Jacareí, 19 de Noviembre del 2009
MENSAJE
ESPECIAL:
SOBRE
LA OBLIGACIÓN DEL CATÓLICO QUE POSEE LAS APARICIONES A SU DISPOSICIÓN
(Marcos):
“¡Para siempre sean alabados Jesús, María y José! ¿Qué desean de mí hoy Sus
Majestades? ¿Su Alteza desea que yo escriba? Sí Majestad.”
(Diálogo
entre el Vidente y San José)
MENSAJE
DE NUETRO PADRE SAN JOSÉ
“Hijos Queridísimos,
Yo, José, les hablo hoy en Nombre de Jesús, Dios y Señor Nuestro, y de María
Inmaculada, Nuestra Reina y Nuestra Vida.
Vivan los Mandamientos
de Dios, cúmplalos, pues, todo aquel que no cumple los Mandamientos de la Ley
de Dios, no entrará en el Reino de los Cielos, no entrará. Que sus vidas sean puras, purísimas o de lo contrario, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Cumplan Nuestros
Mensajes, obedezcan Nuestros Mensajes, pues, todo aquel que no las obedece,
sellará su propia condenación y no entrará en el Reino de los Cielos, no
entrará.
Sean Apóstoles, Verdaderos
Apóstoles de Nuestros Sacratísimos Corazones, yendo por todo el mundo,
anunciando Nuestros Mensajes. Humíllense para que entonces, Nuestra Gloria
resplandezca y el mundo vea Nuestra Luz.
Sean Verdaderos
Imitadores de Cristo, pues, todo aquel que no imita a Cristo, no entrará en el
Reino de los Cielos. Aquel que no tenga las Virtudes de Cristo, no entrará en
el Reino de los Cielos, no entrará.
Aquel que no tenga las
Virtudes de María Inmaculada, no entrará en el Reino de los Cielos, no entrará.
Sean Verdaderos Imitadores de María Inmaculada.
Queden sabiendo Mis
Hijos: “Que sus oraciones son muertas si ustedes consienten en el pecado. Sepan
que sus oraciones son muertas en sí mismas y no agradan a Dios, ni pueden
salvar sus almas, si ustedes, incluso rezando, consienten en el error, en el
pecado y en el mal; irán para el Fuego Eterno, incluso habiendo rezado,
porque sus bocas alaban a Dios, pero sus corazones están lejos de Él.”
Si quieren que sus
oraciones no sean muertas y sus buenas obras no sean muertas delante de Dios,
cumplan los Mandamientos, cumplan Nuestros Mensajes, detesten el mal, renuncien
al mal, rompan con el mal, pues, todo aquel que no rompe con el mal, no entrará
en el Reino de los Cielos, no entrará.
Aquí en Nuestra Escuela
de Santidad, ustedes deben ser Santos, ustedes deben tener una
moral limpia, moral pura, moral recta. No admitiremos aquí por mucho tiempo
personas inmorales, personas que no tienen moral, que no tienen justicia y que
son conformes a este mundo depravado, a este mundo perverso y malvado en que
viven.
Si quieren ser verdaderos
alumnos de Nosotros en Nuestra Escuela de Santidad que aquí hicimos y que aquí inauguramos,
tienen que tener moral limpia y recta, tienen que cumplir los Mandamientos,
tienen que cumplir Nuestros Mensajes, tienen que detestar el mal y querer el
bien encima de todo.
Yo sé que por causa del
Pecado Original con el cual todos ustedes nacieron, son débiles y miserables, y
muchas veces hacen el mal que no quieren. A esos el Señor tendrá Misericordia,
con esos Él tendrá Misericordia y Paciencia, pero ¡Ay! de aquel que haga la
obra de Dios de manera errónea, ¡Ay! de aquel que haga mal hecha la obra del
Señor, mejor sería a ese que no hubiese nacido.
¡Ay! de aquel que no
detesta el mal, que no ama el bien encima de todo y que no busca tener en sí
todas las Virtudes Morales, las Virtudes Cardinales y todas las demás Virtudes
que el Católico debe tener; ser ejemplo para los otros y enseñar a los otros.
¡Ay! de aquel que ama
el pecado, ¡Ay! de aquel que ama lo injusto, la injusticia y ama el error, y
ama aquello que es contrario al Señor y a María Inmaculada, sería mejor que ese
no hubiese nacido.
Por eso Mis Hijos,
Hijos Queridísimos, Hijos comprados y rescatados de la tiranía del demonio con
toda la Sangre de un Dios derramado en una cruz, Hijos comprados con todas las
Lágrimas de Sangre que la Madre de Dios derramó, con los Dolores de Su Corazón,
Hijos comprados con los Dolores y con todas las Lágrimas que Yo mismo, José,
derramé durante toda Mi vida junto con Jesús y María, sufriendo con Ellos.
Hijos Queridísimos,
sean buenos, sean perfectos como Jesucristo es Perfecto, sean perfectos como
María Inmaculada es Perfecta. Quién no es perfecto como Ellos, no entrará en el
Reino de los Cielos.
Por eso Mis Hijos, para
que quieran el bien, para que amen el bien y para que después ustedes puedan conseguir
realizar el bien, continúen, continúen con todas las Oraciones que Nosotros les
dimos aquí y mandamos hacer, pues, solamente por ellas, podrán recibir la
energía, la fuerza que emana de Nosotros, la Gracia suficiente para que puedan
ser los Santos, los Apóstoles, los Verdaderos Imitadores de Jesús y María.
Continúen haciendo las
Oraciones que Nosotros les dimos, sobretodo, la Setena y la Trecena todos los
meses, el Rosario Meditado que Mi Hijo Marcos hace, que es el mejor de todos
los tiempos de la humanidad, de toda la historia de la humanidad y que es el
que más nos agrada, más nos consuela, más nos glorifica y más nos revela para
las almas de estos tiempos. Continúen haciendo la Hora de la Paz, la Hora del
Espíritu Santo y Mi Hora, todos los domingos.
Sí, Nuestros
Sacratísimos Corazones les atrajeron, les llamaron para venir aquí a conocer
Nuestra Escuela de Santidad, que son Nuestras Apariciones aquí, en este
Santuario.
Ahora la decisión es
suya, estamos esperando su respuesta. Si su respuesta es “Sí”, les tomaremos,
les enseñaremos, nutriremos, formaremos, educaremos, santificaremos. Si su
respuesta es “No”, tendremos de abandonarlos y dejarlos a su propia merced y a
merced del rebelde, del enemigo desde el principio.
Mis Hijos, recen,
recen, pues, el tiempo de ustedes es corto. Recen, hagan penitencia, lloren sus pecados,
recen.”
(Marcos): “Todo será
hecho como Su Majestad me ordenó. ¿Hay más algún deseo tuyo? ¿Más alguna orden
tuya para el día 8 de Diciembre en la Hora de la Gracia? Sí. ¿Y aquella alma
por quien Tú me mandaste rezar, que estaba en gran peligro de condenación, ella
ya retornó para Tus brazos? Bendito sea Tu Nombre. ¿Y para la fiesta de la
Medalla Milagrosa del domingo que viene, Tú deseas algo de especial? Puedo, sí.
Y yo te agradezco de todo mi corazón. Papá San José ¿Puedes dar una bendición
especial hoy para…? La Paz. Hasta pronto. Desaparecieron.”
(Diálogo
entre el Vidente con la Madre de Dios y Papá San José)
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