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jueves, 11 de febrero de 2016

07 de Febrero de 2016 - Mensaje de Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo y de la Virgen María a través del Vidente Marcos Tadeu

Jacareí, 07 de Febrero del 2016
Transmisión de las Apariciones Diarias en vivo vía internet en la WebTV 



25º ANIVERSARIO DE LAS APARICIONES EN JACAREÍ

"¡Por siempre sean alabados Jesús, María y José!"



MENSAJE DE DIOS PADRE


“Mis Amados Hijos, hoy, Yo, Su Padre, Me alegro por venir en el aniversario de las Apariciones de Mi Hija Predilectísima María aquí, con Mi Hijo Jesús y toda Mi Corte Celestial para decirles: “¡Yo les amo!”

Yo les amé con todo el amor de Mi Corazón y Yo les amé mucho, enviando aquí hace 25 años atrás a Mi Hija Predilectísima María, para enseñarles el camino que conduce al Cielo, que conduce a Mí, el camino de la oración, el camino de la conversión, el camino de la obediencia a Mis Leyes de Amor, que les conducirá para Mis brazos en el Cielo, para aquella Morada de Luz y Felicidad que Yo preparo para ustedes todos los días allí Mis Hijos, la Gloria Eterna.

Sí, el camino que Mi Hija Predilectísima María les enseñó aquí, les llevará a la Vida, la Vida Eterna.

Queden sabiendo, que quién encuentra a María, Me encuentra, quién busca a María, Me busca y quién ama a María, Me ama. Pues, fui Yo que la creé y que la preparé tan bella, tan santa y tan perfecta, para ser Su Madre y para ser también Su camino, que les conduce a Mi Hijo Jesús y Mi Hijo Jesús les conducirá a Mí.

Yo vivo cerca de María y María vive cerca de quién la ama, de quién la ama más de que a sí mismo y de quién la bendice con la palabra y con la vida. Quién quiere encontrar a María, búsquela cerca de quién la ama más de que a sí mismo, de quién la bendice y de quién vive para Ella, pues, ciertamente junto de esta alma la encontrará y quién encuentra a María, Me encontrará.

Quién quiere conocerme y encontrarme, busque quién ama a María, pues, María vive cerca de esa alma y Yo estoy junto con María. Entonces, quién quiere encontrarme, busque primero a María y Me encontrará.

Nosotros vivimos juntos de aquellos que nos aman, nos aman más que a sí mismos, aquellos que nos bendicen con su palabra y con la vida. Sí, Yo les daré Mi Amor, les daré Mi Gracia, que les purificará de todo mal y que les dará verdaderamente la Vida, la Vida Plena en abundancia. Por eso Hijos Míos, vengan a María y llegarán a Mí.

Yo les amé mucho enviando aquí a Mi Hija Predilectísima María, para que Ella fuese el sol brillante, la estrella radiante, para mostrarles el camino para Mí. Miren para María, fijen sus ojos en María y mirarán el camino que les conducirá hasta Mí.

Yo estoy verdaderamente deseoso de darles Mis Gracias de Amor, de darles la Llama de Mi Amor que es la Llama de María y en toda su plenitud. Pero para hacer eso, ustedes tienen que abrir su corazón y dejarme verdaderamente entrar. Deben colocar fuera de su corazón, todas las cosas, todos los apegos, todo el amor desordenado de ustedes mismos, de las criaturas y del mundo, para que Yo pueda entrar y realizar Mis Obras de Amor.

Quién quiere encontrarme, abra al menos una brecha de su corazón, entréguese a Mí con confianza y Yo entraré, realizando Mis Gracias.

Feliz de aquel que confía en Mí y en Mi Palabra y no tropieza en ella. O sea, feliz de aquel que no se vuelva contra Mis Leyes de Amor, contra Mi Voluntad, contra Mis Decretos. Feliz aquel que acepta con el corazón humilde, dócil, obediente y amoroso Mi Palabra, Mi Ley de Amor y Mi Voluntad. Pues, Yo daré a ese verdaderamente Mi Amor y él vivirá en Mí y Yo viviré en él, viviré en esa alma y Nosotros seremos uno solo en el Amor. Porque Yo Soy el río de Amor, Yo Soy el mar de Amor, Yo Soy el jardín de Amor, Yo Soy el vino sabroso de Amor Eterno.

Y todo aquel que bebe del vino de Mi Amor, tendrá su alma saciada para siempre y nunca más sentirá sed. Sí, aquel que siente Mi gran, fuerte y al mismo tiempo suave Amor, nunca más tendrá necesidad de ningún otro amor. Pues, su corazón estará repleto de Mi Amor que el universo entero no puede contener, porque es mayor de que todo lo que existe, es el Amor del Padre, del Padre que ama a Sus Hijos hasta la locura y para salvarlos, sacrificó Su Único Hijo, Su Bien más precioso y entregándolo a muerte de cruz, para que ustedes viviesen, para que ustedes tuviesen la Vida Eterna.

Yo Soy el Padre que los ama, pero que no es amado. Les doy continuas señales de Mi Amor y la mayor de todas ellas es justamente lo que están festejando hoy: los 25 años de la presencia de Mi Hija Predilectísima aquí, con toda Mi Corte Celeste y Conmigo mismo.

Las Apariciones de Jacareí son la mayor señal de Mi Amor después de Mi Hijo Jesús. Sí, en verdad, después que Yo di a Mi Hijo Único al mundo para morir por ustedes y para salvarlos, nunca, nunca amé tanto al mundo, nunca amé tanto a Mis Hijos así como amé, enviando aquí a Mi Hija Predilectísima y Yo mismo viniendo para ayudarles, para salvarles, para librarles del mal, para conducirles en estos tiempos difíciles y confusos del predominio de Mi enemigo, del pecado y de la apostasía, para conducirles por el camino seguro y sin error, que les conducirá a Mis brazos en el Cielo.

Yo les amé como nunca amé tanto a las generaciones del pasado, les amé más que a muchas generaciones, les amé mucho más que a muchos reinos y verdaderamente Mis Hijos, aquí, doy Mi Amor sin medidas a todo aquel que tenga sed y hambre de Mi Amor.

Yo les amé mucho viniendo aquí con María y con toda la Corte Celestial, para decirles: “Que Yo sufro por sus pecados. Soy traspasado continuamente por sus pecados. ¡No pequen más! ¡No Me ofendan más! ¡No Me hagan más sufrir! ¿Por qué es que ustedes Me hacen sufrir tanto así? Dejen el pecado, que es lo que les separa de Mí, que les arroja en las manos de Mi enemigo, que les priva de Mi Gracia, de Mi Amor, de Mi Amistad y vuelvan a Mí, por el camino de la conversión y del Verdadero Amor.”

Muchos de ustedes aún tienen por Mí el amor interesero, que Me busca apenas a cambio de Gracias. Otros Me buscan, Me respetan y Me rezan porque me temen, temen ser arrojados por Mí en el fuego del infierno. Otros de ustedes, Me buscan por causa de la recompensa eterna del Cielo.

Todos esos amores, sin embargo inicialmente sean comprensibles, no pueden más existir en ustedes. Yo busco en ustedes el Amor Filial, el Amor que hace con que el alma Me sirva, Me obedezca, Me ame por amor, para alegrarme, para darme alegría, satisfacción, felicidad de verme amado perfectamente por un Hijo Mío. Un Amor que les hace no pecar, para no hacerme sufrir, para no entristecerme.

Deseo este Amor que hace con que el alma Me ame más de que a sí misma. Lo que dijo Mi Hijo Predilectísimo Marcos es verdad: “Yo probé a Abraham para ver si Él Me amaba más de que a su hijo y Abraham probó que Me amaba más de que todo.” Es este Amor que Yo vengo buscar en ustedes, un Amor que les haga amarme más de que todo, sacrificar todo por Amor a Mí, si es necesario incluso de dar la vida antes que ofenderme, antes que traicionar Mi Amor.

Por eso Mis Hijos, crezcan en el Amor. Para crecer en los grados del Verdadero Amor, deben rezar mucho con el corazón, deben dilatar su corazón con muchas oraciones, lecturas y meditaciones espirituales, para que su naturaleza no decaiga en el pecado y no endurezca de nuevo su corazón y para que ustedes verdaderamente tengan la fuerza, para que en la hora en que tengan que escoger entre hacer Mi Voluntad y la suya, estén dispuestos a renunciar a la suya y abrazar la Mía.

Entonces, verdaderamente, crecerán en el Amor-Amistad, en el Amor-Filial, que generará en ustedes el temor perfecto, que no es miedo de Mis puniciones del castigo o del infierno. Pero sí, el temor de ofenderme, de entristecerme, de hacerme sufrir con sus pecados y la dureza de su corazón.

En verdad aquí, en la Escuela de Santidad de Mi Hija Predilectísima María, daré Mi Llama Inflamadora de Amor a muchos. Abran sus corazones para recibirla y continúen siguiendo a María en las lecciones de Amor que Ella aquí les da, pues, estas lecciones abrirán para ustedes las Puertas del Cielo y Mis brazos amorosos de Padre.

A todos ahora Yo les bendigo con Mi Hijo Jesús, con el Espíritu Santo generosamente. Y les damos también el Perdón de todos sus pecados, el Perdón Completo que todos los años daremos en este día bendito del aniversario de Nuestras Apariciones aquí a todos lo que vengan aquí, verdaderamente contritos y deseosos de volver a Mí.

A todos bendigo ahora.”




MENSAJE DE DIOS HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


“Hijos Míos, hoy, en el aniversario de las Apariciones de Mi Madre Conmigo, con Mi Padre y toda la Corte Celestial aquí, Me alegro por venir a ustedes y les digo: “Mi Corazón les amó, les amó hasta el fin, les amó hasta la cruz, les amó hasta la última gota de Mi Sangre, les amó hasta el último milímetro de Mi carne que fue arrancada por amor a ustedes para salvarles.”

Mi Corazón les amó hasta Su fibra más íntima Mis Hijos y no hay fibra en Mi Corazón que no los ha amado. ¿Qué más Yo podría hacer por ustedes después de derramar toda Mi Sangre por amor a ustedes, después de darles aquello que de más precioso alguien puede poseer, su propia vida?

Yo les dije que no hay mayor prueba de amor, de que dar la vida por el amigo. Por eso, Yo no solamente les di Mi vida, pero les di toda Mi Sangre, les di a Mi Madre, les di la Vida Eterna, les di todos los tesoros de Mi Corazón, les di todos los bienes que Yo recibí de Mi Padre, les di todo, nadie jamás podrá amarlos más de que Yo.

Mi Corazón les amó, les amó hasta el fin, les amó hasta el tope del dolor y del sufrimiento, les amó hasta la locura. Pero Mi Amor no es amado por ustedes. Cuántos de ustedes aún son fríos, duros de corazón para Conmigo y entre Mi Voluntad y la suya, aún prefieren la suya. Entre Mis Planes y los suyos, prefieren los suyos. Entre las alegrías, las felicidades, las Gracias Celestiales que Yo quiero dar, aún prefieren los placeres pobres y miserables de este mundo que no pueden satisfacer su corazón.

Mi Amor no es amado, el Amor es despreciado por ustedes, el Amor está en desuso, el Amor está herido por la espada de su ingratitud.

¡Oh Mis Hijos! ¿Por qué Me hacen sufrir así? Vuelvan sus corazones para Mí y verdaderamente acepten Mi Amor, para que verdaderamente, éste Amor les transforme, les libre del pecado y les vaya conformando cada vez más con Mi Sagrado Corazón, hasta tornarlos a Imagen y Semejanza Perfecta del Hombre-Dios, del Redentor, del Salvador, del Santo de los Santos.

Mi Corazón les amó, les amó mucho mandando aquí a Mi Madre hace 25 años atrás y después, Yo también vine con Ella, para mostrarles Mi Amor. Sí, a través de Nuestro Hijito Predilectísimo Marcos, Nosotros revelamos Nuestro Amor al mundo, con Mensajes de extraordinaria belleza, de extraordinario poder, extraordinaria riqueza para aquellos que meditan y piensan en ellos.

Nosotros revelamos aquí Nuestra Luz, más fuerte que la luz de 7 soles juntos, y las almas de buena voluntad como Mi Hijita (Sor) Inés del Sagrario, pueden verla, pueden contemplarla. Sus ojos quedan deslumbrados con la belleza de esta Nuestra Luz y sus almas quedan embriagadas con el vino de Mi Divino Amor.  

Sí, el alma de buena voluntad verá aquí Nuestra Luz, se alegrará por esa Luz, se rejubilará con esta Luz, buscará esta Luz, abrazará esta Luz y colocará esa Luz en su corazón, para que esa Luz ilumine todo su interior.

El alma de mala voluntad, el alma maligna verá Nuestra Luz aquí, pero aborrecerá esa Luz, odiará esa Luz y como Herodes y los Fariseos, perseguirán Nuestra Luz. Y esa misma Luz que los podría salvar, un día, revelará todas las tinieblas del interior de ellos para el mundo entero en el día del Juicio Final.

Y esa misma Luz que los podría levantar hasta Mí, que los podría salvar, será aquella que los arrojará en el infierno y sellará su condenación. Porque Mi Luz ¿O ilumina el alma que la recibe, o entonces hará con que las tinieblas de quién la rechaza se tornen aún más profundas y negras? Abracen esta Luz, dejen esta Luz y esta Llama de Amor de Mi Corazón entrar en su corazón Hijitos.

Yo quiero llevarles a vivir inflamados en Mi Llama de Amor tan intensamente como los Santos más inflamados de Amor por Mí y por Mi Madre vivieron. Porque Yo les amo mucho. En verdad, les amé mucho más y les favorecí aquí, mucho más de que a muchas generaciones pasadas.

Y por eso Mis Hijos, delante de toda la riqueza que Yo y Mi Madre les dimos aquí y de Nuestra Gran Luz, ustedes podrán decir llenos del Espíritu Santo y de Mi Llama de Amor para el mundo entero: “¡El Amor me amó! ¡El Amor me amó con un amor sin fin! El Amor me amó y se entregó por Mí, se entregó a Mí y el Amor vive en Mí y yo vivo en Él.” Entonces, con su corazón transbordando de esa Mi Llama de Amor, ustedes incendiarán el mundo entero con el fuego de Mi Amor Divino.

Y entonces, el reino de Mi adversario caerá, el reino del pecado será aniquilado, el imperio infernal será finalmente aplastado sobre Mis pies y los pies de Mi Madre, y Yo traeré para ustedes, Mi Reino de Amor, que se expandirá en toda la tierra, trayendo para ustedes, Nuevos Cielos, Nueva Tierra donde nunca más escurrirán lágrimas de sus ojos, porque todo el sufrimiento será finalmente aniquilado.

A todos Yo bendigo con amor: de DOZULÉ… de PARAY-LE-MONIAL… y de JACAREÍ.”




MENSAJE DE DIOS ESPÍRITU, DIVINO ESPÍRITU SANTO


“Mis Almas Electas, Mis Esposas Amadas, cómo Yo les amo. Verdaderamente ustedes pueden decir: “¡El Amor me ama!”

Porque Yo, que Soy el Amor, el Amor que procede del Padre y del Hijo. El Esposo Amoroso de sus almas les ama con amor enloquecido.

Y Yo vine aquí con María hace 25 años atrás, actuando y comunicándome a través de Su Corazón, primeramente, a Nuestro Predilectísimo Tabernáculo y Sagrario Vivo, Nuestro Electísimo Marcos Tadeu y después, comunicándome a ustedes por la palabra, por el ejemplo y por el trabajo de él, para transformarles también en Mis Tabernáculos y Sagrarios de Amor.

Sí, el Amor les ama. El Amor vino del Cielo con María hace 25 años atrás, soplando tan poderosamente cuanto en el Primer Pentecostés, para verdaderamente mover todas las cosas que estaban paralizadas y muertas en el pecado, para removerlas de la muerte y para hacerlas revivir.

Sí, tal como Yo mostré a Mi Profeta (Joel) en aquella visión del Antiguo Testamento, haciendo con que los huesos reviviesen delante suyo y los muertos volviesen a la vida. Así, Yo hice aquí Mis Hijos. Yo, con Mi soplo de vida a través de María en estas Apariciones, vine aquí para hacer revivir a aquel que estaba muerto.

Los hice salir de la muerte del pecado donde estaban. Los hice venir para la vida, para la Vida Eterna, para darles la Eterna Alegría y la Eterna Paz. A todo aquel que no endureció su corazón para Mí y que no tropezó en Mi Amor y en Mi Palabra, a ese verdaderamente di Mi Amor sin límites e hice brotar en su corazón, las flores más bellas de Amor, de Gracia, de Virtud, de Sabiduría y de Verdadera Santidad para iluminar el mundo con Mi Fulgurante Luz.

El Amor les amó y les ama verdaderamente. Por eso, Yo continúo aquí con María a pesar de la dureza de los corazones de tantos. Continúo aquí ofreciendo Mi Amor, ofreciendo la Salvación, ofreciendo Mi Amistad a todo aquel que quiere tornarse verdaderamente Mi Amigo, Mi Tabernáculo, Mi Sagrario y Mi Alma Esposa.

Yo Soy el Esposo de sus almas. En el Bautismo, Yo les desposé. En el Bautismo, sus almas se tornaron Mis Moradas, Mis Templos y ustedes se tornaron Mis Esposas.

Y ahora deseo que ustedes espontáneamente confirmen ese Amor, ese Pacto, esa Alianza de Amor Conmigo, decidiéndose a ser verdaderamente Mis Almas Esposas, o sea, aquellas almas que Me dan el Amor Puro, sin interés, el Amor-Amistad, el Amor-Filial, el Amor que tan solamente Me busca para darme alegría, para darme satisfacción, el Retorno de Mi Amor y de Mis Obras, darme contentamiento, amándome y practicando el Bien, y las Virtudes para agradarme.   

Ustedes son Mis Almas Esposas y como tales, deben renunciar, alejarse y evitar todo lo que entristece a Su Esposo. Para que así, Su Esposo no se entristezca con ustedes y no se aleje de ustedes.

Sí Mis Almas Electas, ustedes son Mi Jardín de descanso. No produzcan más espinas de pecados e ingratitudes, e indiferencias contra Mi Amor. Pero antes, produzcan flores de Amor, de Virtud, de Bondad, de Bien para alegrarme y para que Mi Alma en ustedes repose y se regocije.

El Amor les amó y les ama, y por eso, deben hoy exultar de alegría, porque aquí les amé, les favorecí y les enriquecí mucho más de que a muchas generaciones del pasado que, con lágrimas, ayunos, penitencias y gemidos, imploraron tanto una Palabra Mía y no tuvieron. Y ustedes aquí tienen Mensajes en abundancia, tienen un tesoro en Nuestros Mensajes, ilimitado, incontable, infinito.  

Si ustedes permanecen pobres y miserables espiritualmente, no es porque les falte Mi Riqueza, es porque ustedes no Me abren sus corazones para recibir Mis Riquezas en ustedes. ¡Vengan! Ábranme sus corazones, alégrense y exulten, porque el Amor les ama. Acepten el Amor del Eterno Amor y en verdad Yo les digo: “Les transformaré en verdaderos ríos de agua viva, que inundarán el mundo entero con las riquezas de Mi Amor y de Mi Gracia.”

Sí, aquí en este lugar predilecto de Nuestros Corazones, aquí en este lugar, que es Mi Jardín de Amor y de Delicias. En la palabra y en la persona de Mi Hijito Marcos Tadeu, emano cada vez más, manifiesto toda la potencia de Mi Amor, de Mi Gracia, de Mi Poder y muestro verdaderamente al mundo lo que Mi Llama de Amor, lo que Mi Poder puede hacer en un alma y con un alma a través de un alma que verdaderamente se da toda a Mí.

Aquí, verdaderamente, en la persona y en el trabajo de él, manifiesto, muestro Mi Amor que se tornará tanto más visible y tanto más fuerte, cuanto más intensas las tinieblas del mal y del pecado envuelvan todas las cosas.

Abran su corazón para Mí, amen al Amor y el Amor les amará.

A todos Yo bendigo con amor generosamente ahora.”



MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


“Mis Queridos Hijos, hoy, cuando ustedes celebran aquí el aniversario de Mis Apariciones a Mi Hijito Marcos, el jubileo de los 25 años de Mi Primera Aparición, Yo vengo nuevamente para decirles: “Soy la Reina y Mensajera de la Paz, Soy la Inmaculada Concepción, Soy la Madre de Dios y Su Madre, y en estos 25 años, en estos 25 años de Mi Gran Amor por ustedes, Yo verdaderamente les amé, les guardé, les formé y les conduje siempre más por el camino de la Santidad.”

Son 25 años de Gracias, son 25 años de donación de la Madre Celeste a todos Sus Hijos, son 25 años de Amor, son 25 años de Amor donde Mi Inmaculado Corazón no descansó un día, una noche, un minuto siquiera en el cuidado a Mis Hijos.

De cuantos peligros les libré, de cuantas tentaciones del demonio les preservé, o entonces, les quité. De cuantos males, del cuerpo y del alma Yo no les curé Mis Hijos. Cuánto hice por ustedes, cuánto Bien, cuantas Bendiciones, cuantas Gracias distribuí aquí.

Son 25 años de Amor, 25 años de un continuo luchar de Su Madre Celeste por la conversión, para abrir sus ojos, para ver sus pecados, para ver la necesidad de su conversión y también para ver el gran peligro en que el mundo se encuentra ahora, a punto de caer en un abismo sin fin de destrucción total, de todo lo que es Bueno, de todo lo que es Santo y de todo lo que les puede dar la Paz, la Alegría y la Felicidad aquí en este mundo y en el otro.

Sí Mis Hijos, Satanás desea destruir todo lo que es Bueno, desea destruir el mundo entero y desea hacer con que todos los seres humanos se destruyan a sí mismos y estropeen su salvación, perdiendo así la Felicidad Eterna, para después ir al fuego eterno, donde él los atormentará con cruel tiranía.

Y Yo vine para abrir sus ojos, para ver las intenciones de Satanás y para luchar contra él con los medios poderosos que les di aquí: “El Rosario Meditado, Mis Horas de Oración y todas las armas potentísimas que les di para vencer Conmigo toda insidia de Satanás y toda la fuerza infernal.”

Son 25 años de Amor, cuando Yo verdaderamente fui paciente con ustedes, esperé su conversión tan lenta, tan débil, tan despacio. Fui paciente con ustedes, sufriendo sus defectos y sus pecados, perdonándoles veces sin cuenta y levantándolos millares de veces cuando ustedes volvieron a caer en alguna falta.  

Son 25 años de Amor y Misericordia, y ningún pecador puede decir que aquí Yo no ofrecí Mi Amor, Mi Perdón y los medios poderosos y eficaces para la salvación de todos Mis Hijos.

Son 25 años de Amor, 25 años en que Yo vivo más aquí en la tierra, en Jacareí, de que en el Cielo, formándolos, educándolos en el camino del Verdadero Amor, de oración con el corazón, del sacrificio, de la penitencia, del cumplimiento de los Mandamientos de Dios, de la Voluntad del Señor, de los Mandamientos de Mi Hijo, enseñándoles cual es la Verdadera Santidad y el Verdadero Amor que agradan a Dios.

Son 25 años de una Escuela continua de Amor, de Santidad, donde Yo les comuniqué los tesoros maravillosos de la Sabiduría Divina con los cuales, el Espíritu Santo llenó Mi Corazón y Yo verdaderamente los comuniqué. Y los repartí abundantemente a todo aquel que busca seriamente conocer, meditar, saborear, asimilar, absorber Mis Mensajes, para volverse sabio como Yo, adquiriendo la Verdadera Sabiduría, la Sabiduría de los Santos, Mi Sabiduría que es: Saber amar a Dios perfectamente y hacer Su Voluntad.

Son 25 años de Gracias sin fin, cuando les di aquí Mi Medalla Milagrosa de la Paz, la Medalla de Mi Esposo José, Mi Escapulario Gris, las Fuentes de Gracias, las Oraciones, las Trecenas y las Setenas. Y también las películas maravillosas que Mi Hijo Marcos hizo a Mi pedido para ustedes, que les hicieron conocerme, conocer Mis Apariciones y Mensajes, verdaderamente entender Mi Dolor y Mi Sufrimiento y transformarles así en Verdaderos Consoladores de Mi Corazón.

Hijos que quitan las espadas de dolor de Mi Corazón con su vida santa de oración, amor y obediencia. Hijos que no aumentan Mi Dolor, clavándome espadas de dolor con su pecado, su egoísmo, su maldad, su impureza, su falsedad, su mentira, su rebelión contra Dios y contra Mí.

Verdaderamente, aquí les di una Escuela completa, suficiente, capaz de producir los Mayores y más Eminentes Santos de toda la historia de la humanidad.

Vean Mis Hijos, cómo Su Madre les amó y cómo estos 25 años fueron años de un inmenso, de un ilimitado Amor de la Madre del Cielo por ustedes, que les amó como nadie jamás les amó, ni podrá amarles.

Por eso Mis Hijos, abran sus corazones ahora para recibir Mi Llama de Amor, dilaten sus corazones rezando más, donándose más para Mí, sacrificándose, trabajando más por Mí, para que en este año jubilar, Mi Llama de Amor verdaderamente entre en sus corazones y transforme sus corazones en aquella obra maravillosa y acabada de Santidad que Yo vine producir aquí, primeramente en Mi Hijo Marcos y después por medio de él en ustedes. Para que así, Yo pueda dar a Mi Señor un bello regalo en Su regreso, un pueblo verdaderamente Santo, un pueblo agradable e inmaculado a Sus ojos.

Recen, recen mucho, para que Mi Llama de Amor verdaderamente entre en ustedes e irrumpa de su corazón inflamando el mundo entero.  

Verdaderamente aquí en Jacareí, en la persona y en el trabajo de Mi Hijo Marcos, Yo Soy consolada, Soy glorificada, Soy exaltada como nunca antes desde que el Verbo se hizo carne, desde que Me torné Madre de Dios. Y aquí verdaderamente, Mi Corazón triunfará irradiando Mi Poderosa Luz que librará el mundo entero del dominio y del yugo de Satanás, aniquilando el poder del infierno y trayendo para todo el mundo un nuevo tiempo, una nueva era de Paz.

Aquí Mi Corazón finalmente encontró aquel Amor, aquel Amor en pura transformación que Yo y Mi Hijo buscamos en el mundo entero y no encontramos. Yo lo encontré en un niño hace 25 años atrás que fue capaz de darme todo y que nada más desea de que amarme para darme alegría, contentamiento, satisfacción. Donándose a Mí en el dolor, en la alegría, en la enfermedad, en la dificultad, en la prueba, manteniéndose firme en Mi Amor y siempre amándome más de que a sí mismo.

Este niño es Mi Hijo Marcos Tadeu, en quién Yo ya triunfé y en quién ya derroté a Mi enemigo y a través de él, derrotaré en la vida de millones de Hijos Míos y finalmente a través de aquí, de Jacareí, de Mi Hijo Marcos, las Profecías de La Salette, de Fátima y de todas Mis Apariciones, se cumplirán y Mi Corazón Inmaculado ciertamente triunfará.

A todos Yo bendigo con amor: de LOURDES… de FÁTIMA… de QUITO… y de JACAREÍ.” 

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