Jacareí, 17 de Enero del 2015
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV
mundial: www.apparitionstv.com
FIESTA DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN EN PONTMAIN-FRANCIA
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Mis
amados hijos, hoy celebran el Aniversario de Mi Aparición en Pontmain como la
Virgen de la Esperanza a las 4 criaturas escogidas de Mi Corazón.
Y
quiero decir en este día de Mi Fiesta: ¡Confianza y Esperanza en Mi Amor
Maternal! Así, como salvé a Mis hijitos de Pontmain que corrían tanto peligro y
nada podían contra un enemigo mucho mayor de que ellos. Así también Yo les
salvaré Mis hijitos, tan amenazados por los demonios, que todos los días traman
la perdición de ustedes y arrematan furiosamente contra ustedes.
Yo
les salvaré también de este mundo corrupto y corruptor que arrastra y seduce
tantas almas para la impureza, para la mentira, para la violencia, para la
deshonestidad y para todos los tipos de pecado que llevan millones y millones
de almas para el infierno todos los días.
Yo
les protegeré, Yo les salvaré como salvé a Mis hijos de Pontmain. Tengan
confianza porque Yo ya vencí el mundo junto con Mi hijo. La vitoria de Jesús
sobre el demonio, el pecado y la muerte con Su Pasión y Su Resurrección también
es Mi Victoria.
Y
así está escrito de Mí ya en el comienzo del Libro del Génesis: PONDRÉ
ENEMISTAD ENTRE TI Y LA MUJER, ENTRE TU
DESCENDENCIA Y DE ELLA, ELLA TE APLASTARÁ LA CABEZA.
Mi
Victoria está en el Nombre del Señor que hizo el Cielo y la Tierra. Mi Victoria
está en el Nombre del Dios Vivo y mientras Dios fuera Dios, Su Palabra
permanece viva, eficaz y válida, y fue Él que decretó que en el final Yo
triunfaré sobre Satanás. Por eso, hijitos: No teman porque Yo estoy con
ustedes, tal como estuve al lado de Mis hijitos de Pontmain, que precisaban de
Mí más de que nunca en el día de Mi Aparición. Y Yo escuché sus oraciones,
escuché sus clamores. No los abandoné, no fui insensible con ellos y de la
misma forma no seré con ustedes. La única cosa que quiero de ustedes y que pido
de ustedes es: oración y fidelidad como de aquellas criaturas, como de aquellos
Mis hijos de Pontmain.
Recen
con amor, con confianza, con simplicidad de corazón como ellos rezaron y
perseveraron en la oración. Y entonces, prometo protegerles de las guerras, de
la violencia, del pecado de este mundo que ahora domina todo.
Yo
no permitiré que el mal prevalezca contra ustedes. Por eso, hijitos, avancen
Conmigo en el camino de la oración rumbo a la Victoria, ¡por el Rosario
venceremos! Y así como con el pequeño número de fieles, Yo vencí el poderoso
ejército en la época de Mi Aparición en Pontmain, también ahora con un pequeño
número de hijos fieles a Mi Corazón, consagrados a Mi Corazón Yo derribaré y
aniquilaré el infierno entero y Mi Corazón Inmaculado triunfará.
A
todos bendigo: de PONTMAIN… de PELLEVOISIN… y de JACAREÍ”
MENSAJE
DE SANTA LUCÍA DE SIRACUSA
“Amados
hermanos Míos, Yo, Lucía de Siracusa, Me alegro por venir hoy con la Madre de
Dios para decirles: ¡Esperanza en sus corazones!
Esperanza
porque no están solitos, no son huérfanos, la Madre de Dios está con ustedes,
Nosotros los Santos y los Ángeles, el Cielo entero estamos con ustedes. Y desde
que ustedes no quieran volver a la vida de pecado, Nosotros jamás les dejaremos
solitos ni a merced del pecado, de los demonios y del mundo. Estaremos siempre
a su lado, les protegeremos y daremos fuerzas para alcanzar el Cielo que es su
premio, meta y herencia.
Nosotros
les amamos mucho y tenemos un cuidado especialísimo por ustedes mucho mayor de
lo que tienen sus madres. No pueden imaginar de lo que somos capaces de hacer
para salvar sus almas del pecado. Por eso, confíen siempre en Nosotros,
récennos siempre porque Nosotros estamos muy atentos a la voz de sus oraciones
y en el tiempo fijado por el Señor todas sus oraciones serán respondidas, todas
sus esperanzas serán realizadas.
¡Esperanza
en sus corazones! Porque a cada día que pasa están más cerca de los Nuevos
Cielos y de la Nueva Tierra con el Triunfo del Corazón de Jesús y de Su Madre
en el mundo entero. Y este Reino de Amor
y de Felicidad, de Pureza y de Gracia está cada vez más próximo de ustedes.
Prepárense para ello convirtiéndose, purificándose y santificándose con ayunos,
penitencias, oraciones y la renuncia a ustedes mismos, a la voluntad de
ustedes. Para que verdaderamente puedan
ser dignos de entrar en el Nuevo Cielo y en la Nueva Tierra.
¡Esperanza
en sus corazones! Porque la Madre de ustedes dijo: “Por fin Mi Inmaculado Corazón
Triunfará”. Es la misma Señora de la cual se dijo en el libro del
Génesis: “Ella te aplastará la cabeza”. Ella aplastará la cabeza de
Satanás. Aplastará su imperio infernal, aplastará todo mal que los demonios
introdujeron en este mundo y verán como la Tierra será completamente purificada
y sus ojos se encantarán delante de la belleza y del Tiempo de Paz que será
dado a los hombres.
Dios
enjugará toda la lágrima de sus ojos y el tiempo de la purificación, este
tiempo de tanto sufrimiento será revertido para ustedes en un tiempo de
alegrías indescriptibles. Y tal como una madre después de haber dado la luz
para su hijo, olvida todo lo que sufrió en el parto para dar a luz a su bebé. Así
también, en un instante, como la neblina se disipa al Sol de la mañana, todos
sus sufrimientos y tormentos serán disipados y tendrán el nuevo tiempo de
gloria, santidad, armonía y paz que será dado al mundo.
Pero,
conviértanse, porque así como nada de
impuro puede entrar en el Cielo, nada de manchado podrá entrar en el nuevo
Cielo y en la Nueva Tierra, en el Reino de la Madre de Dios, en el Reino del
Señor Jesús. Por eso, purifíquense, santifíquense.
Yo
estoy junto de ustedes y les digo: Perseveren en la oración del Rosario, en el
Coronilla de las Lágrimas de Sangre y en todas las oraciones que la Madre de
Dios les dio aquí, porque con estas oraciones tendrán fuerzas para libertarles
de todo pecado, conseguirán todas las gracias para libertarse de todo el
pecado, conseguirán todas las gracias para su santificación y serán dignos un
día de la Corona de la Vida Eterna.
A todos
bendigo con amor: de CATANIA… de SIRACUSA… y de JACAREÍ”
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