descansar ni un minuto siquiera, mientras no tenga a todos Mis hijos debajo de Mi Manto, dentro de Mi Corazón en seguridad y libres de toda amenaza, de toda la guerra, de toda la violencia, de todo el pecado, de todo el mal de Satanás.

Vengan a Mí, Mis hijos, Yo que continúo con Mis Brazos abiertos para acogerles a todos, apretarles a todos en Mi Corazón y encerrarles a todos en ese refugio que Yo preparé para ustedes que Soy Yo misma, que es Mi Corazón sin pecado.

Vengan a Mí aquí, les daré toda la Paz, todo el Amor y toda la protección de la cual tienen necesidad. Yo estoy con ustedes en todos los momentos de su vida y jamás les abandono. Cuando la Cruz se torne más pesada, llámenme y tal como Yo aparecí en el medio del camino del calvario de Mi Hijo Jesús, para ayudarlo a cargar la Cruz, también vendré al encuentro de ustedes, surgiré de repente en el camino de ustedes, les daré muchas Gracias que consolarán sus corazones y les dará fuerza para ir en frente y cumplan la misión que el Padre les confió.

Yo estoy atenta a la voz de sus oraciones y en el día oportuno, en el día de la Gracia marcado por Dios vendré y transformaré todas sus lágrimas en cánticos de alegría.

¡Francia, Francia, pobre Francia! Un gran dolor pasará por ti y Mis hijos llorarán amargamente por las calles, porque no escucharon el llamado que Yo di en La Salette, en Lourdes, Pellevoisin, Pontmain y en tantos lugares. No escucharon el alerta que les di hace tantos siglos, y por eso, los hombres llorarán con la angustia de alguien que fue condenado a muerte. Recen por ellos, recen por la conversión de Mis hijos de aquella nación que tanto amo.

¡Oh, hijos Míos! Atiendan Mi Llamado: ¡Conviértanse! Porque sino escucharen Mi Llamado, el Brasil tendrá que pedir pañuelos prestados a las otras naciones para secar tantas lágrimas de dolor que caerán de los ojos de los hijos de esta nación. Recen, recen mucho por la conversión del Brasil. Esa nación tan amada por Mí es muy asechada por Mi enemigo que aquí hizo reinar tantos pecados, tanta indecencia, tanta inmoralidad. Solamente con el Rosario y las Coronillas que di y las Horas Santas que les di, el Brasil podrá encontrar el camino de su conversión, de su salvación.

¡Recen, recen y recen! Esto es lo más importante y es por eso que les repito sin cesar: Sólo se salva por la Oración, sólo se es salvo por la Oración, la Oración es la única salvación del mundo y también para ustedes.
Recen y verán como poco a poco la Gracia de Dios vencerá toda la tribulación, toda la probación en sus vidas.

Grande es Mi Amor, por eso hijitos, continúo llamándoles de aquella lejana ciudad de Bosnia, Medjugorje, a la conversión y a que vengan a Mi Corazón Inmaculado. Y es por eso también que continúo llamándoles de aquí de este lugar tan simples, a la conversión y a la Paz todos los días, colocando también en sus corazones la esperanza certera de que por fin Mi Corazón Inmaculado triunfará. Y tal como en el pasado Yo salvé a Austria, Portugal y tantas otras naciones con la Oración de los simples y pequeños, con los Rosarios de las Cruzadas que Me fueron hechas. Así también hoy, por la Oración de los pequeñitos, por la Oración predilecta de Mi Corazón Inmaculado el Santo Rosario, una vez más salvaré al Brasil y al mundo de todos los planes nefandos de Satanás.

A todos bendigo cariñosamente: de FÁTIMA… de MEDJUGORJE… y de JACAREÍ.

La Paz Mis hijos amados, la Paz Marcos, Mi fiel servidor que hace tantos años Me sirves en trabajo, obediencia, humildad y amor puro. La Paz, el más dedicado de Mis siervos.

Hasta pronto queridos hijitos Míos, los amo y a todos cubro con Mi Manto de Paz y Amor”

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