Jacareí, 24 de Noviembre del 2013
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet a través de la WebTV mundial: www.apparitionstv.com
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Amados hijos Míos,
Hoy, cuando ya están festejando el Aniversario de Mi Aparición en la Capilla de
Rue du Bac en París, a Mi hijita Catalina Labouré, Yo vengo más una vez para
decirles: Soy la Inmaculada Concepción,
Soy la Mujer vestida de Sol, terrible como un Ejército en Orden de Batalla que
marcha con los Ángeles, con los Santos y con los hombres de buena voluntad
contra Mi enemigo, el demonio, la serpiente infernal que Yo mostré debajo de
Mis Pies aplastando su cabeza cuando revelé Mi Medalla Milagrosa a Mi hijita
Catalina Labouré.
Mi misión es
luchar contra este Mi adversario, el demonio, contra los Ángeles malignos y
todos los hombres de mala voluntad, de voluntad maligna que existen en este
mundo y que luchan contra Cristo, contra la Fe Católica, contra Mí, acallando a
todos ellos, desenmascarando sus falsedades y trampas, mostrando quienes son
los lobos con piel de oveja. Y, verdaderamente, denunciando en Mis Apariciones
toda la Apostasía, todo el error, todo el pecado para que Mis hijos puedan liberarse
de toda tiniebla, de toda ceguera espiritual, de todo cáncer espiritual del
alma, de todo el pecado mortal. Y así, puedan verdaderamente conocer la verdad,
ser liberados por la verdad y ser salvos por la verdad.
Soy la Inmaculada Concepción, y por eso, Yo revelé a Mi
hijita Catalina Labouré esta poderosísima invocación: ”Oh, María concebida sin pecado,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.” Les di esta invocación grabada
en Mi Medalla Milagrosa, para que por medio de ella pudiesen llamarme, invocarme
donde quieran que estén. Y Yo entonces, pudiese socorrer a Mis hijos con Mis
gracias, con Mi Amor Materno, con Mi Misericordia, liberándolos de todos los
peligros, previniéndolos de todos los males y tentaciones que Satanás quiere
infligirlos. Liberándolos de las cadenas del pecado y, sobretodo, cada vez más,
aumentando en ellos las gracias, la fe, el amor, la esperanza, la caridad, la
pureza y todas las demás virtudes por las gracias continuas que derramo de Mis
Manos todos los días sobre Mis Hijos Amados.
Soy la Inmaculada Concepción, y por eso, aparecí a Mi
hijita Catalina Laborué, llena de esplendor y gloria, para avisarles de que ya
había llegado la plenitud de los tiempos, la plenitud de los tiempos de la
batalla entre Yo y Mi enemigo, entre la Mujer vestida de Sol y el gran dragón,
la serpiente infernal.
En efecto, con Mis Apariciones en Rue du Bac se inició el
tiempo decisivo de Mi batalla contra Mi enemigo, aquel tiempo que Yo profeticé
a Mi hijita Mariana de Jesús Torres en Quito, Ecuador. Y que con Mi Aparición a
Mi hijita Catalina Labouré, Yo verdaderamente daba pleno procedimiento a Mis
Planes Maternos, daba pleno logro a los designios de amor de Mi Corazón, a los
Planes del Altísimo e iniciaba la guerra decisiva, definitiva contra Mi adversario.
Y antes que él lograse sus primeras victorias, antes que
él diera curso a sus planes malignos, Yo vine y aparecí a Mi hijita Catalina
Laborué, revelándoles todo lo que debía ocurrir entre el año de 1830 y el
comienzo del siglo XX, el año 1900, para colocarles de sobre aviso contra Mi
adversario y sus fuerzas. Y después, en las Apariciones siguientes de La
Salette, Lourdes, Pointmain, Pellevoisin, Knock y todas las demás, Yo continué
llamándoles continuamente a la oración, a la penitencia, a la conversión y a
luchar conmigo con estas armas que les di contra Mi adversario y todas las fuerzas contrarias
a Mi Hijo Jesús, a Mí, a la Santa Fe Católica en el mundo.
Son
Mis soldados que tienen que luchar ahora Conmigo Mis Hijos, rumbo al Triunfo de
Mi Corazón Inmaculado en ésta última hora de la gran batalla que estoy
concluyendo. Mi hijita Catalina Labouré, fue una trabajadora de la primera hora
y ustedes son los de la última hora, ustedes son aquellos que deberán
verdaderamente agarrar los frutos de la viña y entregar esos frutos al Dueño de
la viña que ya está a las puertas, o sea, Mi Hijo Jesús que está para volver a ustedes pronto con gran gloria y poder para
instaurar el Reino de Su Sagrado Corazón en medio de ustedes.
Presten
Atención en la Parábola que Mi Hijo
contó en el Evangelio, ustedes son los trabajadores de la última hora de
aquella viña, que el dueño de la viña cultivaba y en la cual empleó siervos a
cada hora del día. Ustedes son los servidores de la última hora, por lo tanto,
hagan bien ahora su trabajo, sean
serios, responsable con su misión, que no es una broma, porque almas están en
juego, almas humanas están en juego en esta misión y no pueden ahora ser
irresponsables descuidando de la salvación de sus almas y de la salvación de
las almas de los otros.
Por
eso, recen, mediten Mis Mensajes, trabajen, caminen, hablen, luchen, lleven Mi
Amor a todos Mis hijos para que ellos se conviertan y se salven. Quien coloca
todo su corazón, todo su ser en esta noble misión recibirá de Mi Hijo, un gran
galardón en el Cielo por todos los trabajos, aborrecimientos y contrariedades
que hubieren pasado por causa de tan alta, de tan noble misión.
Vayan
Mis Apóstoles lleven la luz para todos Mis hijos que están en las tinieblas,
trabajen en la viña del Señor mientras es de día y el Señor aún no llega,
porque cuando Él venga hará las cuentas con todos y ¡Ay de los siervos que Él
haya descubierto perezosamente, sin haber trabajado en Su viña!. Vayan y lleven
Mis Mensajes, Mi Amor, la Verdad a todos Mis hijos, para que todos Me conozcan,
Me Amen y sigan Conmigo por el camino de la Oración y de la conversión rumbo al
Cielo.
Yo
Soy la Inmaculada Concepción, Soy la propia Santidad, Yo Soy la Pureza, Yo Soy
la Gracia, Soy la Santidad Perfecta de Dios en la tierra. Soy aquella que
anticipo el gran amanecer del Sol de la redención para los hombres y así como
la Aurora precede a la llegada del Sol, con Mi Inmaculada Concepción, Mi
Pureza, Mi Oración y Mis Méritos, Yo adelanté el tiempo para ustedes la venida
del Verbo, la venida de la Redención, del Redentor del género humano, trayendo
para ustedes la liberación del pecado y abriendo para ustedes las puertas del
Paraíso que habían sido cerradas por el pecado original.
Soy
verdaderamente Luna, porque brillo para todos Mis hijos que yacen, que caminan
en las tinieblas del pecado, que están perdidos en la noche del pecado mortal
haciendo con que divisen el camino de regreso al Padre y vuelvan a los brazos
de su Señor y de su Salvador que los espera con ansia amorosa para salvarlos.
Soy
Sol, porque brillo con la luz de Mi Santidad, de Mi Perfección, de Mi Pureza en
el Cielo de la Iglesia, en el Cielo de la humanidad iluminando el camino de
ustedes, para que puedan pisar el camino de la santidad y de la salvación que
conduce a Dios y al Cielo, sin errores, sin vacilación, sin lentitud, ni engaño
alguno.
Caminen
por Mí, o sea, obedezcan Mis Mensajes, vayan por Mí al Padre y Él no le rechazará.
Vayan por Mí al Padre y no errarán el camino. Vayan por Mí a la Santísima
Trinidad y ustedes tendrán la certeza
llegar a Ella (a la Santísima Trinidad): santos, inmaculados, perfectos y
formados por Mí, en aquella perfección espiritual, belleza y santidad que
agrada a Dios.
A
todos en este momento quiero decir: Mis Apariciones en Rue du Bac en París, que
eran el comienzo de Mi gran Plan de Salvación, estas Apariciones, que es ésta
Aquí. Aquí voy a terminar verdaderamente los Planes que comencé y llevaré a toda
la humanidad y a cada uno de ustedes también al perfecto Triunfo de Mi Corazón
Inmaculado.
Por
eso, ¡adelante! ¡Non avete paura! ¡No tengan miedo! La Madre de ustedes, que en
la Medalla Milagrosa dada al mundo hace tantos años atrás, La Madre de ustedes que
en la Medalla Milagrosa aparece Gloriosa, Invencible, Intocable, aplastando la
cabeza de la serpiente infernal ya es para ustedes la garantía, la promesa
segura de que en el final Yo triunfaré, aplastaré la cabeza de Satanás y de todas
sus fuerzas diabólicas en el mundo y llevaré a toda la humanidad y a cada uno
de ustedes al Triunfo definitivo de Mi Corazón Inmaculado.
Sus
ojos verán maravillas que jamás imaginaron ver, sus oídos oirán cosas
maravillosas que nunca oyeron y sentirán,
experimentarán una paz y una felicidad inaudita, desconocida en la faz de la
Tierra que les serán dadas en el Triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
¡Adelante!
Yo estoy con ustedes y les ayudaré, les cubro con Mi Manto y les conduciré cada
vez más a la perfecta realización del Plan del Padre.
A
todos en este momento bendigo con Amor de RUE DU BAC en PARíS, de LOURDES y de JACAREÍ.
La
Paz Mis hijos amados… La Paz a ti Marcos, el más esforzado y obediente de Mis
hijos”
(Marcos):“La bendición que la Señora dio fue
extensiva a todas las Medallas Milagrosas? Sí. Sí diré. Hasta pronto Querida
Madre del Cielo… Hasta pronto”
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