Jacareí, 14 de Junio del 2015
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FIESTA
ANTECIPADA DE LAS APARICIONES DE MEDJUGORJE (BOSNIA-1981)
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
24 de Junio de 1981 (Primera Aparición de la Madre de Dios en Medjugorje)
“Mis Amados Hijos, hoy,
ustedes ya están conmemorando el aniversario de Mis Apariciones en Medjugorje.
Son 34 años de Amor, 34 años de Mensajes, 34 años de continuos llamados Míos a
ustedes para la conversión de ustedes.
Mis Apariciones en
Medjugorje son la mayor señal de Mi Amor a ustedes Mis Hijos. Pues, Yo bajé del
Cielo para salvarles, para defenderles del demonio, para quitarles de la ceguera
espiritual de sus pecados y para llenarles siempre más con la Llama de Amor de
Mi Corazón Inmaculado, y con las Gracias de Dios, que Dios quiere darles.
Mis Apariciones en
Medjugorje son una señal de Mi Amor para todos ustedes Mis Hijos. Ustedes Mis Hijos que
Me fueron dados a los pies de la cruz de Mi Hijo Jesús para ser Mi Descendencia. Yo he cuidado de ustedes a lo largo de todos estos siglos y
especialmente en Mis Apariciones en Medjugorje, les he dado Mi cariño, Mi Amor
como nunca antes en la historia de la humanidad.
Por eso, continúo
viniendo todos los días del Cielo para visitarles y para enviarles Mensajes desde
aquella Ciudad en Bosnia Herzegovina, a pesar de ser tantas veces perseguida,
despreciada y negada por tantos de Mis Hijos.
Continúo amándoles,
continúo buscándoles con todo Mi Amor de Mi Corazón para darles siempre Mi Paz,
Mi Protección, Mi Amor y Mi ayuda materna.
Sí Hijitos, a pesar del
gran estado de pecado de la humanidad, a pesar de estos tiempos malos en que
viven, Su Madre del Cielo está con ustedes, está cerquita de ustedes, no les
abandona, nunca les deja y siempre, siempre les cubre con Su Manto Materno.
Estoy junto de los
enfermos, de los que sufren, de los que lloran, de aquellos que están en las
tinieblas del pecado, para intentar tocar sus corazones, convertirles y
traerles para Dios, y nunca Hijitos, nunca les abandono a pesar de Yo haber
sido abandonada por ustedes tantas veces, de Yo haber sido despreciada por
ustedes y de haberme cerrado la puerta de sus corazones.
Continúo golpeando en
la puerta de sus corazones y un día, sé que Me abrirán la puerta, encenderé en
ustedes Mi Llama de Amor, haré en sus almas Mi Presencia, Mi Trono de Amor. Por
eso, nunca desisto de ustedes Mis Hijos.
Apresuren su
conversión, porque la hora de la realización de los Secretos que Yo confié a
Mis Hijos en Medjugorje, a Mis Videntes, está llegando y ahora ustedes deben
decidirse verdaderamente por Dios y por la Santidad, para que tengan la
Salvación.
Mis Apariciones en
Medjugorje son una señal, una señal de Dios para ustedes que ya fue predicho en
el Libro del Profeta Joel: “Y sucederá que derramaré Mi Espíritu en
toda la tierra. Sus hijos y sus hijas profetizarán, sus ancianos tendrán
sueños, sus jóvenes tendrán visiones.”
En los jóvenes que
escogí en Medjugorje, en Mi Hijito Marcos Tadeu, que lo escogí con apenas 13
años, ésta Profecía se cumple. La señal fue dada para todos ustedes y nadie
puede decir que Dios no lo avisó, porque ya está en la Biblia hace millares de
años.
Sí, ahora que está
llegando el gran y temible Día del Señor, el Señor ha multiplicado Sus señales
para ustedes a través de Mí en Mis Apariciones. Feliz de quien tiene Fe, feliz
de quien oiga Mis Mensajes, feliz de quien cambia su vida y conforma su vida
con Mis Mensajes y la Voluntad de Dios. Porque muy pronto, Dios vendrá para dar
la recompensa a los Justos, a Sus Hijos que viven correctamente y no les negará
la Felicidad Eterna, dándoles una Corona de Gloria Incorruptible, que durará por
los siglos de los siglos y jamás les será quitada.
Mis Apariciones en
Medjugorje son la señal de Mi preocupación materna con ustedes Mis Hijos. Pues,
a medida que el tiempo de la conversión termina, y ustedes continúan
paralizados en sus errores sin conversión, Mi Corazón queda cada vez más
afligido.
A cada día Satanás gana
más y más terreno, conquistando más y más almas, y familias. Y ustedes
continúan paralizados en el mismo lugar sin hacer los Grupos de Oraciones que
Yo pedí, los Cenáculos, sin esparcir Mis Mensajes, sin llevar a Mis Hijos que
están perdidos, Mis Mensajes de Amor.
¡Oh Hijos Míos!
Despierten de su ceguera y muévanse que aún es tiempo. Vayan y lleven a todos,
la luz de Mi Inmaculado Corazón, Mis Mensajes de Amor, para que así Hijitos,
todos Mis Hijos puedan tener la Gracia de la conversión antes que el tiempo
termine.
Ahora que Mis Secretos
están cerca de suceder, que el mundo termina de caminar el camino casi sin
vuelta que él escogió: de pecado, de guerra, de negación y de la rebelión
contra Dios, y ya no hay mucho más que Yo pueda hacer. Es necesario que ustedes
Mis Hijos, salgan y lleven Mis Mensajes, lleven Mi Gracia y Mi Amor a todos Mis
Hijos, antes que sea demasiado tarde.
Yo estoy con ustedes y
nunca les dejaré, por eso, confíen en Mí, déjense cargar en Mis brazos, vayan y
lleven Mis Mensajes. Yo tocaré los corazones por medio de ustedes y ustedes Mis
Hijos, queden firmes en la Oración ahora más de que nunca, porque ya no hay más
lo que Yo pueda hacer para salvar este mundo.
Y muy pronto, Mi Hijo
vendrá para derramar el fuego de Su Justicia sobre este mundo que se levantó y
se reveló contra Él. Y muy pronto, las obras de los malos serán reducidas a
cenizas juntamente con sus autores. Quédense con el Señor, quédense Conmigo,
quédense con Mi Rosario. Aquel que fuera fiel a la Oración del Rosario, que Me
ama y Me sirva por el Santo Rosario todos los días, no conocerá las Llamas
Eternas.
Continúen con todas las
Oraciones que Yo les di aquí, porque a través de ellas Mis Hijos, Yo les
salvaré, salvaré a sus familias y les transformaré en los mayores y grandes
Santos de los Últimos Tiempos.
A todos les bendigo con
amor: de MEDJUGORJE… de BONATE… y de JACAREÍ.
La Paz Mis Hijitos
Amados. La Paz Marcos, el más esforzado y dedicado de Mis Hijos.”
MENSAJE
DE SAN ANTONIO DE PADUA
“Mis Amados Hermanos,
Yo, Antonio de Lisboa y de Padua, les saludo hoy y les doy la Paz.
¡Cómo les amo! ¡Cómo
les quiero! Estoy al lado de ustedes en todos los momentos, a pesar de que muchas
veces sus corazones son duros y no sienten Mi Amor, ni Mi Presencia. Les libro
de mil peligros y trampas del enemigo todos los días.
Y quiero hoy decirles una
vez más: “Amen al Señor con todo el corazón de ustedes, como Yo lo amé, porque
es el amor que el Señor vino buscar aquí.”
El Señor vino buscar en
ustedes una Fe repleta de amor, una Devoción repleta de amor, una Religión
hecha de verdadero amor por Él, que consiste en amarlo con todas las fuerzas,
con todo el alma, con todo el corazón y temer, temer ofenderlo y entristecerlo
con el pecado, temer a Dios con todo el corazón.
Amen al Señor con obras
de amor, porque Dios ya está cansado de aquellos que piensan que serán
atendidos por el mucho hablar. ¡No! Ustedes serán justificados delante de Dios
por el mucho obrar, por el mucho trabajar. Por lo tanto, hagan obras de amor
que prueben el amor por Dios y por la Madre de Dios.
Y que la primera obra
de amor de ustedes por Ellos sea la decisión por la Oración del Santo Rosario. Oración
que llevó a tantos Santos a un altísimo grado de Gloria en el Cielo, inclusive
Yo. Yo que conocí el Rosario y que amé el Rosario con todo Mi Corazón. Quiero
que ustedes lo recen todos los días.
Que la segunda obra de
amor de ustedes por Dios y por Su Madre, sea hacer los Grupos de Oración que
Ellos pidieron aquí hace tantos años y que hasta ahora no hicieron. Si cada uno
de ustedes hubiese hecho un Grupo de Oración, millares de almas ya habrían sido
convertidas y salvas, y este lugar estaría aglomerado, transbordando de gente
santa.
¡Cómo es grande la
omisión de ustedes! ¡Cómo es grande la pereza de ustedes! Vayan, vayan antes
que el tiempo acabe y enciendan en los corazones de todas las almas la Llama de
Amor que la Madre de Dios encendió en sus corazones aquí.
Y no teman, porque Yo y
los otros Santos estaremos con ustedes y seremos Nosotros actuando y tocando
los corazones por medio de ustedes. Ustedes solamente tienen que llevar los
Rosarios Meditados, las Horas de Oración, las Películas de este lugar y rezar
con el corazón. El resto Nosotros del Cielo haremos todo.
Amen al Señor de todo
su corazón, dándole sus almas. Porque no dan a Dios toda su alma y conservan en
ella partes secretas que no quieren dar a Dios, Jesús no les da todo Su Amor. Cuando
ustedes den a Dios toda el alma, todo el corazón de ustedes, renunciando
totalmente a su voluntad, cuando den a Jesús todo el amor de ustedes, Él
también les dará todo Su Amor.
Experimenten hacer eso
y verán qué Amor inmenso sentirán en sus corazones. Un Amor tan fuerte, tan
grande que les arrebatará, que les llenará, que les tornará plenos de
felicidad. Y entonces, ustedes exclamarán junto con el Apóstol: “Ya
no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí.” Y ésta felicidad
será la herencia de ustedes y su recompensa para siempre.
Amen a Dios con todo su
corazón, buscando verdaderamente vivir una vida de intimidad con Él, haciendo
la Oración Viva con el corazón, dando a Dios todo el ser, toda la voluntad de
ustedes. Que ustedes sean como un cuadro en blanco, donde Dios puede escribir
Su Voluntad, puede escribir aquello que Él quiera escribir en ustedes.
Si ustedes fueran así,
serían como Yo, que era como un cuadro blanco adonde Dios podía escribir
aquello que Él quisiese. Entonces, sus vidas serán santa como la Mía y vivirán
más como Ángeles de que como hombres.
Yo, Antonio, les digo: “Son
muy amados por Dios y por la Madre de Dios.”
Fueron escogidos desde
la creación del mundo para estar aquí, para ser la generación que va a recibir
al Señor Jesús en la Gloria. Fueron escogidos para ser aquel Pueblo Santo que
va abrazarse con Él en las nubes del cielo. Fueron escogidos para ser aquellos
Príncipes que brillarán como el sol en la Gloria Celeste.
Son super amados por
Dios escogidos, no desprecien todo este Amor por las cosas de la tierra, por
las cosas mundanas. Porque muy pronto este mundo pasará, como una hoja arrojada
en el fuego, será quemada y reducida a cenizas, y Nuevos Cielos y Nueva Tierra
vendrán.
Ustedes fueron
escogidos para entrar, para habitar en esta Nueva Tierra, no pierdan la
herencia que les está preparada.
A todos les bendigo
ahora con amor: de LISBOA… de PADUA… y de JACAREÍ.
Por fin les digo,
recuérdense de lo que les dije en el mensaje anterior que les di: “Donde estén
sus ojos, allí estará su corazón y donde esté su corazón, allí estarán sus
ojos.”
Quiten su corazón de
las cosas del mundo, colóquenlo en Dios y sus ojos estarán también allí.
Quiten sus ojos de las
cosas del mundo, poniéndolas en Dios y en la Madre de Dios, y su corazón
automáticamente subirá para Ellos.
La Paz Amados Hermanos
Míos. La Paz Marcos, el más Ardiente de Mis Devotos y de Mis Amigos.”
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