Jacareí, 18 de Octubre del 2014
Transmisión de las Apariciones Diarias
en vivo vía internet en la WebTV
MENSAJE
DE SANTA LUCÍA DE SIRACUSA
“Mis amados
hermanos, Yo, Lucía de Siracusa, vengo nuevamente hoy para decirles: Amen el
Santo Rosario con todo su corazón y con todas sus fuerzas.
¡Qué Oración
maravillosa es el Rosario! Es la Oración del propio Jesucristo al Padre y es la
salutación del propio Padre a la Virgen María: ¡AVE MARÍA, LLENA DE GRACIA!
Sí, el Rosario
es una Oración que salió de la boca del propio DIOS, de la boca del propio
Altísimo: el Padre Nuestro de la boca del Hijo de DIOS, el Ave María de la boca
del propio DIOS a través de Su Ángel y Mensajero, Gabriel. Y la segunda parte
de la salutación del Ave María, luego después la del Ángel Gabriel: ¡BENDITA TÚ
ERES ENTRE LAS MUJERES… BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE! Es la salutación del
propio Espíritu Santo por la boca de Santa Isabel a la Madre de DIOS. Y la
respuesta: ¡SANTA MARÍA MADRE DE DIOS! Es la Oración que el propio Espíritu
Santo inspiró a la Iglesia y a los Santos a componer para la Gran Madre de DIOS.
El Rosario es
una Oración Divina, Sus Misterios, que son la vida de Jesús y María, son el
compendio de todas las Virtudes. Pues no hay alma que en los misterios del
Rosario no encuentre los ejemplos de la Santísima Virgen, sus virtudes que si
ustedes imitaran con fidelidad les abrirán las puertas del Cielo.
¡Oh… Si Yo
hubiese tenido esta Oración maravillosa en Mi tiempo! ¡Oh… Si Yo pudiese haber
tenido el Rosario en Mi tiempo y pudiese haberlo enseñado! ¡Cuántas
conversiones a más habrían sucedido! ¡Cómo las almas habrían sido mucho más
santas!
Ustedes tienen
esta Gracia, ustedes nacieron en el tiempo feliz donde el Santo Rosario ya es
conocido. Ámenlo, récenlo, propáguenlo para que todas las almas Lo conozcan y
se salven.
Recen el Rosario
con el corazón y lleven una vida santa, pues delante de DIOS no sirve rezar el
Rosario y vivir en paz con los pecados. Los calumniadores, los mentirosos, los
deshonestos, los fornicadores, los vanidosos, los soberbios, todos estos, los
adúlteros, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por eso, recen el Santo
Rosario, para que ustedes tengan la fuerza de convertirse y ser santos.
En el Rosario
hay virtud, hay poder, hay Gracia Divina suficiente para transformarles en
gigantes de la santidad. Recen el Rosario con la verdadera intención, con el
corazón abierto, con el deseo sincero de decir SÍ a DIOS y a la Santa Voluntad
de DIOS. En fin, con las disposiciones interiores correctas, y verán si el
Rosario no les dará la fuerza para ser santos.
Cuando cayeran,
cuando cayeran en tentación inmediatamente agárrense del Rosario y récenlo,
porque la única cosa que puede reconducir al pecador al camino de la penitencia
y de la conversión es el Santo Rosario.
Récenlo e
inmediatamente la Gracia de DIOS vendrá en su auxilio trayendo: Paz, Perdón,
Alegría y Esperanza.
Amen el Santo
Rosario que es la Oración que hace con que todo el Cielo repita con ustedes la
salutación a la Madre de DIOS: ¡AVE LLENA DE GRACIA! Cuando rezan el Gloria al
Padre, todos Nosotros en el Cielo nos curvamos en adoración al Señor, rogando
por ustedes. Cuando rezan el Padre Nuestro, Nosotros ofrecemos Nuestros méritos
al Padre por ustedes para alcanzarles no apenas el pan de cada día, el perdón
de los pecados, sino también todas las Gracias que necesitan para llegar al
Cielo y ser Santos.
El Rosario es la
Oración que mueve todo el Paraíso a rezar con ustedes. Cuando rezan el Rosario,
el Cielo entero reza con ustedes y esta Oración delante del Señor se torna
poderosa, tiene gran poder porque todos Nosotros, sus Santos de devoción nos
unimos con ustedes. Y entonces, el Señor acoje la Oración de ustedes que llega
y es presentada a Él por sus manos.
Recen el
Rosario, recen el Rosario con nosotros los Santos del Señor, y Nosotros les
daremos por medio de ello, todas las Gracias y auxilios del Señor para la
salvación de ustedes.
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